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Capítulo 20

-Prepárenla, nos iremos ahora mismo. - escuché a uno de los hombres.

Me agarraron por la correa y me desencadenaron de la pared. Hice mi esfuerzo y gruñí mostrando mis dientes y cambiando de color mis ojos, pero nada de eso duró por mi estado actual; mis ojos volvieron a la normalidad y mis colmillos igual. Comenzaron a estirarme, mi cuerpo dolía por la cantidad de mordidas que recibí, apenas y podía soportar mi propio peso.

Me jalaron y obligaron a salir, yo me tambaleaba pero tuve que seguir caminando. Uno me sujetaba la correa y otro sujetaba mi cabello pegando su mano a mi cabeza para que no cayera y siguiera caminando.

Esto era peor que los castigos de Erick o las mordidas de Víctor. Aquí era todo más doloroso y lento, como si quisieran torturarme y saborearme todos juntos. Las luces comenzaron a parpadear, los hombres se detienen de golpe, atentos a cualquier cosa que podría atacarlos, y en la siguiente puerta apareció una silueta.

-¡¿Quien es?! ¡Habla ahora!

La luz parpadeo una vez más y sentí que el agarre de la correa se aflojó. Para cuando volví a mirar al frente, el vampiro ya no tenía cabeza y su cuerpo cayó frente a mí.

La mano que me sujetaba el cabello se soltó ocasionando que perdiera el equilibrio y cayera contra una pared. Me quejé un poco pero miré hacia atrás... vi a Erick agarrando del cuello al hombre contra la otra pared y haciendo que ya no tocara el suelo. Lo miraba furioso, con los ojos rojos y las venas saltando en sus brazos, hizo una mueca de molestia antes de desgarrar el cuello del hombre y lanzarlo al suelo.

Miré aquella escena aún paralizada, ¿qué se supone que hacía él aquí... ? Erick me mira al fin y se acerca. No sentí miedo, tampoco pánico... Estuvo en frente, muy cerca y aún así no sentía nada más que alivio de verlo incluso a él. No dijo nada, simplemente me cargó en brazos y caminó hacia la salida.

Al estar afuera vi a más hombres, enemigos nuestros, quienes al vernos se prepararon para atacar. Escuché algo tronar y al mirar a Erick, él movía su cuello de un lado al otro con una media sonrisa en su rostro.

-Esto será divertido...

Unos cuantos tomaron la iniciativa para atacarnos pensando que, por tenerme en brazos, Erick no podría defenderse. Fue un error que les costó caro. Erick usa la manipulación de sangre, atraviesa al primero y lo lanza lejos, esquiva al otro y le da una patada que lo deja sin cabeza. Un tercero se acerca por la espalda pero Erick me sujeta bien y pega un salto y giro hacia atrás para al final caer sobre el hombre y pisar su cabeza hasta destruirla.

Mira a los demás que comenzaron a dudar en si atacarlo o no pero uno animó al resto y todos corrieron hacia nosotros. Erick seguía calmado, me deja en el suelo contra una pared y me da la espalda. Cierra su mano en un puño y pasa a gran velocidad entre todos los hombres, rompiendo extremidades, partiendo cuellos o atravesándolos. Ver a Erick pelear me asombraba mucho más de lo que imaginaría.

Algunos, para distraerlo, pensaban en ir a por mí, pero él acababa con ellos antes de que pudieran acercarse.

Todos se lanzan a la vez sobre Erick quien los mantuvo a raya por mucho tiempo, pero uno de ellos golpea la cabeza de Erick con un fierro, de tal forma que él se queda quieto. Se da la vuelta y muestra sus ojos rojos.

-No debiste hacer eso.

El vampiro que lo golpeó suelta el fierro e intenta escapar asustado pero Erick salta quedando frente a él y sujeta su cuello, luego se lo arranca con facilidad. Él se queda viendo que no haya nadie más y yo estaba respirando agitada por como había acabado con todos estos vampiros él solo y apenas con un rasguño. Volví a la realidad cuando él estaba justo frente a mí, mirándome a los ojos.

Pero al final... me molesté, hice una mueca y apreté los puños.

-¿No podías dejar ir a tu mascota? Es eso, ¿verdad?

Me muestra una sonrisa mientras me saca la correa que traía puesta y la lanza por encima de su hombro.

-Creo que me encapriché - vuelve a cargarme en brazos -. Lo que es mío, es mío, lobita...

Odiaba que me tratase como un objeto o una mascota, pero extrañamente... cuando lo dijo en este momento... sentí como si no lo dijera en ese aspecto. Creo que ya estaba delirando, pero... lo sentí de una manera diferente y más especial. Erick me mira de reojo pero aparta la vista al frente y se hecha a correr.

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