~34~
Se despertó abriendo ligeramente los ojos para volverlos a cerrar y sonreír pues el delicioso aroma de su Alfa inundó sus fosas nasales llevando a un estado de tranquilidad a cada uno de sus sentidos. Al sentir el reconfortable cuerpo de su Alfa al lado suyo a tempranas horas de la mañana, endulzando sus pulmones junto a todo su ser con el maravilloso aroma a café que se desprendía de su compañero de vida; el cual le había susurrado más de un "Te amo" aquella noche en la que se entregaron uno al otro renovando así la marca de unión.
Taehyung sonrió como un bobo enamorado restregando su nariz en el pecho del pelinegro quien aún dormido lo abrazaba tan protectoramente, como si temiera que se le escapara, era casi un sueño después de todo el sufrimiento de aquellos pocos días; fue entonces que el peligris se planteo ¿Qué hubiera pasado si Jungkook no hubiese pedido ayuda a Zico? Aquel pensamiento hizo que su lobo gimiera con la sola idea de no tener a su Alfa, y el pensamiento de morir a causa de la soledad le apretujaba el corazón.
Las delicadas caricias en su cabello lo sacaron de aquellos turbios y dolorosos pensamientos.
-Tranquilo - la grave pero suave voz adormilada del pelinegro lo hizo sentir seguro - Yo estoy contigo y nadie nos separará - como un pequeño cachorro restregó su rostro sobre aquel fuerte pecho - ¿Dime qué te sucede?
El peligris aspiro hondo el aroma de su Alfa para luego separar su rostro y mirar el somnoliento rostro preocupado del mayor - Solo me imaginé que hubiese pasado si tú no hablabas con Zico-hyung - relamió sus lindos labios - Yo... Estoy seguro que moriría al cabo de unos cuantos días más sin estar a tu lado.
-Y yo junto a ti - beso con dulzura la frente de su Omega - Ya no pienses en eso, preocupémonos por vivir cada día juntos y felices - le sonrió siendo inmediatamente correspondido por la peculiar pero encantadora sonrisa del peligris.
-Te amo - se abalanzó para besar al joven Alfa que la madre luna puso en su camino para ser su compañero.
Se separaron del beso con los ojos llenos de aquel brillo de amor - Yo te amo más - volvió a unir sus labios con el Omega que la diosa luna creo para ser su complemento.
Seguían inmersos en sus besos hasta que escucharon la puerta ser tocada - ¿Puedo pasar? - la dulce voz de Lía se logró escuchar.
Taehyung sonrió y se escondió en el pecho de Jungkook - ¿Qué haces?
-Me haré el dormido - susurro - Dile que pase.
Jungkook sonrió negando con la cabeza - ¡Adelante! - recibió un golpe por parte del peligris lo cual lo hizo abrazarlo con fuerza pues si se suponía que Taehyung estaba durmiendo como se le ocurrió gritar de esa manera.
La Omega abrió la puerta con lentitud y de inmediato su nariz fue golpeada con los aromas combinados de ambos jóvenes junto al inconfundible olor de que allí hubo coito osea sexo.
-Buen día - saludo el pelinegro un poco avergonzado por el gracioso rostro que la mujer hizo al ingresar, el cual pudo ser peor si no fuera por su precavida persona que se encargo de vestir a ambos.
-Buen día joven Jeon - se acercó con cautela hasta llegar cerca a la cama en donde se encontraban ambos jóvenes enamorados - ¿Cómo se encuentra Taehyung?
Jungkook bajo su mirada para poder ver al chico en sus brazos e instintivamente sonrió acariciando el suave cabello - Él está bien, mucho mejor que ayer.
La mujer vio con cariño aquel acto del Alfa - Eso me reconforta tanto - observo el cabello grisáceo - Ahora jovencito Taehyung deje de fingir dormir que quiero ver ese bonito rostro tuyo.
-Lía - el peligris salió de su escondite para ver con un tierno puchero a la mujer quien le sonreía - ¿Cómo te diste cuenta de que estaba fingiendo?
La mujer cruzo sus brazos sobre su pecho y miro con superioridad - Te conozco desde que naciste - sonrió de medio lado - Te conozco hasta mejor que tu mismo.
-No tienes como engañarla, cariño - comenzó a reír dulcemente al ver el lindo ceño fruncido y el puchero que adornaba el rostro del menor.
-Eres muy astuta Lee Lía.
La mujer sonrió - Me alegra tanto verte tan mejorado - se acercó para estirar su mano y acunar el rostro del peligris - Y pensar que ayer nos diste un susto tan grande - miro al pelinegro - Gracias por amar a mi pequeño Taehyung - el pelinegro sonrió mientras asentía, por su parte el peligris se sonrojo - Ahora par de jovencitos es hora de levantarse, tomar una ducha y vestirse o llegarán tarde a clases.
-Oh es cierto hoy hay clases.
-No quiero ir - se abrazó al cuerpo de su Alfa escondiendo su rostro en el cuello de este - Quiero quedarme acostado junto a mi Jungkookie.
-Nada de eso jovencito - sentenció la Omega - Debes cumplir con tus obligaciones además ya estás mucho mejor.
-Así es - el pelinegro se acercó lo más que pudo a la oreja de su amado - Además podemos tomar una ducha juntos y jugar un poco.
Taehyung se sonrojo por aquello sonriendo como bobo, beso la manzana de Adán de Jungkook la cual estaba a su entera disposición.
-Los quiero en veinte minutos en el comedor - la mujer se encaminó hasta la puerta - Y nada de juegos lascivos en la ducha - dicho lo último cerró la puerta.
Ambos menores se sonrojaron por lo dicho por la mujer, pues era obvio que había escuchado al pelinegro.
-Será mejor que nos apresuremos - le dió un beso en los labios a su Alfa para salir corriendo de la cama.
Ya limpios y vestidos con sus respectivos uniformes, ambos se encaminaron escaleras abajo para tomar su desayuno.
-¡Buen día! - saludo el alegre peligris.
-Mi precioso lobito - en los ojos de su padre se reflejaba la felicidad y alivio que sentía por ver a su preciado cachorro mucho mejor que el día anterior.
Taehyung vio los ojos de su padre y se encaminó para poder abrazarlo - Gracias papi por todo, te amo mucho - le beso con cariño la mejilla.
-Ya te lo dije, no hay nada que yo no haría por verte feliz.
Jungkook miraba aquella linda escena, pues aunque el Alfa DooHan era un hombre corpulento y temible, cuando el estaba con Taehyung parecía derretirse cual mantequilla al sol.
-Que bonita familia - el rubio paso un brazo sobre los hombros del pelinegro - Considerate afortunado de seguir con vida y juntarte con nosotros - sacudió al menor.
-Buen día Zico-hyung - retiro con cuidado el brazo del mayor - Soy afortunado de tener a Taehyung en mi vida lo demás supongo que debo acostumbrarme.
-Ya siéntense ustedes dos - ordenó el Alfa Kim a lo que los otros dos asintieron.
-Oye Tae - el nombrado miro a su hermano - Supongo que ya te tomaste la pastillita para no tener sobrinito porque dudo que el alfita usará condón.
Ambos menores se tensaron y sonrojaron por aquello pues era correcto que ambos en la necesidad de entregarse de manera carnal se olvidaron del bendito condón.
-Uhm regreso en un minuto - el peligris se puso de pie y salió corriendo rumbo a su habitación.
Por su parte Jungkook no sabía que hacer o a donde huir pues la mirada de los Alfa Kim sobre su persona era implacable.
El desayuno transcurrió tranquilo o al menos fue relajado ya que entre broma y broma, frases un poco subidas de tono y sobre todo sarcasmo de parte de Zico, el tiempo transcurrió rápido.
Ya terminado el nutritivo desayuno, el cual fue un poco diferente para el único Omega gracias a las recomendaciones del doctor Park, por eso mismo Lía se encargo de preparar el almuerzo para ambos menores pues no permitiría que Taehyung en su delicado estado comiese algo que ella no supervisara antes.
Ambos jóvenes se encaminaron a la salida en donde LooYin los esperaba en el auto; se sentaron en la parte de atrás muy juntos y con sus manos entrelazadas.
Al llegar a la entrada de la escuela ambos le agradecieron a LooYin y vieron por la ventana que los chicos los esperaban o al menos a Taehyung como lo hacía siempre. El primero en bajar fue el pelinegro quien le extendió su mano a el peligris para que este baje del auto.
-¡Mi bebé! - se escucho el grito del pelirosa que en menos de un segundo se encontraba abrazando cual koala al peligris quien le correspondía el abrazo de igual forma.
-Mi Minie - canturrio feliz el peligris.
-¡Eres tan estúpido y testarudo! - el pelirosa se separó un poco para darle un golpe en el hombro - Sabía que algo más te pasaba porque no podías estar así solo por esa estúpida rubia roba Alfas - frunció el ceño - Te dije un millón de veces que confiaras en mí para poder ayudarte pero no el señorito cabeza dura quería cargar con todo ¡Tonto, tonto, tonto! - volvió a golpear su brazo.
-¡Auch Minie! - hizo un puchero - Lo siento muchísimo.
Jimin volvió a abrazarlo como al inicio - Estoy tan aliviado de que estés bien... Cuando Yoongi me contó lo que pasaba quería ir a tu casa y moler golpes a esa estúpida de Jiwo que nunca me agrado pero el tonto de mi Alfa me lo impidió - el rubio quién escuchaba todo al lado de Jungkook rodó los ojos - Y cuando papá me dijo que estabas mal, yo quería estar a tu lado sosteniendo tu mano pero sabía muy bien que a quien necesitabas era a tu Alfa.
-Yo tambien te necesito a mi lado, Minie.
-Y siempre lo voy a estar - ambos se miraron a los ojos - Recuerda que tus problemas son mis problemas y viceversa - el peligris asentía - Que yo no seré tu Alfa ni tú el mío, pero ambos tenemos un lazo mucho más fuerte que nos une par toda la vida.
-¿Debería preocuparme? - cuestionó el pelinegro al rubio a su lado.
Yoongi se encogió de hombros - Siempre me hago la misma pregunta - miro a ambos Omegas quienes se sonreían - Ya basta de tanta cursilería debemos entrar.
Jimin rodo los ojos y se separó de su mejor amigo - Cuando no, Min Yoongi experto en malograr momentos.
El rubio sonrió de medio lado y le guiño un ojo - Así me amas.
Jimin rodó los ojos sonriendo, se giró y le dió un beso en la mejilla al peligris para luego alejarse hasta estar al lado de su Alfa a quien tomo por el brazo - Entremos ya a la escuela.
Taehyung asintió acercándose hasta llegar al lado de Jungkook quien le extendió su mano para que el contrario la tomará acto que realizó con gusto; el par de parejas ingresan a la escuela siendo flanqueandos por los otros chicos.
Al llegar al respectivo salón de clases de los dos Omegas, el Alfa rubio se despidió de Jimin con un dulce beso en sus labios como siempre lo hacía para que este ingrese y él irse a su respectivo piso. Por su parte Jungkook y Taehyung se quedaron a un lado de la puerta para despedirse.
-¿Almorzaremos juntos?
-Sí - le acarició el cabello - Iré a ver a mi madre antes de mi primera clase.
-¿Te alcanzará el tiempo?
-Sí, mi primera clases es geografía y el maestro da cinco minutos de tolerancia.
-De acuerdo - sonrió - Te veo en el almuerzo.
El pelinegro sonrió y acercó sus labios para besar los contrarios en una muy tierna demostración de amor; algunos alumnos a su alrededor los observaban boquiabiertos al ver a Kim Taehyung el chico al cual no podías acercarte a menos que Yoongi lo apruebe y sobre todo hermano menor de Kim JiHo una leyenda en la escuela.
Al separarse del beso ambos se sonrieron y el peligris ingreso a su aula para sentarse al lado de Jimin, por su parte el pelinegro comenzó a correr por los pasillos, subiendo y bajando escaleras para cruzar los edificios escolares y llegar al salón en donde su madre impartía clases.
Cuando llegó al pasillo correcto pudo ver como su madre estaba a punto de cerrar la puerta del aula así que aceleró el paso y detuvo que la puerta fuese cerrada. La Omega se asomó por un lado de la puerta viendo a su agitado hijo tratar de recuperar el aliento.
-Kookie ¿Qué haces aquí? - abrió más la puerta.
El pelinegro aún recuperando el aire perdido por su maratónica carrera le sonrió a su madre - Buen día mamá, solo venía a verte antes que las clases comenzarán.
La mujer sonrió y le pellizco con cariño una mejilla - Que bello mi hijo - soltó una risilla - Por la felicidad que irradias ¿Debo suponer que las cosas se arreglaron con Taehyung?
El pelinegro no pudo evitar la radiante sonrisa de enamorado que se reflejo en su rostro - Así es, todo se solucionó.
-Me alegro tanto cariño - entonces la campana de inicio de clases sonó - Jungkook, hijo apresúrate y regresa a tu salón antes de que se haga más tarde.
El pelinegro asintió - De acuerdo, nos hablamos más tarde.
Sin más el menor salió corriendo rumbo a su respectivo edificio; la Omega se quedó viendo en la dirección en la que su único hijo se iba sonriendo ante aquello - Ya es todo un hombre - soltando un suspiro se adentro en el aula pues debía empezar su clase.
Las primeras horas de clase terminaron y ambos menores estaban felices pues se volverían a encontrar en la cafetería, pero Jungkook no pudo esperar así que apenas terminó su clase salió corriendo en dirección al salón del peligris, el cual salía acompañado de Jimin. Ambos jóvenes se sonrieron cuando un veloz azabache los intersecto sonriendo por reflejo a la sonrisa del peligris quien se abalanzó a abrazarlo para luego separarse y entrelazar sus dedos.
Gracias a que Lía ya les había preparado su almuerzo, terminaron antes que los demás chicos en su mesa así que decidieron salir a caminar por uno de los jardines de la escuela. Las miradas de algunos estudiantes que sabían los rumores que rondaban a Taehyung y todo su grupo los observaban atentamente sorprendiendose al ver a ese chico pelinegro que antes lo había besado y ahora tomaba la mano del peligris; así creando nuevos rumores.
Taehyung estaba realmente feliz sentía que ahora la conexión entre ellos dos era más fuerte, más real pues al principio esta fue iniciada por la lujuria de ambos jóvenes, aunque en su interior el peligris sabía que había algo más que sólo la excitación del celo. No había nada mejor que sentirse amado por la persona que uno ama y ese maravilloso sentimiento se veía reflejado en el aroma de ambos combinados sutilmente, sus rostros llenos de amor y sobre todo en la preciosa marca rojiza, por haber sido reabierta la noche anterior, que portaba el orgulloso Omega; que era cubierta de miradas curiosas por el cuello de la camisa escolar.
-Hey chicos - aquella alegre voz llamo la atención de los menores.
Jungkook sonrió al ver a su madre acercarse a ambos, pero frunció ligeramente el ceño al notar como el peligris llevaba una mano a su cuello como cerciorandose que la camisa cubriera adecuadamente su marca.
-Hola mamá ¿Estabas almorzando por aquí?
-Oh no no, almorcé en la sala de profesores - miro al peligris - Hola Taehyung, ha sido un tiempo que no nos hemos visto - sonrió - Me alegra tanto verte bien.
-Hola señora Jeon - la mujer hizo un gesto gracioso pues ella prefería que la llamada por su nombre pero como estaban en la escuela - Para mí es un placer poder verla.
-Eres tan adorable - se acercó para abrazar al peligris siendo correspondida de inmediato, para Jungkook quien veía la escena no pasó desapercibido el ligero movimiento de la nariz de su madre - Es tan lindo verlos juntos.
Ambos menores se sonrojaron.
-Mamá yo...
-Profesora Jeon - se acercaba una mujer de cabello castaño lacio.
-Profesora Yung - saludo la madre del pelinegro.
-Hola jóvenes - ambos hicieron una venía como saludo, para luego centrar su atención en la mujer pelinegra - Debemos apresurarnos en ir a la biblioteca por los libros.
-Tiene mucha razón... Me despediré de mi hijo e iré.
-Yo me iré adelantando - miro a ambos jóvenes - Adiós jóvenes - ambos nuevamente hicieron una venía por respeto.
-Bueno chicos ya escucharon debo ir a la biblioteca asi que luego me dices lo que querías ¿Ok, hijo? - el pelinegro asintió - Tae espero que este sábado o domingo nos acompañes en la casa para almorzar o cenar.
-Será un placer - sonrió.
-Ok me voy - les guiño un ojo y se fue en la misma dirección que la castaña.
Ambos chicos vieron como la mujer desaparecía de su vista, retomaron su camino con sus manos entrelazadas.
-Debemos decirles a mis padres sobre nuestro emparejamiento.
El peligris se sobreparo ante la sorpresa de lo que su querido Alfa había dicho.
-¿Es enserio Kookie? - se posicionó frente al pelinegro.
-Claro que si - acunó el rostro del peligris a quien le brillaban los ojitos llenos de emoción - Recuerda que ya te lo había dicho antes.
Taehyung sonrió asintiendo pues recordaba que Jungkook lo había mencionado antes de que toda la horrible situación creada por Jiwo sucediera.
-¿Y cuándo lo haríamos?
-Este fin de semana me parece bien - sonrió - Aprovecharemos que mamá te ha invitado a casa.
Taehyung se mordió delicadamente el labio inferior mientras sonreía y se abalanzó a abrazar al pelinegro.
-¿Crees que se lo tomen bien? - le susurro en el oído pues aún estaban abrazados.
-Espero que si - le dió un beso en la mejilla - Vayamos a nuestras aulas que ya va... - el timbre se escuchó fuerte - ¡Corramos! - tomo la mano del peligris para comenzar a correr rumbo a sus respectivos salones.
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