Capítulo 28
-Aquí está.
Murmuré luego de encontrar finalmente el frasco con la cura que le había dado la bruja a Erick. Me puse una gota en la lengua e hice una mueca de asco. Olvidaba el asqueroso sabor que tenía esto. Dejé de darle importancia y me miré en el espejo nuevamente y luego de unos segundos, pude ver el cambio.
Mi color volviendo a la normalidad, las marcas de mis huesos desapareciendo... lo mismo que sucedió esa vez. Suspiré y sonreí. Lo único que no conseguía era quitarme las cadenas de mis muñecas y tobillos que seguían lastimando mi piel...
-Oh, princesa~...
Cerré los ojos y apreté mis manos en puños mientras maldecía mentalmente al escuchar la espantosa voz de Víctor, escondí rápidamente la poción. No me moví, pero lo vi aparecer en el baño desde el reflejo del espejo.
-Vaya, te has curado muy rápido ¿Cómo lo has hecho?
Fruncí los labios cuando él quedó tras de mí y acarició mis brazos con los roces de su mano, acerca su rostro a mi cuello y huele mi sangre más de cerca.
-Tengo curación rápida, idiota.
Él deja salir un suspiro muy sonoro y me acorrala contra el lavabo, pegando su cuerpo al mío, posa una mano en mi cintura y la con la otra aprieta mis mejillas.
-Hm~... no trates así a tu rey.
Gruñí y rasguñé el lavabo con mis garras fuera, aparté la mirada del espejo pero él me hace mirar otra vez.
-Mírame cuando te hablo...
Se me queda viendo un momento desde el reflejo por mucho tiempo mientras vuelve a oler mi cuello y apretarse más contra mí. Se sentía horrible, estaba por arriesgarlo todo y saltar a atacarlo.
-Eres tan hermosa... - sentí un beso en mi cuello -. Y tu sangre lo es aún más...
-¡Agh... !
Clava sus colmillos nuevamente en mi cuello, solté un quejido e intenté apartarlo pero él agarra la cadena de mis muñecas y las estira para sujetar mis manos. Al despegarse me sonríe agitado.
-Eres de lo mejor... - mueve mi cabeza de un lado a otro agarrandome de las mejillas y se separa -. Tienes estrictamente prohibido salir de la habitación, habrán guardias en la puerta y viendo la ventana por si quieras escapar. Solo te aviso...
-¿En serio? ¿Ni siquiera salir al salón o al resto del castillo? - volteé a verlo sorprendida y molesta.
-Nop, Cero. Te traerán la comida y ropa, pero tú no sales ni puedes ver a nadie más. Nadie más puede tocarte excepto yo...
Sonríe ampliamente y repasa mi cuerpo con la mirada, luego se va del baño pero yo lo sigo.
-¡Espera! ¡No puedes hacer esto! - cierra la puerta de la habitación en mi rostro -¡No me dejes aquí, imbécil! ¡Regresa!
Golpeé la puerta con rabia y rugí. Si no fuera por la plata ya me habría transformado. Gruñí más fuerte pero intenté calmarme. Fui a la cama y me senté en ella me agarré del cabello mientras mi pierna subía y bajaba rápidamente y sin parar. Gruñía muy molesta y sentía que perdería el control, pero cuando suspiré profundo para calmarme, el olor a Erick inundó mi nariz. Volteé hacia la cama y apoyé mi mano suevamente en esta.
Aún olía completamente a él, el olor era muy fuerte... Sentí que mi cuerpo se mueve en automático, me acosté y abracé una de las almohadas, me calmé nada más con eso y me sentí cansada. Desearía ser fuerte y poder hacer algo...
***
***
Narra Omnisciente
-¿No hablarás?
Víctor mira el rostro agachado de Erick quien solo se mantenía en silencio y con los ojos cerrados. No pudo salvar a Kia, y ahora todos estaban en peligro por su culpa, por haberse vuelto débil...
-Bien, iré a divertirme un rato con mi nueva mascota... ¿No te trae recuerdos?
Víctor se da la vuelta pero escucha el golpe seco de las cadenas que sujetaban a Erick pero al final solo se escucha sus quejidos de dolor. Y con razón... las cadenas no lo sujetaban, sino que lo atravesaban por todos lados dejándolo suspendido en el aire, tan cerca de la pared pero sin tocarla, mientras más se movía, más le dolería. Víctor comienza a reír.
-Eso sí te interesa escuchar... ¿Eh? - se da la vuelta y observa la mirada de odio que Erick cargaba. Pero abre los ojos de par en par y retrocede cuando las estacas de sangre quedaron a centímetros de Víctor.
-Eres tan miserable... Necesitar la ayuda de una bruja para detenerme, ¿a caso no puedes tú solo... ? ¿Crees que no me di cuenta? - Erick ríe amargamente y la sangre desaparece, la bruja sale de su escondite al ya no tener caso seguir ahí -. Tocar a mi Alma será el peor error que podrás cometer, y no lo digo porque ya tenga yo una lista de todo lo que planeo hacer contigo cuando salga de aquí... no... Te meterás en algo mucho... mucho más grande.
Víctor mira serio a Erick quien sonreía sabiendo que Kia no era una simple loba omega cualquiera, era la loba, él conocía a quienes estaban de su lado y sabía que ninguno de ellos dudaría contra Víctor.
-Pft... eres patético - Víctor intenta disimular su nerviosismo -. No importa, puedo jugar con ella todo lo que quiera, ¿sabes por qué? Porque soy el rey...
Víctor da un paso atrás cuando Erick vuelve a dar un golpe en seco a todas las cadenas, Víctor nota como estas parecen casi soltarse de la pared y eso le hizo cuestionarse sobre la fuerza de Erick. Aún estando débil por el veneno y las cadenas atravesándolo... ¿tenía ese tipo de fuerza?
-¿Tú el rey? Nah... No sirves ni para cuidar a un animal mascota, ¿piensas poder con todo un reino? Contigo a cargo, no habrá ningún reino para gobernar... porque la triste realidad para ti es que yo soy el verdadero rey.
Las palabras de Erick estaban surtiendo efecto en Víctor, lo estaba molestando, mira a la bruja y apunta a Erick con su cabeza. Ella asiente y levanta una mano para guiar una cadena más y atravesar el pecho de Erick, un liquido negro escapa por la boca de este y se queja del dolor nuevamente.
-Vaya rey que estás hecho, estando así no lo pareces.
Erick aprieta sus manos en puños hasta que sus venas parecieran que iban a explotar, pero relaja la presión y suspira.
-Paciencia... eso es lo que hay que tener... Pero... - Erick levanta la mirada teniendo una sonrisa y los ojos rojos -. Estoy emocionado por acabar contigo.
Víctor siente un escalofrío recorriendo su espalda, escupe al suelo bajo Erick para disimular, lo maldice y se va, la bruja mira a Erick quien le sostiene la mirada. Él asiente y ella le devuelve el gesto antes de irse.
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