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Aquella mañana del lunes nuestro dulce Omega peligris se sentía tan destrozado por dentro que a penas pudo levantarse, se sentía como si estuviese cargando pesas de cincuenta kilos sobre sus hombros.

Se deslizó arrastrando los pies hasta llegar a su baño privado en donde se lavo la cara con agua fría tal y cual salía del grifo, evitando a toda costa mirarse en el espejo pues él sabía que se encontraba del asco, figurativamente, y no quería comprobarlo a través del cristal. Se pasó el peine desenredando un poco su cabello sin importarle jalarlo en el proceso y con el mismo paso apesadumbrado se dirigió nuevamente a su cama para hacerce bolita entre sus sábanas mirando fijamente la pared a su izquierda.

Una hora más tarde su puerta fue tocada por Lia quién se adentro para poder despertarlo, dándose con la sorpresa de que el menor estaba ya despierto.

-¿Oh? Buen día joven Tae - su voz tranquila y amable.

El peligris giró para mirar a la mujer quien trato a toda costa ocultar su preocupación al ver el abatido semblante del menor, quién desvío la mirada - Lia, hoy no pienso ir a la escuela - se volvió a girar a su posición inicial.

-Entiendo - dudo por un momento pero al final acercó su mano a la sedosa cabellera gris dándole leves caricias - Le avisaré a tu hermano y en un rato más te traeré algo de desayuno.

El menor no respondió y solo se removió un poco, acto que hizo a la mujer mayor detener sus caricias y quitar su mano para proceder a irse.

La mente de Taehyung vagaba de un lado a otro pero siempre regresando al rostro de su Alfa.

Mentiría descaradamente si no aceptaba que aquel sábado en el que lo vio parado allí en su entrada con el rostro lleno de preocupación y culpa adornado por ojeras que lograban brindarle un semblante lánguido, no removió todo su interior e hizo a su lobo interno chillar de tristeza. Por un momento quiso abrir la puerta que estaba a su lado para poder bajar del automóvil y correr a los brazos de Jungkook, restregar su rostro en el cuello de este para llenarse de su aroma y olvidarse de cualquier preocupación, mandando toda a la mismísima mierda pero no, él no podía hacer aquello porque en su mente estaba el hecho de que si hablaba de la extorsión de la que estaba siendo víctima por parte de un miembro de Seven Stars traería consigo la intervención de todo el grupo y con ello muerte, y él no podía hacerle eso a todos aquellos que consideraba familia.

Prefería ser el único que sufriera, llamenlo mártir si quieren pero en su mente era lo correcto, lo que si estaba detestando era que no solo él sufría sino también su Alfa ya que lo podía sentir a través del lazo que los unía. Toda esa ira, preocupación, culpabilidad y tristeza lo abrumaba demasiado y lo hacia sentir mucho más miserable lo cual lo irritaba pues sabia que Jungkook también podía sentirlo a través de su vínculo de unión. 

Si bien los Omegas tenían una marca en el cuello, unión del cuello con el hombro o nuca que los distinguía como emparejados con un Alfa y los unía de por vida a ellos o hasta que un Alfa más fuerte o su pareja destinada aparecía y los reclamará por encima del otro; es más que solo una cicatriz, es algo muy íntimo que los une en cuerpo y alma, siendo ambas de igual importancia. Pero para los Alfas, quienes no tienen alguna marca de emparejamiento perceptible al ojo humano consigo, es mucho más fuerte la unión interna, la del alma de ambos lobos; es algo tan arraigado dentro de su cuerpo que logra despertar el instinto de morir protegiendo a sus parejas; claro hay Alfas que simplemente nacen con el interior "podrido"  incapaces de amar a alguien pero ello es parte de la vida, no todo puede ser perfecto.

Se dice que cuando un Omega pierde a su Alfa en especial si es su destinado, es tan grande el dolor que la diosa luna, por ser sus hijos predilectos, les permite unirse en la eternidad con sus compañeros si es que así lo desean realmente; pero cuando se trata de un Alfa y al ser estos más fuertes, la diosa como castigo por aquellos que no valoran el regalo que son los Omegas, los deja vivir por muchos años añorando a sus compañeros, con un vació enorme en su interior y todo aquello con el fin de que en su próxima vida valoren más a su otra mitad.

Alrededor de una media hora después, Lia regreso con el desayuno del peligris y luego de insistirle que debía comer al menos un poco, el menor se sentó en su cama acomodando la mesita de madera en su regazo, tan solo pudo comer media rebanada de tostada con queso crema, un vaso de leche y dos cucharadas de fruta picada. La mujer le sonrió con cariño, ella quería llamar al señor Kim y decirle sobre lo mal que estaba el menor pero este le había hecho prometer que no diría nada ya que seria él quien le hablaría en persona con su padre.

-Vendré dentro de un rato ¿De acuerdo? - el peligris asintió con pesadez volviendo a acomodarse en su cómoda cama.

-Oye depresivo - el menor soltó un ligero resoplido ignorando la presencia del mayor.

-Yo me retiraré.

-No me ignores, idiota - solo logro que el pequeño capullo de mantas se removiera un poco más como si tratará de esconderse - Bueno no me mires pero no evitaras que hable - se sentó al lado del menor - Solo porque soy comprensivo no te obligaré a ir a la escuela además con esa maldita nube negra que te cargas le joderás el día a los demás.

-El hermano del año - ironizó aun envuelto en sus sabanas.

-Si lo sé, soy genial - soltó una risilla de superioridad - En fin solo venía a decirte que papá llegará a casa por la tarde y aunque me gustaría quedarme para ver como todo explota cuando te vea y quiera matar a mi cuñadito, tengo trabajo que hacer.

El peligris se quito las sabanas del rostro girando para ver a su hermano mayor - Papá no le hará nada a Jungkook... yo...yo soy el único culpable.

Zico lo miró fijamente - Estas del asco - el peligris frunció el ceño volviéndose a girar y taparse nuevamente - ¿Por qué dices que eres el culpable?

Taehyung se encogió en su sitio - Quiero dormir, hyung ya vete.

El rubio resopló - Eres tan tonto - se paró de la cama comenzando a caminar pero antes de salir se quedó parado en el marco de la puerta - Creerse el héroe y no pedir ayuda cuando sabes que la necesitas no es un acto de valentía, es completa estupidez.

Luego de decir aquella frase cerro la puerta con fuerza dejando a un pensativo peligris quien no pudo retener sus lágrimas.





























Jungkook estaba corriendo por toda la pista de atletismo pues era turno de su clase de deportes, cuando de pronto sintió un fuerte tirón en su pecho que lo hizo detenerse de golpe colocando su mano sobre su polo blanco arrugandolo bajo su tacto.

-Jeon ¿Se encuentra bien? - el profesor se acercó al pelinegro quien tenía la cabeza gacha.

El pelinegro con dificultad alzo la mirada - Yo... me duele - pudo articular con algo de dificultad.

El profesor de deportes lo miro con ojos abiertos colocando una mano sobre su hombro - Vamos siéntate un rato y descansa - lo llevo a una banca cercana ayudándolo a sentarse - Toma - le extendió un pañuelo por lo cual el menor parecía sorprendido - Es de verdaderos hombres llorar.

Fue luego de las palabras de su profesor que se percató que efectivamente se encontraba llorando pero ¿Cuando comenzó a llorar? - Gracias - tomo el pañuelo para proceder a limpiarse las lágrimas que salían sin esfuerzo.

-Bien, entonces descansa - el hombre mayor se alejo de su lado para seguir con su clase.

El pelinegro se limpiaba las lágrimas con la cabeza agachada pues era consciente que sus compañeros de clases y algunos alumnos que pasaban por allí lo observaban por suerte no emitía ningún sonido lastimero; el dolor en su pecho era intenso dándose cuenta así que no solo era el de él sino también el de su Omega, que de seguro se encontraba llorando en ese preciso momento y eso era una completa mierda pues el deseo de querer hundirse en un gran abrazo protector para transmitirle todo el amor, que tardo en darse cuenta, tenía por el peligris.

-Mierda - murmuro cerrando los ojos tratando de concentrarse - Tranquilo amor - susurro como si el peligris estuviese a su lado y dejando de lado todas las otras emociones que lo embargaban quería, no, anhelaba transmitirle a través de su lazo el amor que sentía.
















Luego de unos cuantos minutos las lágrimas dejaron de salir de sus oscuros ojos, pero el sentimiento pesado en su pecho continuaba como si se tratara de una espina que se incrustaba a cada latido. Aprovecho el pase libre de descanso que el profesor le dió y no se unió al resto de su clase hasta que la hora terminó y todos regresaron a su respectiva aula.

Jisung se le había acercado antes de que el profesor de filosofía ingresará al aula, para preguntarle por como se  sentía a lo que el pelinegro le dijo que no se preocupara regalandole una tenue sonrisa.

A la hora del almuerzo, el pequeño Beta se posicionó a su lado para poder ir a la cafetería juntos pero esta vez el pelinegro negó pues la verdad no le veía motivo el ir a almorzar ya que apetito no tenía y además no estaría el peligris a su lado.

Camino por los pasillo de la escuela hasta llegar a la sala de profesores en donde tocó dos veces la puerta hasta que está fue abierta por un hombre calvo que lo dejo pasar.

-Cariño no te esperaba - le regaló una maternal sonrisa.

El pelinegro le correspondió el gentil gesto - Pensé que sería agradable almorzar juntos.

La mujer alzó una ceja - ¿Aún no arreglas el problema con Taehyung?

El menor hizo un gesto con los labios - Taehyung no ha venido hoy a la escuela.

La mujer soltó un ligero suspiro parándose de su silla - Muy bien mi apuesto hijo, almorzaremos juntos y así me comentas ¿Qué sucedió en la clase de deportes?

El pelinegro miro a su madre con incredulidad y vergüenza - ¿Cómo es que sabes sobre eso?

La mujer lo miro con cara de obviedad - Hijo, soy profesora aquí y tú profesor, el señor Yien, me conoce.

-No es nada solo me sentí un poco mal... Debe ser el cansancio.

-Si, Jeon Jungkook cansancio - el menor alzó los hombros restándole importancia - Vayamos a almorzar antes de que se termine tu hora.











































El peligris luego de llorar por un rato se quedó dormido, pero su pacífico estado fue interrumpido por el sonido de su teléfono móvil. Con pesadez estiró su mano para tomarlo de la mesa de noche notando en la pantalla el nombre de quién lo llamaba con insistencia.

Trato de aclarar su garganta antes de contestar para que no se notará el hecho de que recién despertaba -Hola.

-¿Por qué no has ido a la escuela? - sus ojos se ampliaron ¿Cómo es que se había enterado? - ¿Te sientes mal, lobito? Si es así ahora mismo llamo a  Park para que te revise.

-No es necesario que llames al doctor Park ... me encuentro bien así que no te preocupes, papito.

El hombre al otro lado de la línea soltó un resoplido para nada convencido - Entonces ¿Por qué no has ido a la escuela?

-Solo me dió flojera - soltó una pequeña risa rogando a todo lo rogable de que sonara verídica.

Se escuchaba como en la otra línea alguien más hablaba sobre que tenían que salir - Diablos debo colgar pero cuando regrese a casa tú y yo hablaremos.

Taehyung trago el nudo que tenía en su garganta - No hay problema papi, cuídate mucho y saluda a tía Chae.

-Si si - un resoplido de fastidio - Cuídate mi lobito gris, nos vemos más tarde.

Al finalizar la llamada el peligris se mordió el labio inferior en preocupación porque no sabía que le inventaría a su padre con respecto a su lamentable estado pues era más que obvio que el hombre se daría cuenta, por dios su rostro era prácticamente el de un zombi, bueno quizás exageraba pero si se veía mal.

En medio de sus lamentos su teléfono sonó con el peculiar pitido de mensaje por lo cual miro de quien se trataba e inmediatamente frunció el ceño pero antes de que si quiera poder abrir la aplicación para escribir una respuesta, una llamada ingresó y con un suspiro contestó.

-¿Hola? - su voz neutra aunque en el fondo quería gritar.

-Hey TaeTae - la alegre voz del otro lado de la línea le dió un mal presentimiento - ¿Cómo estás?

-Bien supongo - apretó sus labios en una sola línea.

-¿Cómo que supones?

-Bueno he estado mejor pero supongo que ya pasará - en su interior sabía que era una gran mentira - ¿A qué debo la llamada?

-Pues hemos abierto un nuevo restaurante así que pensé ¿Por qué no invitar al lindo TaeTae? Por eso te llamaba además con eso de que no estás muy convencido de estar bien ... Te garantizo que venir y comer algo rico junto a mi grandiosa compañía harán que tu humor mejore ¿No me digas que ya has almorzado? Oh es cierto ¿Estás en la escuela ahora?

-No, hoy no he ido a la escuela.

-¡Eso es genial! ¿Entonces a qué hora nos vemos?

Por un momento se le cruzo la idea de negarse pero entonces recordó que no debía hacerlo - En unas dos horas más o menos.

-¿Paso por ti o vendrás por tu cuenta?

-Yo iré, solo pásame la dirección por mensaje.

-Esta bien te la enviaré, nos vemos en un rato TaeTae

-De acuerdo Hoseok.

Cortando la llamada se recostó con pesar sobre su cama queriendo gritar y patalear como niño pequeño en un berrinche pero se aguanto las ganas apretando los dientes con fuerza y respirando con entrecortadamente.





















































Jungkook había salido temprano de la escuela puesto que el profesor premió con salir media hora antes a los cinco primeros alumnos que resolvieran el ejercicio de química que escribió en el pizarrón, y entre los afortunados se encontraba el pelinegro y todo gracias al precioso e inteligente peligris que le había enseñado sobre aquello.

Ingreso a la trastienda y se encontró con BamBam y Lalisa quienes lo miraron como si se tratara de una aparición.

-Hola - saludo sin ganas.

-Hola Jungkook - la voz del Omega era tranquila, gentil - Uhm se que esto quizás no arregle nada pero realmente estoy apenado con todo lo sucedido.

-¿Y tú por qué lo estarías? - camino hacia los lockers pasando de lado a los dos Omegas en especial a la rubia quien se mantenía detrás de su primo.

-Bueno si, tienes razón pero ella es mi prima después de todo.

Jungkook soltó un suspiro cansado con toda la situación - Ya si bueno no tienes porque pedirme disculpas, lo que pasó no se puede borrar.

BamBam se mordió el labio inferior mirando el rostro del pelinegro y luego giró para ver con disgusto a su prima - Oye ¿No sé supone que debías decir algo?

-Ahm si - se paró al lado de su primo y miro con ojos llenos de vergüenza al pelinegro quien tenía una mirada vacía - Yo uhm enserio lo lamento tanto Jungkook ... No sé que me pasó bueno si pero no quise comportarme como una estúpida obsesionado pero es que me deje influenciar por malos consejos y bueno pasó lo que pasó - se inclinó en unos noventa grados perfectos - ¡Perdóname!

Jungkook frunció las cejas para luego soltar un resoplido - Solo mantente alejada de mi Omega y de mí, con eso estamos bien.

La Omega rubia puso ojitos de tristeza y puchereo - Lo entiendo, si quieres me puedo disculpar con él también y decirle que tod...

-No, ya hiciste suficiente Lalisa - la rubia se encogió en su lugar - Si eso es todo me voy a cambiar.

-Nuevamente Jungkook lamento lo sucedido y no te preocupes yo me ocuparé que esta tonta no vuelva a meter la pata - agarró por el brazo a la rubia para llevársela - Te dije que esa chica no era buena amiga y vas tú a hacerle caso con sus malditos consejos.

-Ya Bambie se que estuvo mal - murmuraba bajito mientras ambos se iban hacia la tienda.

El pelinegro estaba aún parado frente a su locker, cuando sintió su móvil vibrar en su bolsillo sacándolo vio quien lo llamaba y contestó pues era uno de sus mejores amigos.

-Hola Kook ¿Cómo estas?

-He estado mejor ¿Qué necesitas, Jae?

-Pero que genio el tuyo - el pelinegro rodó los ojos - Como sea, llamaba para decirte que eres un mal amigo hace siglos que no salimos por ahí como antes, inclusive llame al tonto de Yug y me dijo que estaba ocupado ¿Puedes creerlo?

-Supongo que realmente estaba ocupado.

-¿Quién estaba ocupado? - ingresaba a la trastienda.

-Pues tú - el nombrado hizo un gesto extraño - Estoy hablando con Jaehyun y dice que tú le dijiste que no podías salir porque estabas ocupado.

-Ah eso, se lo dije porque realmente no quería salir con él.

-¡Ponme en alta voz! - el pelinegro rodó los ojos y así lo hizo - Te he escuchado, ¡mal amigo!

-Esa era la intención - comenzó a carcajearse.

-Oigan ya enserio chicos hay que reunirnos y salir a algún lado juntos hace mucho que no salimos en gru... - se quedó callado algo que llamó la atención de los otros dos que lo escuchaban.

-Hey Jae ¿Qué te pasó?

-Por un momento pensé que me habían mentido o incluso pensé que era Jungkook el que estaba detrás del bonito, pero ya veo que no... aunque sigo pensando que conmigo se vería mucho mejor.

Jungkook automáticamente frunció el ceño - ¿De qué estás hablando? - no recibió respuesta -  ¡Jaehyun!

-De Taehyung... Por dios que mal genio que te traes.

Yugyeom miro el rostro desencajado de su mejor amigo quien parecía estar en shock - ¿Estás seguro? No te estarás confundiendo de persona por tú eres un tarado Jae - trato de bromear para aligerar el ambiente.

-Claro que no me equivoco, osea que probabilidades hay de que existan dos chicos como Taehyung y si fuera así que me presenten al otro - comenzó a reír.

El lobo del pelinegro estaba alerta ante la mención de su pareja - ¿En dónde lo estás viendo? - escupió con fastidio.

-En un restaurante y está con un tipo de cabello rojo ¿Por qué?

Yugyeom se alarmó al ver como los ojos del pelinegro parecían llenarse de ira - Kook, amigo cálmate - quiso acercarse pero el gruñido que emitió logro que se retractara.

-¡Dime en dónde exactamente se encuentra! - gruñó en el teléfono.

























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