Te desmayaste, pero creímos que habías muerto
Desperté por las molestas luces de una lámpara, la verdad es que podrían haberla quitado esa bombillita de cuatrocientos vatios.
En fin, desperté de golpe por la luz. Abrí los ojos, esperando encontrarme en mi habitación, rezando porque lo que había pasado el día anterior hubiera sido todo una pesadilla, pero noooo, tenía que ser real.
Me encontré con Yuki y Kirtash.
-Despertaste.-dijo Yuki saltando hacia mí, abrazándome.
-Hola, chicos.-le abracé.
Pensé una y otra vez el porque de que estuviera allí, el que hubiera llegado a lo que parecía un hospital. Más que nada por las paredes y que estaba en una típica camilla de hospital.
-Te desmayaste,-se adelantó Kirtash, leyendo mis pensamientos-pero creímos que habías muerto.
-Oh, bien. ¿Los demás?
-Están todos bien.-dijo Yuki- Pero no les dejan entrar. El médico dice que eso solo empeoraría tu estado.
-¿Os ha dicho lo que tengo?
-Se lo ha dicho a tus padres-dijo Kirtash-Pero me colé en la sala y escuché su conversación.
-¿Y bien?-le apremié.
-Dicen que tenías una brecha, un esguince de cuarto grado en el tobillo y varios cortes en las manos y los brazos.
-Qué bien.-dije irónica.
Les miré a ambos, parecía que había algo que no querían contarme y eso me preocupaba sobremanera.
-Chicos, ¿hay algo más que debáis contarme?
Cruzaron una mirada, clavando los iris en los del otro. Yuki suspiró al cabo de unos segundos.
-Hay varias cosas que debes saber.
-Adelante, estoy bien.-dije intentado sonar segura de mí misma.
-Primero, hay unos chicos que dicen conocerte fuera y que... Ninguno conoce.
-¿Y qué pasa con ello?
-Uno de ellos dice ser tu hermano mellizo.
Me quedé callada, yo no tengo hermanos mellizos.
-Chicos, yo no tengo hermanos mellizos.
-Uno de ellos dice que se llama Ethan y que es tu hermano mellizo.
-¿Podéis... conseguir que pasen?
-Supongo.-dijo Yuki.
-Sé como hacerlo.-dijo Kirtash sonriendo de lado.
Rápido como el pensamiento, salió de la habitación.
-Yuki, ¿qué es lo otro que tenéis que contarme?
-Es que...-respiró hondo-Es Nico.
-¿Qué le pasa?-pregunté preocupada.
-Está en una especie de coma.-dijo sentándose a mi lado.
-¿QUÉ?-grité-¿C-cómo?
-Usó demasiado sus poderes, de modo que necesita reponer fuerzas durmiendo. Pero cayó al suelo y... Se ha roto la muñeca derecha.
-¿Cuánto tiempo estará en coma?
-Los médicos no lo saben, Will dice que un par de días.
-Ojalá pudiera hablar con él, le diría que no se preocupase, porque lo que ha hecho...
-No te preocupes, Claire. Se pondré bien.-tomó mi mano, tranquilizándome.
-Gracias Yuki.
Tiré de él hacia mí, abrazándole con toda la fuerza que pude. En ese momento, necesitaba a alguien que me apoyara y Yuki era lo más parecido a un hermano que tenía en aquel momento.
-No hay de qué.-susurró.
De repente, y sin venir a cuento, oí un grito ahogado. Parecía una chica, aunque no puedo asegurarlo.
Yuki se apartó, dejándome ver a una chica de cabello castaño y ojos grises, junto a dos chicos. Uno de ellos tenía los ojos del mismo color que los de Percy y era moreno. El otro era rubio de ojos verdes, y era... Igual que yo. (Si yo fuera un chico, claro).
-Claire.-dijo la morena.
-¿C-cómo sabes mi nombre?
-Soy Kylie.-dijo con la voz temblorosa- tu mejor amiga.
En ese mismo instante los reconocí a los tres, pero... Aquello era imposible.
¿Cómo podían haber salido ellos de MIS libros, si yo ni siquiera era escritora?
-Hermanita.-dijo el chico rubio, Ethan.
-Hemos venido a entregarte tu arma.
-¿Mi arma?-pregunté algo confundida.
Los tres se acercaron a mi, el chico moreno sacó algo alargado de su espalda, cubierto por una tela de un color azul cielo hermoso.
-¿Q-qué es?-pregunté asustada.
-Adelante Claire-dijo el moreno-Ábrelo.
Pusieron el objeto sobre mi regazo y, poco a poco, aparté la tela, dejando ver...
-¡Una espada!
Admiré la espada de plata sin tocarla. La empuñadura era preciosa, tenía unas pequeñas rosas en forma de enredadera en relieve. El filo, en cambio, tenía grabados símbolos de animales y orquídeas.
Sin poder evitarlo, la toqué y tras emitir un brillo cegador, la espada me mostró todo lo que debía saber.
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