Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 5; Todo ha ido bien

Vaya, supongo que puedo decir que, oficialmente, mis sueños son los más raros de todos.

Primero, el sueño en el que jugaba con Naomi al escondite en ese mundo caramelizado tan extraño. Echo de menos esos mundos coloridos en los que no tenía que preocuparme de que figuras extrañas estuvieran intentando matarme a cada dos pasos que daba.

Luego, vino el sueño de las escaleras. Ese no fue tan tétrico, pero definitivamente, misterioso sería una palabra con la que encajarlo bastante bien.

El tercer sueño..., digamos que despertó en mí una especie de instinto que no sabía que existía, y que ahora, es lo que me está guiando por todos y cada uno de los caminos que recorro.

El cuarto, y último de momento, fue en el que más miedo he pasado. Tener a mamá persiguiéndome, junto a Naomi, y encima recordar esos días en los que recibía palizas, todo eso mientras me escondía debajo de una camilla en la morgue..., digamos que, personalmente, no lo disfruté mucho.

Aunque me he dado cuenta de que, contra más profundo me adentro en mi mente, más oscuros se vuelven todos mis sueños.

Así que estoy determinada, de una vez por todas, a acabar con esta pesadilla. A dejar de recluirme, a salir a la calle e intentar que mi ansiedad no me afecte constantemente. Bueno, es algo difícil de imaginar, pero puedo intentarlo.

El primer paso consiste en hablar con Alvis, que si no me equivoco, debería encontrarse lavando los platos a esta hora.

Sin embargo, en el momento que trato de abrir la puerta, otro brazo agarra el mío y tira de él para que no pase. Sé quién es, pero no quiero girarme.

—Naomi, por favor... —trato de suplicarle.

—¡¿No eres feliz jugando conmigo, Kay?! —me pregunta casi gritando, a la vez que me giro para verle la cara y observo su rostro deformado.

Claro, la luz que entra por la ventana no tarda en volverse roja y parpadear, aunque esta vez, será distinto.

Sí, sé que estoy entrando en un ataque de pánico, pero estoy dispuesta a pasar él si eso significa librarse de esta maldición.

Así que, al contrario que las otras veces, decido mantenerme firme y mirar a Naomi a los ojos, aguantándome las lágrimas y los llantos, tratando de controlar los temblores y respirando con delicadeza para que se esfumen mis penas.

—Oh, te crees muy valiente, ¿no es así, Kay? —me pregunta, a medida que sus ojos se van tornando de una especie de color negro que termina siendo un completo vacío. —¡Siempre supe que preferías a ese asqueroso de Alvis antes que a mí!

No digo nada, no quiero, me mantengo callada. 'Solo tienes que controlar tu respiración' me repito a mí misma, una y otra vez.

—¡¿Ya no me quieres?! ¡¿Ya no soy tu amiga?! ¡¡Siempre he sido yo quien te ha apoyado en todo!! ¡¡Yo fui la que te acompañó cuando te encerraste en tu habitación!!

—¡¡Tú ya no eres real!! —grito finalmente, aunque me arrepiento rápidamente al ver que ella da un paso hacia atrás y su rostro deja de estar deformado, para presentar un rasgo apenado y sorprendido a partes iguales. —P-Perdón, Naomi...

Al final, sale corriendo, dejando varias lágrimas detrás suya y, con eso, haciendo que la luz roja desaparezca.

He conseguido que se vaya, pero me siento mal por ella. Naomi sigue siendo mi mejor amiga, al fin y al cabo. De no ser por ella, no estaría donde estoy.

Pero no puedo permitirme seguir así, de modo que, echo un rápido vistazo al escritorio para ver qué es lo que ha dejado Naomi antes de irse.

Normalmente, los dibujos que me da suelen ser muy tétricos, tratando de advertirme de que pare ya. Aunque este, este se lleva la palma. No por el dibujo, y no porque sea tétrico. Es por el mensaje, un mensaje que me pone los pelos de punta.

- Para Kay, de tu mejor amiga, Naomi -

- Sé que no he sido la mejor amiga que hayas podido tener, y que a veces, he tenido que provocarte un sufrimiento que nos duele a ambas por igual. Pero lo hago para protegerte, Kay. No quiero que te vayas. El mundo es peligroso, la gente te traiciona a la mínima que te despistas. Quiero que entiendas que todo esto es para protegerte, porque te quiero. No soy más que una parte de ti, una que no paras de intentar ignorar, de hacer como si no existiera. Estoy intentando protegerte, Kay. -

- Para Kay, de tu mejor amiga; la depresión -

Me dirijo directamente hacia el salón, lugar en el que se encuentra Alvis, y charlamos durante un rato mientras me tomo el desayuno que él ha preparado.

Me sorprende que hayamos hecho tan buenas migas en tan poco tiempo, porque realmente, no nos conocemos desde hace mucho. Y de todas formas, estamos hablando de mí, no sé socializar.

Supongo que Alvis tiene ese aura positiva, así que espero que se me pase algo.

Y de su estilo de cocina también, por favor. Se le da increíble cocinar.

Tras hablar un poco, agarro mi mochila y me preparo para salir, no sin antes que Alvis me pregunte adónde voy.

—¿Por qué quieres saberlo?

—Estoy a cargo de ti, al fin y al cabo.

Me gustaría decírselo, pero..., no sé cuál es el sitio en realidad. Aunque..., ¿y si le pregunto?

—¿Sabes qué es el sitio en el que hay un árbol tan grande?

—¿Un árbol grande...? Espera, ¿te refieres al cementerio?

Así que un cementerio, ¿hm? Cada vez me estoy acercando un poco más a la verdad.

Voy a serte sincero; no sé si quiero, o si debo conocer esa verdad. Porque en estos momentos, ni siquiera sé si Naomi es o fue real en algún momento de mi vida.

Ni siquiera sé quién soy, o cómo soy. No sé nada, ni de mí, ni de nadie.

Así que sí, lo admito. Me da miedo descubrir la verdad, me da miedo enfrentarme a algo tan desconocido como eso.

Pero es algo que tengo que hacer sí o sí, así que miro de reojo a Alvis antes de salir, además, de que veo a Naomi mirándome desde su lado, con una cara apenada.

Pobre, solo quiere ayudar. Pero no es la ayuda que necesito.

—Eh, Alvis.

—¿Sí?

—¿Jugamos a algo cuando vuelva? —creo que la pregunta le sorprendió bastante, porque por un momento, parece abrir la boca. Aunque justo después sonríe y me responde.

—Claro, estaré encantado.

Me encanta ver a la gente sonreír, aunque odio ver a la gente llorar. Y ahora mismo, estoy viendo a ambos.

Alvis sonríe, mientras que Naomi llora. Así que, aunque sea para mí misma, me repito la misma frase de siempre; 'todo va a estar bien'.

—¿Estás segura? —pregunta Naomi entre llantos. Me limito a afirmar con la cabeza, para luego salir de casa y dirigirme al cementerio.

Cuando llego, me doy cuenta de que no veo ninguna tumba, pues mi visión se reduce ella sola a ver el árbol que tengo en frente.

No es justo. Quiero ver lo que hay en lo más profundo de mi mente, quiero descubrir la verdad. No es justo, no es nada justo.

Es entonces cuando escucho su voz a mis espaldas, aunque más que tétrica o triste, suena apagada.

—¿Quieres irte sin mí, no? ¿Kay? —me pregunta. —Bien, entonces, vamos a jugar a un último juego. Si ganas, te dejaré en paz. Si pierdes, tendrás que quedarte conmigo para siempre.

Tengo bastante claro de a qué se refiere, y que tendré que viajar allí una última vez si quiero acabar con todo esto, así que respondo.

—Está bien, Naomi. Juguemos al escondite.

Empiezo a notar cómo todo me da vueltas, y justo después, pierdo el conocimiento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro