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~31~

Taehyung soltó el aire contenido en sus pulmones frente a la puerta;  luego del muy incómodo momento en el restaurante y el tener que contestar las preguntas que el pelirrojo le hizo por fin regresaba a su casa, sin embargo, recordó en el transcurrir del viaje que su padre ya debía estar en encontrarse allí.

Practico de manera mental excusas que le diría a su padre cuando este lo vea, porque era más que obvio el enfermizo aspecto que tenía. Sabia muy bien que el primer impulso de su padre seria culpar a Jungkook y por ende iría a golpearlo cuando en realidad el único culpable de todo era él mismo por ser tan débil, como no podía decir la verdad y mucho menos a su progenitor ya que aquello seria involucrar por completo al grupo, había planeado todas las respuestas para las posibles preguntas que su progenitor hiciera.

Al abrir la puerta pensó que se  encontraría con su padre esperándolo con los brazos cruzados y el ceño fruncido pero no había rastro del gran Alfa, en realidad parecía que la casa estaba deshabitada. A paso lento se adentro hasta llegar a la sala en donde tampoco estaba su padre y lo más raro era que no se había cruzado con nadie; quizás su padre aún no llegaba o tal vez tuvo algo importante que hacer al bajar del avión.

Relajo los hombros tensos y agradecido a la diosa luna la oportunidad de poder escabullirse a su habitación y enrollarse en sus suaves mantas, y sobre todo tener la escusa de que algo le había caído mal en el almuerzo por lo cual justificaba su aspecto enfermizo. 

-Pequeño lobito.

El peligris se tenso al percibir la presencia de su padre ¿Cómo era posible que no se hubiese dado cuenta de que había entrado en la sala?, esa pregunta rondaba su cabeza pues su padre no se caracterizaba por ser un hombre delgado, pequeño y mucho menos delicado como para no sentir que entraba a algún lugar o quizás él estaba muy débil.

Inhalando con fuerza y conteniendo el aire en sus pulmones se giro para encararlo - Pa-papá te he extrañado - dio unos cuantos pasos hasta poder abrazar el torso del mayor.

-Y yo a ti mi pequeño gris - acaricio las suaves hebras grises

Taehyung se separó del abrazo con su padre para mirarlo a los ojos, pudo notar como el hombre mayor frunció el ceño por lo cual bajo la cabeza.

El hombre mayor soltó un suspiro para nada delicado - Hablaremos luego - le despeinó el cabello y paso por su lado logrando que el peligris alzará la cabeza.

-Es gracias a mí que no matará a mi cuñadito - Tae giro nuevamente su rostro frunciendo el ceño al notar que su hermano mayor también estaba allí ¿Cómo es que tampoco había notado su presencia?

-¿A qué te refieres? - el rubio le sonrió de medio lado.

-¡Zico! - resonó la voz del jefe Kim.

-¡Ya voy, ya voy! - chasqueo la lengua - El deber me llama - paso por el lado del peligris dándole unas palmaditas en el hombro.

Taehyung se volvió a quedar solo en la sala, no entendía ¿Por qué su padre no había reaccionado mas allá de un ceño fruncido y un suspiro? ¿A qué se refería su hyung?, con frustración paso ambas manos por su rostro soltando un bufido - Por lo menos Jungkook estará bien - al recordar a su Alfa su lobo chillo llevándose así una mano al pecho mientras se dirigía a las escaleras rumbo a su habitación.





















Tiro su móvil a un lado en su cama sin importarle si este se caía y se rompía; siempre era la mismo y las pocas veces que sucedía terminaban ambos en un mar de lágrimas culpándose a si mismos, cada vez que discutía de aquella manera con Jimin se sentía frustrado y justo ahora con todo el caos en su vida era mucho peor.

Sabia que Jimin tenía todo el derecho de enojarse porque bueno él solo quería ayudarlo, la frase que le dijo antes de colgar "Tienes razón soy un jodido entrometido pero es porque tus malditos problemas también son los míos, pero si no quieres compartirlos ¡Bien, no lo hagas! estupido cabeza hueca", y claro que tenía razón porque desde que tenía memoria ambos comprarían todos sus problemas, habían jurado cuando tenían siete años que todo el dolor que pudiesen sentir sería compartido porque ambos tenían un lazo irrompible así se emparejaran con algún Alfa, el lazo que los unía seguiría igual de fuerte.

El peligris llevo ambas manos a su rostro gritando sin abrir los labios, realmente no quiso decirle a su mejor amigo que era un jodido entrometido que no hacia más que meterse en su vida y que se ocupará de la suya; pero es que las palabras de Jimin sobre que debía decirle que le pasaba, que se dejara de idioteces y soltará la sopa, que no se creía ese maldito cuento de que era por la escuálida rubia y que su actitud de velorio lo estaba molestando; tampoco ayudaron.

Si no podía tener a su Kooki consigo, quería y necesitaba tener a su Minnie a su lado.

La puerta de su habitación fue tocado dos veces a la espera de que diera la autorización para ingresar. Con fuerza quitó las lágrimas de su rostro y se sentó con la espalda en la cabecera pues sabía que era su padre quien estaba detrás de la puerta podía sentir su fuerte aroma a tierra húmeda, tan varonil y protector.

-Adelante - su voz un poco nasal por el silencioso llanto de minutos antes.

El fuerte hombre ingreso con una bolsa grande de papel color púrpura en su mano derecha, camino hasta sentarse al lado de su menor hijo.

-¿Qué pasa lobito? ¿A quién debo matar? - acarició la mejilla derecha del menor.

Taehyung negó energéticamente - A nadie... Es solo que tuve una pequeña pelea con Jimin - era una verdad a medias.

-¿De esas peleas en las que terminan ambos llorando abrazados para luego comer helado y galletas?

-Espero que si - se acercó más a su padre pues quería sentir ese protector aroma - Tendrás que comprar mucho helado y galletas.

El mayor se dió cuenta que su hijo se acercaba más a él como cuando era un pequeño y tenía miedo, así que acomodándose mejor paso un brazo por los hombros de su mimado cachorro en un semi abrazo de protección.

-No te preocupes le diré a Lia - ambos sonrieron sin mostrar los dientes - Tu tía Chae te manda esto - puso la bolsa sobre el regazo del menor.

Taehyung tomo la bolsa, metiendo su brazo derecho para poder extraer lo que su única tía le había enviado sintiendo así en sus dedos la suavidad de la prenda. Al sacarlo sonrió al ver el lindo abrigo largo de lana color rosa.

-Es muy bonito - acariciaba la prenda que estaba en su regazo.

-Chae dijo que cuando lo vio pensó inmediatamente en ti.

El peligris asintió - Debo llamarla para poder agradecerle.

-Asi es - atrajo la cabeza de su hijo para poder darle un beso en la frente - Debo regresar al trabajo - se paró de la cama.

-¿Saldrás?

-No, estaré en mi oficina - el peligris asintió - Si tienes hambre pídele a Lia que te traiga algo, yo estaré muy ocupado y no cenaré, y Zico no está en la casa y llegará muy tarde.

-De acuerdo lo haré - su padre se inclinó para darle otro beso en la frente.

-Papá te ama mi pequeño lobito gris.







































La mañana siguiente llegó rápido, para el peligris tan solo había dormido unos diez minutos su cuerpo le pedía que se quedará en cama enrollado como un burrito, pero el sonido de su puerta siendo tocada logro regresarlo a la realidad.

-Adelante - solo su rostro estaba fuera de las sabanas.

-Buen día joven Tae - sonrió la amable Omega.

-Buen día - su voz adormilada - Dile a papá que no quiero ir a la escuela.

La mujer soltó una pequeña risa llamando la atención del menor - El jefe DooHan no está en casa - Tae frunció el ceño ligeramente - Pero dejo dicho que si no querías ir a la escuela, cuando él regresara te castigaría y ni tus ojitos de cachorro o tus pucheros lo convencerán.

En aquel momento el peligris quiso hacer una rabieta como niño pequeño pero solo abulto sus labios y con frustración tiro de las mantas para alejarlas de su cuerpo, la mujer mayor sonrió ante aquel acto del joven Omega.

Luego de una reparadora ducha, se coloco el uniforme escolar, agarro su mochila de la silla de su escritorio y bajo las escaleras rumbo al comedor; espero ver allí a su fastidioso hermano pero este no estaba ni siquiera había indicios de que había desayunado en casa.

-Aquí esta su cereal con leche y sus hot cakes con fresas - sonrió la amable mujer colocando todo en la mesa.

-Gracias - se sentó - ¿Sabes en dónde esta Zico-hyung?

La mujer movió la cabeza en negación - No lo sé... ahora come que se te hará tarde.

El desayuno fue tranquilo, demasiado para su gusto pues está acostumbrado a hacerlo junto a su familia, algunas veces se unía Top y cuando los dos mayores no estaban ya sea porque salieron temprano o estaban de viaje, él siempre, hasta ahora claro, desayunaba con Zico quien aprovechaba para molestarlo más de la cuenta gracias a la ausencia de su padre.

Aunque el desayuno estaba increíble no lo llego a terminar y se sintió mal al ver la decepción en los ojos de Lia cuando se disponía a recoger los platos. Le agradeció y se levanto de la mesa tomando consigo su mochila, camino raudamente hasta la entrada en donde suponía encontraría a LooYin esperándolo en el auto pero no fue así.

-Zico-hyung - frunció el ceño al ver el auto azul eléctrico de su hermano.

La ventana polarizada bajo dejando ver el rostro sonriente del Alfa - Hey enano estas de suerte, hoy te llevaré a la escuela.

-¿Dónde esta LooYin-hyung? - se cruzo de brazos.

-Aquí en mi bolsillo - el peligris rodó los ojos - Tiene otra cosa que hacer así que yo te llevaré ¡Sube de una vez!

Taehyung miraba fijamente a su hermano mayor quien le devolvía la mirada, si hubiese tenido mas tiempo ambos permanecerían en su batalla de no pestañear pero se hacia tarde así que con un resoplido nada delicado el menor se adentro en los asientos traseros del automóvil.





El viaje transcurría tranquilo, el mayor había encendido la radio sorprendentemente a un volumen considerable.

-¿A qué te referías con lo que dijiste anoche? - se atrevió a preguntar.

-¿De qué hablas?

El peligris se inclino hacia los asientos de adelante - Ayer me dijiste que gracias a ti papá no mataría a Jungkook ¿A qué te referías exactamente?

El mayor con la mirada en la autopista freno ante la luz roja girando para ver a su hermano - No sé de que hablas, yo no he dicho eso o algo similar.

Taehyung abrió los ojos y la boca por la impresión - ¡Si lo hiciste! - el mayor se encogió de hombros - No te hagas el tonto, ayer me lo dijiste.

-Creo tu aspecto no es lo único que esta hecho mierda - comenzó a reír por el rostro de indignación del menor - Ahora cállate y siéntate bien.

Taehyung resoplo molesto cruzando los brazos y sentándose correctamente - Imbécil - murmuró.

-Compórtate - ambos se miraron por el retrovisor hasta que el auto arrancó nuevamente.


















Al llegar a la escuela el estómago de Taehyung dio un vuelco al verlo allí parado en la entrada junto a los otros chicos, y sabia que su encuentro seria incómodo pues desde su "pelea" de anoche no se habían hablado.

-Ya bájate.

El menor le saco la lengua y con las pulsaciones a mil abrió la puerta cruzando miradas con el pelirosa Omega quien desvió la mirada - ¿Vendrás a recogerme? - le pregunto a su hermano.

-¿Me crees tu niñera? LooYin vendrá - el peligris asintió y a paso lento se acercaba al grupo de chicos - ¡Yoongi, ven! - grito el mayor llamando la atención de los demás.

Taehyung estaba frente al pelirosa quien miraba la pantalla de su móvil como si no supiera que el peligris estaba a menos de un metro de distancia.

-Jimin - su voz suave como si tuviera miedo a decir algo equivocado.

El pelirosa se tenso y lo miro - ¿Qué?

Taehyung se mordió el labio inferior - Yo uhm yo lo... - el pelirosa alzo una mano frente a su rostro.

-No digas nada ¿Ok? no es el lugar - el peligris asintió - Tengo una reputación y no me pueden ver llorar como niño pequeño - ambos sonrieron sin mostrar los dientes - Hablaremos en tu casa y espero encontrar helado y galletas.

-No te preocupes los habrá y mucho te lo aseguro.

Yoongi se acerco a ambos Omegas - Vayamos a clases - el pelirosa se colgó de su brazo derecho mientras que el peligris se posiciono a su lado izquierdo.



























La mañana paso tranquilo, el Omega agradeció el no cruzarse con Jungkook algo que también lo puso triste pues pensó que el pelinegro lo estaría esperando en las escaleras pero no fue así. El timbre del almuerzo comenzó a sonar y el bullicio de sillas sobre el piso se escuchaba en todo el salón de clase. Ambos Omegas caminaban rumbo a la cafetería junto a Yoongi y Hwan pues los otros chicos se habían adelantado.

-Taehyung - el peligris se tenso y en cámara lenta giro para toparse con eso hermosos ojos negros.

Se miraron por unos segundos hasta que el pelinegro se acerco al peligris tomándolo de la muñeca para llevarlo consigo.

-¡Oye que crees que estas haciendo! - el pelirosa dio un paso hacia adelante pero fue detenido por el brazo de su Alfa - ¿Yoongi?

-Cálmate - aunque la voz no era en tono agresivo o de mandó, el Omega sabia que era una orden.

Jungkook quien había detenido su andar ante el grito del pelirosa al ver la acción de Yoongi prosiguió con su camino llevando casi a rastras al peligris quien por ratos forcejeaba sutilmente.

-Me debes una explicación, Min Yoongi - se cruzo de brazos mirando al Alfa.

Hwan quien estaba al lado de la parejita reprimió la sonrisa burlona que amenazaba con salir.

Yoongi le lanzo una mirada al otro Alfa quien miro a otro lado y luego centro su atención en su enfurruñado Omega - Todas las que quieras, Park Jimin.

El pelirosa alzo una ceja - ¿Y bien?

-Primero vayamos a almorzar que hoy hay brochetas de cordero.

El menor resoplo - ¡Bien! - señalo al rubio con su pequeño dedo - Pero no te salvaras de explicarme con lujo de detalle que demonios pasa y porque me ladras cual perro - se giro comenzando a caminar rumbo a la cafetería.
























Jungkook llevo a Taehyung hasta la azotea, cerro la puerta detrás de ellos y allí mismo abrazo con fuerza el cuerpo del menor hundiendo su rostro en el cuello del menor quien por inercia hizo lo mismo, ambos deleitándose del aroma del otro.

Estuvieron así por un minuto quizás dos hasta que el Omega recordó que no debía, lo alejo de un fuerte empujón, lo que sus fuerzas le permitieron, mirando con ojos abiertos al pelinegro quien parecía herido por aquel acto.

-Tae - se quiso acercar pero el peligris puso su mano frente a él.

-No.. no puedes hacer esto ... nosotros no somos.. ya no estamos - las palabras no podían salir de sus labios - Terminamos - apretó los labios formando una fina linea como si lo que acababa de decir fuera un pecado.

-No digas eso - se acerco hasta chocar la palma de la mano extendida de Taehyung con su pecho - Se que sientes mi corazón latir y lo hace de esta manera solo por ti - los ojos del peligris estaban brillosos por el llanto que amenazaba por ser parte del momento - Y se muy bien que tu corazón late tan fuerte como el mío - con cuidado retiro la mano de su pecho entrelazando sus dedos - Eres mi Omega y yo soy tu Alfa... y solo la muerte podrá separarnos.

Las cálidas lágrimas rodaron por sus mejillas y la inminente necesidad de tener muy cerca a su Alfa lo inundo, se abrazo al torso de Jungkook quien comenzó a acariciar su espalda de forma tierna de arriba a abajo.

Estuvieron abrazados transmitiendose calor por unos largos minutos hasta que el Omega dejo de llorar pues se sentía seguro en los brazos del Alfa, su Alfa.

La puerta de la azote fue abierta de improviso lo cual sobresalto al peligris quien se aferro al cuerpo del otro - Yoongi, me mando por Taehyung - aquella voz conocida por el Omega lo hizo girar aún en los brazos del pelinegro viendo allí de pie a Paniel.

-De acuerdo - aquellas palabras del pelinegro hicieron girar a Taehyung para nuevamente quedar cara a cara - Te prometo que pronto todo se solucionará - algo dentro del peligris le decía que solo eran palabras vacías sin sentido pero otra parte le decía que creyera con todas sus fuerzas en aquella promesa.

-De acuerdo - susurro.

Jungkook acunó el rostro del peligris con sus dos manos - Te amo, Taehyung - se acerco dándole así un suave beso lleno de amor - al separarse del beso el pelinegro retrocedió unos dos pasos mirando con una pequeña sonrisa al peligris quien se relamió los labios para girar y caminar hacia Paniel quien mantenía la puerta abierta.
































-Padre - ingresaba el rubio Alfa a la oficina de su padre, en el edificio de la constructora que les pertenecía, sentándose frente al escritorio - Seunghyun - saludo al hombre sentado a su lado.

-Jiho - lo saludo de la misma manera.

-Espero que traigas buenas noticias para entrar a mi oficina de esa manera - se recostó en su silla de cuero.

-Excelentes diría yo - sonrió con arrogancia - Todo esta listo y en menos tiempo del que pensábamos.

-No esperaba menos de mi hijo.

-Ya era hora de que hicieras algo bien - se burlo el pelinegro.

-Siempre lo hago - chasqueo la lengua, para luego mirar a su padre - ¿A quién vas a llamar?

El hombre imponente sentado al otro lado del escritorio sonrió con malicia - ¿Qué no es obvio? A nuestros invitados de mañana.


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