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~28~

Solo quería decirles que los quiero mucho.

El pelinegro Alfa se encontraba sentado en su cama con su computador portátil en las piernas terminando de finalizar un trabajo para su clase de literatura, por suerte parte del trabajo lo había realizado su precioso Omega.

El pelinegro hubiese preferido pasar su tarde del domingo junto al peligris pero este le había dicho que no, entonces se le ocurrió "Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña", en otras palabras él iría a la casa del peligris pero no lo hizo debido a que Tae le había comentado que aprovecharia el domingo para ir a visitar a su madre pues no lo hacía hace ya unas cuantas semanas. Por más que Jungkook se sintiera mucho más cómodo con la familia de Taehyung, aún así sentía que no debía interferir con su presencia en algo tan íntimo como la visita a la tumba de la madre de su Omega, al menos todavía no era tiempo.

Pero de lo que si estaba seguro es que ya era tiempo de decirle a sus padres sobre su emparejamiento con el peligris; realmente no sabía cómo reaccionarian sus padres ante la noticia. Porque sí, eran alegres y comprensivos pero también eran firmes y disciplinados. Lo bueno es que estaba muy seguro que luego del shock inicial, ellos comprenderían y les brindarían apoyo.

Jungkook pensaba que entre más pronto mejor así que por su loca cabeza paso la idea de decircelos aquel domingo, pero al parecer la diosa luna no lo quería así ya que no solo el peligris no estaría sino también su padre quien ahora tenía un nuevo horario de trabajo y lamentablemente le tocó aquel domingo y el próximo también por lo que le comento su madre.

Así que sus planes se habían traspasado para el subsiguiente domingo en el que sí o sí daría la noticia junto a su Omega, a sus progenitores.

-¡Kookie hijo, a almorzar! - se escuchó el grito de su madre desde el primer piso.

-¡Ya voy, ma! - de igual manera le respondió, así que cerró su portátil bajando de la cama para ponerse unos zapatos cómodos.

Los pelinegros estaban sentados en la pequeña mesa que tenían en la cocina puesto que no veían necesario almorzar en el comedor si solo eran dos personas. Para suerte de Jungkook su madre había preparado Gamjatang junto a arroz blanco, uno de las combinaciones que más le gustaba.

-Me hubiese gusta que Tae viniera hoy a almorzar con nosotros - hizo un pequeño puchero.

-A mí también - tomo su bebida - Pero tenía asuntos familiares.

La mujer asintió - Eso me recuerda algo - sonrió a su hijo.

-¿A qué te refieres? - alzó una ceja.

-Bueno - alargó la última letra - Una vez te dije que sería bueno conocer a la familia de Tae - el pelinegro miraba atentamente a su madre - Creo que ahora que ya han confirmado su noviazgo... Sería lindo conocer a su padre y a su hermano... aunque a él ya lo conozco pero me refiero a que algo más bonito todos los Jeon y Kim juntos cenando, talvez - se encogió de hombros.

Jungkook miro hacia otro lado cuando su madre mencionó "todos los Kim", pues si se hablaba de todos los Kim tendrían un problema ya que eso incluiría a los tíos y primos de Tae que vivían lejos de Busan, además de que si mal no había entendió al jefe Kim se consideraba familia a todos los integrantes de Double Dragón.

-¡Jungkook!

-¿Qué? - regreso su mirada a la mujer pelinegra.

-Hijo, te perdiste mirando a la nada - frunció un poco el ceño - Cariño, no te sientas presionado ¿De acuerdo?... Solo sería una cena inofensiva para socializar con los padres de tu precioso novio que por cierto me agrada muchísimo - sonrió en grande.

El pelinegro le regaló una pequeña sonrisa - Tienes razón - la mujer abrió los ojos sorprendida - Lo hablaré con Tae para acordar un día en que su padre y Zico-hyung estén libres al igual que papá y tú.

La mujer mayor sonrió emocionada aplaudiendo con entusiasmo siendo observada con cariño por su único hijo.















Después del almuerzo del domingo junto a su madre el día lunes llegó al instante o al menos así lo sintió el pelinegro.

Estaba en su habitual posición esperando por su lindo Omega quien el día anterior parecía algo decaído cuando hablaron por móvil, quizás se sentía así por la visita a la tumba de su madre. Sus ojos no se despegaban de las escaleras pues su lobo estaba algo inquieto por ver aquella reluciente cabellera gris, esos ojos que contenían el universo en un color celeste con toques grises siendo alojados en el rostro más hermoso que en su corta vida había presenciado.

Su corazón se saltó un latido por más extraño que parezca cuando vio a Taehyung subir por las escaleras, al mismo momento que conectaron miradas,ambos se sentían la imperiosa necesidad de abrazarce y así lo hicieron pues el pelinegro abrió los brazos de lado a lado, lo cual fue suficiente invitación para que el peligris casi corriera para corresponderle de manera cariñosa.

-Se que solo fue un día que no nos hemos visto pero no quiero soltarte.

El peligris con el rostro escondido en el cuello del Alfa soltó una pequeña risilla - Yo tampoco quiero soltarte - salió de su escondite aún manteniendo el abrazo que les transmito un reconfortante calor.

Los ojos negros cual universo miraban los otros buscando rastros de tristeza - ¿Por qué estás triste? - el peligris se mordió el labio inferior - No trates de negarmelo, sé muy bien que algo te sucede - el peligris miro al piso pero su mentón fue tomado con delicadeza por el Alfa quién alzó su rostro para conectar miradas nuevamente - ¿Es por la visita a tu mamá?

-Si - su voz suave cual susurro bajando la mirada nuevamente.

El pelinegro no dudó en abrazarlo pegándole más a su pecho - Yo estoy contigo, bonito - le acarició el cabello - Si tú estás triste yo te acompañaré en tu tristeza pero me aseguraré de brindarte felicidad.

El Omega no podía disfrutar de la total comodidad y paz que le otorgaban aquellos brazos, el latir del corazón ajeno al compás del propio y sobre todo el delicioso aroma a café que se adentraba en todo su ser; pues le estaba mintiendo a su Alfa, aquel que solo quería mimarlo, le estaba diciendo una verdad a medias ya que su tristeza no era solo por ir a ver a su madre, porque si debía admitir que la visita lo dejo sentimental; pero en este momento su mayor temor era el tener que separarse de su Alfa por el maldito capricho de un tercero.

-Oigan chicos - la pareja abrazada se separó ligeramente para ver al dueño de aquella dulce voz - Está muy bonito y todo pero ya va a sonar el timbre.

-Mi Minie tiene razón - la grave voz de Yoongi quién estaba al lado del pelirosa - Además están dando un meloso espectáculo para todos los imbéciles de este pasillo - miro amenazante a algunos chicos, los cuales comenzaron a caminar mirando a otros lados.

-Eso no importa - chillo el pelirosa - Los envidiosos que miren si eso les hace feliz - hizo un extraño ademán con la mano.

-Ellos tiene razón, Kookie - se separó del brazo compartido con su Alfa - ¿Hoy almuerzas conmigo verdad?

-Claro que si - le acomodó un mechón de cabello.

-Bueno ya que se separaron - sonreía el pelirosa - Tae, vámonos al salón de una vez que debo copiar tu tarea de historia.

-Jimin-shi ¿Otra vez? - el pelirosa asintió.

-Yoonie tiene la culpa - le dió un golpe en el hombro al Alfa rubio quién sonrió sinvergüenzamente - Ya vámonos - le dió un beso a su Alfa para salir corriendo jalando al peligris quien solo movía su mano como despedida del pelinegro.

-Oye - el pelinegro miro al rubio - Algunas personas dicen que solo los Alfas tenemos el instinto y el deber de proteger - sonrió de medio lado - Pero los Omegas tambien tienen ese instinto y aveces creo que más fuerte que el nuestro.

-¿Por qué me dices esto?

El rubio se encogió de hombros - Para qué lo tengas en cuenta... Casi todos los Omegas que he conocido dentro del grupo son así... La madre de Tae, mi madre, el padre de Jimin y hasta el mismo Jimin.... lo malo es que ellos son tan extremistas que no les importa dañarse a si mismos - el pelinegro alzó una ceja - Y no solo hablo de manera física como lo haría un Alfa - miro su móvil - Me largo porque debo copiar mi tarea de Hwan... Nos vemos en el almuerzo JuanCo.

El pelinegro bufó y medio sonrió pues se había acostumbrado a las burlas del rubio - Nos vemos Yoongi-hyung.

Cómo se lo había dicho ambos almorzaron juntos, el lobo interno del pelinegro estaba inquieto o mejor dicho preocupado por su Omega pues si bien el peligris sonreía y hablaba como si nada pasará, en el interior del Alfa sabía que algo andaba mal por lo cual trato de ser lo más mimoso que su vergüenza le permitía.

Como todos los lunes se fue a trabajar pero en su mente solo rondaban ideas para lograr que su lindo peligris pudiera sonreír de verdadera alegría.

Al llegar se encontró con Yugyeom quien sonreía de oreja a oreja - ¿Y a ti que bicho te pico?

El otro pelinegro sonrió mucho más grande - Me mordió una irritante mariquita tailandesa - le guiño un ojo.

Kook se sorprendió - ¿Qué demonios?, ¡Explícate!

Yugyeom se carcajeo de manera extraña - Solo te diré mi querido Kook - puso una mano en el hombro del nombrado - Que ya no pudo resistirse a mis encantos y ahora estamos en un estado de novios-no-novios o algo así.

-Diablos, que posima has usado con BamBam.

El pelinegro sonriente se apuntó asi mismo mientras asentía.

-¡Yugyeom, pedazo de inútil trae tu trasero aquí! - se escuchó el grito de BamBam desde la tienda.

Jungkook alzó una ceja sonriendo con burla - Así me demuestra amor.

-Ya si, lo que tú digas - abrió su locker para proceder a cambiarse.

-¡Yugyeom!

-¡Ya voy! - grito de vuelta cerrando su locker para salir de la trastienda.






Jungkook había terminado de cambiarse y de guardar sus cosas así que antes de comenzar su turno le  mando un mensaje al peligris.

-Hola Jungkookie - saludo la rubia ingresando a la trastienda.

-Hola Lalisa - guardo su móvil en su bolsillo - Voy yendo para empezar mi turno.

-Me cambiaré rápido para ir a ayudarlos - sonrió en grande abriendo su locker.





El turno de trabajo paso un tanto estresante para el pelinegro, por un lado tenía a la nueva "pareja", si es que podían llamarse así, brindándose extrañas muestras de cariño. Por otro lado estaba la rubia Omega que debí reconocer era muy persistente y a estas alturas no sabía si era algo bueno o malo; no había dejado ni un minuto de ser coqueta sonriendole o guiñándole un ojo cada vez que se encontraban en los pasillos de la pequeña tienda, por suerte no tuvieron el descanso en el mismo horario.

Al día siguiente el lobo interno del pelinegro seguía inquieto porque sentía que debía proteger a su Omega pero la pregunta era ¿De qué?

Aquel día el pelinegro observaba a su alrededor en forma protectora, algo que llamó la tensión del peligris quien le había preguntado el motivo de su actuar, a lo que el pelinegro le contesto con una sonrisa y un beso.

Los días siguientes pasaron rápido, en la tienda todo seguía igual como había empezado la semana y con respecto a Taehyung el pelinegro sentía que algo lo estaba inquietando. Se lo había preguntado pero la respuesta "Nada sucede, Kookie" no lo convencía y lo fastidiaba mucho porque el quería ser el muro en donde el Omega se apoyará, pero no haría un berrinche por eso y solo esperaría a que el peligris le contara lo que sucedía para así poder ayudarlo.

Hoy era viernes así que el pelinegro tenía que trabajar, pero por suerte mañana iría a la casa del peligris y si nada se interponia lograrían pasar el domingo juntos planeando como darían la noticia de su emparejamiento a los padres del Alfa, ya que no había podido comentarle sobre su idea de decircelos el siguiente domingo.
















Taehyung ya no sabía ni cómo se sentía puesto que en su interior tenía todo un remolino de emociones; se encontraba preocupado, triste, enojado, desesperado y muy pero muy estresado. Todo aquella semana recibía sin falta un mensaje con la foto de Jungkook, ya sea saliendo o entrando a la escuela o en la estación del tren junto a la frase "Tic Tac".

En aquellos días ya había perdido la cuenta de las veces en las que el pelinegro le había preguntado si algo pasaba y mentiría si no aceptará que estuvo a nada de decirle todo pues su lobo interno quería contarle a su Alfa para así sentir mucho más su protección. Y no solo era Jungkook, sino también su padre, su hermano, Jimin y hasta Yoongi; pero siempre buscaba evasivas para no responder o decía alguna mentira.

Se encontraba admirando las flores en su jardín cuando sintió su móvil vibrar en el bolsillo de su pantalón, con un suspiro saco el aparato para desbloquearlo mirando así el maldito mensaje de aquel infame número.

Al ver la imagen ahogo un grito de sorpresa y miedo, se paró rápidamente corriendo hasta donde sabía estaría la persona que necesitaba.

-LooYin-hyung - se acercó al hombre - Debemos irnos - sus ojos abiertos con semblante preocupado.

-¿Qué sucede joven Taehyung?

-Por favor LooYin-hyung no me hagas preguntas y vayámonos de inmediato.

El hombre mayor abrió la puerta trasera del auto para el peligris el cual se subió de inmediato, cerro la puerta y se apresuró para subir como piloto.

-¿A dónde vamos? - miro el rostro del peligris por el retrovisor.

-Al trabajo de Jungkook.

El automóvil arrancó y el peligris volvió a mirar la pantalla de su móvil en donde se podía apreciar al pelinegro Alfa ingresando a la trastienda de su trabajo, pero eso no era lo alarmante, no, aquella foto fue enviada con geolocalización más la fecha y hora; por lo cual el peligris se alarmó ya que la fecha era aquel día, la hora solo unos cuantos minutos antes de ser enviada la foto y el lugar de donde se enviaba era precisamente  la tienda de convivencia.


































El camino tardo más de lo que debería al parecer la suerte no estaba de su lado y eso lo atemorizaba, no solo tuvieron problemas con el congestionamiento vehicular habitual que de por sí era un dolor de cabeza sino que para su mala suerte se encontraron con dos accidentes vehiculares por los cuales se restringía el paso.

Cuando al fin llegó y se bajó del auto miro a todos lados pero no vio nada sospechoso o al menos eso parecia pero no se quedaría tranquilo hasta ver a su Alfa sano y salvó.

Cruzo la calle e iba a adentrarse por la puerta principal pero al mirar la hora recordó que el pelinegro estaría en break por lo cual se adentro en el pequeño callejón para ingresar por la puerta de la trastienda. Al abrir la puerta no pensó encontrarse con aquella imagen que lo dejo congelado.









El pelinegro con molestia y un poco de brusquedad aparto a la chica rubia que hace menos de un minuto se lanzó a besarlo colgándose de su cuello.

-Kookie - balbuceó la chica dirigiendo su mirada detrás del pelinegro.

El pelinegro le iba a gritar por su estúpido comportamiento pero a sus fosas nasales llegó aquel delicioso aroma familiar, el cual lo hizo girar topándose con el rostro perplejo de su Omega que sostenía la puerta como si su vida dependiera de eso.

-Taehyung - dió un paso hacia adelante - No es lo que parece.

El peligris negó con su cabeza mirando a todos los lados para luego fijar su vista en aquellos dos - ¿Acaso no se estaban besando?

-Si lo hacíamos - acotó la rubia apegándose al costado del Alfa.

-Sueltame - se alejó de la chica mirándola con enojo - Lárgate.

La rubia negó abultado sus labios y queriendo acercarse nuevamente al Alfa quien gruñó para que se alejara.

-¡Lárgate! - le ordeno usando su voz de mandó.

Ambos Omegas se encogieron por aquella voz utilizada pero la más afectada fue la rubia pues la orden llena de ira fue dirigida a ella.

La chica aguantando las lágrimas comenzó a caminar hacia la puerta que llevaba a la tienda, la cual fue abierta por Yugyeom quien no entendía lo que pasaba pero al ver el estado de Jungkook y Taehyung decidió adentrarse sacando con rapidez a Lalisa para así dejar solos a los otros dos.

Una vez estuvieron solos, el pelinegro olfateo el aroma a tristeza de su Omega por lo cual giró para verlo ya no con un semblante de ira, sino con uno lleno de preocupación y arrepentimiento.

-Tae, mi amor - dió unos cuantos pasos para estar más cerca del Omega pero se detuvo a una prudente distancia - Déjame explicarte, por favor.

Los ojos del peligris miraban con tristeza al Alfa - Yo los vi, no necesitas explicarme nada.

Jungkook negó frenéticamente - Lo que viste es solo mierda - trato de acercarse al Omega pero este retrocedió aún con la puerta en la mano - Por favor no te alejes de mi.

El peligris sabía en el fondo que todo tenía explicación que lo que vio tenía un trasfondo y que de seguro la culpable era aquella rubia que se comía con la mirada a su novio. Confiaba en que Jungkook no lo heriría de esa manera.

Las lágrimas del Omega no tardaron en salir pues sabía que aquello que presenció era una oportunidad para lo que no quería hacer.

-Yo...no... - trago el nudo en su garganta.

El lobo y el corazón del pelinegro se estrujaba de dolor al ver en ese estado a su hermoso Omega y lo peor era que todo era su maldita culpa por no tener la guardia en alto con Lalisa.

-Tae, escúchame yo...

-¡Cállate! - le gritó el peligris alzando su rostro lleno de lágrimas - Nosotros - ignorando los gimoteos de su lobo por lo que haría, inhaló fuertemente - Ter-Terminemos.

-¿Qué? - pregunto un sorprendido palinegro.

Taehyung saco fuerzas de donde no tenía -¡Hemos terminado! - sentenció tirando la puerta en la cara del otro.

Jungkook se quedó perplejo viendo fijamente la puerta de color negro en lo que su cerebro procesaba lo dicho por su Omega.

Cuando al fin se dió cuenta de la gravedad de aquellas palabras, salió corriendo de la trastienda para alcanzar al peligris pero lo único que vio fue el automóvil en donde iba su novio irse por la calle.

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