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- Minari~. Te toca levantarte por Somi - fue lo que escuchó al despertar, de su amada Bunny.

- Mmmh... Yo fui ayer - murmuró con somnolencia y el llanto de la bebé no paraba, al tener cinco meses seguía despertandolas con llanto.

- Pero hazlo por tu Bunny, ¿sí? - la persuasión fue la mejor opción.

- Uhum... Está bien - se levantó y tomó a Somi por las axilas para llevarla en su pecho hasta la cama, la cual no está a más de dos metros pero aún así es cansado cuando tienes mucho sueño.

Somi, con su manita, buscó el pecho de su madre alfa intentando alimentarse aún sabiendo que es su madre alfa, pero ella quiere alimentarse y es un bebé así que no le toma importancia al acontecimiento.

- Quiere leche. Me jala la blusa un poco así que, te necesita, Bunny - dejó un beso a su esposa y se le quedó mirando con ojitos de ternura como de inmediato su hija empezó a succionar cuando encontró el pecho de la omega - Es realmente hermosa como su mamá omega.

- Y como tú, amor - el pecho de Mina revolotea con el apodo y ahora ve con ojos brillantes como Nayeon le sonríe.

- ¿Me dijiste 'amor'? - preguntó queriendo asegurarse de lo dicho por su esposa.

Aunque no es algo nuevo.

- Sí, eso dije, mi amor - lo siguiente que sintió fue a su alfa abalanzarse hacia ella, riendo y cuidando de no aplastar a la bebé.

La omega rió con ella y Somi solo miraba expectante mientras seguía alimentándose.

- Te amo, amor - repitió el apodo, feliz de estar con su omega y hija.

- Te amo, mi amor Mina - siguió la castaña.

- Te amo, amor SomSom - la pequeña al sentir los dedos de su madre alfa en su pancita, carcajeo adorablemente y a su paso, derritió los corazones de sus progenitoras.

Nayeon se tapó su pecho de nuevo al sentir que Somi ya no quería más comer, y observó las risas que soltaban sus dos bebés.

- Las amo, amores - ahora fue la omega quien se abalanzó a la alfa, poniendo a su bebé en medio de ambas para tenerla en un abrazo.

Somi, al sentir el aroma y calor de sus dos madres, se quedó tranquila abrazada al cuello de la omega. El aroma dulce y fresco de la alfa y el aroma más fuerte e empalagoso de su madre omega, era la mejor conbinacion para ella.

- Mi aroma debe ser más dulce y fuerte, mi celo está cerca - la alfa la miró con falsa inocencia esta vez, Nayeon sabe que si de sus celos hablan la alfa entiende de todo y dispuesta a todo.

- Le pediré a Chaeyoung si podría cuidarla - refiriéndose a su bebé Somi.

- Tú jamás dices que no a eso, ¿verdad? - preguntó Nayeon divertida a la rapidez que la alfa usó en sus palabras.

Puede que Mina aparente una niña muy infantil, pero si de sexo hablan, Nayeon sabe que la dejara sin caminar por lo menos tres días.

Tienen diferentes cosas que les gusta y la otra está dispuesta a cumplir

Casi siempre al final del acto, Nayeon pide caricias o jugar entre ellas hasta dormir o Mina, como si nada hubiera pasado, vuelve a su actitud y le sigue el juego a Nayeon.

Todo ese se redujo a nada después de tener a Somi.

- Exacto. Ahora a desayunar. Somi ya desayunó, ahora nos toca - se levantó y ayudó a Nayeon con Somi.

- Si Somi te entendiera ahora mismo, te hubiera dedicado una mirada poco agradable, porque apenas tomó leche.

- Si Somi me entendiera me diría que soy la mejor madre, ¿verdad que sí, Som? - una voz más añiñada de lo normal fue dirigida a la niña que babeaba su mano con máximo interés - Dijo que sí - y se encaminó a la cocina.

- Está bien. ¿Qué vamos a desayunar? ¿Puedes hacer panqueques? A ti no se te queman - un puchero fue el que convenció a Mina.

- Está bien.

En una media hora o más, ya estaban desayunando y Somi pudo dormir por la alimentación dada antes.