Era un día cualquiera, de esos días normales y corrientes en los que te toca hacer la compra.

Y...

He de admitirlo, era divertido comprar con Darks, Yuki y Christian.

-Bien, ¿qué tenemos que comprar?-dijo Yuki mirando los pasillos del super.

-¿Tenías la lista, Christian?-le pregunté al moreno.

-Sí, me la diste al salir.-rebuscó en sus bolsillos-Aquí tienes.-me la tendió.

-Gracias.

-No hay de qué.

No entendía como Kirtash podía ser tan amable conmigo, al fin y al cabo... Era un shek.

-Hum...-miré la lista pensativa.

-¿Tenemos que comprar todo esto?-dijo Darks asombrado. Sentía su voz en mi oído y era justo lo que pasaba.-Es mucho, ¿no crees?

-Nah.-dijo Yuki haciendo un gesto para quitarle importancia.

-¿Y eso por qué?-dijo Christian alzando una ceja.

-Porque yo he comido mucho más de lo que hay aquí escrito en... Una hora.

-Y Leo dice que como demasiadas Cajitas Felices.-dijo Darks.

-Al fin y al cabo no puedo morir por comer demasiado. Ya estoy muerto.-bromeó Yuki.

-¿En serio comeís tanto? Yo no como taaanto.-dijo Christian.

Ambos chicos le miraron para después echarse a reír.

-Sois idiotas.-dijo Christian- Y muy poco maduros... Y además...

-Vamos, Christian. Sabes que tiene gracia.-dijo Darks poniendo la mano en el hombro del castaño.

Rodó los ojos, Yuki hizo un gesto como si estuviera comiendo mucho y Christian dejó escapar una pequeña risa.

-Sois de lo que no hay. Los tres.-dije empujándoles hacia los pasillos.

Cuando (al fin) se calmaron, los tres me miraron expectantes.

-Bien, nos dividiremos en dos grupos. Pero no quiero que os perdaís, ¿vale?

-Está bien.-dijo Christian- Yuki, te vienes conmigo.

-¿Por qué? Quiero decir, que me caes muy bien y tal pero...

-Vamos.-tiró de él tras de sí, ignorando sus quejas.

Reí al ver la cómica escena de los chicos. Darks sonrió y tomó la lista de la compra entre mis manos.

-Veamos...-la ojeó rápidamente- Vale, ahora, en marcha.

Echó a andar, sin esperarme.

-¡Espera!

Corrí hasta llegar a su altura. Le arrebaté la lista y miré lo que teníamos que comprar.

-Yogures. Ahí hay.

-Bien. Pero... Ahora vuelvo. No te muevas.

Se fue corriendo, me dejó sola con los yogures en la mano. Volvió poco después con la típica cesta de supermercado. Dejé los yogures en la cesta y besé su mejilla.

-Gracias, Darks.

-No hay de qué.

-¡Vamos, a por queso!

-¡¿Qué...!?

Tiró de mí tras de si y salimos corriendo hacia la sección de lácteos. Y... ¿Sabeís a quienes encontramos?

A mis queridas Ainara (Anteriormente Aivapa) y Prim (la "pequeña" psicópata).

Darks se chocó con Prim y yo con Ainara. Los cuatro caímos al suelo en un lío de gritos.

Por suerte, Darks quedó abajo, haciendo de almohada. Soltó un pequeño gruñido y las tres caímos sobre él.

-¡Chicas! ¡Cómo me alegro de veros!-grité.

-Ey Darks, puede que como persona no sirvas de mucho, pero como colchoneta...-dijo Prim haciendo un gesto con el pulgar hacia arriba.

-Ja Ja Ja.-se rió Darks irónico- Muy graciosa.

-Pues sí-dijo Aina- Ha tenido gracia, más que los chistes de Claire, al menos.

-¡Ey! ¡Mis chistes tienen mucha gracia!-me quejé.

En seguida llegó el de seguridad, quien nos llamó la atención por armar tanto alboroto.

Salimos los seis del super y miré las bolsas.

-Darks, ¡Te dije que quería Nutella!