Capítulo 6
—idiota... ¿estás seguro de lo que decís? —dijo Chiblin mientras se agarraba las manos de forma nerviosa
—Chiblin yo soy el elegido de Frey, el me dio unos poderes que no se controlar —dije de forma seca
Chiblin abrió sus ojos y frunció las cejas como si no pudiera creer lo que había escuchado.
—no... no, no, no, no... no puede ser, chico hay algo que tenes que saber —dijo mientras iba corriendo a buscar unos libros
Chiblin agarro un libro rojo y grande, en la tapa tenía lo que parecía ser la anatomía de un drako. Él se acercó a la mesa y apoyo el libro con fuerza sobre la mesa, soplo el polvo y comenzó a pasar las paginas
—¿Qué estas buscando? —pregunte preocupado
Chiblin no contesto y siguió buscando, hasta que, al pasarse una página, volvió para atrás y dijo
—esta es mi bitácora de investigación, Frey no es quien pensas que es, llevo años y años estudiando sobre él, la gente piensa que estoy loco... pero yo... yo no estoy loco, él no te otorgo un poder para ayudarte, él te otorgo un poder para usarte, escucha esto...
Luego de decir eso, Chiblin comenzó a leer
—"El poder corrompido no es una bendición, es una maldición, cualquiera que lo porte estaría drenando su energía vital a Frey por cada vez que lo use, y eso en el caso de que sepa controlarlo, porque al no ser así, los episodios pueden ocurrir en cualquier momento, o por cualquier circunstancia, los síntomas para saber que el poder está brotando son: mareos, ardor en la piel, venas violetas y sensación de poder"
—¿Ósea que Frey me está usando? No entiendo, ¿Por qué a mí? —pregunte
—no hay forma de saber la razón, pero lo que si tenes que saber, es que, si no aprendes a controlar el poder que él te otorgo, tu vida puede terminar alguna de las veces que este poder surja
—¿y cómo puedo hacer para controlarlo? No quiero morir —pregunte entre lágrimas y con la voz rota
—tranquilo, la espada que tenes va ayudarte, necesito que la próxima vez que tengas un episodio, intentes concentrar toda tu energía en ella, volvete uno con la espada —respondió Chiblin
—gracias por la ayuda Chiblin, pero no entiendo por qué Frey me haría algo así, ¿me trajo a Kenthos para aprovecharse de un simple humano? —pregunte harto y confundido
—me encantaría darte la respuesta... pero no la tengo, ahora te tenes que ir, si te sigo dando información... estoy muerto... ojalá pudiera p... pero los drakos siempre observan... siempre, siempre, siempre... ándate elegido...
Luego de que chiblin se desesperara y me dijera eso, me fui de la casa y me senté al lado del rio para dejar que mis pensamientos fluyan. Me siento muy confundido, traicionado, y sobre todo perdido, se supone que vine a este mundo por una razón, y me gustaba pensar que era una razón heroica o algo por el estilo, nunca pensé en esto pero el pensar que estoy acá por esa razón me hacía sentir bien, me ayudaba a no sufrir tanto de haberme ido de mi mundo, pero en el fondo... lo extraño tanto, extraño a mi familia, a mis amigos, la vida que tenía, fui forzado a estar acá y ni siquiera sé si va a haber alguna forma de volver, y si la hay ¿Qué va a pasar con Eden, o con toda la gente hermosa que conocí en Kenthos? estoy tan asustado, que no sé cómo manejarlo. Pasaron las horas y decidí volver al campamento, al llegar ya había oscurecido, Eden había armado una fogata y Adan parecía harto de escuchar a Gurdor hablar.
—¡Hola chicos, volví! —dije de forma alegre intentando ocultar mi preocupación
Los chicos me saludaron y Adan no tardo en preguntar
—¿Cómo te fue con el loco?
Claramente no les iba a contar en frente de Gurdor, todavía no confiaba del todo en él, así que les voy a contar todo cuando nos vayamos.
—al final Gurdor tenía razón, estaba loco, pero al menos lo intenté —respondí
—te lo dije... ese duende no tiene salvación —dijo Gurdor mientras miraba las estrellas
Me senté en uno de los troncos que estaban en frente de la fogata y Eden se acercó a mí, recostó su cabeza en mi hombro y charlamos entre todos por un rato mientras comíamos. Como es de costumbre, se nos hizo tarde... así que nos preparamos y nos fuimos a dormir.
—¡crac! ¡crac!
Un ruido extraño me despertó a mitad de la noche, parecían ser... ramas partiéndose, sin hacer mucho escándalo, agarre mi espada y me levante sigilosamente, mire alrededor, pero, no estaba Gurdor
—Eden... Eden, despertate —susurre
—Rob es tardísimo... ¿qué pasa? —respondió Eden medio dormida
—Gurdor no esta y estoy escuchando ruidos rarísimos —susurre nuevamente
—yo también los escuche —dijo Adan
Al parecer también se habían despertado por los ruidos. Los tres no paramos y fuimos juntos a buscar a Gurdor, el bosque era terrorífico, con árboles sin hojas, muchas enredaderas y niebla, pero lo que más asustaba, era el silencio vacío que se apoderaba de este, lo único que podíamos escuchar era nuestras propias respiraciones y pasos
—Adan, ¿Dónde estamos? —pregunto Eden
A lo que Adan algo confundido responde
—no sé, nunca explore este bosque
Sin darnos cuenta estábamos perdidos, y habíamos dejado a Leon solo en el campamento, necesitábamos volver antes que le pueda pasar algo
—Chicos tenemos que encontrar la forma de volver, pueden haber drakos en cualquier parte —dijo Eden
Es de las pocas veces que la pude ver asustada, realmente estábamos en peligro, y los drakos son la principal razón, desde la vez que los vi, descubrí lo sigilosos y terroríficos que pueden ser. De pronto, empezamos a escuchar pisadas alrededor nuestro, Eden llevo su dedo a la boca dándonos la señal que no hagamos ruido, desenvainamos nuestras armas y nos pusimos espalda con espalda los tres, esperando a lo que sea que sea eso.
—no lo hagan más difícil de lo que es, bajen las armas
Una voz rasposa y grave se escuchó a la cercanía, aproveché la oportunidad e hice brillar mi collar. Al iluminar la zona, nos percatamos de que estábamos rodeados de ¡ogros! La piel se me erizo y empecé a desesperarme, pero había algo raro... no encajaban con las descripciones de los ogros que me contaron, su piel era gris y no verde, tenían múltiples deformidades por el cuerpo, como si fueran espinas saliendo de su piel, usaban una vestimenta rarísima y sobre todo, tenían los ojos violetas, eso significaba que ¡estaban corrompidos!
—¡¿Quién dijo eso?! —grito Eden
—Eden, cuidado, están corrompidos —dijo Adan de forma seria
De pronto, entre los ogros pudimos notar como alguien se acercaba, y como era de esperarse, era Gurdor, parecía muy seguro, como si el fuera el líder. Luego de apoyarse en uno de ellos dijo
—tranquilos chicos, háganles caso a estos ogros, los vienen siguiendo desde ayer y ya están cansados
—¡Gurdor, traidor hijo de puta! —grito Eden enojada
Gurdor soltó una carcajada y dijo
—perdonen chicos, el oro no se consigue solo, y ustedes valen muchísimo, no saben lo que están dispuestos a pagar estos ogros por ustedes, ¿o no, compañero?
El ogro al que le estaba hablando lo miro de la forma más terrorífica e imponente que vi en mi vida, tanto que Gurdor dejo de reírse y dio un paso hacia atrás un poco avergonzado, al parecer no era el líder como pensaba. Después de eso di un paso adelante y pregunté con mucha valentía
—¿Por qué nos están buscando, que quieren?
El ogro automáticamente giro su cabeza y me miro sin expresión, su mirada estaba vacía, dicen que los ojos son la ventana del alma, pero sus ojos eran una ventana cerrada, era imposible descifrar lo que quería trasmitir, solo se quedó en silencio mirando, hasta que lentamente comenzó a alzar su espada, haciendo que todos los ogros alrededor nuestro, se comenzaran a acercar, Eden intento llamar a león, pero sus intentos eran en vano, estábamos en una situación muy complicada
—¡estén atentos para pelear! —grito Adan mientras envainaba su espada
Por más de que lo intentáramos, no teníamos forma de salir de esta, eran muchísimos, y si, podríamos pelear, pero ¿hasta cuándo?, todavía manteníamos la esperanza y no nos separamos de nuestra formación, pero sé que solo hay una solución, una única forma de poder salir vivos. Deje de lado las advertencias de Chiblin, sé que esto puede matarme, pero uno siempre vive con la esperanza de que las cosas salgan bien, uno no puede imaginarse la muerte, o incluso si se imagina el peor escenario, nunca se ve totalmente posible, así que envuelto en confianza, agarre mi espada con fuerza, cerré mis ojos, y deje que la energía que llevo adentro mío viaje a través de mis venas, hacia mi espada.
—¡¡¡Robin no!!! —grito Eden mientras agarraba mi brazo
Mi piel ardía, haciendo que Eden se queme al tocarme, ella soltó su mano rápido, y pude sentir como todo el ruido alrededor se hacía cada vez más y más tenue, lo estaba controlado, el dolor me estaba matando, pero no podía perder la calma, cualquier emoción fuerte podía hacer que pierda el control. Al sentirme totalmente seguro, abrí mis ojos poco a poco. Pero... de alguna forma ya no estaba en el bosque, ya no estaba rodeado de ogros, estaba solo, parado sobre una superficie transparente en el medio de lo que parecía ser el universo, pero no era el oscuro y frio universo que conocía, era violeta y rosa, con planetas y estrellas por todos lados, era muy luminoso y tranquilo...
—bienvenido, Robin —una sublime voz se escuchó alrededor mío
—¿Quién sos? —pregunte ingenuamente
De pronto, una figura de al menos tres metros, comienza a alzarse ante mí, era un ser con rasgos andróginos, pelo largo y castaño, vestía una túnica violeta y dorada y tenía una especie de esfera perfecta y negra en su mano
—soy yo, Frey —respondió
Quedé paralizado ante él, tenía tantas preguntas, tanto miedo, tantas cosas que hacer, que lo único que pude hacer, es quedarme parado ante él, sin emitir ni un solo sonido, Frey se acercó poco a poco, sus pisadas generaban un eco muy fuerte en este universo tan extenso, pero a su vez tan lejano. El extendió su mano y apoyándola en mi hombro dijo muy pacíficamente
—tranquilo, Robin, se lo que pensas, conozco tus preocupaciones, conozco tus miedos, conozco mucho de vos, más de lo que vos te conoces
—¿porque me trajiste acá, a tu mundo? —pregunte atemorizado
Frey saco la mano de mi hombro, giro su cabeza hacia un costado y dijo
—mira a tu alrededor, todo esto, son distintas realidades, cada una con diferentes planetas, vida, sentimientos, avances y creencias, ¿es hermoso no?
Luego de eso, volvió su mirada hacia mí, y me mostro la esfera que tenía en su mano
—¿ves esta esfera? Esta es tu realidad, de acá te traje
Estaba impresionado, no podía entender nada de lo que estaba pasando. De pronto, la esfera comenzó a mostrar una imagen, ¡eran mi madre y padre! Parecían estar cocinando mientras Leon, mi gato, estaba acostado en la mesada
—¡¡¡esa es mi familia!!! —grite emocionado
—exacto, ellos son tus padres, Robin, su línea temporal continúo avanzando desde que te fuiste, a la par que la nuestra —dijo Frey
—para... entonces, todo el tiempo que estuve acá, ¿también estuve desaparecido allá? —pregunté mientras la sonrisa de mi rostro se borraba poco a poco
—exacto, ellos te extrañan mucho, Robin—respondió Frey tranquilamente
Me asuste mucho al escuchar eso, di un paso atrás y grite nervioso
—Frey necesito volver, ¡necesito que sepan que estoy bien!
A lo que el respondió
—¿y dejar toda la vida y relaciones interpersonales que formaste acá? ¿no te parece egoísta?
—¡por favor! Yo no elegí venir, vos me trajiste
—¿y que va a pasar con Eden, no es importante para vos? De todas formas, lo comprendo. Robin, yo viaje por cantidades infinitas de realidades, conozco a cada una de las especies existentes y no existentes, y he conocido muy pocas especies tan egoístas como el humano, parece estar en su naturaleza
Deje que mi enojo controlara mis palabras, y sin medir con quien estaba hablando, pregunte
—¿Quién sos vos para decir que Eden no es importante para mí? ¿no era que conocías más de mí que lo que yo conozco?
—exacto —respondió
Su indiferencia me estaba generando mucha incomodidad, parecía no importarle nada
—no entiendo, ¿entonces para que me trajiste acá, para probar que los humanos son egoístas? Dame una respuesta de una vez
—te traje acá porque te necesito, viaje por muchísimas realidades, visite muchísimas especies, hasta algunas que son incapaces de ser imaginadas por un ser humano, visite realidades físicas como no físicas, realidades paralelas y hasta realidades exactamente iguales una con la otra, pero con ligeros cambios, y de todas las que visite, decidí elegirte a vos —respondió Frey muy seriamente
—Frey... sigo sin entender, ¿por qué necesitas un humano siendo un ser tan poderoso? —pregunte confundido mientras procesaba todo lo que me había dicho
—Rob, ¡por favor desperta! —se escuchó una voz distorsionada entre lagrimas
—¿Qué fue eso? —pregunte
—llego el momento de irse —respondió Frey
—p... pero... no... espera, ¡todavía tengo muchas pregunt...!
No pude terminar de hablar cuando todo se comenzó a tornar oscuro, y poco a poco fui abriendo los ojos. Al despertar, estaba recostado en el suelo boca arriba, lo primero que pude ver fue a Eden, estaba muy lastimada y llena de sangre, ella lloraba desconsoladamente sobre mí, mientras que Adan estaba parado de espaldas, agarrando histéricamente su cabeza mientras suplicaba por ayuda
—¡¡¡abrió los ojos, Adan, abrió los ojos carajo!!! —grito Eden mientras me daba ligeras palmadas de alegría en la cara
—¡¡¡¿Rob, como te sentís?!! —pregunto Adan emocionado mientras se acercaba muy rápido
Poco a poco levanté la mirada, y pude ver como todos los ogros que estaban alrededor nuestro... estaban muertos, todos muertos. No pude aguantar un segundo más, cuando caí desmayado al piso.
Nuevamente desperté, pero esta vez... no estaba donde me había desmayado, si no que estaba recostado en una camilla, dentro de lo que parecía ser una casa, bastante rustica y pequeña. Junto a mí, sentada en un banquito, estaba Eden esperando a que me levantara, mientras que una duende, algo joven, anotaba algo en su cuaderno.
—ey... tranquilo, levántate de a poco —dijo Eden mientras ponía su mano en mi pecho para que no me levantara de golpe
Volví a recostarme y comencé a toser, seguido a eso, la duende se acercó hacia mí, y dijo
—buenos días Rob, ¡qué bueno que despertaste!
La miré y sonreí ligeramente, no tenía las fuerzas para hablar, ella se subió a la camilla con ayuda de una escalerita y toco mi pierna
—¿sentís dolor si hago esto? —pregunto
—u... un poco —respondí
—¿y si hago esto? —pregunto mientras masajeaba mi otra pierna
—no tanto... —respondí
Ella bajo de la camilla y fue derecho a su escritorio a anotar algo en su cuaderno, mientras que un kiud, que parecía estar hecho de pasto, le llevaba tambaleándose una pequeña runa.
—¿Rob, está bien, curandera? —pregunto Eden preocupada
La curandera no respondió, se levantó de su asiento y de forma acelerada, agarro la runa que el kiud le estaba llevando, se acercó a mí y la coloco sobre mi pecho, a continuación, la activo, y la runa comenzó a desvanecerse poco a poco, desapareciendo por completo
—me siento... mejor —dije mientras me levantaba de a poco
La curandera sonrió y dijo
—me alegro que te sientas mejor, esa fue una runa de sanación, ¡busca el problema y lo arregla! tus amigos me contaron sobre vos, y realmente me siento honrada de ayudar al elegido de Frey
Al escuchar eso, recordé todo lo que había pasado y la razón de por qué estaba acá, pero todavía no era momento de contarles sobre Frey, tenía otra prioridad.
—¡Eden! ¡¡¡¿qué paso con los ogros, que me paso?!!! —grite asustado
—perdiste el control Rob, pero tranquil...
Interrumpí a Eden para preguntarle que había hecho
—¿que hice? ¿te lastime?
—no Rob, no nos hiciste nada. Sentate bien, te voy a contar lo que paso —respondió Eden
Me acomode en la camilla para escucharla, y ella comenzó a contarme lo sucedido
—no sé hasta qué punto te acordas lo que paso, pero en el momento que nos rodearon, empuñaste tu espada y... tu piel, brillaba, mucho más que la última vez, no eran solo tus venas, eras pura luz violeta... o eso me acuerdo, después de eso... bueno... los mataste a todos en cuestión de minutos, parecía como si tu piel estuviera blindada, intentaban darte con todo y no podían lastimarte. Tus movimientos eran tan limpios cual espadachín profesional, pero a su vez eran muy bruscos, Después de que no quedara ningún ogro en pie, caíste al suelo de rodillas, y agonizando, toda tu luz se esparció por el bosque como una onda expansiva, volviendo a la normalidad y cayendo desmayado al piso. Nos acercamos a vos, pero no tenías pulso, ¡Rob estabas muerto!
Agarré la mano de Eden mientras temblaba, y con la voz quebrada le dije
—tengo miedo, tengo miedo de mí mismo y de lo que puedo hacer sin saberlo
Eden agarro con fuerza mi mano y me abrazo, sus lágrimas corrían por mi espalda y las mías las guarde para no preocuparla, pero realmente estaba destruido. De reojo pude ver como el kiud nos miraba con una gran cara de tristeza, y en ese momento recordé
—Eden, ¿qué paso con Gurdor?
Eden, sin soltar mi mano en ningún momento, me llevo hasta la puerta, la curandera la abrió y el radiante sol entro por esta, el mirar afuera, estaba Adan recostado sobre león, mientras que con una soga tenía atado a Gurdor, que estaba sentado en el piso bastante enojado
—¡ggrrrrrrrrar!
Leon me reconoció al instante, se acercó galopando hacia mí, haciendo que Adan casi se callera, y con otro fuerte rugido, comenzó a lamerme la cara como si fuera un perro. Entre risas lo corrí de mi rostro y lo acaricie en la frente, subió muchísimo mis ánimos.
—¡Rob, despertaste! —grito Adan mientras se acercaba
—amigo... perdón por todo —dije algo arrepentido
Adan se acercó y me abrazo con muchas fuerzas
—Rob, no tenes la culpa de nada... lo importante es que estes sano y salvo —respondió Adan
—tenes que aprender a controlarte, Robin —dijo Gurdor nervioso, a la lejanía
—¿Quién te dio permiso para hablar? ¿te pensas que nos vamos a volver a comer el cuento? —dijo Eden mientras se acercaba a él, enojada
Gurdor atemorizado empezó a arrastrarse hacia tras, pero instantáneamente agarre a Eden del brazo antes de que hiciera algo de lo que luego se arrepentiría.
—tranquila, está atado, no hay necesidad de hacerle daño, además, tiene razón, perdí el control por completo —dije con una leve sonrisa
Eden se relajó y dio un paso hacia atrás, mientras que Adan se acercó a mí y mientras rascaba su cabeza dijo
—tenemos que evitar que vuelva a pasar, hay que encontrar la forma de que puedas tener el control de este poder...
Un silencio se apodero de la escena, cuando de pronto, la curandera la cual estaba escuchando toda nuestra conversación, dice
—yo conozco a alguien que tal vez los pueda ayudar
Los tres nos dimos vuelta extrañados y Adan emocionado pregunto
—¡¡¡¿quién y cómo?!!!
—hay una hechicera muy reconocida entre los duendes, ella está muy familiarizada con Frey, más de lo que esta Chiblin, o por lo menos no está loca como el —respondió con una carcajada al final
—¿estas segura que nos puede ayudar? ¿y cómo podemos encontrarla? —pregunte compenetrado
—nunca estuve tan segura en mi vida, ella logro liberar muchos seres corrompidos y está muy familiarizada en el tema. En cuanto a donde pueden encontrarla... bueno, ella es la líder de una colonia en la misma pradera donde están las ruinas de Orquídea —respondió
Con Eden giramos a mirar a Adan, y pudimos ver como algo nervioso nos miró a nosotros, obviamente era un tema sensible para él, y regresar donde tuvo su experiencia más traumática no era algo fácil.
—¿Qué tan lejos del reino? —pregunto Adan
—y... la verdad que no muy lejos, desde la misma colonia se pueden observar los restos de lo que fue el maravill...
Eden callo a la curandera, para que no siguiera hablando del reino.
—quédate tranquilo, no es necesario que vayamos si no queres, podemos encontrar alguna otra forma —le dijo Eden a Adan con preocupación
Adan no respondió y se quedó pensando mientras observaba el piso. La curandera, al ver la situación, intento subir los ánimos diciendo
—no se si sirva... pero esta colonia resguarda a muchos sobrevivientes de aquel incidente, es más... la colonia es solo refugio para sobrevivientes de Orquídea
La mirada de Adan cambio por completo, parecía feliz de escuchar esa noticia
—¡sobrevivientes de Orquídea! ¡¿cuantos?! —exclamo emocionado
La curandera respondió sonriendo de forma tierna
—realmente no estoy segura, pero sé que son bastantes, ¡y de distintas especies!
—¡lo mejor de esto es que nos queda de camino a las cavernas de Thot! Ya no vamos a retrasarnos—dijo Eden mientras miraba el mapa
—¡ya está! Tenemos que ir y ver si me ayuda a controlar lo que sea que sea esto —dije emocionado
—de todas formas, ¿Qué hacemos con Gurdor? —pregunto Adan
—este encadenado y rendido, tal vez lo podemos dejar acá, ¿qué les parece? —dije mientras Eden lo miraba enojada
—no podemos dejarlo acá, los duendes lo odian, lo matarían apenas nos vayamos —dijo eden mientras se agarraba la cara de forma brusca
Me sorprendí mucho al escuchar eso de Eden, no es algo que ella diría, es más, la Eden que conozco ya hubiera hecho algo con él, tal vez después de lo que me paso quedo sensible o tiene otra perspectiva de las cosas. Después de pensar un rato, llegue a la conclusión más justa
—la única opción que nos queda, es traerlo con nosotros —afirme
La cara alicaída de gurdor paso a una expresión de éxtasis muy notoria, realmente estaba feliz de que no hiciéramos nada malo con él.
—¡¡¡¿Qué?!!! Ya mucho lo soporte en el campamento para tener que soportarlo en el viaje —grito Adan enojado, aun que aceptaba la decisión
—si dice mas de dos palabras en todo el viaje lo amordazo —dijo Eden irritada
—¡trato! —exclamo Gurdor
—te queda una —dijo Eden de forma seria
Reímos con Adan y luego de despedirnos de la curadera y la familia de Darwin, emprendimos nuestro viaje, subimos los cuatro encima de Leon, apenas entrabamos y se notaba que era mucho peso
—no creo que podamos volar por mucho tiempo... cuando Leon no pueda más bajamos y vamos a tener que ir caminando —dijo Adan estresado
—ya no me esta gustando la idea de traerlo con nosotros —dijo Eden
León con mucha dificultad alzo el vuelo, y cuando estábamos comenzando a avanzar, se pudo escuchar a chiblin gritando desde el pueblo, mientras corría hacia nosotros
—¡¡¡Robin, hagas lo que hagas no vayas a las cavernas de Thot, es peligroso!!!
Lo miramos perplejos, pero aun así seguimos volando, si frenábamos, Leon se iba a cansar más.
—¡¡¡haceme caso, no seas ingenuo!!! —siguió gritando mientras seguía corriendo
Poco a poco nos fuimos alejando de él, y no hice mas que mirarlo mientras pensaba, ¿Qué habrá querido decir? Después de darle vueltas al asunto, recordé que Gurdor estaba con nosotros, lo agarre de ambos hombros apretando con fuerza, y plasmando mi mirada en él, le pregunte
—¡Gurdor, más vale que respondas con la verdad o te tiro al vacío!
Gurdor miro hacia abajo, y pudo ver los bastos arboles por debajo de él, alejándose entre más avanzábamos, la distancia que estaba de nosotros al suelo era mucha, ni el gigante más fuerte podría sobrevivir a esa caída.
—que queres saber, elegido... —respondió mientras tragaba saliva
—¿Por qué mierda nos buscan los ogros y que está pasando en las cavernas de Thot? —pregunte seriamente
Gurdor sabía que hablaba en serio, y estoy seguro que no quería cagarla una vez mas
—Robin... hay cosas que hasta yo no sé, no sé por qué razón te querían, ni tampoco se por que con tantas ansias, pero las cavernas de Thot, ya no son seguras, los ogros tomaron el control y al parecer tienen un nuevo líder
—¿Quién es el líder? —pregunto Eden mientras miraba concentrada al frente para guiar a Leon
—tampoco lo se... pero en serio, el duende ese no es tonto, deberían hacerle caso —Respondió Gurdor
—¡pero si vos mismo fuiste el que nos dijo que estaba loco! —exclamo Adan con una risa nerviosa
—hablando de eso... hay algo sobre Frey que tengo que contarles
Finalmente había encontrado el momento para hablarlo, aun que Gurdor estaba ahí, no era mas que un escucha impotente, no podía hacer nada que nos pueda perjudicar en esa posición, además se lo veía rendido.
Paso el tiempo y poco a poco les fui contando lo que viví con Frey y lo que me conto Chiblin, no podían creerlo, al igual que yo. El ambiente se torno inquieto y no veíamos el momento de llegar para poder hablar con la hechicera y que nos ayude con todo esto, mientras tanto, en lo que iba del trayecto, Gurdor mostro mucha amabilidad y servilismo, como si nos debiera algo.
—Rob, ¿y si realmente Frey tiene malas intenciones con vos? —pregunto Adan preocupado
—quisiera saber lo mismo... —respondí en voz baja
Después de eso, seguimos viajando en silencio mientras poco a poco, nos acercábamos a la pradera donde descansan las maravillosas ruinas de Orquídea.
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