Día lluvioso.
Tipo de historia: Solo romance
Parejas secundarias: MitsuSara y ShikaJin.
Au: Escolar
Palabras: 3143
Info. Adicional: Puede que el romance no esté tan presente por distintas situaciones de la misma historia.
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KawaBoru One-shots
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« ¿A esto se le puede llamar suerte? » Pensó Boruto, algo molesto por el clima de ese día.
Primero, su mejor amiga la cual siempre le salvaba de esas situaciones estaba de seguro con su otro mejor amigo en alguna cita o algo así. En cambio, su hermana ese mismo día no había asistido. Inojin estaba con Shikadai, y tampoco es que tuviera alguna elección diferente.
— Tch, ¿por qué precisamente hoy tenía que llover?— Dijo con frustración, viendo la lluvia caer por el gran ventanal de la escuela el cual se encontraba en el segundo piso.
Boruto se sentía como un completo idiota al haber salido tarde esa misma mañana, incluso de haber escuchado a su madre sobre el clima de ese día no estaría en esa situación tan infortunada. O tal vez de haber sacado un paraguas el cual le hubiera salvado de eso.
Habían miles de ejemplos que podrían haberlo sacado de esa situación tan ridícula en la que se encontraba, porque si hubiera escuchado a Sarada o a su madre, él no estaría esperando hace más de una hora que la lluvia parara para irse a su casa.
— Justamente hoy tenía que ser...— Dijo más desanimado, no es como si odiara la lluvia pero cuando se trata de dejarlo en ese establecimiento por más horas. Ahí sí odiaba con su alma ese clima, aunque también era su culpa.
¿Por qué no había recordado que estaban a inicios de invierno?
Dejo escapar un pequeño suspiro para caminar a la salida del instituto, tendría que soportar la lluvia para llegar a su hogar de una vez por todas. Aun se llevara un par de sermones de su madre y de Sarada al siguiente día, sí es que se enfermaba.
Era una felicidad para él que Mitsuki y Sarada salieran juntos, ¿razón? Pues, la Uchiha era demasiado seria y con un carácter muy fuerte, ni siquiera él la soportaba a veces. Mientras que el peliceleste, era bastante tranquilo y sereno. Es decir, ni siquiera comprendía muy bien cómo Mitsuki soportaba a la azabache. Alguien tan exigente y que se enfadaba por pequeñas cosas, no era fácil de tratar.
"—Son cuestiones del amor, Boruto—"
Incluso, se había atrevido a preguntarle. Tanta curiosidad le daba el amor? Por supuesto, algo tan complicado y serio como lo era ese sentimiento le intrigaba a veces. Casi todos sus amigos ya tenían pareja o eran pareja entre ellos, estaban en secundaria y suponía que ya era tiempo de darle la oportunidad a alguien. Al menos, eso le habían dicho alguna vez.
¿Acaso era el único que no tenía pareja?
Puede que fuera cierto, o tal vez no.
Realmente no le prestaba absoluta atención a esos temas los cuales eran complicados, a pesar de que habían parejas un tanto curiosas como lo eran Shikadai e Inojin.
Esos dos, sí que daban de qué hablar.
Inojin con su terrorífica honestidad y Shikadai con su enorme flojera, eran tal para cual. O eso pensaban él.
Era algo gracioso, de todas formas.
Y en ese instante pensó en él y alguien se le vino a la mente. Un pequeño sonrojo apareció en sus pómulos, ¿le gustaba alguien? Puede que fuera así.
— Vaya coincidencia verte aquí, Boruto.— La voz de alguien mayor que él, llamó su atención a la vez que su timidez heredada aparecía y eso, solo significaba una cosa.
— ¿K-Kawaki?— Titubeó sin poder evitarlo, es decir, ya tenerlo cerca era pensar de que aquel chico–que era un poco mayor que él– le gustaba.
— ¿no deberías haberte ido hace un rato?— Dijo de forma seria, fijándose en el clima de ese día.
— Bueno...— Pensó en las palabras para explicar su problemática, sin embargo, otra incógnita salió de su mente.— pero, ¿y tú no deberías haber salido hace más de dos horas?
— Los de preparatoria tienen distintos horarios. Genio.— Dijo de forma sarcástica, con tosquedad.
— S-Sí, es cierto.— Se notaba nervioso, ya que era el único que podía salvarlo en ese momento. Suspiró por un momento, ¿de verdad tendría que pedirle ayuda?
— Como sea, nos vamos?— Preguntó sin aviso, dejando ver el paraguas que tenía en su mano. Observando que el rubio no entendía por qué le había preguntado eso.
— ¿por qué...?— Se veía confundido a la vez que nervioso, ya que ellos dos nunca pasaban tiempo a solas. Por distintas cuestiones de amigos y disposición para hablar, aunque nunca entendería cómo fue que comenzaron a llevarse bien.
—Sé que los de secundaria salieron hace bastante rato ya, y por lo que veo—Dijo saliendo afuera junto a Boruto, abriendo el paraguas y protegiéndose de la lluvia.— tus amigos no están y no te queda otra opción.
— Sí...— Dijo un tanto avergonzado por su torpeza al olvidarse de su propio paraguas y la sola idea de pasar junto a Kawaki, era algo que le ponía nervioso.
— Entonces, ¿quieres que te acompañe a tu casa o te quedarás ahí todo el rato?— Dijo de forma desinteresada, sin embargo, no era algo que le molestara en realidad.
Situaciones como esas, no se dan todos los días.
— Está bien...— Dijo para caminar al lado del mayor, eso le avergonzaba bastante por el rápido palpitar de su corazón. Pero, no tenía mucha opción.
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Lo único que podía escuchar era el palpitar tan rápido de su corazón y el sonido de la lluvia al caer en el suelo, quizás el silencio tan ameno que se había formado entre los dos lo estaba matando un poco. Pero, que se hubiera atrevido a tomarle de la mano era otra cosa.
Aunque Kawaki tampoco se veía molesto y menos incómodo, como si aquel pequeño detalle no hubiera sucedido, es más, prefería que fuera así. Tal vez no tenían muchas cosas en común como para estar conversando a cada rato o querer pasar el tiempo juntos, ya que hace menos de dos meses habían dejado de tener ese comportamiento tan hostil entre ambos y menos ahora atreverse a hacer algo como eso, podía empeorar o quizá mejorar su relación.
Una cosa que esperaba Boruto.
Ya que, no era gran molestia ser el único soltero entre sus amigos, o puede que sí. Sin embargo, siempre había pensado que aquello era algo muy complicado de tratar para él y también estaba la excepción de que alguien lo soportara. Estaba consciente de que su actitud no era la mejor, ni tampoco la que más pudiera resaltar y presumir ante los demás pero estaba la duda de que nunca se había enamorado en realidad.
Observó de reojo al ojigris, notando que era mucho más alto que él, al igual que se notaba más maduro de lo que era él. De cualquier forma, estar de esa forma y situación con él es algo que siempre vio como imposible. Ya que eran de diferentes grados y tenían horarios de salida distintos, cosa que impedía aún más que su relación de amistad pudiera emerger o reforzarla. Pero, que le gustara era llevarlo un poco más lejos de lo que pensó.
— ¿Por qué me tomaste de la mano?—Murmuró Kawaki, observando de reojo el contacto que tenían. Avergonzado de forma repentina a Boruto.
— e-etto...— Se soltó de inmediato, sintiéndose descubierto y nervioso.
— Nunca dije que me molestaba, sabes?— Dijo con un semblante serio pero confundiendo al rubio.
—...— No sabía que responder y esa respuesta le sorprendió a la vez que confundió. ¿Quizás aquello era...?
No. Eso era algo completamente erróneo, era imposible que aquello pudiera ser lo que pensaba.
O tal vez, se equivocaba.
— Como sea, espero que no seas tan idiota para que te vuelva a suceder.— Dijo tomando de la mano al rubio y dándole un pequeño sermón por ese detalle de haber olvidado algo como eso.
— Sólo fue hoy, no es como si volviera a suceder.— Dijo en un tono presuntuoso, alardeando de que no era tan distraído a veces.
— Si, claro...— Habló sin creerle en absoluto, mirándolo directamente a los ojos.— Casi nunca traes tu propio paraguas, Boruto. Sarada siempre tiene que ayudarte en eso.
— ¿Y tú, por qué sabes eso?— Dijo notando que a pesar de que casi nunca hablaban o veían, Kawaki sabía cosas que sucedían cuando supuestamente él estaba en clases.
— O sea, lo admites.— Dijo cambiando su semblante a uno burlón, puede que fuera amigo de Sarada. Sin embargo, en realidad mentía algunas veces sobre el horario de salida de sus clases.
— Oi, no evadas la pregunta.— Dijo con molestia, dándose cuenta que el mayor le ocultaba bastantes cosas.— ¿cómo es que sabes eso?
— ¿por qué debería decírtelo?— Dijo deteniendo su caminar junto a Boruto, regresando a su habitual semblante de siempre.
— Pues, no es obvio? Eso es algo que solamente sabe Sarada.—
— Bueno, a veces salgo mucho más temprano de lo habitual. Y siempre te veo discutiendo con ella, es todo.— Dijo de forma simple, desviando su mirada.— ¿Algo más que quieras preguntar, Boruto?
— eh...no, creo que no.— Dijo con duda, más que nada inseguro. Puesto que si se estaban dando la libertad de hablar sobre ellos, tenía una pequeña pregunta que siempre estaba en su mente.
— Como sea, falta poco para llegar a tu casa y que no se te vuelva a olvidar.— Amenazo con molestia al menor, el cual asintió un poco temeroso.— No siempre estaré para ayudarte, comprendes?
— Sí, no deberías preocuparte tanto.— Dijo quitándole importancia a la pequeña amenaza de Kawaki, el cual solamente dio un suspiro.— Solo fue esta vez y no volverá a suceder.
— Como digas...— Desvió la mirada dejando de prestar atención en el rubio, aunque no quisiera admitirlo había esperado ese momento por bastante tiempo.
Porque puede que nunca lo admitiera o nunca lo dijera, sin embargo, le gustaba Boruto. Es decir, quizá siempre evadiera hablar con él para no tener que enfrentar sus sentimientos y decirle algo–ya que la diferencia de edad entre ambos, era bastante notable– que tuviera que ver con declararse. Jamás lo diría y así se quedaría, tampoco es que tuviera gran importancia en él.
Al menos, eso era lo que quería pensar.
Nunca comprendió porqué se enamoró de Boruto, diferentes clases y grados, casi nunca hablaban pero aún así dejaba su frialdad de lado todo por el Uzumaki. Quizá sus sentimientos eran más allá de un simple gustar, si no, más bien de estar enamorado de él. A veces, incluso se arrepentía de su poca valentía a la hora de enfrentar el amor que tenía por el ojiazul, es decir, nunca le había gustado de esa forma alguien. Sus fanales grises volvieron a mirar al más bajo, el cual a pesar de esa situación en la que ambos se encontraban, no podía atreverse a decirle algo en ese momento.
Miró hacia adelante y pudo ver la casa de Boruto, agradeció haberla conocido por pedido de Sarada ya que eso le permitía saber más del Uzumaki. Sin embargo, lo volvió a pensar.
Si habría de perder esta gran oportunidad para decirle algo, moriría de vergüenza de sí mismo.
— Boruto...— Le habló una vez más, estaban frente de la casa y el ojiazul le miró con una sonrisa.
— Cierto! Kawaki, quería decirte que– No pudo seguir hablando ya que el mayor le detuvo acercándose de forma muy espontánea a su faz. Poniéndole nervioso de inmediato.
Observó con atención los plateados fanales de Kawaki los cuales les miraban con determinación, a pesar de su semblante tan serio. Aún así, quiso preguntar qué era lo que sucedía.
— Boruto, me gustas.— Y con ello, le dejo sin palabras. Realmente estaba sonrojado y no podía procesar lo que le había dicho. Es decir, se había quedado sin palabras, ni siquiera podía creerlo.
Era tan poco probable que le gustara a Kawaki, que incluso parecía un sueño.
— ¿Q-Qué...?— Susurró sin creerlo, era impactante a la vez que sorprendente.
Sin embargo, antes de siquiera volver a reaccionar, Kawaki le besó.
Robándole lo que era su primer beso y sus pómulos estaban tan rojos que podía sentir el calor en medio de la gran lluvia que les rodeaba.
A pesar de eso, Kawaki se separó de él y no podía ni reaccionar. Estaba avergonzado y su corazón no dejaba de palpitar a gran velocidad. Y una vez que éste le sonrió se fue, provocando que Boruto se volviera aún más rojo–si es que eso era posible– ya que Kawaki casi nunca dejaba ver una sonrisa. Y que se la dedicara a él, era algo que le dejaba muy satisfecho y enamorado.
Aunque, ¿cómo podría verle al siguiente día?
— Onii-chan~— La voz de su hermana hermana le asustó, por el tono que habia usado algo había visto. La ojiazul le observaba desde el umbral de la puerta.
— Hima!— Actuó viéndola con inocencia, evadiendo lo que había sucedido recientemente–siendo algo imposible, ya que su interior era un caos total– para que la peliazul no dijera nada.
— Qué alegría saber que por fin tendrás novio~— Dijo burlándose del mayor, el cual se adentraba a la casa pasando por su lado.
— H-Himawari!— Respondió avergonzado, sabía perfectamente que la menor le había visto.
— No pasa nada, onii-chan. Era algo que debía suceder, no?— Dijo cerrando la puerta principal detrás de sí, con una sonrisa burlona a la vez que alegre.— Entonces, cuándo es la boda?
— Hima!!— Le gritó aún más fuerte, ya que estaba llegando al límite de su vergüenza. Algo que por supuesto, había heredado de su madre.
— Tus reacciones son divertidas, se parecen tanto a las de oka-chan.— Dijo acompañada de una pequeña risa traviesa.— me pregunto si...
—No más, si?— Dijo tapando la boca de Hima, con sus pómulos extremadamente rojos. Le avergonzaba bastante, no deseaba que su hermana menor estuviera presente en ese momento.
Dejó escapar un suspiro tratando de despejar su mente, sin embargo, era imposible. ¿Cómo es que aquello sucedió ese mismo día?
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— Me pregunto cómo es que llegaste a tu casa ayer...— Dijo Sarada observando al ojiazul el cual no prestaba gran atención a su alrededor, si no, estaba más concentrado en su celular.— y sin que te pasara algo.
— this is suspicious— Habló Inojin en inglés, por la situación que se presentaba en ese momento. Boruto parecía estar muy sospechoso en esos instantes.
— Bueno, ya ves que estoy aquí sin ningún problema, no es necesario saberlo...— Dijo con un leve sonrojo en sus pómulos y una pequeña sonrisa se originaba en su rostro. Con tan solo recordar lo sucedido el día anterior provocaba que todo en su interior se escandalizara.
— ¿de verdad? Por tu rostro, puedo notar que algo sucedió el día anterior.— Dijo la Uchiha mirando con cierto desinterés al Uzumaki, aunque también le pareció curioso.
— Su rostro tiene un color muy peculiar, por lo que puedo asumir que...— Comenzó diciendo Inojin apuntando a los pómulos de Boruto, el cual solo desvió su rostro.— alguien se te declaró.
— ¿Quién querría declararse a Boruto? No he notado a nadie que le guste.— Dijo la azabache sin intención de molestarse, si no, más bien tratando de averiguar lo que sucedía.
— Bueno...— Habló finalmente el ojiazul, obteniendo la atención de sus dos amigos los cuales le miraban de forma atenta y curiosa.— es un secreto, así que no fastidien.
— ¡Momento!— Alzó la voz Inojin, el cual exageró un poco el asunto. Sin embargo, con ese grito detuvo al Uzumaki.— Tú, debes decirme quién es.
— ¿por qué debería?— Preguntó con una sonrisa viendo que el Yamanaka notaba su renuencia en eso.
— Es obvio, Boruto.— Habló esta vez la Uchiha, tratando de apoyar al rubio claro.— No se nos ocurre quién podría decirte eso, después de todo, siempre rechazabas a las chicas...
— ¡Ves! Hasta Sarada me apoya en esto.— Insistió Inojin.
— ¿Qué es lo que están haciendo ustedes dos?— Interrumpió Shikadai al lado de Inojin, el cual le miró.
— Tratamos de averiguar– No pudo terminar de hablar ya que el responsable de todo, ya se había escapado.— Olvídalo, sólo le estábamos preguntando algo a Boruto.
— ¿Y eso era?— Shikadai le miró con extrañeza.
— Pues, cómo fue que llegó a su casa, es todo.— Dijo con simpleza la Uchiha, viendo la pareja.
— ¿Esa pregunta es algo rara, no?— Dijo un poco confundido.
— Lo es, pero conociendo a Boruto de seguro se le olvido traer un paraguas.— Dijo con obviedad el Yamanaka, observando que otra vez estaba lloviendo ese día.
— Igual que hoy...— Sarada mostró su chat de mensajes, había aprovechado de hablarle mientras el ojiturquesa le explicaba la situación al Nara.
— Qué idiota.— Dijo Inojin rodando los ojos.
— Ya sabes cómo es Boruto, Barbie.— Dijo con una pequeña sonrisa burlona.
— Claro que sí, mi querida Raquel.— Habló con cariño el Yamanaka, recibiendo una sonrisa por parte del Nara.
— Sí, como sea, yo me retiro de aquí...— Dijo Sarada con un poco de incomodidad a la vez que risueña al ver como dos de sus mejores amigos comenzaban a coquetear entre ambos.
(...)
Boruto estaba bastante nervioso, no por estar en un bloque diferente–al cual no correspondía por ser de preparatoria y él era de secundaria– si no, más bien por cómo hablarle a Kawaki, el cual no le había dicho nada desde esa mañana. Estaba muy nervioso y había olvidado a propósito un paraguas para ese día. Y la respuesta era bastante simple, quería que el mayor le llevara de nuevo como el día anterior. Le observaba en silencio desde el umbral del salón el cual parecía estar vacío, ya que los de preparatoria también estaban en receso y Kawaki al parecer, prefirió quedarse en el salón.
— ¿Qué haces aquí, Boruto?— Al verse pillado se ocultó nuevamente, pero sabía que ya le había visto por lo que se dejó ver.
— B-Bueno...— Titubeó con un leve sonrojo en sus pómulos.— hoy, ¿a qué hora sales de clase?
— ¿Quieres que te acompañe, no?— Como si fuera magia, le leyó la mente. A la vez que una pequeña sonrisa apareció.
Boruto solamente asintió con timidez.
— Pues, salgo unos minutos antes que tú— Dijo levantándose de su asiento, para acercarse al menor.
— E-Entonces...¿puedes venir conmigo?— Dijo con la mirada baja, ya que sabía que estarían a solas y eso le ponía emocionado, a la vez que sentía una gran calidez en su corazón.
Estar con la persona que amaba era lo mejor.
— Por supuesto, no sería capaz de perderme esto.— Dijo tomando el mentón de Boruto, acercándose y con intenciones de besarlo.— Después de todo, puedo ver que yo también te gusto, no?
Boruto se adelantó a los hechos y le besó.
— Claro que sí, Kawaki.— Dijo volviendo a juntar sus labios con los del mayor.
El invierno a veces es el mejor momento para declarar amor, a pesar de que sea un día lluvioso.
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