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HanaHaki Pt II (花 吐 き 病)

—¡¿Por qué no puedes amarme?!

El grito fue tan desgarrador y doloroso que hasta incluso a alguien tan insensible como lo era Kawaki, lo sintió.

Sí, fue una equivocación rechazarlo de esa forma pero, no puede obligarlo.

—Boruto, ya basta...— Se aproximó a su tamaño, tocó su hombro.— No es bueno que..

Su agarre fue golpeado con fuerza. Kawaki fijó su mirada en la de Boruto, aquellos fanales azules brillaban tanto pero se veían completamente apagados. Como si se hubieran resignado, como si se hubieran rendido.

—Kawaki, déjame solo...

Boruto estaba cansado y más por su actual condición, era complicado respirar o esforzarse en demasía. Pero seguía siendo doloroso verlo.

—Tch. Detesto cuando eres irritante, odio cuando te pones así...— Volvió a despreciar, al menos así lo sintió Boruto.

—Pero eso... te pone feliz, no?

Kawaki se confundió un poco, no lograba entender a qué diablos se refería con eso el Uzumaki.

Se sentó sobre sus piernas, para estar más cerca a Boruto. Con todo lo que estaba sucediendo, había reconsiderado su comportamiento inicial y lo idiota que fue al decirle aquello.

—¿Por qué estaría feliz?— Se quejó, esperando explicaciones.— Tú eres una molestia, pero esto no..

—Ya no seré molesto, porque Sakura-san...—. Sintió un nudo en su garganta, pero desvió su mirada.— porque por esto, pronto voy a morir.

¿Morir?

Kawaki abrió ligeramente su boca, estaba demasiado sorprendido. Es decir, desde ese día en el que Boruto colapsó hasta ahora habían sucedido muchas cosas. Demasiadas para contar. Y ahora... ¿Boruto le decía esto?

Uzumaki Boruto decía tan fácilmente que iba a morir.

Que muy pronto el fuego de su corazón, su entusiasmo, todo lo que lo mantenía con vida... Acabaría.

¿Qué diablos significaba eso?

***

Mitsuki logró atrapar a Boruto de una fuerte caída contra el duro suelo, pero se encontraba confundido como todos sus compañeros.

—¿Qué fue...— Antes de que Mitsuki terminara su frase, Sarada se acercó a su lado.

—¡Boruto!

Más de uno se alertó al ver a su carismático amigo de esa forma, pero sobre todo lo más fuerte era ver la increíble cantidad de sangre que había salido de su boca. Todavía había un pequeño hilo de sangre en esta, pero lo demás estaba desparramado en la ropa del Uzumaki.

—Tch... ¡Inojin!— Shikadai llamó la atención del Yamanaka.— Tú... ¡Usa Ninjutsu médico ahora en Boruto!

Inojin reaccionó ante el llamado del Nara, se vio por primera vez nervioso ante esto. Digamos que no era tan bueno como su madre y tampoco tan alto como alguien con mayor experiencia en esto, pero quizá podía funcionar.

—Sarada, hazlo también.— Mitsuki pidió a la Uchiha que revisaba cualquier herida en Boruto.

La Uchiha suspiró, ella era muy mala en eso. Con suerte, había practicado lo teórico y la primera vez que lo practicó le fue horrible.

Retrocedió de inmediato.

—No... No puedo hacerlo.— Estaba levemente en shock, al igual que frustrada.

Sarada miró a Kawaki con impotencia, viendo como este pensaba un poco.

—Mitsuki...— Kawaki llamó al peliceleste.— ¿Qué tan rápido puedes llevar a Boruto a la aldea?

Mitsuki suspiró, él tenía razón. Casi ninguno de sus compañeros podía ayudar realmente a Boruto, ni siquiera Inojin que podía utilizar el Ninjutsu médico pero de muy bajo nivel, demasiado.

—Lo haré.

Se decidió, tomando con mayor seguridad el cuerpo inerte de Boruto el cual seguía inconsciente. Inojin detuvo su inútil intento de Ninjutsu, para asentir.

—Lleva a esa rubia, nosotros iremos luego.—. Inojin impulsó a Mitsuki, con seriedad.

De ser otra situación, sería realmente sorprendente ver al rubio claro así de serio pero aparentemente todos estaban muy preocupados por el repentino desfallecimiento de Boruto. Se suponía que él estaba bien, entonces, ¿qué diablos había ocurrido?

Mitsuki sin más se impulsó y se fue con Boruto, estaba más que preocupado por él. Por la persona que le agradaba y no solo eso, por ser la persona más especial para él. No sabía con exactitud su condición, pero el verlo soltar aquella flor de su boca una poco conocida pero letal enfermedad llegó a su mente.

—Espero que a Boruto no le esté sucediendo eso...— Con leves esperanzas de que fuera otra cosa, miró a Boruto.

Su piel se veía más pálida que antes y por su expresión, denotaba dolor. Un profundo dolor, ya fuera en su corazón o cuerpo solo se veía eso. Mitsuki frunció el ceño, apresurando su paso.

A quien buscaba en realidad era a la mejor doctora en ese momento, por supuesto que Sakura Haruno, o más bien, la madre de su compañera Sarada.

Aunque para eso había dos lugares donde podía estar, en el hospital o en la mansión Hokage.

Prefirió ir a la mansión Hokage, pero al ir tan rápido no se demoró demasiado.

Boruto, su sol.

Estaba gravemente enfermo.

.
.
.

Sus pisadas eran rápidas y precisas, no habían caminado tan lejos cuando sucedió por lo que el llegar a la Aldea sería rápido.

—Hm... Espero que Mitsuki ya hubiera llegado.— Sarada murmuró, bastante preocupada.

—Ten la confianza de eso— Respondió Shikadai con seguridad en sus palabras—. Él, más que nadie, es bastante veloz y si se trata de Boruto... Ni lo dudes.

—Tch, si tan solo supiera más de Ninjutsu...— Musitó para sí mismo Inojin, aunque no lo quisiera admitir estaba preocupado por el Uzumaki.

Su caída fue repentina, para todos lo fue. Y más, aquella flor de cerezo que cayó cuando escupió sangre sorprendió a Inojin. Esas flores solo salían en primavera, Konoha en ese instante estaba entrando en otoño. No era temporada de cerezos, por lo que su conocimiento en flores por fin servía de algo.

—Esa flor que tienes ahí...— Comenzó ChouChou al lado del Yamanaka.—, debes conocerla más que nadie aquí, ¿verdad?

El ojiturquesa escuchó a la Akimichi para asentir.

—Es una flor de cerezo, bastante normales y fáciles de reconocer.— Contó lo que sabía, siendo escuchado por los demás.— Pero, lo raro es que no estamos en temporada de cerezos. No veo probabilidad de que ningún árbol haya florecido.

—¿Cuál es su mensaje, Inojin?— Shikadai se refería al lenguaje de las flores.

El rubio claro lo pensó un poco había muchas formas de entender su mensaje; como que era amor eterno, un gustar bastante inocente o un te quiero infinito pero sobre todo que la vida es corta.

—Bueno, Shika...— Volvió a hablar, para suspirar.— El mensaje de la flor es la vida es efímera.

Nara inspiró sin paciencia. Algo que Boruto no le había dicho había ocurrido, no le dijo a Sarada ni siquiera a Mitsuki. Desvió su mirada buscando a Kawaki, su última opción era él y con más razón aún. Desde hace meses había observado como Boruto demostraba absoluta atención por el pelinegro, como si buscara su afecto o algo por el estilo.

—Oye, Kawaki...— Susurró con cautela.— ¿tú tienes que ver con lo que sucedió con Boruto?

Ante la pregunta recibió la gélida mirada de Kawaki, pero ni aun así retrocedió en su curiosidad por saber. Pero Sarada interrumpió.

—Dudo mucho que sea Kawaki...— Sonrió nerviosa, para expresar su desacuerdo.— Ni siquiera sabemos que le ocurrió a Boruto, no debemos buscar sospechosos aún.

Shikadai frunció el ceño para devolver su verdosa mirada al frente.

—No lo sé, Sarada.— Respondió serio.— Estas cosas son muy fastidiosas, pero no es fácil ver a Boruto de esa forma.

Ver a Boruto así, era complicado.

Bueno, para ninguno fue fácil ver a Boruto así de débil y con un visible dolor en su pecho por lo que demostraban sus acciones antes de desmayarse. Shikadai creía fielmente que algo tenía que ver con Kawaki, no por la apariencia o trato que daba. Más bien, era quién pasaba todo el tiempo con Boruto.

Vivían en la misma casa, así que de haber notado algo raro lo debió hacer y eso es lo que el Nara quería saber.

Era difícil predecir lo que sucedería ahora, con Boruto con una desconocida enfermedad pero que sospechaba de que se trataba, le ponía nerviosa.

Sarada miró de soslayo a Kawaki, para sentirse culpable.

Recordó las palabras que él le había dicho en antaño.

"—¿Cómo puedo decirle a alguien lo que de verdad siento por él?"

A Sarada le pareció curioso esa pregunta, tan repentina y extraña que venía por parte de Kawaki. Desde que lo conoció le pareció un tipo apático, frío y no muy amable además de que más de una vez sus acciones confirmaron esa visión que tenía de él.

Pero esas palabras lo cambiaron todo, solo por mera curiosidad le siguió preguntando hasta llegar a la respuesta que le aclaró todo.

"—Alguien muy irritante me está molestando, ¿tienes alguna idea de decirle lo que siento?"

Ya fuera una expresión positiva o negativa, creía firmemente que la culpa tenía que ver con ella o algo cercano. Era difícil saberlo en realidad.

—Ustedes vayan al hospital, yo iré donde la mansión del Hokage— Ordenó Shikadai una vez llegaron a la aldea y sin esperar respuesta se esfumó—.

Inojin y ChouChou fueron de inmediato, en cambio, Sarada detuvo a Kawaki.

Fue honesta en su pregunta.

—Tú... ¿Tú le dijiste las mismas palabras a Boruto, verdad?

No había necesidad de esperar respuesta, eso estuvo delante de sus ojos todo el tiempo y nunca se dio cuenta. Jamás lo tomó como algo diferente o extraño, aquella pregunta la tomó como algo normal. Algo que por supuesto Kawaki tendría por no pasar tanto tiempo con la sociedad humana.

Pero su perspectiva fue errada.

Kawaki lastimó gravemente a su mejor amigo con sus propias palabras.

—Uh...— Abrió la boca, pero de inmediato la cerró. Se mordió el labio, para negar.— No tomé al pie de la letra tus palabras, pero sí lo dije de otra forma.

—Espera, ¿esa persona molesta era Boruto, verdad?— Murmuró para sí misma, la pregunta no era para confirmar era para asegurar.— ¿Por qué sería una molestia para ti...?

Kawaki inspiró aire, para poner su mano en el hombro de Sarada.

—Él me dijo que yo le gustaba— Fue honesto.—, sin embargo, no comprendí a qué tipo de gustar se refería...

Sarada se golpeó mentalmente para después poner su mano en su rostro, quería ocultar su expresión de decepción. Decepcionada de sí misma, avergonzada de Boruto y frustrada con Kawaki. De alguna forma, formó parte de su lío amoroso sin querer.

—Kawaki, ¿a qué gustar entendiste tú?

—Ya sabes, que le gustaba como persona. Como amigo— Explicó con seriedad, aunque su semblante demostraba completa confusión.—, le dejé bien en claro desde el principio que nunca lo consideraría de esa forma.

Sarada deseaba que la tierra se la tragara ahora.

Recordó la flor de cerezo que Boruto escupió antes de desmayarse, si tenían suerte no estaría tan grave pero si Kawaki no sentía lo mismo o ni siquiera llegaba a sentir nada más que una fraternidad por el rubio, solo quedaba en decisión de su madre.

Debía decirle lo que había provocado claramente, sin embargo, no sabía que daño podía provocar si lo hacía.

—Kawaki, él te lo dijo de otra forma— Lo miró directamente a los ojos—: y esa forma, es que tú le gustas como pareja. Te ama como hombre y te acepta como eres.

Nunca pensó decir algo tan cursi como eso, pero Sarada creía que era la mejor forma de explicarlo.

—¿Te refieres a...— Y se dio cuenta de la situación.

Bueno, más o menos.

Kawaki en su infancia jamás fue tratado con afecto, cariño o incluso una pizca de compasión real por él. Por ello, no comprendió en realidad lo que Boruto demostró en cada segundo o minuto que pasaba junto a él. Se sintió culpable, sí.

Pero, él no tenía sentimientos románticos por Boruto.

Desde que escapó de Kara, jamás se le cruzó por la mente sentir algún tipo de afecto romántico. Algo que tuviera que ver principalmente en mostrar acciones de cariño, por eso mismo ambos no podían funcionar.

Y probablemente, lo único que podía hacer era esperar.

—¿Y por qué diablos escupió esa flor?— Expresó molestia.

—Ahh... Mira, hace bastante tiempo que ha circulado un rumor en las Aldeas aledañas a Konoha— Explicó retrocediendo un poco, cabizbaja.—, sobre una enfermedad. Mi mamá me ha comentado muy poco sobre esto, pero se conoce como la enfermedad del amor.

—¿Enfermedad del... amor?

Era algo patético si se pensaba bien, pero si eran pocos casos la mejor forma de reconocerlos era ponerle ese nombre.

—Sí— Asintió, para caminar un poco. Debían ir al Hospital para ver si Boruto ya estaba ahí.—, hay ciertos rumores que dicen que las flores tienen mucho que ver aquí. Además, de que las autopsias dicen que los pulmones están repletos de raíces.

"¿Raíces?"

Era extraño, raro e incluso poco creíble. Parecía imposible además de improbable de que sucediera aquello, pero no es como si fuera algo muy grave o eso pensaba Kawaki. De seguro al ser una enfermedad simple, tenía una cura fácil.

—¿Por qué ocurre?

Sarada oyó la pregunta de Kawaki, para responder con tristeza.

—Un amor no correspondido.— Suspiró, era lo que pensaba.— Tal como Boruto...

—Tch...— Exclamó con molestia el ojigris.— Entonces, esto se supone que es mi culpa?

Sarada se sorprendió y negó la verdad.

—¡No! ¡Claro... Claro que no!— Tomó del brazo a Kawaki efusivamente.— Mira, nadie sabe cómo se origina realmente esta enfermedad. Cómo es que las flores llegan a tu sistema respiratorio, pero las causas principales son esas: el amor. Incluso se ha llegado pensar que es una maldición sobre las personas que los padecen.

Kawaki se tranquilizó, dejando ir su molestia y recibiendo el agarre de la Uchiha. Sí, era muy frustrante.

—Entonces, ¿cuál es la cura definitiva?

Sarada desvió su mirada.

Debía suponer que por la reacción de Kawaki, las acciones que demostraba y de seguro, las palabras que usó con el Uzumaki le hacía saber que no gustaba ni estaba enamorado de Boruto. Probablemente eso jamás se le cruzó por la cabeza alguna vez.

Así que la solución menos intrusiva y más romántica la descartaría.

—Hm... Supongo que, sería removerlas quirúrgicamente.— Desanimada contestó.

—¿Mediante la operación?

Sarada asintió.

—Sí, al menos es una de las cuántas que mi mamá me dijo...— Murmuró sin mucha emoción.

—¿Y cuáles son las otras, ah?

Sarada negó rápidamente.

—S-Sólo me dijo esa, las demás no tuvo tiempo para explicarmelo. ..— Mintió, claramente.

Kawaki se rindió. Debía de estar al lado de su familia ahora mismo, y más por Himawari, de seguro esa noticia no le caería nada bien.

Y Kawaki no quería que la peliazul supiera que había sido su culpa de que Boruto estuviera en el Hospital ahora mismo.

—Regresaré a casa, Sarada.— Soltó a la Uchiha.— Luego iré en compañía de Hinata-san al hospital, ¿comprendes?

—Ah... Está bien.

Sarada asintió sin replicar, despidiéndose de Kawaki con un ademán. Viéndose sola otra vez, pero sumamente preocupada.

Por lo que Inojin le dijo y por lo que ella había presenciado, estaba segura de que se trataba de esa rara enfermedad.

'Creo que eso era Hanahaki...' Pensó en el nombre de la enfermedad.

Le preocupaba que fuera eso, prefería que otra cosa le hubiera sucedido a Boruto en vez de esa cosa porque si su madre se decidía habría que quitarlas a través de una operación. Sabía que la probabilidad de éxito era alta, pero las consecuencias post-operación eran muchas y una de las más violentas era que perdería su capacidad de sentir emociones.

Pasaría de ser el alegre y tonto Boruto, a un simple cascarón vacío.

Negó con fuerza, necesitaba la opinión de Mitsuki en esto. Sabía de los sentimientos–o sospechaba– que él sentía por Boruto y que de alguna forma podría funcionar, si es que había suerte claro.

Saltó de una sola vez para ir corriendo por los techos de la ciudad hasta el Hospital de Konoha, ahí estaría Mitsuki.

A pesar de la seguridad que sentía, temía ligeramente de lo que sucedería con su mejor amigo. Sabía de lo fuerte que era y que no se dejaría vencer por esa estúpida afección, pero a veces hasta la voluntad más fuerte puede decaer.

Sarada bufó, debía llegar rápido.

(...)

La mejor forma de demostrar lo que sintió al despertar fue una obstrucción en su garganta, podía respirar pero era gracias al respirador artificial. Su propia laringe dolía demasiado y eso era, por lo que escupió o al menos recordaba algo así.

Sus zafiros miraron alrededor de la habitación, hasta decaer en la pantalla que demostraba sus signos vitales. Si fuera sincero, lo único que comprendía es que su corazón latía bien.

Frunció el ceño, quería quitarse la máscara para respirar aire del ambiente.

Pero alguien más lo detuvo al tomarlo de la muñeca.

—No lo hagas— Su voz sonaba aliviada.—, Boruto. Eso permite que tu saturación esté normal, al igual que la respiración.

Observó a Mitsuki para asentir.

Si él se lo decía, era cierto. Confiaba en él, así que tenía razón.

Boruto quería hablar, pero con una máscara sería difícil darse a entender. Además del agrio dolor en su garganta, no podía hacer nada.

—Afortunadamente, llegué a tiempo— Comenzó a explicar, Mitsuki tenía el presentimiento de que el Uzumaki se sentía confundido.—. Después de que quedarás inconsciente, te traje aquí.

Boruto sonrió en agradecimiento.

—¿Por qué estoy aquí?— Murmuró con la poca fuerza que tenía.

—De eso mismo quería hablar...— Desvió su ámbar mirada.—, de alguna forma, tus pulmones están llenos de flores.

Boruto al escucharlo, no se lo pudo creer.

¿Flores?

¿A qué se refería con eso?

Hasta que, recordó algo.

Fue la cuarta vez que despertaba por el gran dolor en su pecho, de mal humor creyó que era su imaginación o provocado por el entrenamiento con Sasuke pero cuando iba a volver a dormir... Sintió que iba a vomitar.

Y recordó que varias veces, había vomitado sangre mezclado con flores. Cada vez que Kawaki le rechazaba, provocaba aún más dolor en él.

Y así, hasta que finalmente colapsó.

Respiró, para asentir.

—Sí... Supongo que eso confirma lo que sospechaba— Volvió a hablar, mirando a Mitsuki.—, esto me lleva ocurriendo hace un tiempo.

Mitsuki seguía agarrando la mano de Boruto, y cuando escuchó sus palabras la tomó con más fuerza. Puesto que si Sakura no se equivocaba en su diagnóstico, Boruto se había enamorado de alguien y se vio forzado a renunciar a sus fuertes sentimientos.

Mitsuki suspiró, para mirar a Boruto.

—Dime, Boruto.— Habló con seriedad, se sentía triste pero era importante.— ¿De quién te enamoraste?

Boruto bajó su mirada, ni siquiera podía sentirse avergonzado o exaltado por decir la verdad. Considerando esto, ya no había mucho que ocultar.

—Me enamoré de Kawaki.

Uzumaki creyó firmemente que Mitsuki se iría de su lado por la noticia tan repentina, el pensar lo raro que él era y la peor persona de quién se enamoró. No quería seguir sintiéndose mal, por ello le iba a decir lo que pensaba al peliceleste.

—Jaja...— Se rió triste.— Supongo que descubras esto debe ser duro para ti, después de todo...

Mitsuki negó serio.

—Puede...— Comenzó a hablar, pero aseguró aún más su agarre en la mano de Boruto.— Puede que ames a Kawaki con todo tu corazón, que te sientas mal o pienses que te miraré raro. Pero, Boruto... Eso jamás podría suceder.

El ojiazul devolvió su mirada a Mitsuki, se veía completamente determinado. Boruto sonrió aliviado, su mejor amigo seguía a su lado.

—Gracias Mitsuki.

Sarada volvió a tomar aire, se había apresurado lo mejor que podía. No estaba tan agotada pero ir a gran velocidad por su preocupación, le hizo perder aire.

Elevó su mirada, buscando a Inojin, a ChouChou o a Mitsuki. Cualquiera de los tres le serviría para saber si Boruto estaba bien.

—Ah! Mitsuki...— Se alegró ligeramente de verlo.

El nombrado la miró y asintió un poco, al parecer su rostro demostraba totalmente lo contrario a la tranquilidad que Sarada buscaba.

—¿Cómo está Boruto?— Una vez se acercó, fue lo primero que preguntó.

Mitsuki la miró a los ojos, para suspirar.

—Bien...— Dudó un poco.—. Quiero decir, su cuerpo no está en muy buen estado. Lleva sucediendo hace un tiempo y al parecer está en una muy mala condición.

—Tch...— Bajó su mirada, frunciendo el ceño.— ¿Qué te dijo mi mamá?

—Al ser aún el único al lado de Boruto, me informó que tenía indicios de Hanahaki. Pero, no pudo decirme un diagnóstico completo porque Boruto comenzó a empeorar.— Recordó el momento que llegó a la mansión Hokage y todo el camino que recorrió hasta llegar al Hospital.— Ahora no puedo respirar por sí mismo.

Sarada se sorprendió un poco, trató de pensar qué tan avanzada estaba la enfermedad para que eso sucediera, sin embargo, no era gran conocedora de eso.

—¿Dónde están Inojin y ChouChou?

—Con Boruto.

Sarada suspiró, aún no quería ver a Boruto.

Se dio la vuelta, quería encontrar a su madre para saber más a fondo sobre esto. Pero, fue detenida por Mitsuki.

—¿A dónde vas?

—Ahh... Iré a buscar a oka-san.— Murmuró con seriedad.— Quiero saber.

Mitsuki se mordió el labio, para confrontar a Sarada.

—¿Tú sabías de esto, verdad?

—¿Eh?— Sin entender, se dio la vuelta y miró al peliceleste.— No entiendo a qué..

—Boruto me dijo que le gustaba Kawaki.— Declaró con seriedad. Su agarre aumentó un poco.— De seguro sabías muy bien de esto...

Sarada se molestó un poco.

—¿Qué tratas de insinuar, Mitsuki?— Se zafó del agarre.— Kawaki es el responsable de esto, yo no tenía la menor idea de que Boruto sentía eso.

Estaba mintiendo, o al menos, inconscientemente. No quería sentir que aquello, fue parte de su culpa al no entender a Kawaki en sus palabras. Le hacía sentir mal.

Pero nadie podía saber.

—Claro que lo sabes.— Volvió a insistir.— Después de todo, Boruto colapsó cuando tú y Kawaki llegaron juntos al lugar de reunión.

Sarada se rindió un poco, Mitsuki era bastante inteligente. ¿Se había dado cuenta tan rápido de la condición de Boruto? Eso significaba lo muy preocupado que estaba por el Uzumaki.

Realmente no debió subestimar a Mitsuki.

—Uh... No lo sé, en ese momento solo trataba de ayudar a Kawaki.— Retrocedió hacía la pared del pasillo en el que estaban, demostrándole frustración.

Lo mejor no era ocultarle nada a la persona que más apreciaba a Boruto.

Parecía contradecirse ya que, en vez de ser honesta con Kawaki lo fue con Mitsuki.

—¿Ayudar?

—Nunca pensé que en ese momento se estaba refiriendo a Boruto, creí que era otra persona...

Antes de que pudieran continuar, Shikadai llegó a su lado.

—Ustedes dos, lo mejor es que se vayan.— Habló sin mucho ánimo.

—¿Eh? ¡¿Y eso por qué?!— Sarada replicó de inmediato.

—El Hokage se va a encargar de esto, nosotros ya no tenemos nada que hacer aquí.— Desvió su mirada.

Era frustrante.

***

—¿Cómo fue que llegaste a esto, eh?— Kawaki murmuró con molestia.

Miró a Boruto, hace un rato estaban discutiendo sin razón alguna y sin creerlo el Uzumaki comenzó a tocer y escupir sangre sin control alguno.

Kawaki entró en pánico, pero con ayuda de Sakura logró poner a Boruto a salvo. Bueno, a una máquina que mantiene su respiración artificialmente. Suspiró, de alguna manera convenció a Hinata de que él se quedaría ahí para que ella se fuera a casa junto con Himawari.

Desvió su mirada de Boruto y observó la pantalla que mostraban sus signos vitales.

SpO2 = 95

Suspiró, de lo que había escuchado por ahí significaba que su respiración estaba bien. Lo demás, no tenía la menor idea. Leer esas cosas de medicina no era lo suyo.

Pensó, que de haber sido más amable tal vez esto nunca habría sucedido. Boruto no se sentiría así y eso acabaría bien.

Ya estaba cansado de pensar tanto en Boruto, desde que había sucedido todo el Hokage se mantenía pendiente de Boruto cada vez que podía, al igual que Hinata. Y eso solo lo hacía sentir más culpable.

Eso era su culpa.

—Oh, Kawaki— Alguien habló a sus espaldas.—. Veo que sigues aquí...

El nombrado la miró y asintió.

Sentía la responsabilidad de quedarse ahí para al menos, compensar el daño que había hecho.

Desvió su mirada de Sakura, para seguir pensando en lo suyo.

Sakura caminó hacia la camilla en la que estaba Boruto, revisando una vez más al Uzumaki. Revisó sus signos vitales y los escribió en sus papeles, necesitaba llevar a cuenta todo lo que hacía por el rubio. Naruto le había pedido hasta lo imposible por salvar a Boruto y es lo que hacía.

—Aunque no es tu amigo, veo que te preocupa— Volvió a hablar, mirando de soslayo a Kawaki.— y supongo que..

—¿Podrías decirme si Boruto está bien?— Pidió Kawaki con seriedad.

Sakura suspiró, dejó los papeles a un lado para sentarse junto a Kawaki.

—¿Por qué me dijo que él iba a morir?— Miró sus propias manos, para volverse a molestar.— Ese idiota...

—Kawaki— Llamó la Haruno.—, sé que puedo decirte esto y podrás tomarlo con calma, pero la enfermedad que tiene Boruto lo está matando lentamente.

Entonces, sí era cierto.

Boruto estaba muriendo.

Kawaki se mordió el labio con impotencia, todo esto era su culpa. Su maldita culpa.

—¿No hay forma de solucionar esto...?

—Lo hay— Habló dando una de las opciones.—, pero Hinata y Naruto se negaron.

—Recuerdo que Sarada me habló de eso...— Murmuró, recordando.— ¿No es tan peligrosa, verdad? ¿Por qué ella querría negarse...?

Sakura desvió sus fanales jade hacía Boruto, su hija no le había dicho toda la historia. Estaba segura de que existía alguna razón.

—Sí, le daría una recuperación inmediata. Ya que sacar lo que está matando a Boruto, sería lo ideal.— Explicó con seriedad.

—¡¿Entonces...?!

—Boruto dejará de sentir— No fue tan explícita con su explicación, no iba tan rápido ya que Kawaki debía entender—. Sus sentimientos... ya no será posible de sentirlos. Ya no podrá enamorarse, ni siquiera sentir algún tipo de afecto.

Y todo retrocedió otra vez.

Kawaki miró a Boruto, ya no servía de nada molestarse con él. Con la única persona que debía molestarse era consigo mismo, era despreciable, era culpable de eso y por ello, debía arreglarlo... Como fuera.

—Por eso Hinata y Naruto se negaron, no quieren que Boruto deje de sentir sus emociones— Bajó su mirada un poco, había un pero.—, pero el tiempo que le queda no es demasiado.

Kawaki bufó, ¿cómo que Boruto dejaría de sentir emociones?

¿Dónde quedaría su terquedad habitual?

¿Su alegría de siempre? ¿Y la energía que tenía?

Hasta que recordó.

—Sarada nombró que había otra opción.— Se cruzó de brazos, para pedir explicaciones otra vez.— ¿Cuál es esa?

Sakura abrió los ojos, para recordarla. No es que no tomara en consideración esa opción, pero de todos los casos que han estado ocurriendo no ha sido informada con una tasa de éxito. Pero los escritos antiguos decían que sí funcionaba, si es que correspondía de verdad el amor.

—Bueno, Kawaki.— Se levantó de su asiento, debía encontrar otra manera además de eso.— Es bastante simple.

—¿Simple?

¿Por qué Sarada no le dijo si era tan simple?

—Es corresponder sus sentimientos— Se dio la vuelta, para caminar hacia la puerta y tomar el pomo.—, se dice que las flores desaparecen por sí solas.

Y luego, se esfumó.

Y ahora, se suponía que debía corresponder sus sentimientos? Era ridículo.

Pero si eso le salvaba la vida a Boruto, si eso lo mantenía con vida y la culpabilidad que sentía al ver a su familia así desaparecía, pues estaba bien.

Se levantó de su asiento y se acercó a Boruto. Había notado que estaba despertando.

Boruto abrió sus ojos, sintiendo su garganta seca pero la dificultad para respirar seguía siendo la misma. Desvió su mirada, viendo que Kawaki seguía ahí.

Frunció el ceño en respuesta.

—Sigues aquí..— Antes de que siguiera quejándose, Kawaki habló antes que él.

—Tú y tu molestia presencia me irritan— Se expresó como quiso.—, pero si no estás ahí no tendré con quién quejarme o discutir.

Boruto no comprendió qué diablos quería decir. Iba a quejarse.

—Eres un..

No pudo terminar su frase ya que el impulso de tocer regresó, sus signos vitales volverían a dispararse para denotar lo muy mal que estaba y eso ya era frustrante.

Kawaki le tomó de la mano y eso le pareció extraño.

Lo miró a los ojos y antes de que volviera a escupir sangre acompañado de flores, Kawaki le habló.

—No quiero que mueras, por favor...— Y en vez de sonarle ridículo o forzado, esas palabras detuvieron el violento ataque.

Lo que creía que se iba a disparar, quedó igual.

—¿Qué cosa...?— En un pequeño murmullo preguntó.

Era la primera vez que escuchaba o veía tal acción por parte de Kawaki–tampoco es que pensara que no lo podía hacer–, pero el creciente dolor en su pecho se detuvo. Todo se detuvo por un momento.

—Boruto, quiero que te mejores y estés a mi lado.

Aquello sorprendió a Boruto, el cual respondió el agarre que Kawaki sostenía ahora mismo. Correspondió aquel agarre, no con alegría pero sí con alivio.

Para Boruto, una mínima demostración de afecto por parte de Kawaki.

Para Kawaki, una manera de salvar a Boruto.

No importaba si no sentía lo mismo, tal vez podría tener los mismos sentimientos alguna vez...

___

Y la tercera parte sería el final a.

En fin, volvemos a las actualizaciones seguidas no tan seguidas.

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