Claire's POV

Suspiré, me giré para mirarle exasperada.

-¿No es suficiente con que me echaras de tu casa?-le espeté.

-Ni vengo a discutir contigo.-dijo con voz suave y calmada- Lo que quiero es hablar contigo sobre tu nuevo "amigo".

-Hyde-adiviné- ¿Cómo lo sabes?

-Eso es lo de menos.

-A mí me importa dado que sabes algo que no te he contado.

-Soñaste con Hyde anoche y... Yo os vi en mis sueños.

Arrugé la nariz. ¿Como era posible que él supiera aquello? ¿Que soñara con nosotros?

Decidí volver la situación a mi favor.

-¿Viste cuando nos besamos?-pregunté sonriendo de lado.

-Sí, quiero ayudarte a que ese idiota deje de tocarte.

-¿Bromeas?-dije en un tono de voz más alto- Cuando el me toca veo el cielo.

-¿Q-qué?

-Está mañana, él también se hizo real. Y, ¿sabes que? Me ha tocado.

Sé que estaba siendo cruel, pero era justo lo que él había hecho minutos antes.

-Y por supuesto me ha dejado una marca, ¿quieres verla?

-No te creo.-dijo seriamente.

-¿Seguro?-levanté mi camiseta mostrándole la marca del mordisco de Hyde.

-¿El te ha hecho eso?

Asentí, me acerqué a él lentamente, sonriendo a medias porque estaba disfrutando de ello.

-¿Sabes que es lo mejor?-susurré en su oído- Que me ha gustado.

Bufó malhumorado y me agarró por la cintura.

-No intentes provocarme, Evergreen. Sabes que no lo vas a conseguir.

-Solo quiero que sepas lo posesivo que es Hyde, esta noche quería hacerme suya, ¿sabes? De una vez por todas.

-No puedes ser suya.-susurró en mi oído.

-¿Por qué?

-Porque eres mía.

Tras lo cual dejó un beso en mi cuello. No fue suficiente, bajó hasta mi hombro.

Cerré los ojos, se "suponía" que seguía enfadada con él, así que me aparté.

-Sabes que no puedo hacer esto.

-Sí que puedes, porque eres enteramente mía.-susurró volviendo a mi cuello.

-Yo no pertenezco a nadie, soy mi propia...

-Dueña-terminó-Lo sé, pero una vez no te va a matar.

-No vas a oírme pedirte más, Di Angelo.-le espeté.

-Ya lo veremos dentro de unos minutos, Evergreen.

Acercó sus labios a los míos. Al principio era un tímido roce hasta convertirse en un furioso beso.

Enterré mis dedos en su cabello mientras me apretaba contra sí. Sus labios y los míos se movían con desesperación el uno sobre el otro.

Mordió mi labio inferior, sonreí. Una vez que tomé aire volví a besarle.

Nos separamos por falta de aire, cuando sus manos se encontraban bajo mi camiseta, dispuestas a explorar.

-Tengo que irme a casa.-susurré sin aliento.

-Es muy tarde, quédate aquí a dormir.-acercó sus labios a mi oído- Y puedes estar conmigo.

Le aparté con cuidado, algo asustada por el significado oculto de sus palabras.

-Viajaré por la luz, no tengo ningún problema.

-¿Y que hay de Hyde?

-Puedo enfrentarme a él.

-¿Como anoche?

-¿Ya estamos otra vez con eso?

-Claire, te tomas muy a pecho el hecho de que quiera protegerte.

-¡Es que puedo hacerlo sola!

-Lo sé, ¿Pero no has pensado que quizá me siento más seguro protegiéndote?

Eso hizo que me quedara sin palabras. Por supuesto que mi ego no me había permitido pensar así porque creía que podría protegerme sola, como de costumbre había hecho.

Pero eso no era como lo había hecho otras veces, esta vez no atacaría alguien contra quién no podría luchar sola.

-No-sonrió al ver mi instante de vacilación- No lo has pensado.

Tomó mi mano y me acercó a sí para abrazarme, aún con una sonrisa dibujada en los labios.

-Déjame protegerte, ¿Sí?-susurró.

Asentí en silencio, cerrando los ojos mientras devolvía el abrazo.

-Y devuelve tu ego a la tierra firme, porque no quiero tener que ponerme de punto puntillas para besarte.

Logró sacarme una sonrisa.

Está bien, puede que no estuviera hecha para enfadarme mucho tiempo con él.

-Eso significa que seré la antigua Claire.

-No del todo, quiero que seas ambas y una a la vez.

-¿Y cómo puedo hacer eso?

-Es sencillo, combina tus mejores cualidades.

Me apretó un poco para después apartarse para mirarme, tomó mis mejillas y susurró:

-Entremos antes de que alguien decida venir a buscarme.