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15 ☄

"Hay cosas que quiero decirte, pero sólo te dejaré vivir. Pero si me abrazas sin lastimarme serás el primero en hacerlo."

(Cinnamon Girl, Lana Del Rey)

Seungmin sintió que su cabeza dolía y sus ojos estaban tan rojos que le dolía siquiera pestañear. Hyunjin amablemente no se despegó de él en ningún momento mientras estuvo prestándole su hombro como consuelo, mas al cabo de unos quince minutos de un incómodo abrazo se separó, le asustó la seriedad en el rostro del alfa que se mezclaba con enojo. Volvió a sentirse pequeño.

—Necesito que hables.—Le ordenó Hyunjin sin tartamudeo.—Necesito saber la verdad, Seungmin. ¿Quién eres? ¿A quién he metido a mi casa?

Seungmin no pudo sostenerle la mirada, era algo frustrante tener que estar desviándola constantemente por las lágrimas que no parecían ceder.

—No puedo hacerlo, Hyunjin.—Hipó.—Me siento tan mal, es un secreto que juré llevarme a la tumba.

—Entiendo que sea tuyo, algo personal. Pero yo te di todo, incluso mi confianza. Y ahora necesito saberlo, Seungmin. Puedo ayudarte si me dices las cosas porque para eso eres mi omega ¿No?

—¿S-siempre voy a ser tu omega?—Preguntó con a cabeza gacha. Hyunjin no respondió, simplemente se limitó a guiarlo hasta el sillón para platicar las cosas de una mejor manera. Quiso con todas sus ganas decirle que sí, expresar el revoltijo de sentimientos que tenía hacia él, pero tenía una parte de él alerta.

—¿Cuánto quieres a Nana?—Cuestionó tenteando el terreno.

—Seungmin... No me pruebes ahora, no soy yo el del secreto.—Respondió un poco desesperado.

—Pues necesito saberlo, porque era obvio desde un principio que no me embaracé yo sólo.—Dijo a la defensiva.

Hyunjin pensó que no añadiría nada positivo si le gruñía de vuelta como siempre hacía cuando quería callar a alguien. Esperó con la mirada más seria y respondió la pregunta con un simple "Es mío".

—Había un alfa en mi escuela...—Empezó con la voz baja y quebrada, como si quisiera esconderla.—Era un año mayor que yo en el curso, y era mi vecino.

El alfa sintió su interior siendo todo posesivo respecto a Seungmin de nuevo, pero reprimió la sensación pues sabía que era algo instintivo y estúpido. Asintió con una línea recta en los labios.

—Yo, uhm, yo trabajaba en el restaurante de una amiga de mi madre. Vivir en mi casa con mi padrino y sus amigos borrachos no era el ambiente más apropiado, así que solía pasar mucho tiempo en el restaurante de Jeongyeon.—Hizo una pausa para tragar su nudo, mientras observaba sus manos incapaz de hacerle frente a la atenta mirada de Hyunjin.—Y él empezó a visitarme ahí.

—¿Así que era tu novio? ¿No quiso hacerse cargo?—Hyunjin cuestionó, sin poder evitar un gruñido bajo ante la idea de otro alfa que no fuera él en la vida de Seungmin y su bebé.

—N-no Hyunjin...—Su llanto se desató nuevamente y más agresivo que las veces previas.—Tuvo una fiesta de cumpleaños, todo mundo estuvo allí. Pero a él solo parecía importarle yo.—Relató hipando mientras corría lágrimas de su cara.—Dijo que yo sería su mejor regalo de cumpleaños, pero yo le dije que no quería.

La cara de Hyunjin fue una obra artística estropeada por los colores tan opacos e indifuminables que obtuvo. Un semblante de sorpresa, enojo, y tristeza. No era el humano, pero el lobo en una cuarta parte de sí mismo quien estaba rechazando la naturaleza de lo que acababa de oír. Y lo odiaba, quería y necesitaba luchar contra aquello porque no tenía sentido que el alfa irracional que en él vivía hubiera aceptado y se hubiera encariñado con un bebé ajeno, y ahora que descubría la verdad acerca de su concepción se sentía insatisfecho e inquieto.

—Estoy sucio, Hyunjin. Sentí como mi vida se arruinaba cuando intentó marcarme, pero luché tanto que terminé inconsciente por el golpe que me dio. Cuando desperté, yo estaba solo y hacía frío, pero no tenía marca en mi cuello.—Contó abrazado a sus piernas, con las manos cubriendo sus ojos.—La tenía aquí.—Señaló a su corazón.

El pesado silencio se hizo venir después, con los lamentos del omega como fondo. Quería tanto ser abrazado por los únicos brazos que lo habían hecho sentir seguro en esas últimas semanas, pero lo único que Hyunjin hizo fue negar con su cabeza mientras sobaba sus sienes, realmente parecía como se arrepentía.

Como no dijo nada, el omega decidió continuar el hilo de la conversación.

—¿Puedes contarme algo también?—Cuestionó haciéndole levantar la cabeza. Hyunjin frunció el seño pero dio una señal para que le indicase su duda.—¿Quién es el o la omega que tenías antes? ¿Por qué, por las formas en que todos reaccionan cuando saben de nuestro trato, intuyen que tiene algo que ver con esa persona?

Hyunjin explotó, tuvo suficiente dolor de cabeza en un día.

—Eso es algo que no es de tu incumbencia, Seungmin. No necesito que me estés cuestionando como si tuvieras el derecho después de haber callado lo que me acabas de contar.—Espetó furioso. Furioso porque sus padres lo habían estado investigando, porque nadie confiaba en él para hacerse cargo de un bebé sin que pensaran que era un trauma, y furioso porque el pasado de Seungmin no le interesaba ni cambiaba nada de sus sentimientos y sus ganas de tenerlo a su lado, pero demostraba completamente lo opuesto.

—¡Porque si me quisieras no estarías actuando como un idiota! ¡Confiarías en mí! Pero no lo haces porque te doy asco ahora ¿Verdad?

—No digas esas cosas.

—¿T-tú no me quieres, cierto?

Hyunjin sentía que era una parálisis del sueño la que estaba viviendo, y que le impedía responder con un sí. Algo en él no podía hacerlo.

—Creo que debiste pensar dos veces antes de jugar conmigo de ese modo.—Reprochó llorando.—¡Me quieres cerca solo por mi bebé, dímelo y ya! Estoy seguro que de otra manera nunca hubieras puesto tus ojos en mí.

—¿Y qué esperabas? Claro que es por eso. De otra manera ni siquiera nos hubiéramos conocido.—Sus palabras salieron de manera cruel e incierta por su explosivo carácter, su corazón rompiéndose al ver la mirada de Seungmin inudarse en tiempo récord de nuevo, mientras que veía en él a alguien desecho como si fueran el reflejo de un espejo.

Seungmin corrió a su lado y cerró la puerta de un azotón, se dirigió a su cabaña donde yacían las maletas con las que había llegado, ropa y sus ahorros. Mucha de su ropa ahora estaban en la casa del alfa, pero no le importaba, si tenía que dejar atrás sus pijamas o algunas sudaderas, lo haría sin dudar. Necesitaba irse en ese instante.

Llamó un taxi y terminó de empacar las cosas esenciales en un santiamén, mientras derramaba cascadas y sentía una opresión en su pecho. Se preocupó por el bebé, su bebé que no tenía la culpa de nada, y acarició su barriga al sentirlo tan inquieto.

—Perdóname.—Le pidió hipando.—Perdóname, chiquito. Iba a deshacerme de tí como todos lo han hecho conmigo. ¡Perdóname!—Sintió un nudo apretándole la garganta.—Pero... pero por más que él o alguien pueda darte cosas que yo no... no te voy a dejar. ¿De acuerdo? Porque eres mío, perteneces conmigo nada más. Y yo te voy a cuidar de todos, bebito, nadie te va a lastimar Nana.

—Es nuestro, Seungmin.—Tan inmerso estaba en su pena que no se dio cuenta de la presencia de Hyunjin escabulléndose entre su habitación. Se sobresaltó enseguida.—¿Qué estás haciendo?

—¡Me voy! ¿No es obvio? Tú eres un maldito obsesionado que hasta se metió conmigo por el puro capricho de tener a un bebé, tienes problemas de posesividad hasta el punto en que me marcaste con tu aroma y agrediste a Allen sin razones válidas. Y cuado te pregunto acerca de tu vida, después de contarte la mía, lo único que haces es darme la espalda y demostrarme tu verdadero interés. Perdóname, Hyunjin, pero Nana merece ser recibido en un lugar donde lo amen y no solo sea la solución a un trauma.

—¡No puedes irte! ¡Ya no!

—Pues mírame hacerlo.—Le retó mientras tomaba sus maletas y salía de la habitación. Sintió los pasos de Hyunjin detrás suyo.

—No lo hagas, Seungmin. No puedes irte a esta altura.

—Dijiste que podía irme cuando quisiera, y justo ahora quiero irme.

—¡Me utilizaste!—Reclamó Hyunjin. Seungmin sin poder evitarlo volteó para dalre una bofetada.

—¡Tú me utilizaste a mí! Yo confié en tí, tanto, Hyunjin, confiaba tanto. Y aunque sabía que gran parte del motivo  por el que estuviéramos juntos era el bebé, pe-pensé que algun día me querrías por quien soy y no por lo que represento.

—¡Déjame explicarte!

—¿Me vas a contar que pasó? ¿Lo que te pregunté?

—...

—Déjame salir.—Pidió mientras bajaba las escaleras y jalaba sus maletas, abrió la puerta y decidió que caminaría el tramo de la carretera hasta encontrar al taxi que venía en camino.

Sintió una mano apresando su muñeca, y por primera vez, para su total sorpresa, sintió a un desesperado Hyunjin aferrarse a él desde la espalda. Escuchó lo que pareció un hipido, como si estuviera a punto de llorar. Cruzó sus brazos por el frente de su barriga y enterró la nariz en su cuello.

—No te vayas por favor, porque te necesito.

Jeongin estaba inmensamente feliz porque Allen se había acercado finalmente para hablar la situación que entre los tres ocurría, el alfa mayor supuso que al menor le costaba afrontar sus sentimientos, así que tomó la batuta y convocó a una reunión en la que aquel caótico trío habían arreglado sus diferencias.

Ahora, mientras veían una película en la televisión abierta, Chan se había quedado dormido sobre su regazo después de haber estado cuidando todo el día a un enfermo Allen. Era tan bueno haber vuelto a vivir los tres juntos finalmente.

Eran las diez de la noche, casi las once apróximadamente, cuando el timbre de su departamento sonó y luego unos toquidos.

—¿Pediste pizza?—Preguntó Chan somnoliento.—¿A estas horas? Yang Jeongin, si tú también te enfermas del estómago olvídate de tenerme como enfermero personal. Soy su novio no un médico.

Jeongin negó desconcertado.

—No pedí nada, Chris. Pero espérame aquí, iré a ver quién es.

Jeongin se dirigió hacia la puerta, observó por el ojo de puerta como siempre hacía antes de abrir, y su corazón se desató tan rápido al ver a Seungmin detrás de la puerta. La abrió sin dudar, y lo primero que su vista atrapó fueron las maletas a su lado y sus ojos llorosos.

—¿Seungminnie? ¿Qué te pasó, estás bien?—Sin responder, el omega se aventó a sus brazos para llorar en su hombro. Jeongin nunca negaría un abrazo a nadie que lo necesitara, aún si sentía cómo Chan tronaría sus huesos uno a uno.—¿Hyunjin te hizo algo, verdad?

—¿¡Jeongin!?—El omega se separó como un rayo al escuchar una conocida voz. El alfa susprió por lo bajo tratando de tranquilizarse, así que se puso frente  a él.—¿Qué hace él aquí?

—¡Oh! Lo siento. Pensé que estabas solo.—Le dijo Seungmin.

—¿Sólo? ¿Así que lo has visitado cuando está sólo?—Interrogó Chan entrecerrando sus ojos.

—¡No! Cálmate, Chris. Es la primera vez que viene, y mira cómo viene. Algo le pasó.

Seungmin se arrepintió al instante, pero aún así sintió que la mirada alentadora de Jeongin mirándole para que contara lo que había ocurrido, era sincera y le brindaba un buen apoyo.

—Pues habla, ni que te hubiera cortado la lengua.—Espetó Chan.

—Uhm, peleamos. Sus papás vinieron para saber qué estaba pasando y cómo nos habíamos conocido.

—Ajá...—Le alentó Jeongin mientras tomaba sus maletas para meterlo dentro. Lo sentaron sobre el sillón y la pareja tomó asiento frente a él.

—... Mandaron a alguien para investigarme.—Confesó rápido.

—¿¡Te investigaron!?—Gritaron los dos mayores. Seungmin asintió lentamente.

Chan y Jeongin, conociendo a los señores Hwang, se compartieron una mirada consternada.

—¿Y qué pasó después, Minnie?

—Encontraron cosas acerca de mí, mi pasado. Yo tuve que contarle a Hyunjin acerca de cómo me embaracé de Nana, y fue horrible. Tuve que irme porque se puso como loco cuando le pregunté por la pareja pasada que tuvo.

Chan y Jeongin volvieron a mirarse.

—Oh, no no no. ¿Le preguntaste acerca de eso? Ay, no. Ya me imagino por dónde va todo esto. Se negó a contarte y los dos descubrieron que haberse juntado sin conocer el pasado del otro fue un error.—Dijo Chan ciertamente preocupado.—Tampoco tienes a dónde ir. ¿Verdad?

Seungmin volvió a asentir.

—No te ofendas pero tienes un poco la cara de un tonto.

—¡Chris!—Lo reprendió Jeongin.

—¡Es que es la verdad! Estoy seguro que ni siquiera sabes quién es la persona que estuvo investigándote. Pude ser yo, o Jeongin, y tú no te harías ni una idea.

—¿U-ustedes?

—¡No! ¡Claro que no! Minnie, yo nunca te haría eso. Ni porque me pagaran un millón de dólares.—Prometió el alfa.

—¿Ves? No tienes ni idea, Seungmin. Debes ser más cuidadoso porque me dan ganas de golpear estúpidos que se aprovechan de tí, pero es que eres un niño. ¿Tienes dieciocho?

—Sí.

—Y estás sólo y embarazado.

—¡Chris, por favor!—Interrumpió Jeongin frustrado.

—Pero eres trabajador y perseverante. No te gustó que Hyunjin actuara de la manera en qué lo hizo, e incluso siendo el espagueti embarazado que eres, le hiciste frente.—Terminó Chan.—Así que dinos ¿Sabes qué vas a hacer? ¿Tienes idea de la persona que mandaron para investigarte?

Jeongin miró a su omega con orgullo y sorpresa, pero estaba feliz de saber que por más cabeza dura que Chan fuera, siempre sería una persona empática y listo para ayudar.

—No sé todavía. Vine aquí porque ir con Minho o Felix sería exponerme inmediatamente, son los primeros lugares donde va a buscar. Si es que quiere buscarme.

—Casi asesina a Allen porque olías a él, creéme que va a querer buscarte. Agh, este será el tercer lugar donde buscaría.

—Pero en este departamento hay dos alfas, Minnie. Si no quieres irte no te vas a ir.

—Además tenemos a Channie.—Habló una cuarta voz, era Allen que salía bañado de una habitación. Parecía haber estado escuchando la conversación por un tiempo.

Seungmin sonrió alegre al verlo, y Allen extendió sus brazos de manera protectora. Chan en su lugar paseó la lengua por el paladar, molesto levemente por su omega que percibía al embarazado como una amenaza cerca de sus alfas, pero fue capaz de contenerlo. Él no era un idiota como Hyunjin.

—Entonces mandaron a alguien para investigarte... Wow, no conozco mucho a los señores Hwang, pero sí suena a algo que harían los señores Hwang.

—Es algo que ya hicieron.—Comentó Chan pensativo. Allen y Jeongin lo miraron en advertencia.—¿Qué? Se va a enterar tarde o temprano, tiene que hablarlo con Hyunjin.

—No nos concierne a nosotros decirlo, Chris.—Replicó Jeongin.—Pero odio admitirlo, tienes razón. Tal vez por eso reaccionó tan mal, Seungmin. No justifico nada de lo que pase entre ustedes pero a este punto él tampoco debió guardarte ese secreto.

—Yo no entiendo. ¿Qué tan malo fue?

—Eso solo él lo vivió en carne propia, así que solo él podría contestar eso.—Dijo Allen acariciando su hombro.—Por ahora deberíamos enfocarnos en quién es la persona que estuvo o estaba dando tu información. ¿Alguna idea?

—Pues no... Yo nunca hablo con desconocidos. Minho, Felix, Jisung y Changbin fueron los primeros en ayudarme.

—Felix es un chismoso, pero te considera tu amigo y él se cortaría un brazo antes de perjudicar a un amigo.—Defendió Chan.—Y bueno, Minho es la persona más anti padres de Hyunjin que conozco. Jisung es su mejor amigo, nunca harían nada en su contra.

—Sí, ellos están descartados automáticamente.—Aseguró Jeongin.—Y nosotros también, obvio. Puedes contar con eso, Minnie.

—Tengo a alguien en mente... pero...

—¿Quién es?—Coreó el trío.

—¿No les parece que Yuna llegó en un tiempo... adecuado para todo esto? Coincide con las fechas desde que conocí a sus padres y...

—¿Quién es Yuna?—Preguntó Chan desconcertado.

Allen y Jeongin se observaron en arrepentimiento, mordiendo sus labios porque ahora tendrían algo más con lo que lidiar.

—Eh, Chan... tal vez olvidamos contarte que hay una nueva empleada en la cafetería.—Indicó Allen.

—¿Otra? Pero si ya hay suficiente gente ahí, Jeongin.—Le reclamó.—Es un local, no un albergue de desempleados de caridad.

—Lo sé, Chris. Es que ella vino llorando una tarde porque su vida apestaba, estábamos todos ahí y no pudimos decir que no.

—¿Pero cómo siquiera se enteró? Seungmin y Yuna no pasaban tanto tiempo juntos. ¿Le contaste alguna vez algo de tu embarazo o...?—Interrogó Allen.

—¡No! Hablé con ella solo para contarnos acerca del día o para ayudarla si tenía dudas, siempre mencionaba lo apuesto que era Hyunjin pero nada más.

—Pudo haberte seducido.—Opinó Chan.—¿Te sedujo?

—¡No! Ella es una omega también.

Incluso Seungmin sintió pena por la fatal mirada que el omega mayor le dedicó a sus alfas después de eso.

De repente, como un bloque de cubos que se derrumba, en su mente todas las memorias buenas de Jeongin se vinieron abajo con la tinta de las sospechas acerca de Yuna. Las veces en las que habían salido, su especial interés por Seungmin y su manera tan discreta de sacar las cosas. Todo era tan claro ahora que la cortina había dejado ver sus dobles intenciones. Entonces su cabeza comenzó a arder en vergüenza e ira.

—¡No puede ser!—Exclamó levantándose del sillón.—¡Yo fui el imbécil! ¡Agh!—Jeongin se dirigió a la isla de la cocina y pegó su cabeza contra la encimera lamentándose.

—¿¡De qué hablas!?—Preguntaron todos.

—Jeongin...—Lo persuadió Chan.

—Ella se hizo algo cercana a mí durante el tiempo en que estuvimos separados. Salíamos a tomar ¡Pero nada más pasaba! Ella tenía sus problemas y yo los míos, pero constantemente me preguntaba sobre Seungmin así como lo hacía de otras cosas... ¿Creen que...?

—¡Yang Jeongin, por amor de Dios!—Rugió Chan.—¿¡Qué más hizo la maldita!?

—Uhh, nada grave o que sea de importancia en realidad...—Mintió nervioso.

—¿Nada pasó?

—¡Te lo juro!

—¿Nada de nada?

—...

—Innie, sería mejor que respondas con la verdad aunque duela.—Lo animó Allen.—Habrá forma de solucionarlo.—Le prometió.

—Es que me besó. Nos besamos porque estabámos borrachos y yo no recuerdo qué le dije ese día, pero ella hizo eso para mantenerme callado. Si no hablábamos sobre el beso, tampoco sobre lo que nos dijimos ese día.—El alfa menor sintió un nudo en su garganta cuando Chan fue abrazado por Allen, éste dejando que el omega escondiera su cabeza en su cuello.—Perdónenme todos. Fui un idiota.

—Tranquilo Jeongin, por mí no te preocupes. Pudiste ser más cuidadoso pero no teníamos idea tampoco. Me pudo haber pasado lo mismo exactamente.—Hablo Seungmin por su cuenta, sabía que los asuntos de pareja... o de trío, debían resolverlo entre ellos.

—En serio lo siento, Seungmin. No tenía idea que todo esto iba a suceder... no es justificable, pero creí que sus intenciones eran buenas y yo–

—¡Ya! ¡Ustedes dos!—Señaló Chan al alfa y el omega llorones, harto de todo.—Sobre mí cadáver van a volver a verles la cara de estúpidos. De ahora en adelante vamos a hacer esto a mí manera, porque ninguna omega va a venir a manipularlos otra vez, par de cabezas de gusano. ¡Piensen! Piensen la próxima vez antes de confiar en la gente, ni que fueran trogloditas sin experiencia en relacionarse.

—Channie–

—¡Y tú, Yang Jeongin! Vuelve a besar a otro omega que no sea yo y despídete de mí. ¿Me oíste? ¡Va para tí también!—Ladró hacia Allen.—Ahora, puedes irte a dormir Seungmin. Usa nuestra habitación, ellos van a dormir en el sofá y yo te alcanzaré en un rato. No es bueno para los bebés tanto estrés.

Seungmin estaba sorprendido que los cambios de humor tan repentinos del rubio fueran soportados constantemente por sus parejas, pero al final del día él no era nadie para juzgar. Tal vez era ese carácter fuerte el que necesitaba para dejar de atraer desgracias a su vida, o al menos saber enfrentarlas.

Mientras se instalaba en la habitación, urgido por dejar de escuchar la pequeña discusión que acontecía en la sala y apenado por haberla causado, pensó en sus amigos. Deseó que Felix estuviera ahí para hornearle algunas galletas, que Minho tocara su barriga emocionado mientras soltaba sus feromonas para crear un ambiente cómodo y que comentaran los rumores de sus trabajos. Incluso deseaba que Changbin y Jisung estuvieran ahí para molestar a Hyunjin, mientras éste soportaba cada comentario y respondía con un gruñido. Pensó en lo querido que debió sentirse su gusanito en todo este tiempo, y se alegró.

Pero pensó mucho más en Hyunjin, porque aún si estaban peleados, aún si el alfa se había equivocado más, o si era él el de la culpa entera, nada borraba el hecho de que su corazón necesitaba ser sostenido por Hyunjin durante las noches. Todo lo que necesitaba era a él y a su hijo por el resto de su vida.

Al día siguiente, Minho y Felix habían llegado temprano por la mañana para averiguar qué estaba pasando en el departamento del trío.

Se habían enterado de la discusión por una llamada que Changbin recibió a las cuatro de la mañana de un borracho Hyunjin que murmuraba ser un estúpido por haber lastimado a Seungmin, y sin esperar un minuto más tomaron cartas en el asunto. Ahora, Changbin y Jisung buscaban a Hyunjin por todos los bares de la ciudad desde las cinco de la mañana, y a las siete los omegas habían acudido a donde sabrían que se encontraría el otro protagonista.

Seungmin relató toda la historia de pies a cabeza sin omitir detalles, revelando unos nuevos que se le habían pasado ayer en la noche. Las reacciones fueron mixtas, pero todas se encasillaban al final en una sola solución acerca de cómo tenía que hablarlo con Hyunjin si quería que las cosas se arregalaran.

—Escucha, Minnie. Sé que Hyunjin es un idiota y todo, pero una relación es de dos.—Empezó Minho, quien al darse cuenta de su error se retractó.—O de tres, cuatro, cinco... ¡Los que sean! Lo más importante de una relación es la comunicación, y esto va para tí también Jeongin.—Les advirtió.—Si no hablan las cosas cada uno se hará líos en la cabeza que nunca tienen que ser necesariamente apegados a la realidad, mientras uno piensa que es el fin del mundo el otro ya pensó en una solución, pero nunca puede presentarla porque el otro es orgulloso o miedoso. La cosa es conocer a tu pareja, tener ese tacto con ellos si sabes que les cuesta hablar o compartir sus sentimientos.

—Y sobre todo, saber que si es tu pareja es por algo. No darse por rendido hasta haberlo dado todo, y no me refiero a que soportes infidelidades graves o groserías. Me refiero a que, si surge un problema y se hace grande, deberían intentar solucionarlo hasta que se resuelva o los separe. Si lo resuelven, es una lección para la próxima vez. Si los separa, hay que soltar y aprender de los errores.—Complementó Felix.—Yo tampoco defiendo a nadie aquí, pero puedo comprenderte por todo tu pasado. No es necesario que lo cuentes con detalles, o que vuelvas a hablar de él nunca más si así lo deseas. Pero entonces tú dale a Hyunjin una oportunidad de hablar y explicarte por qué reaccionó así.

—Sobre todas las cosas, ustedes son nuestros amigos y los vamos a apoyar. No importa qué hayan hecho, vamos a estar aquí para cada uno de ustedes.—Terminó de hablar Chan.—Perdóname si te doy miedo, o si te caí mal, incluso si no me consideras tu amigo. Si eres amigo de esos dos.—Señaló a los alfas.—Entonces también eres el mío.

Seungmin sonrió reconfortado, el apoyo de sus seres queridos en esos momentos eran un buen soporte para su desastrosa vida.

Unas horas después, cuando dieron las diez aproximadamente, el timbre del departamento sonó. Allen abrió la puerta con todos los ojos pegados a él, y detrás se mostraron tres alfas exhaustos. Changbin y Jisung traían consigo a un demacrado Hyunjin que sorpresivamente podía mantenerse de pie por sí mismo. Si bien se veía que había pasado la noche en vela, ya no se le notaba muy ebrio.

—Lo encontramos a dos horas de aquí. ¿Pueden creer eso? Estaban a nada de asaltar a un tipo cuando íbamos por la carretera y cuando nos fijamos más detalladamente, era este estúpido. Si no llegamos a tiempo quién sabe que hubiera pasado.—Anunció Jisung.

—Pero ya está bien, al menos consciente. ¿Verdad, Hyunjin?—Preguntó Changbin. Hyunjin únicamente gruñó en respuesta.

Todos en el departamento voltearon a verlos, sin querer decir nada. Era un momento incómodo.

—¿Podemos hablar?—Fue Seungmin el que tomó la iniciativa. Hyunjin abrió la boca en sorpresa, pero asintió apenado cuando reparó en la mirada de todos sobre ellos.

Escucharon un "¡Rómpanse una pierna!" Por parte de Chan antes de salir del departamento, y bajaron desde el quinto piso para salir del edificio.

—¿Quieres saber quién es Daehwi, Seungmin?

viendo mi libreta acabo de darme cuenta que ya casi se acaba esta historia les juro que estoy así


yo digo que si todo sale bien el capítulo 30 será el final, y si no voy a meter unos más de pilón porque capaz se me vaya a alargar o algo idk jajsk

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