Las cosas iban mal para los chicos. Eddie ya ni salía de casa, pasaba el día viendo telenovelas con su madre asustado de casi todo lo que se encontraba en el exterior. Mike ya no sentía nada al matar a esas pobres ovejas. Stan hizo su Bar Mitzvah y el único que se presentó fue Richie. Ben se dedicaba nuevamente a comer dulces todo el día sintiéndose sola nuevamente. Richie se la pasaba en el arcade jugando juegos para no pensar en la rubia que tanto le gustaba. Beverly y Jess se veían de vez en cuando, pero aún así Bev volvió a sentirse culpable por su propia vida y Jessica volvió a sentirse perdida nuevamente.

—Jess—su madre había entrado a su cuarto, se sentó en su cama, Jessica estaba acostada leyendo un libro—¿Te encuentras bien?—preguntó preocupada.

—Sí...—susurró.

—Jessica, te conozco, ¿es por Henry? Tate me contó que lo dejaste y está muy molesto, sabes que si te está molestando puedes contarmelo y te ayudaré...—dijo con calidez.

Courtney Lange era muy amorosa,

—No, mamá, Henry y yo jamás estuvimos juntos, él lo inventó y llegó a tal grado que se lo creyó—contesté.

—Okay, ¿entonces?

Jess soltó un suspiro y contestó.

—¿Qué significa que un chico y tu se gusten pero cuando le preguntas si quiere ser algo más que amigo te dice que no?

Ella necesitaba saber por qué él dijo que no, le carcomía la cabeza no saberlo.
Su madre sonrió con felicidad, por fin había llegado a comunicarse con su hija y ella le pedía concejos de esos de ella desde niña se preparó para contestar.

—Bueno, yo iría con el chico y hablaría con él, tal vez no interpretaste las cosas como en verdad eran.

—Pero mamá...le pregunté claramente si quería ser mi novio y me dijo que no con total molestia y asqueado—contestó al consejo de su madre.

—M...solo sabes lo que dijo, no lo que pensó en realidad y tampoco lo que iba a decir después porque se te bajó la presión y te desmayaste.

Sin duda hizo pensar a Jess «tiene razón, pero Richie está muy molesto ahora como para hacerlo». Luego de un rato de risas y charla femenina con su madre esta se marchó a hacer la comida antes de que el señor Lange llegará cansado por el trabajo a casa. Y así Jessica se puso a pensar aún más...
«Pasó una semana, y no tengo noticia de nadie más que Beverly, puede que lo mejor sea dejar pasar esto y dejarlo en el pasado junto a mi amor por Richie»
Así lo hizo, al menos por esa noche, porque al otro día algo pasaría y la obligaría a volver a ver al que fue y será por siempre el amor de su vida.