¡Yuvia!
Mientras corríamos (Darks y yo) por Nutella, tropezé varias veces, pero conseguimos comprar dos botes.
Cuando salimos nos encontramos con Yuvia quien cantó:
-¡Te voy ganando dos cero, te voy ganando dos cero!-cantó por el juego de móvil: Ese de las preguntas.
-Pero es que las preguntas son difíciles.
-De eso nada, es que...
-Da igual, ¡me alegro de verte Yuvia!
-¡Yuvia! ¡Yuvia! ¡Yuvia!-canturreé.
Me acerqué hasta ella corriendo, he de decir que me encontraba con mis amigas muy a menudo.
-¡Quita! ¡Que me das vergüenza!
Me pegó una colleja y Darks rió fuertemente. A carcajadas. Quise matarle, pero no pude porque le jamaba con mi patata de mejor amiga/novia.
-¡Darks!
-Es que... Tiene mucha gracia.
Explotó de risa (no literalmente) y los ojos se le llenaron de lágrimas. Pequeño idiota. Me acerqué a él y le miré entre enfadada y con ganas de pegarle.
Tomé su mano, tiré de él y a los demás chicos y me les llevé a casa.
-¿Venís?
En conclusión, al final de la tarde estábamos en mi balcón amenazándole con tirarle por el balcón.
-Chicas, creo que hay otra forma de solucionarlo...-empezó con la voz entrecortada.
-De eso nada, NADIE se ríe de nuestra Claire excepto nosotras.-dijo Yuvia.
-¿Quieres que te tiremos?-dijo Prim- Somos capaces.
-No lo hareís...
-Ya, claro, eso te crees.-dijo Aina- No creas, somos MUY CAPACES DE TIRARTE.
Su cara parecía de extreñimiento, ¿o eso era por la luz?
-¡SE ACABÓ CHICAS!
Viajó por las sombras y apareció tras nosotras. Salió del balcón y lo cerró, encerrándonos fuera.
-¡Déjanos entrar!-grité.
Negó con la cabeza, rió y se sentó junto a los demás.
-¡VUELVE AQUÍ DI ANGELO!
Media hora después seguíamos encerradas en el balcón. Aprorreamos, les gritamos hasta que no pudimos más, pero no obedecían.
Darks se acercó a mi escritorio, tomó La Carpeta en la que estaban escritas las historias en las que él salía.
-¡NI SE TE OCURRA!
Sacó la primera historia y se sentó en mi cama, lejos de los demás. Se sentó a leer, pareciendo MUY concentrado.
Pasaron otras dos horas, Darks había leído la primera historia. Abrió la puerta al ver mi expresión de cachorrito perdido.
...
No lo había puesto a propósito, estaba helada y... No estaba preparada para que leyera las historias.
Las chicas se fueron a sus casas, Yuki me pidió perdón y besé su mejilla suavemente. Tiré a Darks de mi cama, como si fuera un gato y rodó en el suelo.
Me puse mi pijama y me metí en la cama, sin siquiera limitarme a mirar a mi mejor amigo/novio Darks.
-Hasta mañana, chicos.
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