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Parte 3

 Llegaron las doce de la noche y un montón de gente se escondía en torno al ayuntamiento tapados por las sombras. Entre esas personas que vestían todas de la misma forma había una chica de pelo corto y negro que tenía una especie de pulsera en la muñeca con un comunicador. Esta chica apretó un botón que había en la pulsera y habló por el comunicador.

- Todo está listo jefe. Ya han sido situadas las primeras cargas. Solo falta su señal -

- Perfecto Lisa. Aquí todo está listo también. Pon el modo altavoz para que todos me oigan allí también -

- Entendido -

Lisa apretó el mismo botón dos veces seguidas y se puso en medio del grupo de gente con el brazo extendido -

- Señores y señoras, hemos tardado tres largos años, pero por fin ha llegado el día que todos esperábamos. Está ciudad está podrida y apesta a vanidad. Aquí todo el mundo brinda de una vida demasiado acomodada porque tienen demasiados lujos, unos lujos que nosotros nunca tuvimos. Ellos no van a compartirlos con nosotros por las buenas, así que tendremos que coger lo que queremos por la fuerza. Hoy es el día en que los Rayo J dejarán de ser unos simples bandidos para pasar a ser temidos por toda Punta Sur. Hoy haremos que Akshul caiga y si es necesario la reduciremos a cenizas para conseguirlo. ¡ HERMANOS, QUE EMPIECE LA FIESTA ! -

Al escucharse esas palabras de los labios de James, se escuchó un sonoro grito de fuerza en la ciudad y acto seguido... una explosión de gran magnitud alarmó a todo Akshul. La explosión turbó el sueño de toda la ciudad y cuando la gente miraba al cielo solo podían ver una gran hoguera y muchísimo humo negro en el lugar donde estaba el ayuntamiento. Todos los Rayo J que antes estaban aglutinados se esparcieron por la ciudad que empezaba a cubrirse de llamas.

Un estruendo terrible me sacó de mi letargo. No sabía muy bien lo que había sido. Puede que un trueno o un terremoto, pero no parecía eso precisamente. Por el ruido que se escuchaba en las calles de Akshul parecía un calamidad más terrible. Salí de mi habitación en busca de Elas para preguntarle qué había sido ese ruido. Abrí la puerta de mi habitación y descubrí que Elas no estaba en el salón, así que miré en el resto de habitaciones y le llamé, pero no había ni rastro de él. Me tentaba la opción de salir de la casa y ver con mis propios ojos lo que pasaba, pero recordaba que Elas me dijo que no saliera pasara lo que pasara. En ese momento me cubrían un montón de preguntas. ¿ Y si Elas me ha abandonado ? ¿ Y si esta no es su verdadera casa ? ¿ Y si había salido y le había pasado algo ? Fuera como fuese tenía que encontrarle y preguntarle yo mismo lo que pasaba, así que con un montón de agallas decidí abrir la puerta de la casa para poder salir y ver lo que ocurría en la ciudad. Cuando salí me di cuenta de que la ciudad brillaba mucho. Y no solo porque hubiera luna llena, si no porque gran parte de Akshul estaba envuelta en llamas y todo el mundo corría despavorido. Tenía que encontrar a Elas, pero no tenía ni idea de por donde buscar. Por casualidad, mirando hacia una de las calles vi algo que brillaba en el suelo. Me acerqué para verlo mejor y descubrí que se trataba de una redonda. Al fijarme mejor me di cuenta de que había otra delante y así seguía creando una pequeña fila de redondas. Al final de aquella calle vi lo que parecía una carreta con un gran saco que tenía un agujero por donde caían las monedas. Al verlo pensé que seguramente sería Elas quien dirigía el carro ya que le gustaba mucho el dinero, así que decidí seguirle y comprobar si de verdad era él.

Mientras tanto Elas caminaba por las calles de Akshul muy tranquilo. Caminaba en medio del incendio como si no le importara lo más mínimo, pero parecía estar buscando algo. Yo no la sabía entonces, pero resultaba que Elas sabía que esto iba a pasar y me quería dejar al margen por mi bien, por eso me dijo que no saliera de la casa. Él salió poco antes de la explosión, pero no sabía que se iba a producir. Solo sabía que los Rayo J iban a intentar tomar la ciudad. A él le daban igual los Rayo y todo eso. Él solo quería encontrar a Berserker para vengarse de una vez de él por lo que le hizo a sus tíos. Cuando llegó al mercado de Akshul estaba envuelto en llamas mientras los Rayo J se enfrentaban a la guardia de Akshul con su característica coraza de cuero azul y a la orden de los once sellos que iban vestidos de blanco, aunque había muy pocos de esos y muchos Rayo, pero la orden le ganaba a su enemigo en habilidad, así que estaba bastante compensado. En medio de la plaza, donde había una fuente con forma de pez, tres guardias luchaban contra un hombre enorme. Muy musculoso, con gran barba y muy mal genio. Ese hombre no era otro que Berserker. Los guardias atacaron a la vez a Berserker, pero este era tan fuerte que dio un pisotón en el suelo y lo resquebrajó aturdiendo a los guardias. A uno le dio un puñetazo en el escudo con tanta potencia que lo atravesó de cuajo y le alcanzó el pecho. El otro intentó cortarle con su espada, pero como Berserker tenía unos brazales de hierro pudo frenar el golpe y darle un puñetazo al guardia que lo lanzó contra otros Rayo j. El último consiguió darle con la punta de su lanza en la espalda, pero esta nada más tocarla se partió en dos sin hacerle un rasguño a Berserker. Este agarró el otro trozo de lanza trayendo al guardia hacia sí y entonces le dio un tremendo golpe en el estómago que hizo que por su boca emanara un hilo de sangre. Derrumbado en el suelo el guardia le preguntó a Berserker con voz apagada.

- ¿ Qué eres ? -

- ¿ Yo ? Un demonio sediento de sangre -

Berserker levantó el pie ante el guardia, que al verlo ya veía su final cerca, y cuando estaba a punto de pisotearlo...

- ¡¡¡ BERSERKER !!! -

Al oír su nombre se giró pare ver quien se había osado a pronunciar su nombre. Al hacerlo vio a un chico con melena rubia y unos guantes de cuero sin dedos. Esos guantes recordaba haberlos visto hace tiempo. No era capaz de recordarlo muy bien, pero sabía que en algún sitio los había visto. Debido a que Berserker miró hacia Elas el guardia pudo escapar. Lo que enfadó bastante a Berserker.

- ¿ Se puede saber quien diablos eres tú ? Alfeñique -

- Entiendo que no te acuerdes de mí, pero por lo menos dime que te acuerdas de estos guantes -

Berserker hizo memoria y por fin averiguó de qué le sonaban esos guantes.

- Ya recuerdo. Esos mismos guantes los llevaba aquel viejo que maté por entrometido. Aún recuerdo como chillaba su esposa y lo bien que ardía su casa. Supongo que tú le robarías los guantes después. Bueno, te quedaste con lo único bueno que tenía -

- No te atrevas a hablar de él así. Para mí era como un padre, me cuidó y me crió con la convicción de que debía ayudar a todo el que lo necesitara -

- Muy bonito, me has hecho llorar. Qué es lo que quieres de mí ¿ Venganza a caso ? -

- Exacto. No permitiré que sigas hiriendo a más gente y con eso honraré a mis tíos -

- Je. Chaval, no sé a cuanto estará tu cabeza, pero la mía está a quinientas redondas. No creo que te convenga enfadarme -

- Te machacaré y mi cabeza será quinientas monedas más valiosa -

- Está bien. Quería ser generoso contigo, niño. Pero parece ser que se me ha pasado. Espero que esta pelea no sea una pérdida de tiempo. ¿ Preparado ? -

- Ven cuando quieras, gorila -

Berserver, acudiendo a la llamada de Elas corrió hacia él como una bala de cañón dejando sus huellas hundidas en el suelo. Cuando estaba frente a él intentó darle un puñetazo en la cara, pero Elas pudo inclinarse y esquivar en golpe, aunque la misma onda del puño le tiró al suelo. Rápidamente Elas se levantó y se puso en guardia frente a Berserker. Este le acometió con una rápida serie de puñetazos, pero Elas podía esquivarlos todos sin problemas. En una ocasión Elas esquivó un golpe y pudo asestarle a Berserker otro en el abdomen. Aunque puso mucha fuerza en aquella sacudida no le hizo gran cosa, por lo que se quedó durante un par de segundos paralizado al ver la gran resistencia que tenía. Berserker le agarró del brazo y lo lanzó contra un puesto de fruta abandonado. Elas se hizo mucho daño, pero lo ignoró y corrió como loco hacia su enemigo. Este juntó las dos manos y cuando tenía a Elas lo suficientemente cerca intentó aplastarlo. Afortunadamente Elas pudo hacer una segada por debajo de sus piernas y a su espalda darle un gran golpe con el codo que le hizo bastante daño. Este retrocedió un par de pasos mientras se tocaba la espalda dolorido, aunque no mucho.

- Sin duda esto va a ser interesante – Dijo Berserker

Este agarró uno de los cuerpos de los guardias que derrotó antes y se lo lanzó con gran fuerza a Elas. Este, al ver que aún seguía vivo, no tuvo más opción que intentar coger al guardia. Lo hizo, pudo agarrarle, pero le impactó con tanta potencia que se estampó contra una pared de piedra de un edificio rompiéndola. Cuando Elas se levantó dolorido y magullado vio como lo que parecía un elefante se acercaba. Berserker corrió raudo hacia él y cuando le alcanzó le agarró del cuello y siguió adelante rompiendo todo lo que se ponía en frente usando el cuerpo de Elas. Habiendo pasado ya por el interior de cuatro casas los dos llegaron a una larga calle que terminaba en un banco con las paredes de piedra gruesa. Sabiendo que eso le remataría, Elas le pisó el pie a Berserker mientras corría haciendo que cayeran al suelo. Al hacerlo dieron vueltas de campana hasta terminar en el suelo con Elas encima de Berserker. En esa posición aprovechó para darle múltiples golpes en la cara que le estaban haciendo bastante daño. Berserker pudo cambiar las tornas y ponerse encima de Elas.

- Has luchado bien pero no lo suficiente. Este va a ser tu final -

Berserker intentó darle en la cabeza a Elas, pero este pudo esquivar el puño ladeándola, lo que produjo un agujero en el suelo. Así pudo esquivar varios puños sacando de sus casillas a Berserker, que al final agarró del cuello a Elas para que se estuviera quieto. Levantó su puño con ímpetu y antes de cargarlo contra la cabeza de Elas dijo.

- La verdad es que te pareces mucho a tu tío. El también puso esa cara de miedo cuando le partí el cráneo. Mándale saludos de mi parte en el infierno -

Berserker bajó su puño con una gran velocidad, pero antes de que impactara... Elas pudo ponerle los pies en el pecho y empujarlo con tanta fuerza que regresó a la plaza del mercado. Berserker aterrizó en la fuente del pez mareado y confundido. No tenía ni idea de cómo lo había hecho para lanzarle tan lejos. Pero cuando le vio aparecer por el hueco de la casa lo comprendió. La mirada de Elas ya no era la misma, ahora no parecía enfadado, ya que sus ojos miraban al suelo expresando compadecencia y seguridad.

- Mi... tío. Era un hombre que aunque no era tan fuerte como tú era mil veces más valiente. Él se atrevió a luchar contigo aún sabiendo que perdería solo para salvar a aquel soldado que ni conocía. Las condiciones no son muy distintas a aquel día, no creo que sea más fuerte que tú, pero por lo menos intentaré serlo para darte lo que mereces – Dijo Elas desde el agujero

Berserker, enfurecido, fue hacia Elas para darle un puñetazo. Cuando lo vio Elas hizo algo increíble. Respondió con otro puñetazo haciendo que se chocaran los dos golpes, lo que levantó tanto aire que apagó unas cuantas llamas de alrededor. Ninguno de los dos mostró dolor o vacile, así que esto se repitió varias veces causando estragos en los brazos de los dos contendientes, y aunque no lo mostrara, mucho más en los de Elas. Sabiendo que pronto se rompería algún brazo, Elas decidió utilizar la rabia de Berserker en su contra. Cuando este iba a darle un puñetazo con mucha más fuerza que los otros Elas pareció que le iba a dar, pero hizo un amago y dio un paso diagonal. Una vez en el costado de Berserker y con gran rapidez. Juntó los dos puños y golpeó fuertemente el brazal izquierdo de su enemigo ya que tenía el brazo extendido. Al hacerlo lo rompió en mil pedazos y Berserker calló al suelo humillado. Ese golpe le pasó factura a Elas ya que notó un crack en la mano derecha. Berserker se levantó y volvió hacia Elas. Este sabía que ya no podía atacarle con las manos, así que se limitó a esquivar los torpes golpes de Berserker. Uno a uno los esquivaba cada vez con más dificultad, así que cuando vio un escudo tirado en el suelo lo cogió rápidamente y cuando Berserker le dio al duro escudo de metal con la mano sin brazal... este emitió un fuerte grito de dolor impropio en él. Elas miró el escudo y vio que simplemente tenía una abolladura. En ese momento se dio cuenta de que la reliquia de Berserker eran sus Brazales, por eso había perdido su fuerza en la mano izquierda. Ahora sabía lo que tenía que hacer si quería vencerle, pero no tenía muy claro si en su estado podría romperle otro brazal. Mientras Elas pensaba en la forma de romperle el brazal vio como un objeto se acercaba hacia él a gran velocidad. Por suerte pudo pararlo con el escudo y ver que había sido Berserker quien lo había tirado, ya que ahora se dedicaba a tirarle trozos de piedra de la fuente que había roto. Los tiraba con gran fuerza, por lo que a Elas le costaba cada vez más pararlos con el escudo. Finalmente Berserker tiró uno con tanta fuerza que Elas cayó al suelo. Cuando quiso levantarse ya tenía encima a Berserker, que con un puñetazo con su mano buena pudo atravesar el escudo y agarrar a Elas de su camiseta verde. Una vez agarrado lo lanzó contra la otra pared rompiéndole la camisa y dejando su torso desnudo. El escudo se le cayó en el aire y nada más impactar notó el brazo de Berserker en el pecho para que no se escapara.

- Nunca me había encontrado con alguien tan cabezón y persistente. Eso me gusta. Es una pena que no hayas conseguido tu objetivo, pero estaba claro que nunca lo conseguirías -

Mientras le decía esto le daba fortísimos golpes en el estómago con el brazo fuerte. Unos golpes que hacían que de la boca de Elas saliera abundante sangre. Cuando se cansó de darle le lanzo por el suelo y cuando escupía la sangre de su boca Berserker le dio una gran patada en el estómago. Mientras Elas se lamentaba de sus heridas algo raro pasaba en el lugar. Ya no hacía tanto calor como antes. La humedad se condensaba en el lugar y una espesa niebla empezaba a invadirlo todo.

- Qué raro. ¿ De donde sale esta niebla ? Bueno, eso da igual. Prepárate para morir, alfeñique – Dijo Berserker

Levantó el pie encima de la cabeza de Elas y cuando pisó con fuerza el suelo la niebla blanca ya era tan densa que no podía ver el cuerpo espachurrado de su enemigo. Pero tenía la sensación de que no lo había conseguido ya que no notaba nada blando, y es que justo cuando no podía verle, Elas aprovechó para esquivar el golpe. Elas podía ver a Berserker como una sombra gris dentro de la niebla, pero parecía que este no podía verle a él. En medio de toda esa confusión Elas creyó distinguir una figura que se acercaba a él. Pero no era Berserker, más bien parecía una chica que podía ver igual que veía a su enemigo, como una sombra gris.

- ¿ Quien eres ? - Le preguntó Elas

- La ayuda. Ven conmigo, yo me ocupo de Berserker – Dijo la chica con voz muy suave

Elas no sabía muy bien a donde lo había llevado, pero la chica le dijo que se sentara y esperara, así que lo hizo. Mientras tanto, Berserker estaba furioso ya que no entendía el por qué de esta niebla tan densa. Pero entonces... Berserker notó un corte en el hombro derecho, así que intentó taparse la herida con el izquierdo.

- ¿ Quien eres ? ¡ Alfeñique aparece, no seas cobarde ! -

En ese momento el grandullón notó un corte en la pierna derecha, por lo que tuvo que apoyarse en la rodilla para no caer al suelo. Poco después notó como algo afilado y largo cortaba en dos el brazal que le quedaba. Esta vez decidió concentrarse y prestar atención a lo que le rodeaba. Unos pocos segundos después tuvo una certeza y extendió su brazo hacia delante pudiendo capturar a la persona que le había cortado, que era la chica que ayudó a Elas. Berserker la tenía presa del cuello y cada vez le apretaba más quitándole el oxígeno.

- Vaya. He estrangulado a mucha gente a lo largo de mi vida, y notando este cuello tan suave veo que eres una chica joven y muy bella. Te vas a arrepentir de esto -

Elas veía lo que ocurría como si fueran sombras. Sabía que tenía que hacer algo, pero no sabía el qué. En ese momento la niebla le dejó ver tres cajas apiladas una más alta que la otra y tuvo una idea. Corrió hacia las cajas a toda velocidad, puso un pie encima de una el otro encima de la otra y sin disminuir la velocidad dio un gran salto hacia Berserker. Cunado estaba muy cerca apretó los dientes y le dio una patada en la cara con tanta fuerza que toda la niebla del lugar se disipó mostrando la cara de dolor de Berserker. Al notar el impacto el grandullón cayó a suelo como un roble dejando a la chica, que ya podía ver perfectamente Elas. Este se acercó a esta, que estaba tosiendo una vez recuperado el aliento, y le ofreció la mano en señal de ayuda. Al ver aquella ayuda la chica la recogió y se levantó. Una vez de pie aquella chica de pelo verdepudo ver bien a Elas.

- ¿ Te encuentras bien ? - Le preguntó Elas

Névula estaba impresionada. No cabía en su asombro al ver que Elas la había salvado aún estando en estado crítico. No tenía palabras para responderle, pero cuando vio que Elas se iba a desplomar delante suya le agarró y le dijo.

- No te preocupes, te llevaré a que te curen -

Elas no escuchó esto último ya que se quedó inconsciente debido a la gran pelea que tuvo contra Berserker. Solo fue un segundo, pero pudo disfrutar de haber vencido por fin a Berserker y vengar a su tío.

Yo seguí el rastro de redondas por las calles viendo a todo el mundo correr y gritar mientras otros les perseguían. Además vi que habían hecho una gran hoguera en el centro de Akshul. Pensé que seguramente fuera alguna festividad típica de la ciudad y seguí mi camino tranquilamente. La carreta no iba muy rápido, pero tardé bastante en alcanzarla debido a que estaba recogiendo todas las redondas caídas. Una vez que alcancé la carreta dije.

- Elas, tienes que tener más cuidado. Se te están cayendo las redondas -

En ese momento la carreta paró. Era tirada por un animal rarísimo de cuatro patas, bastante grande, con pelo por todo el cuerpo y gran hocico que tenía los ojos negros. Nunca pensé que existiera algo tan raro. En vez de garras tenía una uña enorme en cada pata y tenía una grandes orejas. Al escucharme frenó y pude acercarme a ver al conductos, pero descubrí que no se trataba de Elas.

- ¿ En serio tiene un agujero la bolsa ? - Dijo

El conductor era un chico de pelo negro y ojos verdes con una nariz que me recordaba al pico de una gavilán.

- ¿ Tú quien eres ? -

No me contestó. Simplemente se limitó a bajar del carro y comprobar que era verdad que en uno de los muchos sacos de monedas que llevaba había un agujero por el que caía las redondas. Lo cogió y lo puso de tal forma que ese agujero no diera al exterior de la carreta.

- Perdona. Pero te he preguntado quien eres – Dije

- Mira, gracias por decirme lo del agujero. Pero me estás empezando a tocar los cojones, así que déjame en paz -

- No hace falta ser tan grosero. Mi nombre es Viltur Kayet -

- Pues el mío es secreto. Así que déjame en paz -

- Encantado Secreto. ¿ Qué haces con tantas redondas ? - Dije estrechándole la mano mientras me miraba raro

- Chaval, no sé si es que eres tonto o estás loco, pero te repito que me dejes en paz si no quieres que te mande a volar -

Secreto se montó en la carroza e intentó seguir adelante, pero yo me puse delante del animal para que no lo hiciera. Quería saber una cosa antes.

- Secreto, tengo que saber de donde has sacado eso. Elas me dijo que las redondas se pueden conseguir quitándoselas a la gente. Si has conseguido todo eso robando debes devolverlo -

- Joder que cruz. No Viltur, estas redondas son mías. Las ahorré trabajando. Mirá me has caído bien, mi nombre es Gaylon y soy mago -

- ¿ Enserio ? ¡ Eso es genial ¡ ¿ Qué es un mago ? - Dije

- Es una persona que hace magia -

- ¿ Y qué es la magia ? -

- ¿ No lo sabes ? Te lo mostraré -

Gaylon se bajó de la carreta y se puso a dos metros de mí.

- Mira. Con la magia se puede hacer desaparecer a una persona -

- ¿ Y como se utiliza ? -

- Tienes que mirar fijamente a la otra persona y soplarle fuertemente. Intenta hacerlo -

Cogí aire y solpe hacia Gaylon con todas mis fuerzas, pero no conseguía nada.

- No te preocupes, es difícil a la primera. Mira, te enseñaré -

Gaylon aspiró muy profundamente cogiendo muchísimo aire y entonces... sopló hacia mí con una fuerza colosal. Era tal la fuerza del viento que me lanzó por los aires hasta terminar volando en dirección al centro de la ciudad.

- Eso te enseñará a no molestarme. Espero que se parta la crisma al aterrizar - Dijo Gaylon sin que yo le viera yéndose por donde iba

Volé por el cielo con mucho miedo mientras el aire me daba en la espalda. Arriba pude ver la ciudad y descubrí que el fuego que vi no era una hoguera. La ciudad estaba ardiendo y mucha gente peleaba en las calles. Era horrible ver eso, ver como la gente se mataba mientras todo ardía era algo horrible. Pero más horrible iba a ser mi caída. Miré hacia adelante y descubrí que me dirigía hacia un sitio de madera en un patio muy abierto. Caí de espalda rompiendo en el techo de madera en lo que parecía paja. Me hice mucho daño, pero no fue nada grave. Aquel lugar olía horriblemente mal y estaba muy oscuro. Pero con la poca luz que vi pude ver a unos animales muy parecidos al que tiraba de la carreta de Gaylon. La diferencia era que estos eran más grandes y bonitos. Me levanté y salí a ese sitio que olía a mierda, literal. Llegué a aquel patio cerrado y pensé en Gaylon. Estaba seguro de que me había mandado aquí a propósito para que le dejara en paz. Y seguramente las redondas que llevaba eran robadas. No sé como, pero le encontraré y devolveré las monedas robadas a sus propietarios. Salí de aquella casa y vi las calles del centro. Estaban ardiendo y la gente huía desesperada. Un grupo de gente fue corriendo delante de mí, pero una chica se quedó atrás y un individuo acompañado de otros dos la cogió del brazo.

- ¿ A donde ibas, guapa ? -

- Suéltame -

- No preciosa. Ahora vamos a divertirnos todos un poco -

- La chica ha dicho que la sueltes -

Al oírme decir eso el chico me prestó atención y la chica pudo huir. Al fijarme mejor pude comprobar que los tres llevaban chaquetas negras con rayos y el del medio no era otro que Fong, el que me quiso atracar esta mañana.

- Fíjate tú, tenemos premio gordo. Pero si es el subnormal que no sabe lo que es una redonda. ¿ Qué tal se encuentra Elas ? ¿ Ya os habéis dado por culo ? - Dijo Fong

- No se que quieres decir, pero Elas y yo somos amigos. Así que no te atrevas a decir nada malo de él -

- ¿ Amigo de ese mindundi ? Bueno, si sois tan amigos Elas vendrá a ayudarte. Pero hasta entonces vamos darte un paliza. Que no escape -

Los tres Rayo J corrieron hacia mí y yo no pude hacer otra cosa que correr en dirección contraria.

Cunado los soldados de la guardia de los once sellos se movilizaron alarmando por la explosión los soldados fueron por las cayes en busca de los Rayo J, pero Sila, la Sargenta primera buscaba a alguien en concreto. Caminaba por las cayes sin encontrarse con ningún Rayo ya que estos intentaban evitarla a toda costa. Mientras Sila iba por una estrecha calle en llamas muy ocultada por el humo vio a alguien delante suya. Una mujer muy parecida a ella que portaba una espada en su cadera y con una sonrisa. Las dos mujeres pararon una en frente de otra y Sila dijo.

- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, Hermana -

- Sí. Me enteré de tu ascenso. Me alegro de ver que has mejorado desde la última vez -

- Por supuesto que me he hecho más fuerte, Gladia. Y te pienso derrotar hoy y ahora -

- Claramente eres más fuerte, pero aún no estás a mi nivel. Hasta que no te hagas tan fuerte como yo no pienso pelear contigo. Solo sería una pérdida de tiempo para las dos -

- No seas tan insolente. Puedo contigo perfectamente. Pero antes dime ¿ Por qué estás con los Rayo J ? -

- Ya me conoces. Soy un espíritu errante. La verdad es que me importa muy poco lo que le pase la los Rayo. Si quieres acabar con James está en la plaza -

Al decir eso Gladia siguió adelante ignorando a Sila, lo que le molestó mucho. Cuando estaba bastante alejada de ella sacó su kusarigama

- Ves lo que te decía. Eres fuerte, pero aún ni siquiera has despertado el poder de tu reliquia -

- Por supuesto que lo he despertado. Esta reliquia tiene un poder abrumador -

- Sila. Porque hayas despertado un pequeña habilidad de esta arma no quiere decir que hayas visto su poder. Esta kusarigama es tan fuerte como mi espada, pero tienes que despertar esa fuerza si quieres atraparme -

- A veces pienso que tu recompensa es demasiado pequeña -

- Bueno, 10.000 redondas no está mal. Adiós hermana, espero que acabes con James -

Gladia se fue por donde se había ido dejando a Sila sola con muchos pensamientos. Esta sabía que su hermana tenía razón. Debía hacerse aún más fuerte si quería estar a su altura. Sila siguió adelante hasta que llegó a una plaza bastante grande rodeada de casas con balcones. En medio de esa plaza en la que muchos edificios estaban ardiendo se encontraba el mismo James, líder de los Rayo J acompañado por otros dos miembros.

- Pero mira lo que tenemos aquí. Si es la Sargenta primera en persona. Es un placer volver a tenerla delante de mí -

- Déjate de estupideces, James. Pagarás caro lo que has hecho aquí. Vas a pudrirte en la cárcel por esto -

- A lo mejor algún día de mi vida alguien me lleva a la cárcel. Puede ser un guardia de la orden de los once sellos, un delincuente del círculo de oro o incluso un traidor de los Rayo. Pero... querida amiga. Eso no sucederá hoy ni de tu mano. Chicos, a por ella -

Los dos Rayo J a los lados de James corrieron con sus espadas hacia Sila, pero esta, usando su kasarigama pudo dejarlos inconscientes con un golpe en la cabeza de cada uno.

- El siguiente serás tú, James -

- No me apetecía ensuciarme las manos, pero que remedio. Antes de nada, Sargenta, ¿ sabes cual es el poder de mi reliquia ? -

- No me hace falta saberlo. Te partiré por dos de todos modos -

En ese momento Sila lanzó la guadaña contra James, pero este la esquivó fácilmente. Después de ese ataque encadenó muchos otros a una velocidad extrema, pero James los esquivaba todos aún más rápido. Después de un gran numero de ataques fallidos James dijo.

- Creo que lo habrás notado ya -

- Tu velocidad es inhumana. Parece que predices mis ataques -

- Por poco. Mi reliquia me confiere unos reflejos increíbles. Aún teniendo poco tiempo para reaccionar puedo hacerlo en menos de medio segundo. Pero mi habilidad no sirve solo para esquivar -

James se acercó rápidamente a Sila e intentó darle un puñetazo en la cara con su nudillera izquierda. Aunque el golpe fue muy rápido y le cortó algún cabello Sila lo pudo esquivar, pero enseguida llegó la nudillera derecha al estómago de Sila dejándola de rodillas frente a James.

- Ves lo que te decía. Por muy fuerte que te creas no podrás hacerme nada -

En ese momento Sila cogió la guadaña e intentó cortarle en cuello a James, pero este saltó hacia atrás alejándose. Sin decir nada Sila hizo un rápido movimiento y la hoja de la guadaña se puso en vertical a modo de cuchillo.

- Veremos si es cierto eso de que no puedo hacerte nada -

Sila lanzó el cuchillo contra James, pero pudo esquivarlo fácilmente, aunque... poco después de esquivarlo el arma cambió de rumbo repentinamente en dirección a él. James pudo esquivarlo, pero se llevó un pequeño corte en la chaqueta negra. Así, todas las veces que lo esquivaba volvía hacia él. James sufría enormemente teniendo que gastar tanto sus reflejos, y ni si quiera conseguía salir ileso ya que el arma le hizo varios cortes en el cuerpo, pero todos superficiales gracias a su habilidad. En una ocasión en la que James ya estaba bastante cansado el arma aprovechó para dirigirse a su cabeza. La punta estaba a punto de clavarse entre sus ojos cuando... James la agarró a tiempo. Ahora mientras Sila agarraba un extremo y James otro del arma... James tiró hacia él y Sila se vio arrastra. En cuanto estuvo delante suya le rodeó el cuello con la cadena de la kusarigama mientras apretaba.

- No me esperaba eso, guapa. Nunca antes nadie me había cansado tanto como tú. Pero eso me gusta. Seguro que matar a una sergenta primera incrementa mi recompensa. Puede que llegue a valer 4.000 redondas y todo -

En ese momento Sila le dio un codazo en el costado a James y este, debido al dolor, la soltó. En ese momento Sila intentó huir, pero James la persiguió y los dos cayeron al suelo. James, encima de Sila mientras esta decía.

- Déjame. Asqueroso -

Sila intentó golpearle con sus puños, pero James los agarró con una mano y le dijo con el puño en alto...

- Ha sido un placer conocerte, Sila. Nos veremos en el infierno -

Un poco antes de eso yo seguí corriendo por la ciudad huyendo de Fong y sus compañeros. No tenía ni idea de hacia donde iba y tenía mucho miedo ya que Elas no estaba conmigo para protegerme. Mis perseguidores eran muy rápidos, pero yo no me quedaba atrás. Estaba habituado a correr debido a las constantes bromas de Marco en Sura. Cada vez me acercaba más al incendio y creo que llegué al origen ya que en esta zona casi todo estaba muy quemado ya. Pretendía seguir recto por una calle pero entonces aparecieron delante mía dos guardias y asustado me metí en la casa de al lado ya que la puerta estaba quemada. Fong entró en la casa mientras sus dos amigos peleaban con los guardias. No veía ninguna otra salida en la casa, así que decidí subir por las escaleras negras. Aquella casa había sido devastada por las llamas y todo estaba calcinado. Al subir arriba solo vi una gran habitación con un balcón. Fong me perseguía por lo que decidí ir al balcón para ver si podía saltar. Al llegar a ese largo balcón vi que daba a una gran plaza que estaba demasiado alta como para saltar.

- Je, por fin estás acorralado – Dijo Fong llegando al piso superior

- Aléjate de mí o... -

- ¿ O qué ? No creo que tengas ninguna reliquia y yo tengo un puñal. La verdad es que tenía ganas de esto. Cuando te corte el cuello iré a por Elas y le diré que su amiguito ha muerto. ¿ Algo que decir antes de morir ? -

Estaba muy nervioso y asustado. Fong se acercaba a mí poco a poco con un cuchillo en la mano y yo no tenía nada con lo que defenderme. Miré en el balcón para ver si podía haber algo con lo que pelear y lo único que vi fue una maceta de cerámica con lo que parecía un geranio. Como era lo único que tenía a mano lo intenté coger pero se resbaló de mis manos sudorosas y se cayó por el balcón rompiéndose. Al mirar hacia abajo vi que la maceta se le había caído a alguien en la cabeza dejándole inconsciente. Aquel era un hombre inconsciente en el suelo con una chaqueta negra se encontraba debajo de una mujer de pelo negro y largo.

- Lo siento mucho. No ha sido queriendo. ¿ Se encuentra bien el señor? -

La mujer que portaba una guadaña pequeña con una cadena me miró sorprendida y me dijo.

- Parece que solo está inconsciente. Muchas gracias por ayudarme, ciudadano. De no ser por ti James me hubiera matado – Dijo Sila

Al oír el nombre de James Fong fue hacia el balcón para ver que pasaba y cunado vio a su líder en el suelo con la cabeza llena de tierra exclamó.

- JEFE. NO PUEDE SER -

En cuanto dijo eso la cadena de la kasarigama de Sila se enrolló en el cuello de Fong y le tiró para abajo. No sabía quien era esa mujer, pero parecía increíble.

- Caballero, baje aquí. Tengo un par de preguntas que hacerle -

- Por supuesto -

Poco después de que cayera James, el líder de los Rayo J, Akshul se calmó. El fuego terminó por extinguirse y los Rayo J que quedaron fueron atrapados por la orden de los once sellos. Aquella mujer llamada Sila me llevó a las afueras de la ciudad donde había un montón de tiendas blancas con camas llenas de heridos. Allí me encontré con Elas, que estaba hablando con una chica de pelo verde.

- ¿ Nébula ? ¿ Qué haces tú aquí ? - Preguntó Sila

- Estoy tratando a este hombre -

- Nébula, este hombre es un delincuente. Deberías quitarle su reliquia cuanto antes -

- Sila, tú no lo comprendes. Elas me salvó la vida. De no ser por él Berserker me hubiera matado -

En ese momento me acerqué a Elas y le dije.

- Eres un mentiroso. ¿ Por qué no me dijiste lo que iba a pasar ? -

- ¿ Y tú por qué saliste de la casa ? Si estás aquí es porque saliste. Has tenido suerte de que no te pasara nada – Me dijo Elas

- Yo salí porque estaba preocupado por ti. Eres mi amigo Elas, y no quero que te pase nada malo -

- Bueno... yo también he de decir que debía haberte dicho lo que iba a pasar. Pero sabía que reaccionarías poniéndote histérico y no quería preocuparte. Sabía que si te quedabas en mi casa nadie se acercaría allí -

- Qué bonito. Se nota que sois buenos amigos – Dijo Nébula con una sonrisa

- No te confundas. Esto solo es un trabajo – Dijo Elas

- Señores, me gustaría que me prestaran atención durante un momento. Ahora que la orden de los once sellos ha calmado la situación quiero informarles que les agradezco enormemente el habernos ayudado tanto a mí como a mi amiga. Así que he decidido que aunque los dos sean unos delincuentes tienen inmunidad hasta salir de Akshul. Pero deben abandonar la ciudad de inmediato -

- Viltur. ¿ Y tu que coño has hecho ? - Me preguntó Elas

- ¿ Yo ? Al parecer le tiré una maceta a la cabeza al líder de los Rayo J salvándole la vida a Sila – Dije

- ¿¡ Como !? -

- Oye. Antes de nada tengo que hacer un par de preguntas. ¿ A qué viene eso de que somos unos delincuentes ? -

- Elas pertenece al círculo de oro y tiene una recompensa de veinticinco redondas. Aunque ahora que ha derrotado a Berserker su recompensa se ha sumado y tiene 525 monedas de recompensa – Dijo Nébula

- Vale. ¿ Y qué es el círculo de Oro ? - Pregunté

- Es un gran grupo de delincuentes formado por gente con recompensas variadas. En ese grupo cuanto mayor es la recompensa de una persona más prestigio tiene además de otros extras. El círculo de oro colabora con la orden de los once sellos -

- ¡ Qué es la orden de los once sellos ? -

- Eso ya te lo diré más tarde -

- Bueno. Como dije antes les agradecemos su ayuda, pero deben abandonar la ciudad cuanto antes. Si siguen este camino podrán llegar a Iseño en poco más de un día -

- Pues no me agrada mucho saber que sabéis a donde vamos – Dijo Elas

- No os preocupéis. Ya os atraparemos. No tenemos prisa -

- Ha sido un placer ayudar a la gente. Espero que nos volvamos a ver todos -

- Tira... tira anormal o estas dos nos detienen. Vámonos a Iseño cuanto antes -

Así, un poco obligado por Elas nos dirigimos por el camino hacia ese lugar tan raro llamado Iseño. En ese momento, aunque no lo supiéramos las chicas hablaban de nosotros.

- ¿ Entonces es verdad que ese chico te salvó la vida de James ? - Preguntó Nébula

- Sí. Nébula, hoy he aprendido que debo ser menos altiva. Aún no soy lo suficientemente fuerte como para creerme superior a nadie. Tengo mucho en qué mejorar -

- ¿ Te encontraste con Gladia ? -

- ...No. Seguramente ya habrá huido. ¿ En serio un ladrón de 25 redondas de recompensa ha derrotado a uno de 500 ? -

- Sí. Elas es increíble. Estoy desenado volver a encontrarlo -

- Te has puesto colorada, Nébula -

- Bueno...yo...yo lo digo parque quiero encerrarlo cuanto antes -

- Sí. En una habitación contigo quieres encerrarle -

- ¡ Sila ! -

- Es una broma. No sé por qué, pero aunque aún no sean nada. Estoy segura de que van ha hacer algo grande en el futuro -

- Bueno. Si no se topan con Api puede que sí -

- Viltur. Tengo que decirte algo. Siento mucho no haberte dicho que soy un delincuente. Ahora serás buscado por mi culpa -

- No te preocupes Elas. Tu me ayudaste cuando lo necesitaba, por lo que ahora somos amigos. Yo salí de Sura para buscar a mi abuelo pero también para vivir aventuras. Estoy seguro que los dos conseguiremos hacer realidad nuestros deseos -

- Me alegro mucho de haberte encontrado, Viltur. Pero tienes que saber que este mundo en muy violento, por lo que tienes que hacerte muy fuerte si quieres sobrevivir. Yo no te puedo proteger por siempre. Por cierto, ¿ qué es eso que abulta en tus pantalones ?( Sensual )

Me toqué los bolsillos y descubrí que eran las monedas del carro de Gaylon.

- Son redondas. Las cogí cuando...

- Ahora si que vamos a ser buenos amigos Viltur. Ya verás, en cuanto lleguemos a Iseño haremos un gran banquete para celebrar haber salvado Akshul – Dijo Elas agarrándome del cuello con el brazo

- Vale. Pero con zumo de piña por favor -

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