Creo que fue la clase de mates más divertida de la historia del universo. Mi profesor de mates era... Pff. ABURRIDO.

Sí, con mayúsculas. Y además de que mates... No era mi asignatura favorita ni mucho menos.

Kaneki ( un chico muy educado, por cierto), levantó la mano. El profesor le vio y dijo:

 -¿Sí?

-Etto... Creo que esa operación está mal, el número tres es negativo, no positivo, además de que cincuenta y cuatro por sesenta y siete son tres mil seiscientos dieciocho. 

El profesor miró la pizarra, calculó de nuevo y dijo:

-Tienes razón.

Corrigió su error, tras lo cual, seguimos con los ejercicios. Hasta que comenzó a explicar una parte de forma algo confusa. Fue de las pocas veces en las que todos estábamos de acuerdo, no teníamos ni idea de lo que nos estaba diciendo.

-Hum...-empezó Kaneki-Creo que no se hacía así.

-Ah, ¿sí? Sal y explícaselo a tus compañeros.

Noté cierto tono de burla en su voz, pero el ojigris se levantó hasta tomar una tiza. Sophie puso sus pulgares arriba, infundiéndole ánimos.

-Se supone que es el producto de los extremos por el de los medios, por lo que no podemos multiplicar los numeradores y los denominadores, ya que esto sería erróneo. De modo que multiplicaremos el numerador por el denominador-hizo la operación, demostrándonos como debíamos hacerlo- De ese modo se dividen varias fracciones. ¿Alguna pregunta?

Darks levantó la mano, con un gesto de Kaneki, el ojinegro habló:

-Hay algo que no entiendo, aunque es sobre otra cosa.

-Adelante.-

-¿Por qué el área de un cubo es el lado elevado al cubo? Nunca lo he entendido.

-Eso deberías de saberlo-empezó el profesor-Vuelve atrás y míralo.

-¿Puedo explicárselo yo?

-No, tu vuelve a tu sitio.

-Pero... No lo entiende, creo que podría...

-Vuelve a sentarte.-le dijo en tono hostil.

Kaneki volvió a sentarse en su sitio, pero a un gesto de Howl, el profesor se detuvo. No se movía, ni siquiera pestañeaba.

-Howl... ¿Qué has hecho?-le preguntó Paula. 

-He detenido el tiempo, Kaneki, ya puedes explicarle lo que quieras a Darks.

-¡Gracias Howl!-dijo este último.

Los Niños Ángel se pusieron en pie de un salto, corrieron por la clase para después acercarse al mago y decirle:

-Gracias Howl, he estado por matar a ese...-dijo Raffe.

-Vamos Raffe, ¿pensabas matar a un simple mortal?-se carcajeó Percy acercándose a ambos ángeles (Caído y Arcángel).

-No habría sido para tanto. 

-Oye,-escuché en otro lado de la clase-¿y si incendio la clase?

Vale, era Leo.

-No, Leo.-Já, lo sabía-No puedes incendiar una clase, eso el algo que va... Contra las leyes.-dijo Jason.

-Vamos... Solo una llamita.-hizo un puchero.

-No.

-Jo. Pues nada, voy a molestar a Lauren.

Se alejó hasta mi amiga mientras me levantaba en dirección a Yuki, quien estaba manteniendo una conversación con Chat y Frank, ¿extraño e irónico? 

-Hey, chicos.¿Puedo unirme?

-Claro, Clay.-dijo Yuki.

-¿De que hablabais si puedo saberlo?- me senté en la mesa de Yuki.

-De mi "cataclism"-dijo Chat.

-Oh, a mí me mola. Ese poder destructor mola.

-Sí, pero... Oye Chat, no lo acerques a mi bolsillo, ¿vale?-dijo Frank.

-¿Por qué? 

-Por... Algo personal.

Sabía perfectamente su motivo, la pequeña madera de la que dependía su vida.

-Está bien, Frank.-dije sonriendo y poniendo mi mano en su hombro.

Sonrió de la misma forma, juro que tuve ganas de abrazarle, era como un pequeño panda. 

-¿A que no sabes que tienes una hermana?-dije mirando a Lauren.

Lauren vio a Frank, se puso en pie y corrió hacia nosotros. En un acto reflejo, el hijo de Marte corrió hasta ella y se abrazaron gritando a la vez:

-¡Hermano!-grito Lauren.

-¡Hermana!-gritó Frank.

Reí junto a los rubios, a los que miré detenidamente.

-Bien, minino.-le dije a Chat rascándole entre las orejas de gato (siempre llevaba el antifaz y las orejas, unos vaqueros negros, una cola sobresaliendo de su trasero y una camiseta como otra cualquiera)-Quiero saber todo sobre una monada como tú.

Ronroneó y sus pupilas se hicieron minúsculas, preparándose para contarme lo que me contó a continuación.