Capítulo 5
Según Adán, en este mundo, las ninfas eran seres que amaban la lluvia, para ellas era sagrada y representaba la paz y tranquilidad en su estado más puro. Así que en un día como hoy, estarían festejando y comiendo un festín en el hermoso reino de orquídea, ya que estábamos caminando bajo una fuerte tormenta, por suerte, Leon extendió su ala derecha sobre nosotros para cubrirnos de esta.
—Pero... Adán ¿Qué paso con las ninfas que vivían en orquídea? —pregunte mientras seguíamos caminando.
—Es difícil de responder Rob, la mayor parte de las ninfas que sobrevivieron al ataque, huyeron para distintas zonas, el mundo es tan extenso y mágico... que las posibilidades son innumerables —respondió algo serio.
Edén, agarrada de mi brazo, soltó una carcajada y dijo
—¡¿La lluvia te pone nostálgico?!
Los tres nos reímos muy fuerte, necesitábamos un poco de alegría, habían sido unos días estresantes luego del problema con los selvantes, así que luego de descansar unos días, finalmente decidimos emprender nuestro camino hacia las cavernas de Thot de una vez por todas.
Leon de repente, se frenó de forma brusca y comenzó a mirar para el lado izquierdo del sendero... como si hubiera visto algo en el bosque.
—¡Shhh, shhh! —Adán comenzó a calmar a Leon mientras lo acariciaba.
—Estoy casi seguro de que vio algo dentro del bosque, ¡no estamos seguros!, busquemos un lugar para refugiarnos —dijo Adán mientras subía al lomo de Leon.
Los tres subimos rápidamente y volamos en busca de un lugar donde refugiarnos. Mientras buscábamos refugio, Edén se durmió agarrada de mi cintura, mientras yo sostenía su mano para que no callera, estaba exhausta, no había podido dormir en días, el incidente con los selvantes causo que tenga pesadillas todas las noches, pero al parecer, volar la pudo relajar un poco.
Nunca hable de esto, pero tengo una bitácora donde anoto todos los seres que voy descubriendo en este mundo, desde que llegue acá lo tomo como un hobbie, además los dibujo para seguir manteniendo los hábitos de mi mundo.
—¿Che, que estas dibujando ahí? —Pregunto Adán mirando de reojo.
—Es mi bitácora sobre Kenthos, quiero tener al menos un registro para cuando vuelva a mi mundo.
—Hace tiempo que tenía ganas de hablar de esto, quiero decir, ¿no extrañas tu mundo, a tu familia?
Era una pregunta que odiaba responder, ya había hablado con Edén sobre esto la noche anterior.
—Realmente los extraño mucho, Edén no es la única q tiene problemas para dormir, todas las noches me quedo dando vueltas en la cama pensando si voy a poder volver, porque ni siquiera hay algo que me asegure que vaya hacerlo, ósea... yo... ósea...
—Tranquilo Rob, no te estreses no hace falta que lo hablemos si no queres.
—Es que no se, cada día siento que estoy más encariñado con este mundo, pero extraño tanto el mío, ver a mi gato a las mañanas y tocar la guitarra en mi cama mientras el sol entra por la ventana, la comida ultra procesada y juntarme con mis amigos, quisiera que Edén y vos pudieran conocerlo.
—Todo bien, pero... ¿Qué es un gato? —pregunto Adán entre risas para subirme los ánimos.
Reímos por un rato hasta que Adán se percató de algo.
—¡Chicos miren! —grito emocionado despertando a Edén.
Luego de un tiempo, pudimos encontrar una puerta en un gran árbol, por la que apenas podíamos pasar, al ver alrededor, pudimos ver que estaba lleno de estas.
—Chicos, creo que llegamos al pueblo de los duendes, llamemos a alguna puerta a ver si nos pueden ayudar —dijo Edén conmocionada y algo dormida.
Adán no dudo ni dos segundos y comenzó a golpear una puerta.
—¡Hola, ¿podrían abrirnos?, somos aventureros buscando refugio! —grito Adán mientras golpeaba la puerta.
—Adán espera, los vas a asustar, acordate que somos mucho más grandes que ellos, déjame probar a mi —dije un poco confiado.
—¿Hola?... disculpen las molestias, no queremos hacerles daño, necesitamos refugiarnos de la lluvia al menos por un rato, nuestro dragón esta algo asustad...
—¡¡¡¿Un dra... dra... dra... dragón? ¡¡¡Estamos muertos!!! —grito alguien por detrás de la casa.
—Shhh, Darwin vas a hacer que nos escuchen —respondió otro ser que también estaba adentro.
—Ya me pudrí, voy a hacer que estos duendes de mierda nos habrán de alguna forma —Dijo Edén malhumorada.
—¡¡¡no Edén!!!
Grite e intente frenarla lo antes posible, pero ya era tarde, Edén había tirado la puerta abajo de una patada.
—¡Que te pasa imbécil! —grito Adán enojado
Nunca lo había visto tan enojado a Adán, realmente le había molestado la forma de tratar de Edén, pero al ver adentro de la casa, todos nos tranquilizamos, era una pequeña familia de duendes, una madre, un padre y dos chicos.
—¡Elfos tenían que ser, váyanse de nuestra casa o los mato! —grito la madre.
—Por favor perdonen a mi amiga, es una impulsiva —dijo Adán muy apenado.
—¡¿Yo?! ¡¿impulsiva?! ¡Ahora vas a ver lo que es ser impulsiva! —grito Edén ofendida mientras agarraba una piedra del suelo.
—¡Córtenla, están asustando a la familia y necesitamos su ayuda!
Por suerte pude hacer que se calmaran, o por lo menos a Edén.
—Nu... nu... nu... nunca ayudaríamos a... a... a un Elfo ¡nunca! El único Elfo que vale la pena es Foit ¡ni uno más! —dijo el padre.
—¿Espera, conocen a Foit? —dije sorprendido.
—Mejor te devuelvo la pregunta, ¿ustedes lo conocen? —dijo la madre.
El humor de Edén cambio por completo y dijo
—Obvio que lo conocemos, vivo en el mismo pueblo que él hace años, es una persona muy importante para mi.
Entre risas el padre respondió
—Tu... tu... tuvieron que empezar por ahí, F... F... Foit ayudo a nuestro pueblo hace muchísimos años, si no fuera por él, los dra... drakos nos hubieran matado.
A lo que la madre dijo
—¡Con gusto pueden pasar mi nombre es Dinti, él es Darwin y los niños son Diwin y Darti, les vamos a servir hidromiel!
Mientras pasábamos por la pequeña puerta respondí
—Mi nombre es Robin, y ellos son Adán y Edén.
Al entrar vimos como la casa era muchísimo más grande, muchísimo más grande que el mismo árbol donde vivian, no tenía sentido, como había construido algo semejante en el pequeño espacio de un árbol.
—Supongo que se estarán preguntando como hay tanto espacio acá dentro, siendo que vivimos en un árbol —dijo Dinti sonriendo.
Los tres asentimos con la cabeza, a lo que Dinti continúo hablando
—La verdad es que, en las casas en nuestro pueblo, tenemos una runa activada para agrandar el espacio acá adentro, esta, esta escondida en el corazón del árbol sagrado que está en el centro del pueblo.
—¡Toc, toc, toc!
Alguien había golpeado la puerta, con bastante fuerza.
—¿Darwin? ¿Dinti? ¿está todo bien? Escuche ruidos raros y tal vez necesitaban ayuda.
Dijo una voz familiar, a lo que Darwin responde
—Tra... tranquilo Gurdor, somos no... nosotros, entra.
Al escuchar el nombre mis ojos se abrieron como dos lunas llenas, gire a ver a los chicos, y Edén no había dudado en sacar el arco y apuntar a la puerta mientras que Adán grito mientras tapaba a los duendes detrás suya.
—¡Cuidado, ese enano es peligroso!
La puerta se terminó de abrir, y efectivamente era Gurdor, la última vez que lo vimos había logrado escapar, pero esta vez estaba diferente... le faltaba un brazo y su piel estaba más oscura, su barba estaba completamente blanca y se lo veía más débil.
—¡¡Tranquilos, tranquilos, por favor!! No voy a hacerles nada — dijo Gurdor con las manos arriba, o por lo menos una sola...
—¡¡¡No te creo nada, tírate al suelo antes que te dispare!!! —dijo Edén a los gritos.
—¡Qué haces tarada, no va a hacerles nada, es bueno! —grito Dinti
—¡Buena va a ser la flecha que le voy a disparar si no se va! —respondió Edén.
—¡Sabía que no teníamos que confiar en ellos!
—¡Sabía que no teníamos que confiar en ellos!
Dijo Dinti al mismo tiempo que Adán, para luego mirarse con desprecio los unos a los otros.
—¡¿Por qué mejor no nos calmamos todos?! Edén baja el arco, y hablemos como personas civilizadas.
Luego de que dije eso, Edén me miro, confiando completamente en mí y bajando su arco, de todas formas, apoye mi mano sobre mi espada envainada por si la cosa se ponía fea. Gurdor se levantó y dio un paso adelante.
—No quiero que des ni un paso más, o te dejo como la última vez —dijo Adán entre dientes
—¿Me pu... pu... pueden explicar que e... esta pas... pasando acá? —pregunto Darwin.
—Darwin... déjame que yo te explico, antes de que ustedes me salvaran, era una persona completamente diferente a la que soy ahora, vivía robando y atacando a los que se me cruzaban, pero luego de cruzarme a ellos, todo cambio, al ver el lazo entre Edén y Robin, me di cuenta por que hacia lo que hacía, estaba solo, no tenía ningún vínculo real, cargaba con mi dolor y mis perdidas solo, toque fondo y empecé a hacer el mal, pero ahora quiero pedir disculpas en frente de ustedes chicos, nunca tuve que hacer lo que hice, pero soy alguien nuevo, cambie como persona.
En el fondo había algo raro, sospechaba mucho de él y sus intenciones, pero... realmente parece que cambio, no solo por su drástico cambio físico, si no, el ambiente que genera, ya no es el ambiente tenso que había el día que entramos a esa taberna, parece mucho más tranquilo, como si hubiera encontrado paz, por decirlo de alguna forma.
—Entiendo Gurdor, estas perdonado —respondí desconfiadamente.
—¡¿Qué?! —grito Edén confundida.
—¿Rob, te recuerdo quién es? Porque parece que no te acordas —pregunto Adán irónicamente.
—Chicos, dense cuenta, realmente se nota que cambio —respondí.
Los dos se giraron a mirar a Gurdor, pero seguían manteniendo su posición.
—G... Gurdor es un ser ho... honorable, desde que lo encontramos que ayu... yu... yuda con las cose... cosechas.
Luego de que Darwin dijera eso, se puso en frente de Edén de forma que cubría a Gurdor para que ella no le dispare (ya que Edén seguía apuntando con su arco).
—Gurdor e... es pa... pa... parte de nosotros, si va... vas a dispararle también vas a tener que di... dispararme a mi.
—Darwin esto no es necesario... —dijo Gurdor un poco apenado.
—¡Córrete duende de mierda o en serio les disparo a los dos! —Respondió Edén sin dudarlo.
Darwin al darse cuenta como era Edén, se puso pálido del miedo, y apretó con fuerza sus ojos y sus dientes esperando el flechazo, pero Dinti no soporto el disturbio, así que agarro una escoba y pegándonos en la espalda dijo
—¡Me tienen podrida, se van ya de mi casa, y no piensen volver por refugio porque no son bienvenidos!
De apoco nos terminó empujando a todos afuera, y de un portazo, nos despidió con unos insultos al aire. Al ver alrededor, vimos como todo el pueblo de los duendes estaba atento al inconveniente, y como se asustaban al ver las orejas de Edén. Podíamos escuchar como susurraban asustados.
— Queridos duendes, estos viajeros están conmigo, están buscando refugiarse por unos días, les prometo que ninguno de ustedes va a ser herido por ellos —dijo Gurdor en voz alta.
Parecía que tenía un puesto muy importante en este pueblo.
—¡No podemos confiar en elfos!
—¡Sí, son todos iguales!
Gritaban los duendes de la multitud.
—Entiendo su preocupación, pero este chico de acá, es ni más ni menos que el elegido de Frey...
Luego de que Gurdor dijera eso, todos los duendes se quedaron helados, y volvieron a susurrar cosas entre ellos. Edén agarro mi mano y dijo
—Kenthos depende de este chico, prometemos salvarlos a todos, solo déjennos pasar un par de noches acá hasta que el clima mejore y nos vamos.
La multitud de duendes comenzó a aplaudir y poco a poco se comenzaron a ir uno por uno a su casa, luego de eso Gurdor se giró a vernos y dijo
—Pueden pasar la noche en mi campamento, todavía no tengo casa, pero tengo una acogedora fogata y algunas bolsas para dormir.
Los tres nos miramos, no eran necesario darse cuenta la desconfianza que tenían Edén y Adán, pero acá estaba yo para relajarlos, para demostrarles seguridad y que todo iba a estar bien.
—¡No hay problema, con gusto vamos! —dije con una sonrisa.
Luego de eso comenzamos a caminar a su campamento.
—Chicos realmente no me ofende su desconfianza, yo también lo estaría luego de lo que paso —dijo Gurdor mirando el piso.
—¿Se puede saber que te paso? —dijo Edén.
—Es una larga historia... em... luego de que escape de ustedes, me había quedado sin nadie, pero me di cuenta que estaba igual de solo que acompañado de esos enanos que solo les interesaba mis recompensas y la parte que les tocaba a ellos... em... pero bueno volviendo al tema, pase los días escondido en una cueva, alimentándome de porquerías que iba cazando, un día, estaba preparando una trampa para cazar a un frost, cuando a lo lejos, pude ver... creo que eran ogros... no recuerdo bien, y se acercaron a mí, querían información sobre ustedes, pero mi orgullo valió mi brazo, aunque no duraron mucho en pie...
—¿Para, cómo que información de nosotros? —pregunte asustado.
—Exactamente, los ogros al parecer los están buscando —respondió Gurdor con tranquilidad.
—Será porque se abran enterado que vamos a las cavernas de Thot —dijo Adán.
—No puede ser, las cavernas de Thot están abandonadas hace años, los ogros están casi extintos —respondió Edén alterada.
—Eso es lo que ustedes piensan, los ogros estuvieron tomando fuerzas desde su caída, no se sabe dónde reinan ahora, pero algunos dicen que las cavernas de Thot pueden ser de nuevo su hogar...
—No sobre pensemos, puede que simplemente quieran saber sobre porque Frey me eligió.
Trate de calmar las aguas, pero fue en vano, la tensión era grande y hasta yo me sentía nervioso.
—Hoy descansemos, mañana intentemos comunicarnos con Foit para que nos ayude —dijo Edén.
—Está bien, pero en el caso de que los ogros hayan tomado las cavernas, vamos a tener que idear un plan para poder entrar sin morir —dijo Adán.
—Y... llegamos, bienvenidos al campamento de Gurdor, yo lo llame así —dijo Gurdor muy orgulloso.
—Que original —dijo Edén.
Edén estaba más indiferente de lo normal, supongo que es por el incidente de los selvantes.
El campamento era bastante acogedor, había 4 bolsas de dormir y una lona grande en la que podría dormir Leon, me extraño un poco lo preparado que se veía todo, parecía como si ya nos estuviera esperando, pero fuera de eso, había una gran fogata en el centro, una guitarra medio extraña y una pequeña laguna a un costado.
Adán miro alrededor y se percató de algo extraño, a lo que pregunto.
—¿Gurdor, ¿qué es esa pequeña cabaña al lado de la laguna?
A lo que Gurdor respondió seriamente
—Ahí vive Chiblin, es el herrero del pueblo de duendes, en sus tiempos, era muy reconocido por todo kenthos, lo llamaban "El forjador eterno" no había herrero que pudiera forjar lo que el forjaba, pero la soledad lo arruino...
Ahí fue cuando pude recordar, Foit me había hablado de este presunto herrero, ¡es el que forjo mi espada!
—No entiendo, ¿Qué le paso? —pregunte interesado.
—No se si debería hablar de esto... —respondió Gurdor.
Adán desenvaino su espada y amenazo a Gurdor.
—¡hacelo o te corto la cabeza ahora!
—Está bien, está bien, está bien, pero baja la espada... —dijo asustado.
Adán bajo la espada, Gurdor se sentó en un tronco y comenzó a hablar
—El pobre duende llego a cierta edad, y bueno... se empezó a volver loco, comenzó a conspirar contra Frey... así como lo escucharon. Con el tiempo comenzó a investigar locuras en contra de él, los duendes dijeron que parecía paranoico y decía escuchar voces, la calidad de sus armas comenzó a bajar, empezó a hacer espadas con formas raras, runas extrañas y prototipos fallidos, ya nadie le quería comprar... y bueno, lo demás es historia.
—Wow... pobre duende, pero de todas formas voy a intentar hablar con él, necesito saber sobre mi espada y que fue eso que paso cuando comenzó a brillar —respondí.
—Rob, no te lo recomiendo, no vas a poder ser capaz de hablar con el —respondió Gurdor.
—Al menos lo voy a intentar —respondí.
—Tene cuidado, yo voy a buscar ramas para la fogata —dijo Edén.
—¡¡¡Que, me voy a tener que quedar con este loco!!! —grito Adán.
A lo que Gurdor respondió
—Tranquilo, ¡podemos pescar mientras tanto!
Adán nos miró con la peor cara de decepción y entre risas nos fuimos alejando, el sendero hacia la cabaña estaba muy bien cuidado, aunque la cabaña no tanto... al acercarme pude notar como entre las maderas de las paredes había musgo, telarañas, y justo al lado de la puerta una silla de madera, que estaba bastante podrida. Al llegar a la puerta, lo pude escuchar hablando solo
—Esto por acá, el reflector prisma iba acá, ¿dónde mierda deje la esencia de shmop?
Decidí llamar a la puerta a ver si me habría, aunque parece que era verdad la historia que nos contó Gurdor.
—¿Hola? ¿Chiblin?
—Eh... si, si, ahora voy, eh... un segundo —respondió algo nervioso.
De pronto la puerta se abrió y ahí estaba, un duende más gris que verde, no vestía pantalones, solo una remera marrón muy sucia y un casco con muchas runas extrañas, también tenía una barba algo descuidada y una bolsa en la mano. Chiblin miro fijamente mi espada y de forma seria dijo
—¿Forastero, como conseguiste esa espada?
Desenvainé la espada con una sonrisa y respondí
—Fue un regalo de Foit, ¡él me dijo que vos la hiciste! Y vine para saber un poco más de esta.
—No tengo idea quien es Foit, pero nunca podría olvidar una de mis mejores obras, eh... veni, toma asiento, te voy a contar un poco sobre ella — respondió Chiblin mientras entraba a la casa.
Decidí entrar a la casa lentamente, y pronto un olor parecido al pino lleno mis fosas nasales, la casa estaba muy desordenada y sucia, había libros y armas tiradas por todos lados. Chiblin acomodo una silla rojiza al lado de la chimenea para que me siente, y fue directo a la cocina. Mientras preparaba lo que parecía ser una infusión, puso el agua a calentar y dijo
—Esa espada la forjé cuando comencé a abrir los ojos... cuando descubrí que el violeta no es seguridad.
Lo mire confundido y pregunte
—No entiendo, ¿a qué te réferis?
Chiblin se sacó el casco, se acomodó el pelo y vino a sentarse conmigo, agarro la espada y comenzó a mirarla por todos los lados, mientras lo hacía empezó a contarme sobre esta
—Para que entiendas... la espada esta forjada con el alma de un drako, comprimida por una runa de contención. Esta no es cualquier espada, si bien cumple su función, la principal utilidad es poder conectar con el alma del portador, ayudándolo a controlar su fuerza y destreza, o hasta a veces el poder de este.
Tal vez por eso absorbió parte de mi poder el día que me enfrente a los selvantes, es posible que me lo que me ayudo a controlarlo fue la espada, pero, de todas formas, no estaba seguro si contarle sobre el "poder" o lo que sea que es lo que Frey me dio. Chiblin me devolvió la espada y siguió contando.
—Pero esa no es la única utilidad, la razón por que está hecha del alma de un drako, es para que pueda absorber el poder de su misma naturaleza, yo le digo "poder corrompido", en sí, la espada puede matar con más facilidad a los drakos o a los seres corrompidos, absorbiendo su alma cuando son atravesados por esta, esa fue la razón principal por la que la cree, terminar con toda la oscuridad de Kenthos, pero yo ya estoy viejo, por más de que intente todo para frenar este caos, no hay forma, mi cuerpo es débil y traicionero, por eso le di la espada a un elfo que parecía comprometido con hacer de Kenthos un lugar mejor, tal vez ese elfo era el tal Foit del que me hablaste.
No puede ser, ¿entonces mi poder esta corrompido, porque lo estaría? Frey fue el que me lo otorgo, o eso creo, es muy estresante no poder tener una respuesta, no saber que pasa conmigo, no entender mis propios pensamientos. La pava comenzó a chillar y Chiblin se levantó para ir a buscar unas tazas, mientras el servía la infusión en la cocina, mi cabeza iba a mil, como siempre, pero creo que esta vez había entendido lo que estaba pasando, me levante de la silla de un salto y le grite asustado
—¡¡¡Chiblin, creo que estoy corrompido!!!
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