Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|Intento de Suicidio|

Luego de todos los conflictos de su adolescencia, Stan y Jana se fueron de Derry y se casaron. Olvidando todas las cosas malas que les habían pasado, bueno, al menos Jana.
Jana olvidó los abusos de Henry ni bien cambió su apellido a Uris, aun que a veces soñaba con sus ojos azules que tanto le daban miedo a los dieciséis años.
Por otro lado, Stan cada día recordaba a Pennywise, él era el único de los perdedores que recordaba absolutamente todo lo que les había pasado ese verano y eso lo volvía loco y lo obligaba a rogar cada noche que eso no volviera a pasar.
Cada día, el teléfono sonaba, y Stan rogaba que no fuera Mike. Por 27 años tubo buena racha, hasta esa tarde.
El teléfono sonó y Jana se levantó del sofá para tomar la llamada.

—¿Hola? ¿quién habla?—Stan escuchaba atentamente lo que ella decía—¡No puede ser!—exclamó con felicidad—ya mismo lo llamo... fue un gusto volver a escuchar sobre tí, Mikey.

Un gran temor se apoderó de él al escuchar el nombre de su ex-amigo. Significaba que debía volver a Derry y probablemente no podría escapar de Jana así como así. Ya se lo imaginaba, su esposa haría muchas preguntas, él al final las contestaría y, había dos opciones: 1) o creía que era un loco, 2) lo apoyaba y lo acompañaría. No estaba conforme con la segunda, no iba a arriesgar alguien de tanta importancia para sí mismo.

—Mi amor—sintió que le movían levemente el hombro y levantó la mirada para ver los ojos azules de Jana—, no podrás creer quién llamó, ¡Mike Hanlon! ¡Desde Derry!—exclamó con felicidad, sentándose nuevamente en el sofá al lado de Stan.

—Ya veo—susurró, la sonrisa de Jana desapareció para mostrarse preocupada por Stan, de pronto el rostro de su marido se había vuelto sombrío y oscuro, serio, más serio de lo que era con todo el mundo (excepto Jana) cotidianamente.

—¿Sucede algo, Stanley?—preguntó con preocupación.

Él cruzó miradas con ella, lo que puso alerta a su mujer. Para Jana eso fue una advertencia de lo que podía pasar.

—Nada, Jan, ¿Mike quiere hablar conmigo?—su voz sonaba amargada, lo cual sorprendía a Jana, él no había usado ese tono hace años.

Ella sólo asintió, perpleja por la imágen que le brindaba su esposo en ese instante. Stan no dijo más nada, se puso de pie y se dirigió a la cocina, lugar donde estaba situado el teléfono.

|...|

Jana abrió los ojos con pereza, dándose cuenta de que se había quedado dormida. Una hora atrás su cabeza había comenzado a dolerle, no se durmió intencionalmente.
Entonces recordó a Stan y aquella llamada.

—Mierda—susurró.

Se puso de pie y corrió escaleras arriba hacia su cuarto, preocupada por no escuchar ningún ruido en la casa, su hogar estaba sumergido en un silencio aterrador.

—¡Stan!—gritó, al no encontrarlo en el cuarto.

Caminó rápidamente hacia su despacho. Cuando compraron la casa, esta tenía dos habitaciones, una de ellas la dividieron con un muro y prometieron deshacerse de este cuando su primer hijo llegara, convirtiéndolo en el cuarto para el bebé. Pero eso aún no pasaba, según Stan era su culpa la escasez de niños, pero obviamente Jana no estaba enterada de esa inseguridad por parte de él.

—¿Dónde estás?—susurró, al ver un escritorio vacío.

Pensó en el baño y se dirigió rápidamente hacia este, encontrando la puerta cerrada, siendo acompañada en un instante por un miedo agazapante.
Desesperada trató de abrir la puerta a través del picaporte, pero esta estaba con llave, lo cual la alteró más.

—¡Stan, abre la puerta!—exclamó a todo pulmón, no obtuvo respuesta—¡Stan!—los nervios se notaban por su comportamiento, golpeaba la puerta con desesperanza.

—Vete, Jan—se escuchó la voz de Uris, pero no parecía él en realidad, tanto que Jana no lo dudó.

La rubia caminó a paso firme hacía una silla situada en su cuarto de arte, su miedo había pasado a ser enojo y cólera pura. Tomó la silla de metal y volvió hacia la puerta, que era de madera, no era muy resistente que digamos.
Entonces, con todas sus fuerzas,  estrelló la silla contra la puerta, provocándole un gran agujero en el medio.
Metió el brazo por este y quitó la traba interna de la puerta, dándole una fuerte patada para abrirla completamente, expresando su furia.
Sus ojos azules chocaron con los avellana de Stan y luego descendieron hasta su brazo, viendo un leve rasguño en la muñeca hecho por una navaja de afeitar.
Comprender aquello fue como un baldazo de agua fría.

—No puede ser... —susurró—¡Suelta eso!—gritó, se acercó con rapidez al verlo con la intención de terminar su trabajo y le quitó la navaja a la fuerza, mojandose los pantalones y la camiseta por culpa del agua que caía de la bañera.

Al hacerlo, Stan la miró y ella notó que había vuelto a la normalidad.

|...|

Y allí estaban los dos, sentados en el suelo del baño, con la espalda apoyada en la bañera y la ropa empapada.
Jana no hablaba, sólo miraba un punto fijo en el suelo y algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas al recordar lo que su amor había intentado hacer momentos antes, recordando lo que habría pasado si no lo detenía.
Él, por otro lado, se sentía terrible. No lo había hecho con las intenciones que, probablemente, ella pensaba. Lo había hecho para no arrastrarla a una muerte segura. Lo había hecho para salvarla de aquella tortura que él había vivido durante veintisiete años.
Jana se puso de pie, tomó todas las navajas que se encontraban en el baño al igual que todo medicamento existente allí, y se dirigió a la puerta.

—Jan... —él trató de tomarla del brazo, pero ella se soltó con brusquedad y lo miró furiosa.

—¡No, nada de Jan o Jannie!—gritó. No podía creer lo mal que se sentía por lo que él acababa de hacer, una lágrima resbaló por su mejilla—La noche de nuestra boda dijiste que jamás me harías daño, ¡Pues rompiste esa promesa! asi que... no me toques.

Y así, se marchó del baño, encerrandose en su "salón de pintura" como a ella le gustaba llamar a esas cuatro paredes donde dibujaba y pintaba cuadros. Jana era bastante reconocida como artista plástica y le iba muy bien en ese trabajo.

Stan no la detuvo. Si ella tan sólo supiera... que fue para no romper esa promesa antes mencionada...

|🌼🌼🌼|

¡Nuevo capítulo! me estoy poniendo las pilas con esta novela, espero que les haya gustado.
Voy a volver a actualizar el jueves.
¡Hasta entonces!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro