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¿Que es el afecto?

Esa era una pregunta que se había hecho múltiples veces, en un pasado que parecía tan distante como cercano.

Algo que solo había podido ver en los libros ese llamado amor que se supone todas las madres sienten por sus hijos, el afecto de ser recibida con un abrazos, o que se preocupara por ella.

La razón por la cual su madre no reconocía su existencia pudo ser un razón para estar triste.

O lo estaría, pero había llegado a sus propias conclusiones, respecto a las emociones desconocidas que albergaba.

No puedes extrañar algo que no conoces.

Un pensamiento que parecía ser erróneo, manteniendo su deseo de sentir ese afecto del cual sólo había leído y visto en dibujos.

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Todos los días su madre se la pasaría leyendo, y al caer la noche llegaría un carruaje que se la llevaría lejos.

Un evento que era así desde que tenía memoria, no podía recordar una sola vez que su madre le hubiera mostrado alguna muestra de cariño.

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Sus preguntas internas estaban llenas de un vacío, igual que desconocía el afecto, tampoco sabía quién fue la que le enseñó a hablar y leer.

Preguntas que quedarían en el olvido.

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Desde su ventana observo como su madre se subía a un carruaje que la llevaría a un lugar desconocido.

En su corazón, aún quedaba el deseo, la ilusión de que un día despertaría y su madre la atraería en un cálido abrazo, diciéndole lo importante que es para ella.

Ya que, aunque se fuera al final su madre siempre volvería, le gustaba pensar que volvía por ella, y que al menos en alguna parte dentro de ella si la quería.

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Bajando su mirada encontró el mismo libro que la había ilustrado sobre todo el tema del afecto, un simple cuento donde se mostraba escenarios con los que solamente ella podría soñar.

.. aún así, a ella le gustaba leerlo.

Tenía dibujos y era un libro que al sostenerlo entre sus manos se sentía cálido, como si guardara preciosos recuerdos que lo involucraran de alguna forma.

No había mucho que hacer por la noche, tampoco por el día dónde tiene prohibido salir, aunque igualmente no tendría ningún motivo para hacerlo.

Nadie parecía interesado en hablar con ella, y los niños que llegaban por ese camino eran malos pese a su intento de ser amable.

Cumplir con sus tareas en la granja era lo único que podía decir que le gustaba, encontrando agradable el alimentar y reponer el agua de los caballos del establo.

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No se podría decir que el libro fuera nuevo, para cualquiera que lo viera sería evidente que lo tiene desde hace años, y aunque ella intentará cuidarlo lo mejor que podía, era inevitable que se fuera desgastando.

Pensar en de donde salió el libro tampoco llevaba a nada, en sus recuerdos solamente apareciendo que desde pequeña lo tenía.

La idea de que fuera un regalo de su madre fue esperanzadora, ya que tendría algo de sentido que su madre quien siempre está leyendo le regale un libro a su hija.

Pero tampoco puede saber si ese es el caso, cuando ni siquiera puede lograr que la mira directamente, intercambiar palabras también sería un milagro.

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Dejando eso de lado, Historia tomo el libro y se decidió por volver a repetir un cuento que había leído tantas veces que bien podría recitarlo de memoria.

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En el cuento donde habían muchos dibujos, uno siempre llamaría su atención. Deteniéndose brevemente cada vez para verlo con detenimiento.

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Al día siguiente retomó la monotonía del día a día, desayunando algo bastante sencillo que se había preparado por su cuenta.

Y ahora solo le quedaba terminar de hacer sus tareas, las cuales había aprendido de quien se supone eran sus abuelos.

Si eso era cierto o no, ellos tampoco fueron ni mostraron afecto por ella, si tenía que guiarse por el libro que era su único ejemplo de lo que es él afecto.

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Actuar infantil

Era algo de lo cual había leído y creí entender, una actitud que quizá obtendría la atención y alguna reacción.

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Los recuerdos del día en el que había intentado imitar esos escenarios familiares eran un contraste emocional.

Sintiendo ya no la indiferencia sino el rechazo total, escuchando a su madre hablar sobre que debió matarla antes de que naciera.

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Sin mirar atrás nuevamente fue dejada atrás, sabiendo ahora por sus propias palabras que ese amor que buscaba nunca llegaría.

Un momento que quedó grabado en su memoria, dónde se destruyó cualquier esperanza que guardaba.

Su mente absorta con la realización de comprender sus emociones burbujeantes que se habían quedado paralizadas bajo el peso de esa mirada.

"Si tuviera suficiente valor para matarla"

La indiferencia que creía un día podría cambiar se rebeló como como los verdaderos sentimientos que albergaba su madre.

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Pudo haber seguido hundida en sus pensamientos si no fuera porque que nuevamente oyó la voz de los niños, algo de lo cual ya sabía el significado

Limpiando la sangre que salía de su nariz de forma natural regreso al interior de la casa.

Obtando por intentar dormir lo que quedaba del día, el rechazo ya era algo de lo cual se había acostumbrado, no nunca espero recibir el odio de su madre.

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Acostada en su cama, como si se tratara de una maldición fue que su mente no parecía encontrar la somnolencia que era el camino para poder descansar.

En su campo de visión entrando un diario que había obtenido, nuevamente tampoco recordando quien se lo dió o como fue que llegó a sus manos.

Las personas usarían sus diarios para escribir cosas que no querían olvidar, guardando en el sus pensamientos y vivencias de cada día, o de un día en específico que significará algo especial.

No hacía falta decir porqué su diario estaba en blanco fuera de las primeras dos páginas, donde había intentado escribir lo más cercano a emoción que había en su vida.

Pero, en una vida como la suya realmente un diario era lo más inútil, cuando todos los días serían iguales y no guardaba nada que quisiera recordar.

En especial esté día, dónde esperaba que el sueño y el olvido aliviará la presión en su corazón, las lágrimas deslizándose por sus mejillas pese a sus mejores intentos por no llorar.

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Pasando solamente 3 días después de esté evento, delante de ella se abrió un nuevo mundo con la llegada de su primer amigo.

Siendo la primera vez que realmente tenía algo que quería guardar, no queriendo olvidar ése día tan mágico que había tenido.

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- Tercera página -

Lo siento por haberte dejado en un cajón, debió de ser muy oscuro y aburrido.

No tenía experiencia mucho menos alguna idea sobre como debía de expresarse, aún así lo intento.

Encontrando cómoda la idea de escribir como si le contará su día a alguien, aunque nadie terminará leyendo ésto, usar al diario como alguien podía escucharla fue agrandable.

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Aunque llegue temprano al lugar que habíamos elegido para encontrarnos, el tiempo pasó super rápido.

Kazuma acepto mi juego, y ambos nos divertimos mucho, también me rebeló algo importante que oculta a todos.

Es magia

O algo así, él me dió una larga explicación sobre que es un tipo de energía y la conver.. ¿Convertir?.. ¿Convergencia?.. no entendí mucho de sus palabras, pero dijo que la energía y la materia estaba conectadas.

Luego de jugar fue que me lo mostró, fue increíble, cada vez que la usa pronuncia unas palabras extrañas que no reconozco.

Intente decirlas también, pero kazuma ya me dijo que es imposible que tenga esa misma energía que el usa.

Eso me deprimió, pero kazuma creo una esfera de hielo, fue algo muy bonito.

También, mencionó algo sobre "estilista" tampoco conozco que significa la palabra y me sentí dudosa sobre preguntar.

Sé que kazuma me lo contaría si se lo preguntara, pero aún sigo teniendo miedo de que crea que soy molesta, seguir haciendo preguntas sonaba a algo molesto para él.

Bueno, creo que se lo preguntaré mañana,

Mientras iba escribiendo fue que por su mente pasaron todos los juegos que habían hecho, siendo su primera amiga y él su primer amigo.

"Siendo honesto, no puedo decir que tenga algún amigo, con decirte que está es también la primera vez que juego a algo, Decidí confiar en tí"

Unas palabras que no logro entender, teniendo qué preguntar pese a su compromiso interno de evitar hacer preguntas que pudieran hacer que él la vean como una molestia.

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Historia: Porque decidiste confiar en mi, con algo tan importante.

Una preguntada que intento hacer de forma sería, solo obteniendo que kazuma le devolviera la mirada, siendo al final ella quien terminó retrocediendo y bajando su mirada con sus emociones cambiando entre el nerviosismo, timidez y un grado de miedo por su respuesta.

Kazuma: Tienes razón, siendo prácticos y lógicos, no hay razón por la cual te comparta algo como ésto, si tengo que ser honesto. Lo hice porque sé que nadie te creería, además que no tienes nada que ganar con eso. Parte de mi confianza recide en que sé que no se lo dirás a nadie.

Un razonamiento tan frío fue lo que recibió, pero al menos siendo una respuesta directa, algo que podía aceptar más fácilmente.

Kazuma: Sobre porqué tú, al inicio me recordaste a alguien, pero eso también lo deseché ya que sería cruel reflejar la imagen de otra persona al momento de conocer a alguien.

Acompañándo sus palabras fue que sintió una brisa helada, un aire demasiado frío que la hizo reincorporarse se manera instintiva.

Kazuma: Lo siento si es que esperabas alguna razón extraordinaria, pero la realidad es que solamente la pase bien contigo y quería compartir algo especial que sabía te haría feliz.

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Fue la primera vez para ella que alguien decía directamente algo tan lindo, encontrando un valor especial en esas palabras.

La simpleza de un simple deseo como "Disfrute pasar tiempo contigo" fue lo mejor que alguien le había dicho, la confesión sobre que no solamente había sido ella quien había disfrado de ese día.

Adicionalmente, que la razón por la que decidiera compartir algo tan especial fuera una cosa como "sabía que te haría feliz". Era la primera vez desde que tenía uso de razón que alguien hacía algo solamente por verla feliz.

Tal fue la emoción que sus ojos se cristalizaron en un reflejo de su caos interno que representaba un remolino de diferentes emociones.

Algo que en esté momento le daba vergüenza de recordar, pero también felicidad por la sensación de su palma en su cabeza mientras se disculpaba sin razón.

Kazuma: sí dije algo incencible, tienes que saber que fue accidental, ...si sigues llorando me harás sentir culpable.

Decir que también era la primera vez que alguien se preocupaba por lo que sentía hubiera sido muy directo, pero al final un hecho.

Consiguiente, viendo que ella seguía derramando algunas lágrimas pese a sus mejores intentos para calmarla fue se alejo.

La vida de ese niño caminando varios metros de distancia la alarmo, limpiándose las lágrimas rápidamente por el miedo resurgido de haberle resultado molesta.

Un pensamiento que fue destruido cuando nuevamente se desconcertó al verlo agacharse para tocar el suelo.

De la tierra surgiendo pequeños muñecos que usaban traje y tenían ropa ostensosa, su formación siendo colorida.

Kazuma: ¡Bien!, como disculpa pienso regalarte algo que se podria decir es lo más importante para mí.

Entre los muñecos formándose la figura de tres chicas y la de un chico que vestía una capa verde.

Frente a estos tres muchos alzándose uno nuevo que era más grande y tenía una espada desproporcional.

La coloración fue llegando mientras los muñecos fueron adoptando un silueta más animada.

Kazuma: No será mi mejor historia, pero intentaré hacer de los efectos especiales. Aquí te presento la lucha contra el general del Rey demonio Beldia.

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"Kazuma: Fue la primera vez que jugué a ésto, pero sin duda me divertí, si no tienes algo que hacer mañana, volveré a venir."

Wisserus_MD: Para los que se preguntan sobre si Eren sabe de kazuma.

No lo sabe

Para hacerlo sencillo les diría, la aparición de kazuma fue como agregar un factor desconocido a la ecuación.

Un anatema que va destruyendo y creando nuevos futuros.

Ahora mismo el destino ha sido destruido.