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Luego de discutir un buen rato con sus padres, Kelsey se encierra en su habitación, cierra los ojos al acostarse en la cama y suspira.

Extraña muchísimo a Justin, extraña sus abrazos, su mal humor, sus besos, todo. Desea tenerlo a su lado ahora mismo, desea que la abrace y le acaricie el cabello mientras le canta. Pero eso no podrá serse,y ella lo sabe muy bien.

(...)

—Venga Kelsey, deja de estar amargada—le dice su mejor amiga Belle, la cual está sentada de cabeza en su cama—. Ve a visitarlo a la cárcel—está se encoge de hombros y Kels comienza a negar. No tendría el valor de ir a verlo, a pesar de que aún así quiere, pero seguramente se largará a llorar ni bien entra al lugar, y no quiere quedar como una estúpida.

—Sabes que no lo haré—le responde para luego llevarse una papa frita a la boca y hacer una mueca. Belle rueda los ojos y se incorpora.

—Entonces deja de andar lloriqueando—refunfuña. Se gana un ceño fruncido por parte de su amiga y se lleva la mano al estómago al sentir revuelcos en este, aleja las papas y toma el teléfono para seguidamente soltarlo. Es como una costumbre que ella tiene, mirar el teléfono para ver un mensaje de él, como solía hacer cuando estaban lejos el uno del otro.

—Vayamos a esa fiesta que te dije—Kels rueda los ojos cuando su acompañante menciona eso por segunda vez y niega, no tiene ánimos para escuchar música alta ni para ver a adolescentes hormonales bailar y drogarse. Sólo quiere quedarse en casa atrapada dentro de una manta viendo series. Su mejor amiga bufa y toma su celular—. Que aburrida.

Kelsey no le contesta ya que no puede, su estómago comienza a dar vueltas nuevamente y se lleva una mano a la boca al sentir náuseas y se levanta rápidamente para ir al baño. Belle la sigue asustada y al darse cuenta de que está con su cabeza metida en el inodoro, va hacia ella y le aparta el cabello.

—¿Ves? Te dije que no comieras tanto—la voz de madre sobreprotectora de Belle hace reír levemente a Kelsey cuando se levanta para lavarse los dientes. No puede estar por mucho tiempo triste ni enojada porque su amiga siempre tiene chistes que contar o actuaciones graciosas que hacer.

La pelinegra se lleva las manos a la cabeza al sentir dolor luego de secarse la boca con una toalla y suspira para regresar a la habitación con Belle, quien yace recostada en su cama mirando televisión.

—¿Te sientes bien?—pregunta esta y ella niega recostándose a su lado.

—Me siento fatal, y no me gusta sentirme de esta forma—Belle la abraza y ahí es cuando Kelsey rompe en llanto por quinta vez en el día.

—A nadie le gusta sentirse así, KayKay—le contesta mientras le acaricia el cabello—. Pero ya pasara todo, verás que sí.