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XII

[...]    

Luego de esa estúpida pelea, Justin ha decidido quedarse con el canino el cual le ha puesto Billy, y ha arreglado las cosas con Kelsey.

El día de hoy, ella lo ha llevado a la ciudad para pasear, a pesar de los constantes "no" de él, ha logrado convencerlo, y aquí se encuentran, caminando por las calles del pueblo.

—Bien, ahora iremos a renovar tu armario—Justin hace una mueca y niega, ¿por qué debería? Su ropa está perfectamente bien, y no ha engordado, por lo que le queda—, no me importa que no quieras, iremos igual, además de que yo también debo comprar—dice esto antes de jalarlo hacia el centro comercial.

Hace bastantes años que no pisa un lugar como este y es por eso que se siente peor que un niño, observa todas las tiendas de todos los tipos con entusiasmo y sin dejar de sonreír, aprieta la mano de Kels levemente y esta lo mira con una sonrisa para luego entrar a una tienda. Drew la observa con el ceño fruncido y la suelta para mirar la ropa.

(...)

—Bien, voltea—Justin hace lo que le pide y la vuelve a mirar—, no te ves gordo, quédatelo—confundido, entra al vestidor.

—¿Eso es un cumplido?—pregunta mientras se coloca el suéter y vuelve a salir.

—Lo es—le observa este y frunce el ceño—. Ese si te hace ver gordo, además de que te queda gigantesco—Jay voltea a verse al espejo y se encoge de hombros.

—Es cómodo—se lo acomoda y hace una mueca—, pero pica.

Se cambia y le entrega los suéteres y chaquetas que no le han servido a la chica de la tienda para después darle lo que comprará, a la misma.

Una vez que tienen bolsas en sus manos, deciden caminar por el centro comercial hasta que Kelsey lo mira con una sonrisa e instantáneamente Justin descubre lo que quiere.

—Oh no, no iremos a comer a ningún lugar de comida rápida—la observa hacer puchero y niega con la cabeza. 

—¿Por qué no?—frunce el ceño.

—Porque prefiero comer en casa—mira chocar sus pies en el suelo y la fulmina con la mirada.

—Siempre comes en tu casa, pareces un antisocial, vamos—lo jala del brazo y termina rindiéndose, después de todo, comer en un lugar público no parece ser mala idea.

Justin no para de observar a todas las personas que circulan, una vez que se sienta, y Kelsey carraspea la garganta llamando su atención.

—¿Podrías dejar de hacer eso?—este la observa confundido—Son personas como tú, no extraterrestres—Kels comienza a peinarse el cabello con los dedos y observa a la camarera dejar sus pedidos en la mesa—No eres vegetariano, así que para de mirar con asco esa hamburguesa—refunfuña y se acomoda—. Dios, Justin, ¿podrías al menos disimular? Pareces un bebé recién salido del útero.

—Pues lo siento por no tener una buena vida social—susurra con ironía y ella lo nota, pero no se inmuta, porque sabe que tarde o temprano este Justin volvería—, no es a ti a quien abandonan—Kelsey suspira pesadamente y rueda los ojos, Drew últimamente ha estado haciéndose la víctima, y Adams odia demasiado eso.

—No empieces, por favor—murmura cuando traga la comida y agarra el vaso—, además, lo que acabas de decir no tiene nada que ver con lo que estamos hablando, así que para.

—Sí, como sea—deja de mirarla y se apoya en el respaldo de la silla mientras observa hacia otro lado, evitándola, y sin tocar su comida.

—¿Podrías comer al menos?—Kelsey comienza a ponerse histérica al notar que se está comportando como un niño pequeño, Jay puede parecer muy maduro y todo lo que quieras, pero que es un niño, es un niño.

—¿Podrías dejar de darme órdenes?—se inclina hacia la mesa y comienza a comer sin decir nada más, pero sigue sin mirarla, pues, siente vergüenza por como se está comportando, sí, se ha dado cuenta de lo que está haciendo.

(...)

—Estoy enfadado, no me hables ni me toques—susurra cuando escucha sus pasos detrás de él, se quita la chaqueta al entrar a la casa y lanza las llaves a la mesa para luego observar a Billy saltar—, y tú no te me acerques—lo patea sin importarle el dolor del cachorro y sube las escaleras.

Kelsey; carga a Billy quien sigue lloriqueando y le soba la parte en la que su dueño le ha pateado, para luego besar su cabeza y dejarlo nuevamente en el suelo. Observa las escaleras y se opta por subirlas en busca de una explicación a todo esto.

—Justin—lo llama cuando se posiciona frente a su habitación, no obtiene respuestas de su parte y decide abrir la puerta, lo busca con la mirada cuando entra hasta que lo encuentra en un rincón de la habitación, se acerca a él rápidamente y se coloca de cuclillas para luego acariciar su cabello. 

Él la observa sin decir nada, y ambos se quedan en silencio por un buen rato.

—Kelsey—esta la mira esperando a que continúe—, lo-lo siento—se quita las lágrimas y se observa los nudillos—, no puedo adaptarme a una nueva vida, lo siento.

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