Capítulo 26
La puerta se abre una vez más y entra Víctor sonriendo emocionado o divertido por alguna razón.
-Ay pero si te ves hermosa - habla sarcásticamente -Solo vine a avisarte que tu adorado reysito está por llegar.
¿Q..Qué?
Según yo, me había dejado de lado... había pasado tanto tiempo, que no creí que siguiera buscándome. ¿Cuánto ha pasado? Víctor nota mi confusión o asombro, su sonrisa se ensancha más.
-Mira, en estos.. ¿Cuánto... Dos, tres meses? fui enviándole pistas para que te encontrara - comienza a reír -. Es tan divertido desesperarlo con esto, y como no tiene opción, si quiere encontrarte tiene que hacerme caso.
Yo solo podía mirarlo, no podía decir ni una palabra. Él aún reía con ganas.
-Como sea, ya quiero que llegue, así podré acabar con él de una vez por todas... - sonríe -. Nos vemos preciosa...
Se va nuevamente dejándome alarmada. Quiere matar a Erick... lo matará y va a hacerlo porque yo no pude ser más fuerte y valerme por mí misma...
Mi estado no me ayudaba en nada, tomaron tanta de mi sangre que estaba hasta los huesos. Apenas podía moverme. Lo único que me mantenía con vida era la bruja que una vez cada semana viene a curarme...
Intenté escaparme hace unos días, lo habría logrado sino fuera porque me atraparon nada más salir de este lugar, el castigo fue lo peor y desde esa vez, la bruja no vino a curarme así que podía morir en cualquier momento...
Algo me trajo de nuevo a la realidad. Un ruido proveniente de arriba. No distinguía que era pero por lo que dijo Víctor, tenía una suposición...
Erick.
Mis sospechas se aclararon cuando empecé a percibir su inconfundible aroma, quería gritarle y decirle que se fuera... pero la puerta se abrió de golpe, tumbandose en el suelo con un ruido sordo y pude verlo, con los ojos rojos y colmillos fuera, su mirada era una muy intensa y desesperada.
Al verme, noté el alivio pasando por su mirada, se calmó. Comenzó a acercarse a mi.
-Kia...
-¡Vete!
Se detuvo en seco por mi grito, no podía explicarle ahora. Apenas y pude gritarle aquello, tosí algo de sangre pero eso solo le dio un incentivo para acercarse de nuevo, pero abrí los ojos de par en par cuando un fierro atravesó su pecho y lo hizo caer de rodillas. Yo ahogué un grito.
-Ay... amigo mío... - Víctor entierra más el fierro y Erick quien se retuerce y sujeta este intentando quitárselo -. Creía que serías más inteligente, pero veo que... cuando se trata de ella, te vuelves un completo estúpido.
Deja a Erick en el suelo, arrodillado, con el fierro aún atravesándolo y la punta tras su espalda doblada. Comenzó a caminar a su alrededor y le dio golpes, en el rostro, en las espalda, pecho, piernas...
-¡Basta! - grité como pude.
Víctor se detiene para observarse, la diversión se desbordada en su mirada, comenzó a acercarse a mí y yo temblé de miedo otra vez.
-No te preocupes preciosa... - hice a un lado mi cabeza cuando acaricio mi mejilla -. No planeo matarlo... aún.
-Déjalo... - gruñí.
-Creí que no te agradaba... recordando todo lo que te hizo pasar, ¿lo recuerdas? Cómo te humilló... te hizo parecer una mascota o un saco de alimento personal. No eras más que una cosa insignificante que lo divertía.
No respondí porque tenía razón... odiaba recordar todos esos momentos pero... él estaba aquí ¿no? Vino por mí y ahora tiene un pedazo de hierro atravesando su pecho. Víctor agarra mi barbilla pero escuchamos movimiento atrás de él, al girar vimos a Erick levantado. Agarra el fierro y lo empuja hasta sacarlo, teniendo que meter su mano dentro de él y sin hacer ni una mueca por ello. El rostro de Víctor palidece, en un segundo, Erick lo tenía agarrado del cuello.
-¿Creíste que eso me detendría?
-En realidad no... pero esto sí.
La sonrisa de Víctor me alarma y entonces vi cuando le clavó una cuchilla a Erick en el cuello. Erick no reacciona, lo mira como si eso fuera insignificante y se lo quita.
-Patético.
-¿Tu crees? - Víctor sonríe.
-Erick...
Él mira por encima de su hombro, notando las venas negras que se esparcía desde la herida y se extendían rápidamente, su brazo derecho, con el que sujetaba a Víctor, perdió fuerzas y Erick se aleja confundido.
-¡¿Qué me hiciste?!
-Cortesía de una bruja amiga... no podrás hacer nada en contra de este veneno.
Erick suelta unos quejidos de dolor, eso debe de estarle doliendo mucho... Víctor se arregla la ropa y empuja a Erick hasta arrodillarlo de nuevo.
-El trono y tu linda Mate... son míos. - patea a Erick en el estómago.
Me mira, agarra la cadena de mis muñecas y luego agarra a Erick del cuello de su camisa y lo lleva arrastras. Al estar arriba, todos se detuvieron al escucharnos. Los vampiros del reino, comenzaron a mirar impactados a su rey. Los aliados de Víctor sonríen.
-¡La victoria es nuestra! - grita alguien de los aliados de Víctor y todos comenzaron a lanzar gritos de Victoria.
-¡No! - rugí y mordí la mano de Víctor haciendo que me soltara pero me vuelve a agarrar rápidamente y me da un golpe en el rostro que me deja en el suelo.
-No vuelvas a morder a tu rey. - dice sonriendo. Levanta la mirada a los demás -¡Todos! ¡Inclinense ante su nuevo rey!
Los vampiros del reino se miran entre ellos pero al no tener más opciones, terminan arrodillados ante Víctor. Se les notaba la tristeza en sus miradas... aunque hubo un grupo que se negó a aceptar este cambio.
-Mátenlos. - ordens Víctor.
Unos guardias los sujetan y les quitan la cabeza en un instante que apenas y pude terminar de soltar un jadeo de sorpresa cuando terminaron ellos.
-Los que estén en mi contra, recibirán el mismo castigo que ellos ¡¿Escucharon?!
-¡Sí, su alteza!
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