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Luego de esa noche, no ha vuelto a llorar, ese ha sido su límite, tampoco quiere seguir causándose daño. Han pasado mas de tres meses desde ese día y desde que no ve a Kelsey en persona, pero sí en los noticieros, pues, ya todo el pueblo se enteró de que ha aparecido sana y salva. Después de todo, la extraña, muchísimo.
Su novela policial ha sido todo un éxito a pesar de que la considere una total mierda por la falta de contenido en algunos capítulos gracias al bloqueo mental que tuvo.
Se ha acostumbrado a vivir sin la presencia de Gillbert, sin escuchar sus ladridos y saltos de felicidad cuando lo recibía o cuando sabía que iba a pasear, y así como superó al canino, también superó a Kristen.
Camina hacia la cocina mientras escucha los mensajes que su padre le ha dejado y suspira, hace años que no lo ve, y a pesar de que le importa poco, no le vendría mal una charla de padre e hijo mientras beben whisky como cuando él era un adolescente.
Él también se desvaneció cuando su esposa y madre de Justin murió un año antes de que Kristen también lo hiciese, pero no fue tanto como Jay, quien terminaba de salir de una depresión y entró en otra, destruyéndolo por completo. Jeremy superó rápido y sin dificultad a Patricia, y Justin creía que como era de una familia fuerte, también lo haría con Kristen y con su madre, pero no fue así, Drew resultó ser el mas frágil de los Bieber y Mallette.
Se lleva la taza de café a los labios y le da unos cuantos sorbos a este, mientras se apoya en la mesada y la voz de su padre sigue escuchándose desde la sala donde el teléfono está. Se queda observando el suelo como de costumbre hasta que escucha golpes en la puerta, instantáneamente frunce el ceño y observa su alrededor tontamente, nadie acostumbra a venir a su casa, y mucho menos en épocas de invierno.
Suelta otro suspiro y deja bruscamente la taza sobre el mármol de la encimera antes de encaminarse hacia la entrada, lleva la mano al pomo de la puerta y toma una bocanada de aire para luego abrirla, y ver a la persona que tiene en frente.
Kelsey está parada frente a él con un gran abrigo que la hace ver jodidamente tierna y abrazable, Justin la observa como si la odiara, conteniéndose las ganas de abrazarla con fuerza y susurrarle que jamás se aleje de su lado.
—Siento no haber venido antes—susurra y quita unos mechones de cabello ahora marrón, de su cara—, pero ya sabes como son mis padres de sobreprotectores después de lo que pasó—hace una mueca—, pero he venido a darte las gracias—debería de invitarla a pasar, está nevando y hace demasiado frío, pero se ha quedado inmóvil en su lugar observándola—, de verdad, Justin, gracias por todo, gracias por encontrarme, darme alojo y soportarme—ríe levemente y Justin disfruta de eso, nunca había escuchado una risa tan tierna y linda como la de Kelsey—. No sé que habría he--—y ahí es cuando toma la iniciativa y la abraza, la abraza tan fuerte como si su vida dependiera de ella.
Cierra los ojos y suelta otro suspiro más. Quiere estar con ella, por más terco y egoísta que sea, quiere que forme parte de su nueva vida, a pesar de que básicamente no sabe nada más que su nombre, su edad y que le gustan los perros al igual que explorar, pero se tomará el tiempo de conocerla totalmente. Pero de algo está seguro, Kelsey no suplantará a Kristen, claro que no, Kristen es única e irreemplazable y los momentos vividos con ella serán recordados por siempre con mucha felicidad.
—Te he extrañado, Kels.
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