[...]  

Cuando Justin se calma, instantáneamente siente vergüenza y enojo de sí mismo, vergüenza por llorar y enojo por generar lástima de parte de Kels, él no quiere eso, él no quiere dar lastima, odia dar lastima, lo encuentra súper hipócrita. Por eso él es frío la mayor parte del tiempo, porque si se muestra cómo es realmente, genera lastima, porque es un hombre sensible y roto que espera a encerrarse en su cuarto para desahogarse mediante el llanto.

—Olvida que esto pasó—se aleja de ella con indiferencia y sale de la habitación dejando a Kelsey más que confundida, quien se queda observando la puerta sin saber que hacer. 

"Este hombre es complicado" ese es uno de los pensamientos que dan vueltas dentro de su cabeza y es que lo es, Justin es un hombre difícil de tratar, y difícil de mantener una relación estable.

Por lo tanto, Justin, intenta asimilar lo que ha sucedido y las ganas de golpear todo le sobran, ya que se ha prohibido llorar delante de alguien, y se siente un completo estúpido por haberlo hecho esta vez.

Se apoya en el barandal y observa el suelo por un momento, hasta que escucha la puerta de la habitación de Kelsey abrirse e instantáneamente camina hacia otra habitación.

Kels lo observa guardar ropa en una maleta y frunce el ceño, ¿se irá? ¿Se enfadó con ella por alguna razón? No podría haberlo hecho, no las tiene.

—¿J-Justin?—susurra a la vez que se acerca a él, le da miedo la forma en la que guarda las prendas con violencia y es por eso que se mantiene lejos observando todo con curiosidad.

—Te irás—la joven abre los ojos y comienza a negar, sólo faltaba que se tirara el suelo a rogarle a Justin que por favor la dejara quedarse un poco más—. No me importa que no quieras, te llevaré a la ciudad y seguirás tu vida como antes—le entrega la maleta bruscamente y ella lo queda mirando hasta que la lanza al suelo.

—¡Por favor!—Justin observa el suelo como todo un cobarde e imbécil, por dentro se siente mal por la chica, y quiere que se quede, porque lo necesita, necesita compañía, pero el odio y egoísmo es mas grande que él.

Levanta la mirada hacia ella y la observa, mechones de cabello adornan su rostro haciéndola ver más que bonita, su cuerpo es el perfecto de una modelo, y Justin se pregunta si quizás es o fue una. 

Cuando reacciona, deja de mirarla teniendo pena de si mismo, pena y vergüenza, otra vez, por sentirse un necesitado de mierda, por no disimular ni un poco y por seguramente incomodar a una niña, sí, para Justin, Kelsey es una niña.

—Por favor, Justin—Kels vuelve a susurrarle con la esperanza de que se harte y la deje, como lo hizo la primera vez, pero este parece bastante decidido, o eso cree ella. Se desespera más cuando lo observa bajar las escaleras y va detrás de él rápidamente—, por favor, prometo hacer todos los quehaceres, incluso los tuyos, ¿te gusta el café por la mañana? Puedo hacerte un café todos los días, puedo ordenar tus libros por orden alfabético, puedo--

—Cállate, Kelsey—abre la puerta de la entrada y la vuelve a mirar—, irás a la ciudad.

—Pero, me gusta estar contigo.