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Día lunes, ambos caminan por las calles de Amsterdam, sin perderse ni un detalle de la asombrosa ciudad. Se toman de las manos, como si de una pareja de novios felices se tratase, pero a pesar de no ser nada, no les importa, ser novios es lo de menos para ellos.

Para Justin adaptarse a una nueva ciudad, casa, hogar y personas le está resultando una tarea difícil, pero poco a poco la va llevando, con la ayuda de Kelsey.

—¿Quieres ir a comer?—sugiere Jay mientras la mira y espera la respuesta de su acompañante, la cual luego asiente y sonríe.

Se dirigen a un restaurante que logran ver a la distancia y se posicionan en sus sillas al sentarse.

—¿Te está gustando este lugar?—Kelsey lo mira cuando le entrega el menú a la cantera y se apoya en la mesa.

—¿Te refieres a la ciudad?—ella asiente—Oh, sí, muchísimo—una sonrisa de felicidad se asoma en los labios de Justin.

—Me alegra oír eso, Drew—rápidamente este frunce el ceño y comienza a negar, causando una risa por parte de la chica.

—Te odio cada vez que me llamas así—la apunta y voltea a ver hacia la ventana que da hacia afuera.

—Oh, vamos, me amas—Kels se burla y vuelve a reír.

—Lo hago, Kelsey—susurra para él sin dejar de ver hacia afuera.

(...)

Luego de tener un almuerzo decente; entre charla y risas, deciden volver al hotel donde piensan hospedarse por un par de días para luego retomar el viaje hacia otro lugar.

Ahora, Justin se encuentra en la cama matrimonial con la portátil sobre sus muslos mientras escribe algo de literatura con el teclado de esta, hasta que comienza a navegar aburridamente por internet.

—¿Qué haces?—le pregunta Kels cuando se acuesta a su lado, observa la portátil y alza ambas cejas—¿Investigas casos de asesinatos? ¿Harás otra novela sobre eso?—él se humedece los labios para después mirarla y negar.

—Sólo estaba viendo—se encoge de hombros y pasa a otra noticia aleatoria. Al leer el título de dicha notica, frunce el ceño, ¿por qué su nombre está en mayúscula negrita?

—¿Qué es eso?—se endereza y lee el artículo. "¿Kelsey Adams nuevamente secuestrada? Esta vez, ¿por Justin Bieber, el famoso escritor viudo?"

—Nos buscan, Kels—le susurra mientras ambos se miran fijamente. Kelsey no tarda mucho en romper el llanto y acurrucarse en su pecho.

(...)

—Debo volver, nena—dice Justin sin dejar de acariciarle el cabello. Ella vuelve a sorber su nariz y niega.

—No me dejes—solloza y aprieta el agarre de su camiseta—. Quiero estar contigo.

—Lo sé, pero las cosas se pondrán difíciles si no voy a declarar, Kelsey.

—Tú y yo sabemos la verdad, eso es lo único que debe importar—suspira y le toma la cara con ambas manos.

—Escúchame, puedo hasta ir a la cárcel si sigo escapando de la policía, si no encuentran nada sospechoso en mi, cosa que será cierta, volveré, e iremos a donde tú quieras, o incluso, nos quedaremos donde quieras—le quita las lágrimas—. Sólo confía en mí, volveré para buscarte y seguir con nuestra aventura, lo prometo, Kelsey—ambos juntan sus labios en un tierno beso y vuelven a abrazarse.