Abrí mis ojos al sentir a Erick meterse en la cama junto a mí.

-¿Para que hago una habitación para ti si sigues robándome mi ropa y mi cama? - cuestiona riendo.

Yo no pude aguantar y me reí, un poco más adormilada, también; me di la vuelta y lo miré.

-¿No me quieres aquí?

-Sabes que yo no tengo ningún problema, pero... - se coloca sobre mi -. Nuestra "amistad" Corre peligro, y debo aclarar esto... es un castigo más bien.

-Te lo mereces.

Sonríe y ríe, se vuelve a acostar a mi lado y no dice nada más. Yo volví a cerrar mis ojos pero no volví a dormirme en ese momento.

-¿Que hora es? - pregunté.

-Las cinco de la tarde, ¿no tienes hambre?

-Un poco pero prefiero quedarme... - me acomode hasta volver a acurrucarme.

-Bien.

Se levanta de la cama y sale de la habitación. Yo solo cerré mis ojos y volví a dormir, por unos minutos hasta que Erick me vuelve a despertar.

-¿Qué? - pregunté como si me quejara.

-Tienes que comer algo.

-No quiero irme...

-Pues solo siéntate.

Abrí mis ojos y vi la bandeja con comida en ella sobre la mesita de noche. Me senté rápidamente y mi estómago comenzó a exigir que empiece a comer.

-Am... Gracias Erick.

Le sonreí agradecida a la vez que me sentaba bien y coloqué la bandeja sobre mi regazo.

-Por nada, yo estaré viendo unas cosas, si quieres algo más me avisas.

-Gracias pero no quiero tenerte de esclavo.

Aunque... seria un rey esclavo vampiro muy... sexy... Am, ejem... m..mejor no pensé en nada.

-No es esclavitud si no es sobre esfuerzo y yo quiero hacer esto por ti.

Él me sonríe y yo le sonreí de regreso. En serio quiere cambiar y compensar lo que hizo...

Él se sentó en la silla frente al escritorio y comenzó a hacer su trabajo. Yo comía y mi estómago me lo agradecía. Al acabar dejé la bandeja en la mesita nuevamente y me estiré para relajar mis músculos. Me levanté de la cama, fui a cambiarme y salí de la habitación.

-Ahora vuelvo, iré a correr. - dije antes de cerrar la puerta.

Bajé y al estar frente a la puerta del jardín, las chicas de allí me abrieron la puerta.

-Gracias. - les dije y me transformé para comenzar a correr.

Al pasar por el reino, los vampiros me saludaban y yo a ellos. Corrí más rápido, salté por sobre algunos vampiros que me miraban sonriendo y salí del territorio para seguir corriendo. Corría cerca, pasé por sobre un río y disfruté al sentir el agua en mi cuerpo.

Así daba mucho gusto correr... Sin sentir preocupación, sin necesidad de volver a una hora determinada... sin estar atrapada.

Subí una colina y vi mucho mejor la puesta de sol y la salida de la luna. Aullé de felicidad y me quedé viendo como se hacía de noche, pero ese inconfundible aroma traspasa mi nariz y yo volteé dejando salir una pequeña sonrisa lobuna.

-Hola.

Erick se sienta a mi lado en la colina.

-¿Me extrañabas? - pregunté con diversión.

-No... o bueno, puede ser que... un poco. - sonríe mirando hacia el frente.

Yo coloqué mi cabeza sobre su regazo y él comenzó a acariciar mi cabeza. Sentía tanto cariño por su parte... uno que nadie me había dado antes...

Tal vez, y solo tal vez, si consigue hacer que olvide lo que me hizo, podría darle una oportunidad... ya que... mis sentimientos hacia él son claros pero una no olvida fácil.

Pero podría... y viendo como está comportándose. Seguramente lo haré... porque, aunque no quiera admitirlo o no quiera ser tan fácil..

Lo Amo.

Fin