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Capítulo 3

A estas alturas, la historia ya es fácil de predecir; mi gran amor por Lucia evito que disfrutara del gran recibimiento que tuvimos. No me divertí ni contemple como un bobo a cada mujer alienígena y por su puesto que no se me olvido que mi principal objetivo era averiguar que carajos estaba pasando y encontrar la forma de volver a mi cuerpo; porque eso es lo que haría cualquier personaje principal ¿no?

Y claro esta, ese era mi principal objetivo pero disimule muy bien lo contrario; solo para confundir y reinar, ya saben, el dicho ese.

Aparecimos en medio de una plataforma lumínica, circular y de color blanco. Una suave brisa me acariciaba el rostro al tiempo que pétalos de distintos colores y formas caían sobre nosotros al son de los aplausos Y gritos de alegría. Un gran orgullo me embargo al ver como la plataforma se iba alzando sobre la gran multitud de seres que nos recibían.

< Esto es lo que debió de haber pasado desde un principio> pensé mientras dejaba que mi vista se desviara a las hermosas mujeres de la extraña raza de la que ahora hacia parte.

― ¡Como siempre! buen trabajo Keratox. Te debemos nuestras vidas ―dijo el soldado anciano colocando su mano sobre mi hombro.

Y pues todo bien, para eso estaba, para salvar vidas. 

Sin embargo, preferí guardar silencio; no se por qué, pero mis instintos evitaron que salieran esas palabras de mi boca.

― ¡Lo logramos hermano! ― me abrazó la hermosa extraterrestre que había llorado cuando me desperté.

Perfecto, ahora soy un pervertido que piensa en incesto.

― ¡Espero haber sido de ayuda! ― se inclino el soldado más joven. A lo que le devolví una sonrisa aun disfrutando del abrazo de... de... mi hermana. =(

―Sabia que terminarías mal de la cabeza en algún momento, pero no pensé que fuera a suceder tan pronto ― sonrió Galban ― ¡Sin sangre no hay gloria! ― gritó extendiéndome su puño.

Me derretí, el rubio gay del espacio exterior de ojos espectaculares me ofrecía un Bro Fist. No se confundan, soy heterosexual pero jamás en mi vida había tenido un mejor amigo y pues mi súper cerebro me acaba de informar que lo éramos. Solté a mi hermana y miré a Galban a los ojos, tenía total confianza en mi y le sonreí mostrando que yo también confiaba totalmente en él, aunque no me acordara de nada.

Empecé a alargar mi brazo y como todo momento especial en una película, todo se torno en cámara lenta. Los únicos Bro Fist de mi vida se los había dado a mi ordenador, tras cada video de Pewdiepie; y hoy por fin podría realizar el gesto de amistad más grande entre los hombres.

― ¡Sin sangre no hay gloria! ― repetí, nuestros puños chocaron y la velocidad de la plataforma aumento. ― De nuevo has salvado el día Keratox ― me abrazo la otra mujer de improvisto.

―Y para mi campeón su premio.

Cerré los ojos sabiendo a lo que se refería. Hermafrodita me iba a besar, los nervios se apoderaron de mi... uno... dos... tres... y nada, abrí un poco los ojos para ver que me encontraba solo y con los labios en el aire. La hermosa Atenea de cabellera negra se encontraba besando al soldadito simplón.

Nota mental, no asumas que todas las mujeres alienígenas del espacio te quieren besar.

Si, dije alienígenas del espacio ¿y que? Una doble afirmación cuenta como una sola afirmación, y estoy seguro porque es la propiedad conmutativa de matemáticas... o eso creo. En fin, es ciencia y no me molesten.

La plataforma circular llego a un escenario en el que al parecer nos esperaba una comitiva de gente importante y al parecer nada divertida.

Mientras las estructuras se acoplaban, yo solo maldecía al karma; dentro del grupo de soldados tenia a mi sensei, a mi discípulo, a mi hermosa hermana, a mi mejor amigo, pero no a mi novia; por que claro, no todo puede ser perfecto y el personaje más débil es el que se tiene que llevar a la chica.

La plataforma tambaleo levemente y un puente lumínico se formo entre las estructuras ya acopladas. Y pues cuando tienes un puente de luz por primera vez delante de ti; lo primero que quieres probar es: si funciona ¿o me equivoco?

Sin embargo, el soldado anciano me agarro del hombro antes de poder saltar sobre el puente y me corrió hacia atrás.

―Keratox, ya que tienes amnesia es mejor que vayas de ultimo. Haz lo mismo que nosotros, yo me encargare de explicar tu situación.

Me limite a hacerle mala cara, tenía enfrente el puente futurista que aparece en todos los vídeo juegos y no me podía subir sobre el. Pero ya saben, soy muy humilde y eso; por lo que me distraje haciéndole ojitos a las necesitadas damas de la multitud.

El anciano atravesó el puente, erguido y orgulloso. Saludo con un apretón de manos al primer hombre que se encontró y repitió lo mismo con todos los mis importantes.

― Ni que fuera tan difícil dar la mano― murmuré enfadado.

A este lo siguió Galban, que antes de pasar por el puente colocó su mano sobre mi hombro y me sonrió; saludó a los princesos y le siguieron mi hermana, la novia del soldadito y el cascanueces. Para cuando llego mi turno, estaba tan concentrado que decidí esperar 5 minutos a que me pidieran pasar. Y obviamente, repetí la escena del niño que prueba el agua de la piscina con la punta de su pie para averiguar que tan fría esta. Pero en vez de un niño, yo era el héroe de la galaxia; y en vez de una piscina, había un puente lumínico. El cual probé a ver si en verdad funcionaba.

Soy bastante inteligente y que esa cosa funcionase 5 veces no significaba que fuera a funcionar 6.

Pase y salude a los extraterrestres que vestían trajes formales de color blanco, sus vestimentas eran impecables y al estar tan bien arreglados, tanto hombres como mujeres, me hipnotizaban con su gran belleza que generaba respeto y admiración.

Yo como todo un maestro de la pasarela me desvié solo dos veces y hasta salude a dos camarógrafos y a mis compañeros. Di unos cuantos saltitos alentando la bulla del público; luego, alzando mis brazos hasta mis oídos los escuche gritar ― ¡Keratox! ¡Keratox! ¡Keratox!

De ahora en adelante me pueden llamar sensei.

Enseguida caminamos por los pasillos... a ver...

Así es como los puedo describir: metálicos pero parecían vivos, respirando. En la parte superior e inferior aparecía una iluminación natural que guiaba el camino, y mientras caminábamos dejábamos huellas lumínicas de color dorado atrás de nosotros. Habían puertas cerradas del mismo material y unas cuantas ventanas que me dejaban ver que nos encontrábamos en el espacio exterior.

Súper, ya no soy virgen de naves espaciales... y tu si. jejeje

Llegamos a un enorme salón, con varias mesas de unos 50 puestos cada una y enseguida nos invitaron a sentarnos en la mesa principal; y por supuesto que nos sentamos hay. Todos los puestos se llenaron y la comida llego, y como todos saben: la raza superior de la galaxia solo come... langostas oso asesinas de marte.

¿Están bromeando?

Ese fue el punto focal en el que mí sobre desarrollado cerebro, dedujo que a los alienígenas les faltaba un tornillo.

¿Nos les parecía suficiente bañarse con la carne rosa de esas criaturas? Y pues cuando estas bastante ocupado escapando y luchando con esas criaturas en otro planeta, lo primero que quieres es que te las den de comer cuando regresas a tu nave. Pura lógica de star Wars.

Y como era de esperarse, aquel que tenía el honor de comerse la cabeza de la horrenda criatura no era nada mas que yo... Si, el principito cena con la diosa amazona y yo con la cabeza de una langosta mutante.

En fin, luego de mi cita con el primo de las tortugas ninja comenzó una ceremonia en la que nos llenaron de medallas. Al primero que llamaron fue al General Cargni, si, el abuelo de Rambo; Luego y en orden llamaron a la Coronel Ivra, la novia del soldadito; al Capitán Galban; la capitán Noa, mi hermana; y al teniente Irvin, quien ya empezaba a dejar de caerme bien.

Y por supuesto que yo era el jefe supremo de las fuerzas intergalácticas de como se llame donde estábamos, pero para resumir solo me llamaron Coronel Keratox. Ya me conocen, no me gusta llamar mucho la atención.

Luego de eso me llevaron a la enfermería, en donde una sexy diosa amazonas del espacio con el típico traje de enfermera espacial me recibió como a un rey. Yo como el caballero que soy me deje examinar... durante los primeros 2 minutos...pues cuando una enfermera saca una jeringa de más de 15 centímetros es fácil reconocer que algo no anda bien.

Nota mental, no confíes en enfermeras sexys que te hagan ojitos.

El resto del día fue el típico día en una nave espacial, no los aburriría con eso pero me pagan por página.

Al escapar de la enfermera, salí corriendo por uno de los increíbles pasillos de la nave; recorrí el hangar, en donde miles de naves, vehículos, robots y soldados andaban de un lugar a otro; corrí libremente con mi bata medica por los comedores de los tres estratos sociales de la nave; solo me detuve cuando llegué a la pequeña ciudadela en donde miles de alienígenas convivían como lo hacemos los humanos, ya saben estudiar, trabajar, consumir y dormir; por ultimo, alcance a visitar un hermoso bosque en donde distintas flores y arboles de todo tipo creaban el mas hermoso de los paisajes, una fuerte briza se llevo mi bata de paciente y justamente cuando la multitud hacia una exclamación de sorpresa al ver como dios trajo al mundo a Keratox; 5 soldados se me lanzaron encima, me amarraron y me llevaron a la fuerza a la enfermería.

Salí de la enfermería sobándome el brazo, de esta se escuchaba música electrónica a todo volumen; que les puedo decir, mi demostración de gritos de guerra llamaba mucho la atención.

― Keratox, las criaturas de un ojo están explorando el espacio ¿Quieres destruir algunas de sus naves para relajarte?

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Lo primero que haces cuando te proponen acabar con otra raza, solo para relajarte, es llevarte la mano derecha a la quijada; cerrar los ojos, y meditar si el fin justifica los medios.

Cuando estaba a punto de llegar al nirvana, luego de 5 segundos de dura meditación, acepte la propuesta de Galban con una gran sonrisa en mi rostro.

¿Qué quieren que les diga?

Mi decisión no fue afectada por ninguna de las mujeres que lo acompañaban... estoy casi seguro que no acepte por eso. Creo que fue más que todo por su ropa transparentosa, pero como es una historia familiar digamos que sus ojos eran muy bonitos.

Llegamos a una sala donde varias esferas de vidrio se repartían por el lugar, escogimos una y mientras que Galban me ayudaba a sentarme en la esfera y me explicaba como funcionaba; nuestras admiradoras se sentaron en el sillón ¿de cuero? Al lado de la esfera.

Cuando estuve listo Galban se fue a la esfera de enfrente y se subió con rapidez. Mi esfera se ilumino y cinco pantallas aparecieron frente a mí. Por dios, esto va a ser más difícil de los que pensé.

Agarre el control que parecía de Play Station, me lamente, me gustaban más los controles de Xbox. Y enseguida en la pantalla superior apareció un robot negro con luces verdes parecido a un calamar, era intimidante, en serio daba miedo; pero cuando salieron sus estadísticas entendí que era la nave que utilizaría. Lo que me calmo, ya no daba miedo, era supremamente genial.

En la pantalla del centro aparecieron 5 naves pequeñas de color blanco y una más grande de un tono grisáceo. La pantalla de la izquierda mostraba las estadísticas de las naves pequeñas y la pantalla de la derecha mostraba las estadísticas de la nave más grande. Y la pantalla inferior me mostraba a Galban, con unas cuantas estadísticas de su nave, un robot calamar pero con luces moradas.

― Reservé a este grupo solo para nosotros, nadie nos interrumpirá ― dijo Galban agarrando su control.

― El brillo en tus ojos me dice que aun te encanta destruir naves de las razas que estamos a punto de invadir.

Asentí bastante emocionado, no por lo que dijo sino por el hecho de estar en el vídeo juego futurista más realista y emocionante de la historia.

De pronto, un 5 gigante apareció en la pantalla del centro.

4

3

2

1

¡DESTRUCCIÓN!

Escuche gritos y aplausos apenas la maquina dijo las palabras mágicas. Una pequeña multitud empezaba a rodearnos, al mismo tiempo que nuestros calamares robóticos salían al espacio.

Y lo crean o no, esta vez si me fue natural manejar el intimidante robot. Ya saben, si tienen la esperanza de ser convertidos en extraterrestres y terminar jugando DESTRUCCIÓN, empiecen a jugar vídeo juegos desde ya. Para esto si sirven, ya se lo había dicho a mi mama que no era una perdida de tiempo.

Empecé a recorrer el espacio junto a Galban, los dos calamares se movían con gracia y surcaban el vacío a gran velocidad. Las pantallas de pronto cambiaron de lugares, me sorprendí al comienzo pero note que ahora en el centro se encontraba la que mostraba mi nave.

Cuando estuvimos a una distancia prudente nos detuvimos, marcamos cada uno un objetivo y salimos disparados contra estos. No tuvieron tiempo de reaccionar, dos de las pequeñas naves explotaron al unísono. Las pantallas volvieron a cambiar y pude ver que las que mostraba las naves pequeñas marcaba a dos de estas con "X" rojas.

Los disparos de las pobres naves empezaron a salir, pero los adaptables calamares las podían esquivar con facilidad. Lo mas complicado era el láser de la nave principal, que al ser tan potente no daba tiempo para esquivar; lo que le costó un tentáculo a Galban.

Pero nada que temer, dos de sus pequeñas naves en nuestro segundo ataque. No tenían ni la más remota posibilidad. La última nave pequeña empezó a utilizar distintos armamentos mientras que la más grande comenzaba a retroceder, estaban comprando tiempo para que la más grande lograra escapar. Pobrecitos "Hombrecitos de un solo ojo" por favor, entiendan que se enfrentan con Keratox. Desayune y me bañe con la carne de Galhaunts, no van a escapar.

De improvisto la pequeña nave se lanzo contra nosotros, Galban me alcanzo a empujar pero cuando alcance a retomar el control de mi calamar; la nave mayor disparo su láser. Tanto la pequeña como el calamar de Galban explotaron en unos hermosos fuegos artificiales. Escuche la maldición que soltó Galban y las risas de los extraterrestres que se reunían alrededor de nuestras esferas.

Ahora éramos la nave grande y yo, me lacé en picada contra su nave y formando una lanza con mis tentáculos la atravesé verticalmente de un lado a otro. Las pequeñas explosiones en cadena me dieron una espectacular salida, que combinada con los cientos de aplausos de mis fans me subieron a la cima del mundo. Apareció la pantalla con la enorme nave una "X" roja la tacho, sonreí ante este hecho.

La pantalla de mi nave volvió a colocarse al frente y viendo como mi calamar se preparaba para regresar, mientras la esfera se abría, pude observar el cuerpo de una de mis victimas flotar inerte en el espacio. Me quede tieso al verlo, ya no escuchaba los aplausos ni los halagos; hombrecitos de un ojo... hombrecitos de un ojo... empezaron a brotar lagrimas de mi ojos, acabábamos de destruir una flota humanos.

Los hombrecitos de un ojo eran los malditos astronautas. Golpeé con toda mi fuerza la esfera, esta se rompió y caí al suelo llorando; acababa de acabar con la famosa gran primera expedición a marte. Peor aun, acababa de exterminar a quien sabe cuantos humanos, mi propia especie...


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Espero les haya gustado tanto como a mi este capítulo.

¿Que hará Ian, Keratox ahora.

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