Lo hize
Pensaréis que es muy divertido que te expulsen del instituto, ya no tienes que ir a clase ni aguantar a los aburridos profesores que te tocan las narices durante todo el día.
Bien, pues no lo es.
Tiré mi mochila al suelo, enfadada. Me dejé caer en mi cama, mirando hacia la pared, esperando a que Mr Hyde volviera a lo más profundo de mi alma, como debía ser.
-Claire...-empezó Darks-Sé que no es justo esto que te han hecho, pero quizá debamos...
Me giré para mirarle, con los ojos llenos de lágrimas. Tenía miedo de hacerle daño a él, una de las personas que más quería en el mundo. Tenía miedo de convertirme en un monstruo, de no poder controlar aquella bestia que habitaba en mi interior.
-¿Hay algo que quieras contarme?-se sentó a mi lado.
Me hice un ovillo, mordiendo mi dedo índice para evitar gritar e incluso atacarle. Tenía miedo de mí misma.
-Hay demasiadas cosas que no sabes de mí, Di Angelo. Creo que debo contártelo. Al fin y al cabo, yo sé todo sobre ti.
-No pensé que tú tuvieras algo que esconder.
-Siempre lo hay, lo que escondo es...
Suspiré, si quería tener un momento a solas con él para contarle mi pasado era aquel momento.
Le hice sitio a mi lado, se tumbó junto a mí y me acerqué en busca de calor.
-Te voy a contar absolutamente todo, ¿sí?
Asintió, me preparé para contárselo.
-Verás. Todo empezó cuando tenía siete años, comencé a sentir algo extraño, algo diferente en mi interior a lo que al principio atribuí como un simple cambio de personalidad. Pero con el tiempo empeoró. Cuando cumplí doce años, Blake y yo comenzamos a tener problemas. Para evadirme de estos problemas comencé a leer, volví a sentir esa sensación en mi interior. Cuando me volví loca por la escritura y la lectura, el monstruo despertó. Me volví loca, destrozaba cosas, mordía. Parecía que tenía la rabia. Por eso lo llamé Mr Hyde, como el libro de Dr Jeckyll y Mr Hyde. Descubrí que leer no me ayudaba en ningún sentido, Blake se metía más conmigo, Hyde se volvía más fuerte. De modo que quise dejarlo, al igual que este mundo. Durante un tiempo aguanté, pero...-me miro las muñecas, asustada, ¿cómo podía mi vida ser tan...?-Pero Lauren, Paula y Sophie me ayudaron a entender que la vida es un regalo. Que la vida es el don más hermoso que se nos ha otorgado. Hice frente a Blake. Las cosas se calmaron un poco... Hasta ahora.
-Hyde ha vuelto a despertar.
-Sí. Quiere salir de nuevo y hacerme daño. Cueste lo que cueste.
Tomó mi mano, intenté esconder el brazo para que no viera las marcas. Pero este hecho solo hizo que tomara mis brazos y observara asustado las marcas.
-Claire, no has hecho esto.
-Lo hize.-susurré con los ojos llenos de lágrimas- No sabes lo que Hyde me obligó a hacer. No sabes lo que se siente al tener una bestia como él en el interior. Duele mucho.
-No. No lo sé. Quiero que me cuentes todo lo que te ha pasado para ayudarte. No quiero que sufras más, pequeña. Quiero que me dejes ayudarte. Por favor.
-Sí.-asentí.
Tomé sus manos entre las mías. Junté su frente a la mía y le mostré lo que debía saber.
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