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Mina sonrió con emocion desbordada, tan típica y tierna de ella.

Nayeon le sugirió ir al parque y eso no lo niega, le encanta aunque ya son escasas las veces en las que visitan el glorioso parque en donde jugaba mucho.

Desde hace unos meses no lo visitaban y no era necesario decir que tres personitas estaban casi saltando de emoción.

Somi con cuatro años estaba en la espalda de Jihyo de once años, pateando como un caballo para "más velocidad"

- Mina, dile que me deje de patear - se quejó como por quinta vez la pequeña.

- Som - Somi la miró y estiró sus manos para que su madre la cargue - No debes patear a Jihyo... a nadie, mejor dicho - la niña sin prestar real atención se colgó fuertemente del cuello de su madre, aspirando su aroma.

Nayeon venía comiendo un helado, que Somi rápidamente quiso que le compartiera pero Mina no la dejó.

- Ya comiste mucho, Som, te dolerá el estómago - la niña asintió sin mucho convencimiento mirando el dulce helado.

- ¿Yo puedo? - Mina le cedió a Jihyo ocasionando que una Somi muy enojada la lanzara la peor de las miradas a todas. Poco les importaron.

- Deja de mirarnos así, Som, tú comiste mucho y en casa comeremos más - Nayeon trató de curar su malhumor pero la niña le entrecerró los ojos.

Solo se calmó cuando la pequeña Byul llegó junto a Jeongin para jugar.

El día fue resumido en Nayeon cuidando de tres niñas revoltosas de aquí allá.

Al final quedó totalmente cansada pero feliz en los brazos de su alfa y hijas mientras duerme.

Chingadamadre, me bañé otra vez en contra de mi voluntad. Voy a llamar al DIF para que esté al pendiente