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Para Mina, que Nayeon muestre que la ama es lo más hermoso que puede ver, es totalmente encantador.
Siempre después de su celo a su omega le gusta jugar, morderse o solo rodar en la cama mientras carcajadas salen del fondo de su garganta sin vergüenza alguna.
Es como una cachorrita que necesita atención y si no se la da, puede que este triste por varios días al pensar que solo la ayudó en el celo por placer propio.
Una vez pasó eso.
Mina estaba cansada y Nayeon quería jugar pero Mina solo durmió y la omega estuvo triste por, por lo menos, tres días.
No fue, hasta que Mina le explicó que solo quería dormir y pudo estar más calmada. Su lado omega había salido lastimado pero con la explicación pudo tranquilizarse.
Desde ahí, siempre juguetea con su omega, aparte de que es divertido y bonito estar de esa manera con ella.
Ahora, ambas desnudas mientras se ríen y prácticamente la omega usando a Mina como juguete masticable. Mina tenía marcas de dientes por los hombros, brazos, manos e incluso abdomen.
Mina solo le hacía cosquillas y se reía con ella.
Esta etapa de Nayeon solo ella la podía ver, solo ella podía apreciar a su omega de este modo.
Desnuda, después de calmar su placer, con una mirada inocente y risas que solo se escuchaban por toda la habitación.
Ambas felices.
- M-Mina... pa-para es... m-mucho - pidió entre risas al ya dolerle el estómago de tanto reír.
- Te amo, Bunny - le sonrió y la abrazó, algo que la omega correspondió riendo.
- Te amo, Minari - dijo la omega con una voz añiñada y alegre que mayormente salía cuando su lado omega estaba a flote.
A la alfa se le hinchó el corazón, siempre lo hace cuando la omega le dice esas palabras, cuando su omega la abraza con tanto cariño correspondido, cuando la besa demostrándole su amor.
Su corazón se vuelve loco y palpita demasiado cuando eso pasa. Y su rostro no miente al dejar ver su sonrisa boba.
Palpita tanto que siente que Nayeon puede escucharlo aunque esta no esté cerca de ella.
- ¿Quieres desayunar? Yo tengo hambre, ¿tú no? - se levantó para buscar sus prendas y la de su omega.
- Sip, llévame - levantó los brazos como si fuera una bebé, algo que a Mina se le hizo totalmente tierno.
Se supone que Mina es la infantil de la relación, pero cuando Nayeon está en su último día de celo es una bola de ternura y lindura que quiere atención solo para ella.
Mina intentaba ponerle la ropa para cargarla sin algún accidente que las llevara a otro acto sexual.
- ¡Tengo calor! - exclamó cuando Mina tomó su brazo y quiso ponerle la blusa.
- Solo será la blusa y la ropa interior ¿si? Lo demás si quieres no te lo pongas, Bunny, así como yo - Mina traía solo la blusa con un bóxer solo para no estar completamente desnuda por toda la casa.
Pero al parecer Nayeon sí quería eso.
- Pero es que así estoy cómoda, ¿tú no quieres verme así? - los ojos cristalinos hicieron a Mina sobresaltarse y tratar de pensar en que hacer.
- No, sí, no, sí, es que vamos a desayunar y, y, y... ¿Sabes qué? - la pregunta hizo de una Nayeon triste a una Nayeon curiosa.
- ¿Que? - ladeó su cabeza.
- Si te pones la blusa y la ropa interior podemos desayunar lo que tú quieras - la omega asintió emocionada y arrebató la blusa de las manos para ponérsela, aunque se la puso al revez, Mina no dijo nada.
- ¡Panqueques! - gritó mientras corría hacía la cocina.
- Bien - la alfa la siguió también corriendo pero un poco más lento.
Mañana ya tendrían a Somi con ellas y ese día solo la pasaron en el sofá dándose besos, caricias y abrazos.
A veces con un bebé es difícil ponerse a pasar tiempo entre ellas, aunque con Somi también han visto películas.
Somi se duerme a medias pero pues las acompaña, eso es lo importante.
Que su bebé esté con ellas.
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