Capítulo extra.
J-Hope se estaciona enfrente de su casa y antes de salir del carro, mira a su alrededor a través de las ventanas blindadas. El lugar parece estar totalmente despejado y es entonces que sale de su carro, trota hasta la puerta principal de la casa y la abre, suelta un largo suspiro y la patea para que se vuelva a cerrar. Camina hasta la cocina donde busca la navaja que no suele usar pero creé que ahora es importante.
Su frente empieza a mojarse por el sudor y tiene que tomar varias bocanadas de aire antes de volver a salir y adentrarse una vez más a su carro. Después de todo, lo que estaba haciendo o, más bien, lo que iba a hacer era por JungKook. Arrancó y giró un poco para ver hacía atrás, teniendo cuidado de no atropellar a alguien o rasgar la pintura del carro con algo.
Un jodido mes había pasado desde que JungKook había sido capturado por la policía. Él no se había enterado hasta una semana y media después de lo sucedido. Justo cuando él había salido de la casa después de haberle dado un poco de comida a TaeHyung, la policía había llegado y, no sabía bien por qué o cómo había pasado, atrapado y TaeHyung secuestrado.
Él no iba a mentir que al principio se había reído por la estúpida situación de su mejor amigo pero después entró en pánico al no saber qué hacer.
TaeHyung no era su amigo, no eran más que conocidos, eso era cierto. Habían platicado muy poco como para llamarse amigos y no es que TaeHyung le callera mal, simplemente no le tomaba mucha importancia. Sin embargo, cuando pensó en cómo sacar a JungKook de la cárcel, nada se le vino a la cabeza. Él mejor que nadie sabía que JungKook no era el culpable de nada y que no merecía estar en la cárcel... Si dejaba a JungKook en aquel lugar, seguramente jamás saldría y no quería eso para su amigo.
Así que después de pensarlo mucho, muchísimo tiempo, decidió que lo mejor sería rescatar a TaeHyung. Le había llevado más tiempo de lo pensado, se había hecho una idea de que MinJae lo había secuestrado pero no sabía con exactitud donde se encontraba la casa de MinJae. Se llevó bastante tiempo investigando su paradero hasta que una de las putas personales de MinJae se lo dijo.
Y justo ahora iba para allá, para salvar a TaeHyung si es que en verdad había sido secuestrado por MinJae.
Cuando llegó al lugar donde la puta le había dicho donde vivía MinJae, frunció el ceño y miró a su alrededor. El lugar estaba totalmente «vacío», poco le faltaba para ser un maldito desierto. Sólo había tierra y árboles secos, se preguntó si realmente ese era el lugar donde MinJae vivía, casi suelta un gruñido al pensar que la puta le había engañado.
La idea fue desechada rápidamente cuando vio a TaeHyung a unos cuantos metros de él, frunció el ceño y por un momento dudó que en realidad fuera él, por lo que bajó del carro y sus ojos se abrieron como platos al reconocerlo. Su cabello negro estaba totalmente revuelto y lleno de tierra, su ropa, aunque estaba dándole la espalda, se veía totalmente rota y sucia.
Sus facciones se tensan y su pecho se llena de cierto pánico al ver la situación en la que TaeHyung se encuentra.
—¡TaeHyung! —gritó J-Hope con toda su fuerza, logrando llamar la atención de TaeHyung, el terror cubrió su rostro al ver lo mal que el pelinegro estaba, cada parte de su cara lleno de sangre, sus labios y ojos temblando. J-Hope jamás había visto a alguien tan lastimado físicamente.—Mierda, ¡Corre, TaeHyung; rápido, mierda, rápido!
J-Hope puede ver como TaeHyung hacia su esfuerzo sobre humano para empezar a correr hacia él, cuando estuvo a menos de un metro cerca, las piernas del pelinegro empezaron a temblar aún más y J-Hope creyó que en cualquier momento caería al piso pero, para sorpresa de ambos, TaeHyung logró llegar hasta él, derrumbándose en sus brazos.
Frunció el ceño y de inmediato metió a TaeHyung a los asientos traseros del carro, se detuvo pocos segundos para mirar su rostro, su barbilla estaba llena de sangre al igual que sus cejas y pómulos, está sucio y cierto mal olor se desprende de él. Se aleja y cierra la puerta bruscamente, se acerca hasta MinJae y toma un tubo que estaba tirado en el piso.
—Eres un maldito desastre.—dijo J-Hope mientras veía al cuerpo que se encontraba en el piso, siseando de dolor.—Me das asco, cobarde de mierda.
El moreno alza su brazo que sostiene el tubo y lo vuelve a bajar para golpear la cabeza de MinJae, no le importaba si le está pegando demasiado fuerte, no le importa si lo mata. La rabia que había estado en su cuerpo todo ese tiempo se desató en el momento que le dió el primer golpe. No sólo se había dedicado a buscar el paradero de MinJae, no, claro que no, también había estado preguntando a las chicas del club sobre lo que sabían de MinJae.
J-Hope había llevado a unas chicas al club cuando las encontró asustadas en las calles, con la apariencia más débil que jamás se imaginó. La sorpresa fue grande cuando las chicas se habían revelado porque se la vivían en el club y por qué se habían encontrado con J-Hope de esa manera.
—Hijo de puta.—J-Hope gruñó dejando caer el tubo al piso, cerró sus manos en tensos puños logrando que sus nudillos se pusieran blancos. —Lo tenías planeado todo desde el principio, ¿no? Pero ¿Por qué el afán de hacer quedar como el malo a JungKook? ¿Qué mierda te hizo él para que lo dejaras como el culpable?
MinJae, en medio de la inconsciencia y con la cabeza llena de sangre, logró soltar una risilla burlona antes de volver a sisear de dolor.
—No fue por él, yo no odiaba a JungKook... es más, ni siquiera sabía de su existencia.—J-Hope frunce el ceño y se pone de cuclillas, agarrando del cuello de la camisa a MinJae.
—Explícate.
—Su padre... ese maldito Jeon, como olvidarlo. Fue aquel tipo que se casó con la mujer que yo amaba, incluso más que mi vida.—El moreno gruñe fuertemente, la rabia empieza a crecer lentamente en él y no podía controlarse más.—Me quitó lo más preciado en mi vida y jamás le importo, ni siquiera a ella, ambos se enamoraron y cuando murieron me enteré de que habían dejado solo a su hijo, a una pequeña parte de ella pero también una pequeña parte del amor de ambos, de los padres de JungKook, esa pequeña parte de mierda que me recordaba como Jeon Jisoo me dejó por ese maldito desgraciado.
—¿¡Y sólo por eso le hiciste la vida imposible a JungKook!? ¿Por qué no pudiste superar una ruptura? —J-Hope está furioso y, aún así, le sorprende cuando MinJae empieza a llorar.
—Jeon Jisoo lo fue todo para mí y ella solo me dejó como si de basura se tratara... ella tenía que estar conmigo solamente. Y no sólo me lastimo enamorándose de alguien más, si no también dejando una muestra de ese amor. JungKook merecía sufrir como su madre me hizo sufrir a mí, ese maldito chico engreído que sacó todo el rostro de su padre, cada que lo veía me daba una rabia porque me recordaba a él. Quería hacerlo sufrir, matarlo e imaginar que era el imbécil que me quitó a Jisoo.
J-Hope no soporta más la estúpida excusa que MinJae le dió y simplemente golpea una vez más el rostro de MinJae con su puño. No puede creer que todo por una ruptura MinJae se haya hecho cargo de que JungKook fuera conocido por ser un secuestrador cuando no era así. Y aunque su amigo jamás hizo nada para desmentir aquello, le seguía molestando porque JungKook no había tenido una vida normal por eso.
—¿Y qué hay sobre TaeHyung? —logra preguntar J-Hope entre dientes, deteniendo los golpes por un momento.—Tienes suerte de que sea yo quien esté aquí, de ser JungKook te hubiese matado al ver como dejaste a su chico.—J-Hope recuerda la navaja que había guardado y la saca de su sudadera para colocarla en el cuello de MinJae, justo en la yugular.
—TaeHyung es mío.—murmuró MinJae, tosiendo sangre mientras sus ojos se mantenían cerrados.—Toda esta mierda no hubiese pasado si JungKook no hubiera metido las narices donde no se le llamaba.
J-Hope está seguro que MinJae está diciendo tales estupideces por todos los golpes que le ha dado, pero se mantiene callado y presiona un poco más el filo de la navaja en su cuello, esperando a que el otro prosiga.
—Supongo que no te lo contó, eh... —MinJar tosió varias veces, la sangre salía por las comisuras de su boca.—JungKook lo sabía... yo lo iba a secuestrar porque lo quería para mí, no hay que darle muchas vueltas al asunto: TaeHyung es jodidamente perfecto con esa cara de niño inocentón y ese cuerpo tan atractivo. Pero no entiendo, no entiendo cuando fue que JungKook también lo vio y se dió cuenta de lo que haría cuando estuviera en mis manos. ¡Yo lo ví primero y aún así el niñato escogió a JungKook por encima de mí! Iba a ser mío... Pero JungKook... ¡JungKook se enteró y él...!
Su ceño se frunce al ver que MinJae no puede seguir hablando por los sollozos y mira de soslayo su carro dónde está TaeHyung desmayado, aquel mes que estuvo secuestrado por MinJae debió ser su peor experiencia, no podía ni siquiera imaginar que cosas había hecho MinJae con TaeHyung.
—¿Se enteró y qué, qué pasó después? —exige una respuesta J-Hope, presionando un poco más la navaja para que éste regrese su atención al tema.
—¡Tan obvio! Como su mejor amigo deberías saberlo, ¿no? —MinJae ríe y escupe sangre al suelo.—Yo iba a secuestrar a TaeHyung y JungKook lo tomó antes de que yo pudiera hacer mi primer movimiento, era obvio que conoció primero a TaeHyung antes de darse cuenta de lo que quería hacer, por eso siempre estaba ahí... viéndolo de lejos y cuidando que nada le pasara.—una nueva risa brota del pecho del mayor, la oscuridad insiste en llenar sus ojos pero él pelea por mantenerse despierto.—¿JungKook se enamoró de TaeHyung? Me cuestioné eso muchas veces, ¿Y sabes por qué? Porque JungKook secuestró a TaeHyung para protegerlo de mí, ¿verdad que suena bonito? Una historia igual de patética como la de sus padres, que se enamoraron y luego él me quitó a Jisoo... Y luego llega su hijo y me quita a TaeHyung.—Para ese momento, las risas incrédulas de MinJae se vuelven carcajadas ruidosas llenas de dolor aparente.—Pero, ¡¿Jodidamemente quién le dió la idea de secuestrarlo?! ¡JungKook no es un secuestrador pero tomó a TaeHyung!
Y J-Hope no pudo soportar más escuchar a MinJae por lo que separa la navaja de su cuello y mira de un lado a otro mientras muerde su labio repetidas veces, ha escuchado ya suficiente mierda y su cuerpo empieza a temblar al recibir tanta información. Golpea la cara de MinJae que está ya hinchada por tantos golpes pero no importa, quiere desahogar todo su enojo con él.
Se sintió impotente y apenas se dió cuenta cuando MinJae ya se había desmayado después de haber recibido tremenda paliza. Suelta la camisa de MinJae y se deja caer en el piso, su trasero choca rudamente contra éste y J-Hope sólo mira sus manos ensangrentadas mientras siente sus ojos picar, ¿Iba a llorar? Posiblemente... porque era demasiado cercano a JungKook y había vivido con él casi desde siempre y sabía lo mucho que había sufrido, y de alguna manera sintió lástima de la vida de JungKook.
Después de un rato, se limpió los ojos con su playera y se levantó del piso, tomó a MinJae del cabello y lo arrastró de regreso a la casa que suponía que era la de MinJae. Una vez dentro, se aseguró de amarrarlo bien en la cochera, sus ojos viajaron por el lugar y se guardó las ganas de volver a patear el inerte cuerpo de MinJae al darse cuenta que, seguramente, ahí había estado TaeHyung aquel mes.
Antes de salir de la cochera, se aseguró de que MinJae estuviera bien amarrado... después regresaría por él. Por lo tanto, no era un tema de importancia, primero tenía que calmar su rabia para saber qué hacer con él.
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Entró al club con largas zancadas, su tiempo era limitado. Lo sabía, había olvidado ese gran, gran detalle y sabía que llevarían desventajas en el juicio si no llevaba pruebas. El ambiente tranquilo del club le hizo más fácil su búsqueda, se detuvo enfrente de las chicas que parecían pasar un buen momento, las sonrisas de ellas se hicieron más extensas cuando lo vieron; reconociéndolo al instante. Y cómo olvidar aquel rostro, aquellas chicas estaban agradecidas con J-Hope por haberlas salvado de una experiencia que hubiese sido totalmente traumática para ellas.
—¿Qué pasa, J-Hope? —preguntó una de ellas con su voz aguda.
—Necesito que me devuelvan el favor que me deben.—casi gritó para que todas lo escucharan, incluso Yeri estaba ahí, cosa totalmente rara pues ella solía aislarse fuera del club.—¿Recuerdan a JungKook? —rápidamente todas asintieron, recordando el atractivo rostro del platinado.—Bueno, pues le han acusado de que él las secuestró a ustedes y otras chicas... no hay mucho tiempo para explicarlo pero necesito que me acompañen hacia el centro de Seúl para ir a declararlo inocente, ¿podrían ayudarme con eso?
Aunque sabía que las chicas aceptarían ayudarlo sin pensárselo, les mostró la sonrisa más coqueta y pícara que podía hacer. Casi se burla de ellas al ver como se sonrojaban y rápidamente asentían.
—Claro que lo haremos... sería una buena oportunidad para que metan a la cárcel al real secuestrador.
J-Hope sonrió aún más, esta vez estaba seguro de que JungKook saldría de la cárcel, no necesitaban más pruebas que las supuestas víctimas. Seguramente TaeHyung estaría jodidamente agradecido.
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El carro de J-Hope, a pesar de ser moderno —y robado— era pequeño, y llevar a seis personas en él era todo un esfuerzo para el carro. Por lo que, aún doliéndole el codo por tener que pagar un taxi que la mitad de ellas se fueran ahí, sonrió satisfecho cuando tanto el taxi como él llegaron a tiempo a los juzgados. Claramente él no habría pagado un taxi para llevar a las otras tres si no fuera porque también llevaba a MinJae.
Su aspecto no era el mejor pero poco le importaba pues se había encargado de golpearlo mucho y dejarlo casi igual como MinJae había dejado a TaeHyung, aunque tal vez él se había pasado muchísimo con los golpes y el aspecto era el triple de horrible a como encontró a TaeHyung.
Las seis chicas se mantuvieron cerca de él, mirando con asco y miedo a MinJae. J-Hope le pidió a una de ellas que llamara a un guardia y así lo hizo, esposaron las manos de MinJae y, después de una larga charla, J-Hope fue capaz de entrar a la sala donde se estaba discutiendo el caso de JungKook. Las seis chicas estaban detrás de él, tomándose de la mano entre ellas.
Antes de abrir la puerta, J-Hope escuchó las últimas palabras que el juez pronunció.
—¿Dónde están las cinco que se supone que están bien? —J-Hope sonrió extensamente y abrió la puerta de la sala, entrando con zancadas marcadas, estando seguro de que las chicas le siguieran.
—Aquí están.—habló en voz alta para que todos en la sala le escucharán, sintió todas las miradas sobre él y eso le hizo sentir bien.—Y tengo muchas cosas que recalcar, juez, este chico no es culpable por nada de lo que se le acusa.—J-Hope señala a JungKook con su dedo índice sin dejar de ver al juez, el moreno disfrutando de como la calma de la sala había desaparecido.—Yo soy el testigo, yo he estado al lado de JungKook desde pequeños y puedo decir con seguridad que no ha cometido ningún delito, por lo menos de los que se le acusa.
El juez pide silencio en la sala mientras golpea el estrado con su martillo, J-Hope se cruza de brazos y recarga su peso en su pierna derecha, las seis chicas siguen paradas detrás de él, mirando la sala con sorpresa casi asustadas.
—Estás seis chicas son las que he logrado rescatar, es cierto que la última persona con quién se le vio fue JungKook pero él no las secuestro, ellas iban en busca de mi amigo para poder entrar a los mejores clubes de manera fácil.
—¿Eso es cierto? —preguntó con su gruesa voz el juez, J-Hope giró un poco para ver a las chicas que se estremecieron cuando Min se dirigió a ellas. Sin embargo, aún con el miedo recorriendo sus cuerpos, asintieron firmemente.
—Como le dije, juez, mi cliente no es culpable de ningún secuestro, ni violación, mucho menos de asesinato, ahora usted lo puede comprobar.
J-Hope mira a TaeHyung con una sonrisa que es inmediatamente correspondida y ambos se deleitan con la expresión de frustración del juez, lo tenían hecho, J-Hope estaba seguro. Sólo bastaba tener pruebas que corroborasen las palabras de TaeHyung y ahí estaban, sin mencionar que aún no entraba MinJae que era lo esencial.
El juez pidió que pasara Yeri al estrado pequeño que estaba al lado de él, la chica fue hasta ahí sin rechistar. Se sentó y esperó a que las preguntas llegaran a ella para responder.
—Señorita Yeri, ¿usted sabe por qué está aquí?
—Me hago una idea.
—Le haré unas preguntas y usted tiene que jurar que contestará la verdad.
Yeri asiente y levanta su mano, enseñando su palma. J-Hope toma asiento a lado de JungKook que le dedica una rápida sonrisa, TaeHyung sigue parado enfrente de ellos, esperando intervenir en cualquier momento. Yeri dice unas cuantas palabras que le dictan, prácticamente obligándola a que hablara con la verdad.
—Bien, Jeon JungKook ha sido acusado por secuestro de pubertas, usted señorita Yeri ha sido parte de esas víctimas. Aparentemente usted no fue secuestrada por JungKook, ¿cierto? —Yeri niega con la cabeza sin pronunciar palabra alguna pero haciendo contacto visual con el juez.—Entonces, podría darnos su versión, por favor.
Yeri asiente y soltando un largo suspiro, mira hacia enfrente donde se encuentra con varias miradas curiosas sobre ella.
—Hace años me acerqué a JungKook pues había escuchado de su fama sobre que te ayudaba para entrar a clubs aún siendo menor de edad y haciéndote ciertos... favores. Hablé con él tal vez dos veces, la última vez que lo ví fue hace muchísimo tiempo, después de que él logrará que entrara al club Scorpions de Seúl, él se fue sin siquiera dirigirme la palabra y poco me importaba pues, aunque es muy guapo, sabía que no tenía oportunidad con él.
J-Hope sonríe ante las palabras y mira de soslayo a TaeHyung que tiene sus manos cerradas en puños tensos, el moreno casi se ríe al ver los notorios celos del pequeño.
—Tomé y debo admitir que consumí drogas para poder pasarla... mejor. Aún así siempre he tenido una buena resistencia al alcohol y la marihuana que fume no hizo más que relajarme así que soy perfectamente capaz de recordar lo que pasó horas después.—Yeri suelta un largo suspiro y muerde su labio inferior.—Un señor se acercó a mí, ofreciendo más droga, yo me lo pensé pues con la marihuana no había conseguido nada de diversión pero después me negué rotundamente pero el tipo se puso brusco y sólo me llevo a algún lugar que no pude inspeccionar por el miedo. Después de tanta habladuría por parte de él, me dijo que su nombre era MinJae...
Los espectadores sueltan otra exclamación de sorpresa. El juez pide a las demás chicas que cuenten sus propias versiones y en todas, aunque mencionan a JungKook, el real culpable termina siendo MinJae.
—Sin embargo, no sabemos el paradero de MinJae.—habló el juez después de que las seis chicas terminaron de hablar, se sobo la frente, mostrando lo estresado que ya estaba.
—Oh, claro que lo sabemos.—contestó J-Hope, levantándose para caminar hasta la puerta y hacer unas cuantas señas con las manos, poco tiempo después, MinJae entró a la sala con un guardia detrás de él.—Di hola al juez, MinJae.
Fue hasta ese momento en que los hombros de J-Hope se relajaron porque prácticamente lo tenían todo resuelto.
⚪⚫⚪⚫⚪⚫
—Pena de muerte... ¿A qué suena bien para ti? —J-Hope preguntó burlón a MinJae que se encontraba ya en su celda.— Por desgracia tampoco te encontrarás con tu amada ya muerto pues estoy seguro que te tú te pudrirás en el infierno, lindo ¿no?
MinJae soltó un largo gruñido pero no se levantó del piso pues no tenía caso, de todas maneras no podía ni siquiera darle un buen puñetazo a J-Hope porque las rejas lo separaban.
—Pasaste la mayor parte de tu tiempo haciéndole la vida imposible a JungKook, ahora es tu turno.
J-Hope muerde la paleta que había sacado de quién-sabe-donde y bufa cuando ve a MinJae verlo con odio. Se había desquitado al golpearlo tanto, de casi matarlo y verlo tras las rejas le daba una sensación casi orgasmeante. Saca la paleta de su boca y ladea la cabeza.
—En fin... espero que tus compañeros de celda te traten muuuuy bien y que disfrutes lo poco que te queda de vida.—J-Hope sonríe y se acerca a la celda.— Hubiese sido si yo mismo te mataba pero no es legal si lo hace alguien que no trabaja para la policía, ¿estúpido, verdad? Como sea, justo ahora tengo cosas más importantes que hacer.—Vuelve a meter la paleta en su boca y le guiña un ojo a MinJae.—Disfruta la estancia.
El moreno sonríe cuando MinJae corre hasta él y agarra con fuerza los barrotes de la celda, poco le falta a MinJae para que empiece a sacar espuma de la boca. Mueve su mano de un lado a otro y sale del lugar, aún tiene que pasar a ver a su amigo, se quedará un día más tras rejas hasta que se termine el papeleo para sacarlo del lugar. Se queda en lo que parece ser algo así como la sala de espera y cruza sus piernas, él podría entrar pero TaeHyung está con JungKook y prefiere darles privacidad.
—¿Tú eres testigo del caso de Jeon JungKook? —J-Hope alza la mirada para encontrarse con un par de ojos enormes, asintió con el ceño fruncido.—Yo soy Park JiHyun. Y me dieron los informes sobre el caso, tú también cometiste un montón de vandalismo ¿cierto? Ya le he mandado el papeleo al abogado de Jeon JungKook pero parece que yo tengo que decírtelo a ti.
—¿El qué? —J-Hope pregunta mientras ladea la cabeza, confundido.
—Cometiste vandalismo, deberías quedarte un día en cárcel pero eso sería demasiado leve para ser un castigo por lo que, tanto tú como Jeon JungKook harán servicio comunitario por un mes completo, todos los días, sin falta.
No se sorprende tanto al escuchar aquello, sabía que si pisaba aquel lugar y se presentaba como amigo y testigo de Jeon JungKook habría grandes riesgos. Y los tomó porque era lo que los amigos hacían al fin y al cabo. Su nombre también estaba manchado y «limpiar» su reputación haciendo servicio comunitario no sonaba tan mal.
—Así que tienes que firmar unos cuantos papeles para saber que estás de acuerdo con hacer el servicio comunitario.—el policía le entregó unos papeles junto con una pluma. J-Hope miró un largo rato al policía y poco a poco las comisuras de sus labios se empezaron a subir, creando una sonrisa traviesa.
—Claro... Pero sal a una cita conmigo.—propuso y el policía abrió los ojos sorprendido para después fruncir el ceño.
—No hay manera, firme eso y váyase lejos de aquí.
—Uhmm no hasta que aceptes mi cita.
Claro que JiHyun no conocía lo necio que J-Hope podía llegar a ser, mucho menos que una vez que quería algo, lo conseguía; igual que JungKook. El moreno insistió al policía todo el rato en el que TaeHyung estuvo con JungKook y realmente no exageraba cuando decía ahí se fue todo su día. Y, finalmente, JiHyun terminó aceptando su cita solo para que se callara.
Finalmente TaeHyung se encontró con J-Hope hostigando al pobre policía que estaba colorado de la cara y TaeHyung no supo diferenciar si era un sonrojo por vergüenza o por el enojo. Hoseok le volteó a ver y le dedicó una sonrisa extensa, el moreno se dió cuenta en ese momento que TaeHyung era lo que le faltaba a JungKook.
Después de todo, J-Hope veía venir eso desde que JungKook puso sus ojos sobre TaeHyung. Su pequeño capricho había empezado por una simple mirada... Poco a poco convirtiéndose en una pequeña obsesión nada preocupante hasta que logró «secuestrarlo». Y desde ahí, J-Hope supo que la primera historia de amor de su mejor amigo empezaría.
【♡】
¿Lindo final, no? :) Recuerdo cuando apenas empezaba a subir los primeros capítulos y pensaba como "nadie va a leer esto, y moriré sin ningún ojito ni estrellita" y me equivoqué.
Gracias por darle muchísimo amor a •kidnapper• sin duda, amé hacer esta adaptación.
Cuídense muchísimo, coman bien y por favor.
love yourself, love myself.
— H O B I.
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