•|No me llames Rubia|•
No fue que Richie y Jess se volvieron a ver hasta que tocaron la puerta de su casa y cuando ella abrió se encontró a todo el grupo de perdedores menos a Beverly en la entrada, y por alguna razón armados.
—Y...¿se están armando para la siguiente película de Rambo o...?—sin duda el sarcasmo era un don de aquella rubia.
—Me encantaría ser tu Rambo—dijo Richie sonriente y le guiñó un ojo.
Pero Jess se dispuso a mirarlo mal y a volver su vista a Bill esperando una explicación de su parte.
—E-ESO se llevó a Be-Beverly.
—Okay, denme cinco minutos, tengo que ir a buscar algo.
Basto eso para que la rubia tomara su mochila, subiera las escaleras y entrara al cuarto de su hermano, por suerte Tate no estaba en casa. Algunos chicos coleccionan cosas como etiquetas o idioteces así, bueno, el hijo mayor de los Lange coleccionaba armas como si fuese Gastón de la Bella y la Bestia. Claro que no sabía usarlas, pero a Jess le encantaba robarlas cuando él no estaba y practicar con ellas. Tomó tres cuchillos, uno lo ocultó en su cinturón, el otro en su pierna y el último en su zapatilla. Corrió al garaje y tomó el revolver que su padre guardaba junto con tres cajas de balas, antes de marcharse su mirada se posó en el hacha que tenían sin ninguna razón aparente, la sujetó para tantear el peso. No era pesada ni tampoco muy grande, es más entraría con facilidad en su mochila.
Ya consiente de lo que haría volvió a la puerta donde sus amigos la esperaban, al verla se sorprendieron bastante.
—Richie, creo que ella sería Rambo—comentó Mike—, no tu.
Jess pasó a un lado de ellos luego de cerrar la puerta y dijo...
—Yo no soy Rambo, soy Black Widow—contestó.
Aun más sorpresa para los chicos, ¿qué chica sabía de historietas en la época del 89? ninguna cotidiana, pero sin duda Jess no era como todas, era única y detergente, mierda, cierto que Divergente no es de la época.
—Que mujer—susurró Mike, al instante Richie lo miró mal—, tu la rechazaste, no tienes derecho a reclamar nada.
Esa frase recorría la cabeza de Richie, ¿rechazarla? según él no era rechazo, pero para los que no pensamos como Richie Tozier era obvio que había rechazado a la mejor chica que la vida le pudo dar por una idiotez de orgullo. Llegó el momento de subirse a las bicicletas.
—Oye, rubia, ¿vienes conmigo?—preguntó Richie.
Jess se volteó a verlo sin tomarle mucha importancia, se encontraba hablando con Stan muy comodamente.
—No, voy a ir con Stan, ah y...Richie...no me digas rubia, dime Jessica—sonrió con frialdad y subió detrás de Uris.
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