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En una visita al médico, fue cuando Mina confirmó sus sospechas de que su próximo bebé sería una niña, cuando la miró por primera vez no pudo evitar llorar.

Solo era algo hermoso, su cachorra sería un niña, una hermosa niña tal cual es su omega.

- Entonces, ¿hoy se dirá su género? - Nayeon asintió y Mina no se contuvo a acariciar su vientre abultado.

- Si se deja ver, pues sí. Si no, pues será como las otras veces, donde solo verán que no tenga nada malo de salud - la alfa asintió con emoción.

Le gustaba mucho ver a su bebé aunque no se deje revelar su género, el verlo ahí le causa simplemente una gran felicidad y emoción al quererlo tener con ellas.

Cuando llegaron, Mina ayudó a la omega aunque esta se queje porque según no es incapacitada, pero igual agradece porque le duelen los pies.

Tiene seis meses, obviamente le dolerían los pies o espalda.

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Mina tomaba la mano de Nayeon con un poco de impaciencia, esa medico beta es muy lenta para su gusto, ella quería ver a Somi o Minho.

- Querian saber su género, ¡no? - la pareja asintió a ella y esta sonrió en grande - Pues, ¡felicidades! ¡Es una niña! - la omega sintió su mano ser apretada un poco.

Mina no encontraba cómo expresar sus emociones, estaba completamente feliz de que había tener una hija, una cachorrita hermosa.

Abrazó con lágrimas en los ojos a su omega mientras dejaba lentamente caer esas lágrimas, Nayeon le devolvió el abrazo con notable emoción, la omega también estaba llorando de felicidad.

- Una niña, una hermosa niña, Bunny - Nayeon asentía.

- Una hermosa niña, Minari.

La beta veía enternecida a la pareja, ella las ha atendido varias veces y siempre se le hizo que ellas eran muy bonitas juntas, tan dulces y adorables.

Siempre eran así.