Sinopsis: Kaworu no sabía cuántos ciclos fueron necesarios para que todo terminara. Hasta que decidió ir al inicio.
Levemente inspirado en la serie de animé Madoka Mágica.

El hombre no es otra cosa sino lo que hace de sí mismo.
-Sartre.

¡I wana be in the room where it happens!/ ¡Quiero estar en el cuarto donde ocurre!.
-Hamilton (el musical), The room where it happens.

El ataque del ángel o el día en que todo cambió.

Shinji Ikari escuchó las alarmas como si se tratara del dios Heimdal tocando su cuerno, anunciando el inicio del Ragnarök. Aunque de alguna manera se podía decir que esa comparación era suficiente para describir por lo que pasarían los habitantes de Tokio III.

Pensó en buscar refugio hasta que llegó ella en un auto rojo: La señorita Misato.

-Sube, Shinji- dijo la mujer- te llevaré a la central de Nerv.
Y Shinji obedeció.

Durante el camino vio como los militares intentaban detener el avance de Sachiel, pero sus esfuerzos eran igual de inútiles. Nada que pudieran hacer servirían...

Hasta que en robot gigante apareció del cielo. Shinji se le quedó viendo, impresionado. El robot dio vuelta su vista hacia el mismo Shinji.
Ambos se quedaron viendo...hasta que el ángel atacó.

-¡Señorita, ¿que es eso?!
-Se supone que es un Evangelion.
-¿Evangelion?
-Te lo explicaré cuando estemos en la base.
- Pero...
-¡Ya te dije que esperes!

Shinji se quedó callado y siguió viendo la pelea. El robot, según Misato el Evangelion, le disparaba al monstruo con un rifle gigante.
El robot era azul oscuro y con tonos color violeta en los ojos como en otros detalles de la armadura. Shinji no dejaba de verlo.

Finalmente llegaron a la base de Nerv. La gente estaba desconcertada. Nadie sabía de donde venía ese robot, a pesar de que ellos mismos debían tener las respuestas.

Se quedaron viendo la pelea hasta que el Evangelion sacó un cuchillo gigante que utilizó para apuñalar en centro del monstruo. Luego explotó en una gran Cruz gigante y eso fue todo.

Los monitores después mostraron al robot acercarse a la base de Nerv. Misato y una mujer rubia se lo quedaron viendo cuando se quedó afuera de la base. Una voz severa se escuchó por los altavoces.
-Déjenlo entrar.
Padre, pensó Shinji.

La gente de Nerv se miró con desconfianza por un momento hasta que procedieron con las órdenes. Shinji no sabía que hacia allí y por qué su padre lo había convocado. Pero no parecía ser por algo bueno. Cerró y abrió los puños. No debía huir, empezaba a repetirse. 

El Evangelion entró por techo y se quedó en una habitación que Shinji suponía que debía ser para cosas como esa. ¿Qué otra explicación habría de por qué Nerv tenía instalaciones como esa en el complejo?

Misato, Ritsuko y Shinji fueron hacia donde estaba el robot. Pasaron unos momentos desde que llegaron y algo se abrió desde la parte de atrás. Parecía un tubo de ensayo gigante. Shinji tragó saliva.

El tubo llegó a una plataforma y cuando se abrió, salió un chico. Un chico de cabello blanco y piel pálida.
Shinji se le quedó viendo, sin palabras y abrumado por tanta belleza divina.

El chico bajó por unas escaleras hasta que se detuvo enfrente de los tres. Shinji seguía viendolo y el chico hacía lo mismo, pero con una sonrisa podría inspirar a los poetas y atraer la atención de cualquiera en una habitación. Desvió la vista por pensar así, los chicos no piensan de esa forma sobre otros chicos.

-Soy Kaworu Nagisa- se presentó el chico- Soy el cuarto niño elegido.
-¿El cuarto?- dijo Misato.
-Si, Seele me envió- dijo Kaworu.
-Seele no dijo nada de tu llegada- una voz se escuchó desde lo más alto de la habitación. Shinji sabía quién era: su padre.
-¿Sorpresa?- dijo Kaworu, con un tono demasiado tranquilo.

Gendo y Kaworu se quedaron viendo fijamente. Su duelo de miradas parecía quedar para la posteridad.

-Padre- dijo Shinji- ¿Qué quieres de mi? ¿Por qué me llamaste?
-Siganme.

Y  lo que estaba en la siguiente habitación lo cambiaría todo. Asi fue como Shinji descubrió su propósito, para lo que había nacido, y no estaba feliz con eso.

-¡No puedo hacer eso, padre!- gritó Shinji mientras veía a la horrible cosa que era la Unidad 01- ¿Cómo puedes pedirme que pilotee...que pilotee esa cosa?
- Es una orden- contestó Gendo,  con gran tranquilidad.
-¡Pues me niego!
- Yo piloteare- dijo Kaworu- Yo piloteare por Shinji.
-Nadie preguntó por tu opinión- dijo Ritsuko.
-Son órdenes de Seele.
-Entonces no será problema para ti para si llamamos a los grandes y les preguntamos.
-Claro, me parece bien- dijo Kaworu con una gran sonrisa.

¿Que esconde este chico?, se preguntó Misato.

No sería problema para Kaworu, después de todo manipuló a Seele antes de comenzar este ciclo para que las cosas sucedan como el quería. Después de muchas fallas e intentos supo lo que tenía que hacer: evitar que Shinji pilotee el EVA. Era la única opción para que ambos sean felices.

-¿Entonces- dijo Kaworu a un Shinji distraído- tu eres el tercero? Es un gusto conocerte.

Shinji se quedó viendo esa sonrisa y por cada segundo que pasaba haciéndolo sentía que habían pasado por la misma conversación miles de veces antes.

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Ansia de besos o el día en que los sentimientos cambian.

Shinji no dejaba de ver a Rei. Ella estaba comiendo en el salón mientras veía la ventana. No podía evitar pensar que pasaba por su cabeza.

Iba a preguntarle cuando sintió que un golpe suave en su hombro. Se dio la vuelta y allí estaba Kaworu, sorriendole.
-Hola, Shinji, ¿que tal si comemos juntos?

Shinji sonrió y asintió.  Se acercó al banco de Kaworu y ambos sacaron sus almuerzos.

Desde el dia que llegó a Tokio III, el misterioso chico albino no se había apartado de su lado. Nerv arreglo el papeleo para que musadara a la casa de Misato, junto a Shinji.

Luego llegó Asuka y eso sólo provocaba que las cosas en casa fueran aún más extrañas. Ella siempre discutía con Kaworu y hasta parecía odiarlo, suponía que era por la forma en que sus personalidades chocan.
Ambos eran muy diferentes. Asuka era como el fuego y cualquiera que se  acercase lo suficiente podría salir quemado. Mientras que Kaworu era como el agua, frío y tranquilo.

-¿Qué tal si hoy practicamos con el piano?- preguntó Shinji.
-Claro- dijo Kaworu- Nada me haría más feliz.

Shinji se sonrojo  por la emoción. Escuchó unas risas y se dio la vuelta para ver a Asuka diciéndole algo a a Hikari, la pelirroja se estaba riendo mientras veía a Shinji. Él desvió la vista.

Kaworu era muy extraño, pero era su único amigo en ese extraño lugar. Donde creía que si desaparecía, a nadie le importaría de verdad. Pero sabe que Kaworu es la excepción.

Por eso valoraba su compañía.

Kaworu siempre se arriesgaba por proteger a la humanidad de esos monstruos y sentía que nunca llegaría a ser tan valiente como su amigo.

-Creo que le pediré a Misato para dejarme subir al EVA- dijo Shinji.

Lo había pensando desde hace tiempo. Le aterraba con sólo imaginarse subido en esa cosa, pero su amigo le importaba y hasta era tedioso sentirse inútil la mayor parte del tiempo.

-¿Por qué?- preguntó Kaworu.
-Quiero acompañarte. Me da miedo que estés sólo allá afuera, en el campo de batalla.
-Tengo a Rei y a Asuka.
-Lo sé, pero...
-Entiendo.

Kaworu tomó la mano de Shinji y la apretó. Shinji no la apartó. Generalmente odia el contacto, pero esta vez era diferente. Porque se trata de Kaworu.

- Pero estaré más tranquilo si estás aquí, a salvo.

Shinji se quedó sin habla.

Kaworu me quiere a salvo, pensó, eso significa que le importo.

Su corazón latía más rápido. Sus sentimientos estaban cambiado.

Tenía miedo de que pudiera salirsele del pecho allí mismo y aún así nunca entender cuando había empezado a sentirse  realmente de ese modo.