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Nayeon recuérda perfectamente su primera vez con Mina.

Recuerda cómo se marcaron mutuamente y confiaron su cuerpo a la otra.

Recuerda que fue a sus diecinueve años, aunque se comportaban como adolescentes de trece años

Ese momento que fue uno de los mejores placeres que ha sentido junto al probar el delicioso postre que Mina muchas veces compra.

Sigue siendo un placer el tener relaciones con Mina pero su primera vez no se esperaba ese lado de la alfa tan... tan caliente.

Se esperaba algo suave e inocente con alguna preguntas de curiosidad pero al parecer todo cambió. Tampoco se quejaba, le encantó.

Cuando pensó que la alfa era una inocente y suave masita, le sorprendió lo sucia que puede ser la mente de Mina.

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Adolescencia: Myoui y Im

- ¿Quieres jugo? - preguntó la alfa a su omega.

Estaban en el cuarto de la alfa mientras Mina jugaba Minecraft en el sofá y en una televisión gigante. Nayeon estaba en sus piernas viendo lo que hacía la alfa.

Apenas podía entender el juego pero le gustaba ver todo lo que hacía Mina. Todo lo construido y la palabras emocionadas cuando cuenta algo sobre sus animalitos.

Pero Nayeon olvidó algo.

Su celo se acercaba y su aroma era más fuerte de lo usual. La alfa trataba de que eso no le afectase, pero teniendo a su omega en sus piernas pues no le ayudaba.

- ¡Mira! Pude encontrar una mina y una aldea juntas - trataba de concentrarse en otra cosa y al parecer no le salía como quería, ya que accidentalmente cayó por un hoyo y murió.

- Oh. Creo que reaparecerá lejos, ¿no? - Nayeon no captaba el nerviosismo de Mina pero sí veía que estaba muy callada. Mina siempre hablaba y se le hizo extraño.

- S-Sí, reaparecerá en la cama de la aldea - no supo muy bien que dijo pero pues al parecer dijo algo bien, ya que el asentimiento de Nayeon fue una señal de eso.

- Creo que yo ni siquiera pudiera matar un zombie - se burló de sí misma.

- Serías genial - Nayeon se acomodó haciendo que su trasero se remueva en la entrepierna de Mina y esta suspiró - Muy genial.

- Pero yo nunca he jugado.

- Aham - cuando la omega sintió algo duro contra ella fue que captó el porque Mina estuvo rara. Se sonrojó fuertemente y le siguió el juego.

- ¿Soy genial? - ahora una divertida sonrisa aparecía en su rostro pero Mina fue incapaz de darle atención a eso.

- Sí, demasiado genial, Bunny - suspiró al sentir fricción contra su ya palpitante miembro.

- ¿Cuánto? - ver a su alfa en esa actitud era nuevo y quería ver más.

- Lo que quieras, Bunny... Nay - el llamado un poco serio de la alfa llamó la atención de la omega - T-Tu celo es pronto, ¿verdad?

Ahí Nayeon captó otra cosa, su aroma más fuerte también debe ser tortura para su alfa. No se acordó que su celo se acercaba. ¿Cómo pudo olvidar algo así?

La omega no tardó en sentir unos labios en los de ella. Un beso diferente, uno en el que nunca pensó que Mina empezaría. Un beso caliente. Uno que le gusta mucho y desde ahora sera uno de sus más adictivos.

Con un beso así, el miembro duro frotándose en su trasero y junto a él hecho que su celo es pronto, no tardó en acomodarse con las piernas en los costados de los muslos y sus entrepiernas haciendo contacto por encima de las prendas.

Mina tenía las pupilas dilatadas y la respiración acelerada. Su alfa interior quería salir del todo pero sabía que así podría lastimar a su omega, ya que no tendría consentimiento de sus actos.

La alfa miró a la omega a los ojos, preguntándole con la mirada si podían seguir.

La omega le respondió con un beso y Mina metió sus manos en la sudadera de Nayeon, dejándolas en la espalda baja y dando caricias mientras disfrutaba el beso.

La ropa se hizo un gran estorbo a lo que querían seguir, entonces la apartaron de sus cuerpos y ahora se tocaban directamente. Piel contra piel. Compartiendo su calor corporal con el cuerpo contrario.

El miembro de la alfa se sentía en el estomago de la omega, queriendo atención inmediata y Nayeon quería dársela.

Se apartó del beso y escuchó un gruñido bajo. Bajó sus labios hacía el cuello dejando camino de humedad por su saliva, después a los senos y luego abdomen de la alfa, el cual era bastante tierno; una pequeña barriga suave y plana.

Mordió en el medio de los senos y bajó directamente a el palpitante miembro.

Las manos de Mina no sabían de dónde sujetarse, Nayeon solo tomó una y la apretó. Sabía que su alfa tomaría eso más sentimental y no solo por su celo cercano. No quiere que piense que solo la necesita para ayudarla en sus celos o algo por el estilo. Quiere que sepa que la desea y ama, que confía en ella su cuerpo y sentimientos, que es su omega y de nadie más.

La casa estaba sola, afortunadamente, si no, hubieran escuchado el largo y tendido gemido de la alfa al sentir casi todo su miembro desaparecer en la boca de su novia.

Nayeon no tardo más y mientras bajaba y subía la cabeza para tratar de darle más placer a su alfa daba caricias en la mano que apretaba su palma.

- N-Nay~ - sentía una leve presión en su abdomen bajo. En sus celos sentía eso cuando se calmaba ella misma pero el estar con su novia es diferente, es mucho más... más placentero.

- ¿Lo disfrutas, alfa? - esa voz.

Esa voz solo algunos omegas la tienen, su voz más dulce y suave que usan generalmente para tranquilizar a su alfa. Con un toque de sensualidad que solo hizo que Mina apartara a Nayeon de su entrepierna y la posisione en el sofá, quedando ella encima de su omega.

- O-Omega, ¿me dejarías tomarte como mía? - la voz de Mina seguía siendo suave aunque sea su voz de alfa. Quería marcar a su omega, llenar su cuello de marcas, el cual ahora está inacumulado y blanquecino.

- Tomame y marcame por favor, alfa - Mina dejó varios besos húmedos en al curvatura de su cuello para llegar a su punto sensible, donde ahora está sin ninguna marca pero pronto tendrá una mordedura que unirá a sus dos almas.

Alineó su miembro en la mojada entrada de su novia y, viéndola que los ojos, penetra observando su rostro para no lastimar mucho a su bonita novia.

Las dos, cuando el miembro estuvo del todo adentro de su núcleo, soltaron un alto gemido.

La sensación era única. Dos almas enamoradas entregándose en cuerpo a la otra. Completamente, una sensación única.

Mina no perdió tiempo en moverse cuando su omega pidió por más.

Sus movimientos fueron pequeños al principio, pero a medida que pasaban los minutos, fue más rápido hasta el punto de oír como sus pieles chocaban dejando un sonido obsceno.

Los gemidos y jadeos fueron más altos cuando aceleró. Sintió un tirón en su miembro y también como la entrada de su omega se apretaba más alrededor de su falo.

Nayeon apenas podía pensar con claridad. El placer la había cegado y solo soltaba gemidos o pedidos de más.

Llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo. Mina observó como Nayeon hizo su cabeza de lado para mostrarle su cuello a su total disposición.

No perdió más tiempo y llevó sus ya sobresalientes colmillos a el punto sensible, donde mordió firmemente sacándole un pequeño grito a Nayeon.

Esperó unos segundos para apartarse y lamer la poca sangre que salía. Solo su saliva podría hacer que el dolor disminuya.

Sabía que Nayeon tenía ganas de marcarla también, la mirada de la omega estaba pegada en su cuello.

La mayoría de alfas nunca dejaban que su pareja los marque, es como reclamarlos a ellos y eso es mal visto al ser los que "mandan" en la relación, pero Mina quería que su omega la reclamara igual que ella.

- A-Alfa, ¿p-puedo marcarte? - y ahí estaba el pedido con su voz de omega y tímida.

La alfa no tardó en asentir y en segundos fue que sintió una pequeña mordedura en su zona sensible sacándole un gemido.

La mordida era un poco tímida pero dolía un poco, pero ese dolor vale totalmente la pena, en serio lo vale.

La marcas de omegas son casi como la de los alfas, no se quitan a menos que alguien más marque a la omega, el alfa sea marcado por otro omega o el alfa marque a alguien más.

Son para toda la vida si la pareja no se separa, no sienten tantas emociones como en el lazo de el alfa pero sí es leve lo que se siente.

Los omegas la usan para sentirse un poco más seguros con su pareja aunque ya estén marcados. Es algo como decir que ese alfa los protegerá solo a ellos.

Nayeon lo hizo porque ama a Mina.