Las situaciones que siguieron el curso luego de aquel flageo que tuvo Ziva en su estado emocional, junto con las preocupaciones por otros temas habían sido solo un comienzo de flujo motivacional para los alumnos a héroes junior. Aunque tan solo recordar como fue el día siguiente al salir del hospital tanto Todoroki y Midoriya eran los más leves en cuanto a daño físico, a Iida Tenya lo había dejado por más tiempo en observación y digamos que la rubia aún estaba muy débil como para hacer el viaje entre el hospital y su departamento en Hosü, a veces se la notaba frustrada por la misma situación.

—Añarakopeguare!

Había exclamado una palabra en guaraní la chica al notar que las cosas con el proyecto, junto a ambas recuperaciones no le atribuían un avance, debía ir a retirar papeles ella misma, pero no podía moverse mucho. Odiaba sentirse ineficiente.

—Rubia, no te exaltes de nuevo, por favor. —decía Iida Tenya mientras leía un libro, aunque de reojo la observaba con una pequeña sonrisa.

Era curiosa y divertida al verla en ese estado, siempre le sorprendía escuchar ese lenguaje distinto a lo acostumbrado.

—No puedo evitarlo, ya debemos salir de aquí, creo que debo hacer cambios, si... —decía a sí misma en caos nervioso mientras se revolvía el cabello.

—Ziva...

—Tal vez vender mi departamento y comprar otro, sí, eso garantizaría mejoras en un futuro.... —piensa caminando de un lugar a otro.

—Ziva...

—No, mejor rento un departamento pequeño cerca de este hospital, en vez de tomar una decisión brusca, sí, eso es lo que voy a hacer —dice acariciándose su mentón sin estar en cuenta que su prometido le hablaba.

—¡Princesa!

La voz había sonado ronca y elevada, volviendo al presente a la rubia, quien se exalta un poco en su lugar, dirigiendo su mirada hacia él.

—¿Uhm?

—Ven aquí.

La voz ronca y seria mirada, había logrado que la rubia tragase saliva. Por lo que chasquea la lengua, había hecho de todo para saltarse esta discusión, ahora que lo veía más cansado, le resultaba imposible de desgastarlo.

Una vez cerca, la atrajo con cuidado dejando de lado al libro, junto alejando levemente el brazo delicado, consiguiendo deslizar su mano sana por la cintura de su chica.

—Tranquila, solo quiero darte un abrazo, amor mío.

Ziva tembló levemente ante el cosquilleo frío que había recorrido su cuerpo, al escucharlo tan mimoso, recostándose levemente en el hombro de su peliazul. Inmediatamente después sintió como un ligero beso se depositaba en su sien, y la embargaba una tranquilidad no había muchos que podían lograr eso en ella.

—Te extrañé mucho, mi corazón.

Susurra en un momento en el que se siente tranquila a su lado, logrando que las mejillas del joven iida se ruboricen, pero se sienta completo a su lado.

—Te extrañé mucho más. Realmente no puedo estar mucho tiempo sin ti, me he acostumbrado a tenerte cerca para ser feliz. —admite para ya nunca más guardarse sus pensamientos.

La rubia levanta el rostro hacia su chico, y lo besa delicadamente su mentón, para luego atraer con ayuda de su mano derecha más hacia ella y besarlo como extrañaba hacerlo.

Sin embargo, aquello había tomado casi desprevenido a Tenya y más cuando la próxima mordió levemente el labio inferior, haciéndolo gruñir. Lo estaba tentando y no podía descuidarse.

—Z-ziva...

—Tranquilo, aun no estamos listos para mucho ejercicio, creo yo, ¿no? Mi dragoncito. —sonríe con una mueca, realmente ella lo deseaba, pero tampoco estaba en condiciones de superarse.

—...—el peliazul se volvió un tomate vivo ante las confesiones, y más al dar con que también lo deseaba, su situación actual los frustraba en todas las maneras—y-ya tendremos tiempo... P-para eso, no te preocupes.

—Lo sé.

Suspira Ziva y lo mira como queriendo decir todo y nada a la vez, las pesadillas del pasado habían vuelto y no sabía cómo comentarle eso. Tenya se había percatado de las mil palabras que parecían escapar por la mirada celestina de su novia, por lo que al tragar saliva y toma su rostro con delicadeza.

Acariciándosela suavemente, intentando calmarla.

—Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿verdad? Sea lo que sea que quieras decir, te escucharé y apoyaré en lo que necesites.

Una vez que dijo esas simples y verdaderas palabras entrelazó sus dedos con la mano de su querida prometida. Sintiendo la temblar, y una pequeña sonrisa se asoma en conjunto de unas pequeñas lagrimas que se quedan entre las pestañas.

—Tenya... creo que me estoy muriendo, eres demasiado lindo y único como para ser verdad. —bromea soltando una risa y un sollozo amortiguado.

Iida tan solo niega la cabeza, fingiendo indignación, sin embargo, las palabras no le gustaron era como algo que se sentía mal al decirse, un mal presentimiento.

—¡No bromeo! D-deja de burlarte de mi. No eres Ziva si no me avergüenzas —se ruboriza, nervioso, pero se calla al verla suspira y mirarlo triste.

—Tenya, no estoy bien... No ahora, hay mucho que no sabes realmente de mi... Mi familia antes de llegar a Hosu... Solo sabes el cómo conocí a Nezu. Como llegué a Japón.

Iida enseguida se tensa al escuchar las palabras sinceras y directas de su rubia. Realmente algo malo estaba ocurriendo como para que ella sacara el tema de su pasado al presente. Iida Tenya y toda su familia nunca habían tocado ese tema porque la sola idea de que nunca hablase de su familia había generado la sensación de que era algo delicado de tratar.

—Cariño... No tienes por qué contar eso... Yo...

Enseguida fue silenciado suavemente por el dedo índice del dedo corazón, negando sutilmente.

—No, no digas nada. Déjame expresarme mejor. Por favor.

Fue allí cuando sintió la pesada sensación más marcada, cuando era suave y educada, era porque realmente era algo íntimo e importante de decir. Por lo que solo asintió levemente.

—Te escucho.

—Años atrás yo era como tú, entusiasta, líder, feliz y tranquila con mi vida. Poseía una familia completa, mi padre era de nacionalidad rusa y mi madre paraguaya pero mestiza, porque mis antepasado eran japonés. Soy la descendencia más extraña y mestiza con eso te digo todo. —sonríe un poco—, Como toda descendencia teníamos costumbres y habilidades que nos caracterizaban perfectamente de los normales. De los no quirks y de los que poseían quirks. Mi madre tenía el quirk Univers Alternative, poseía la capacidad de viajar y moverse en dimensiones alternas. Por lo que no vivíamos solo en el mundo de la realidad, sino que también en otra dimensión alternativa a esta, en donde los quirks eran más bien habilidades más sólidas compenetrada con el espíritu y el chakra natural. En ese mundo nuestros quirks... Se reactivaron y mejoraron... —se calla por un nudo aglomerarse en su garganta.

—¿Nuestros? Acaso... ¿tenías un hermano? —preguntó incrédulo.

De tan solo pensar un tercer rubio explosivo en el mundo, ya le sobraba y bastaba con Ziva y Bakugo, un tercer era el fin del mundo, o bueno así sentía ante la duda incrédula.

—Sí, era mi hermano mayor, Deidara Ivanov, solo 5 años nos llevamos de diferencia. Pero él siempre había sido increíble y... Especial... (mente plana) —sonríe ante la sensación del recuerdo de esa rubia oxigenada.

—¿y qué pasó?

—Las cosas empezaron a complicarse, él había aprendido una técnica que al parecer era prohibida, en ese momento no sabía lo que era porque todo lo que él hacía yo se lo copiaba, era mi ejemplo a seguir. Sus figurillas explosivas eran impecables, belleza pura. Pero cuando implicó un cambio a sus técnicas, y descubrí que había robado la técnica y era una prohibida me sentí culpable de no haberlo detenido, e iba a decírselo a mamá... Pero, no pude. —su mano se empuña de frustración e impotencia.

Tenya tan solo su única reacción que pudo al sentir su corazón estrujarse por verla así fue atraer la mano de su rubia y besársela suavemente como diciendo: "aquí estoy para ti, amor". Porque las palabras sobraban y tampoco le daba la voz por la situación tensa. Ziva se quedó observando unos minutos aquel gesto, algo perdida pero tan solo un poco bastó para percibir el mensaje, apretando levemente sus manos para luego suspirar.

—Cuando llegamos junto a ella, no nos dijo porque tan de repente nos había sacado de la otra dimensión, pero en cuanto volvimos a esta que conocéis, vino a papá en graves aprietos, yo... Tuve miedo, grité al ver que intentaron torturar a mis padres pero mamá llegó a tiempo y contraatacó a tiempo, sin embargo al salvar a mi padre, yo quedé desprotegida, me iban a dañar, pero dei-nii me protegió del peligro usando la técnica prohibida, intentando protegernos, pero había sido muy impulsivo, no valió la pena porque cuando me volteé a ver luego de la explosión, vi como mi padre abrazaba un cuerpo inerte, me había quedado helada... Ambos habíamos perdido a nuestras personas más amadas... —entre cada palabra, cada lagrima se deslizaba por sus mejillas, esa herida era latente aunque nunca lo había contado, siempre había evadido contar toda la historia.

—¡Oh dios...! Lo lamento mucho.

Tenya no podía creer cuando dolor había pasado su novia, antes de llegar a ella.

—Eso fue cuando tenía 12 años... No era muy pequeña, pero para mi padre y yo la vida había quedado casi en blanco y negro. Él no pudo seguir la sin madre... Por lo que se arrebató la vida enfrente de mis ojos. Ver muerte tras muerte te puedo asegurar que nunca te prepara para la situación, solo sabes la cruel realidad más nunca sabes si al completo lograras superarlo. Terminé en shock aquel día, los policías me encontraron y llevaron a un orfanato, estuve en ese lugar siendo problemática, ya no dejaba que nadie se acercara a mí ya no quería que la gente que se acercara a mi terminara muerta. Porque... Un año antes de tomar el puesto de mi padre en la empresa, supe por qué fue el motivo que nos habían arrinconado hasta muerte... Tenya... Yo era la culpable, yo... Eran a mi quien querían... Porque... Un mafioso se había empeñado en tenerme... Y papá no quería, ellos se sacrificaron para que nada me pudiera pasar, pero yo... ¡yo no pude siquiera amagar con defender a mi familia! ¡f-fui una inútil!

Exclamó con tanta impotencia, que Iida Tenya al sentir que se rompería tan solo acertó a abrazarle torpemente, pero con fuerza, temiendo lo peor.

—Ivanov Ziva nunca digas eso, no lo eres, solo eras muy pequeña para poder reaccionar más rápido. Quizás no pudieron salir con vida, pero sé que te amaron a puño y espada, debes estar agradecida, mis suegros te amaron con locura, por favor... No te digas así. —dijo con voz dura pero serio, al fin y al cabo, sin embargo, en la mirada del peliazul se notaba la calidez y dulzura que profesaba siempre hacia ella.

Por lo que mientras se calmaba con sutiles caricias en el hombro derecho de la rubia que eran obra de Iida Tenya, que fue calmándola lentamente, los sollozos habían disminuido, pero no se iban.

—A los 16...Nezu me adoptó, me sacó del infierno de ese orfanato. Logró que pudiera confiar en él, logró casi todo de lo que yo empezaba a negar paso por protección. Hasta que te conocí y mi vida empezó a cobrar color con tu presencia tranquila, educada, siempre desde pequeño buscabas que estuviera bien cuando yo solamente era tu niñera a medio tiempo. Ya sabes que debía ganarme la vida de algo porque había discutido con Nezu acerca que no me sentía segura con que pagara todo por mí, así que mi espíritu desenvuelto se fue formando estando a tu lado, empezando a ver que mi misión en la vida era proteger a una familia que me quería sin saber específicamente algo más de la única información de saber que era la hija adoptiva de Nezu.

Terminó su relato, mientras se callaba aguardando que le llegara de nuevo la tranquilidad que su novio le ofrecía inconscientemente. Mientras que Iida Tenya tan solo se debatía en sí mismo como decir las palabras, se había quedado con algunas estancadas, pero no quería ir directo al tema. Pero le daba cosa no entender porque una chica tan maravillosa como ella podía haber sufrido tanto. No se lo merecía.

—Me siento sumamente... Agradecido el que me hayas dejado conocer tu vida... Siempre se lo agradeceré a Nezu por rescatarte y hacer que pudiera ser feliz a lado tuyo y enamorarme de una chica tan fuerte y excepcional. Porque eso eres, eres única y espero poder seguir siendo tu alegría porque tú siempre serás la mía. Te amo Ziva, tanto que ni siquiera siento que las palabras colman el valor correcto que poseen mis sentimientos por ti—dijo firmemente, mientras besaba delicadamente la cabeza rubia.

Logrando que a la chica se le estrujara el corazón de amor, felicidad y apoyo. Lo percibía perfectamente ese apoyo incondicional y perfecto, después de contarle su carga se sentía medianamente libre, menos pesada. Empezaría a dar razón que hablar de este tema con la persona que realmente se ama, te logra tranquilizar hasta el punto de llegar a una fantasía de felicidad. Pero aún le faltaba una cosa para dejar de sentir tanta presión, la sensación de no ser totalmente sincera con su amado le daba pesar, por lo que se mordió sutilmente el labio inferior y lo soltó sin tacto alguno.

—Te conté todo esto porque al haber implementado el jutsu prohibido de explosión a mi quirk ha empezado a desgastarse, y como hemos perdido la capacidad de viajar al otro mundo y pedir ayuda. Para no morir de deterioro molecular debo tomar un extenso viaje para tratar con un chamán paraguayo y de esa forma al menos obtener una nueva revitalización de moléculas y células de mi ser. Para no terminar muriendo.

—¡Que?!
Se asusta Iida Tenya ante tal noticia, no podía creer lo que había escuchado. Separándose de ella para mirarla detenidamente, a pesar de tener los ojos hinchados y un poco rojizos. Ahora se estaba dando cuenta de la palidez anormal que poseía junto a sus ojeras mucho más marcadas de lo normal.

—¿Porque no me lo dijiste antes? ¿Esperabas a que fuera tarde? Ziva si sabes cómo llegar, vámonos juntos, no permitiré que nada malo te suceda.

—¿M-me acompañaras?

—Claro que si, aunque ahora esté enojado contigo por ahora recién decírmelo. Te acompañaría hasta el fin del mundo. Nunca lo dudes. Es por eso que aquel acepté la unión de nuestras familias, porque te amo más que a mi vida. —mofó ridículamente incrédulo ante la mirada de ilusión y miedo de su novia.

—Te amo tanto, gracias, por tanto, gracias...

[...]

Esa misma semana que todos aún se encontraban de reposo, el viaje para su revitalizar de quirk había durado dos días en llegar tres en volver. Aunque por suerte según el chamán paraguayo habían llegado a tiempo por lo que no habría secuela por el desgaste que había tenido el cuerpo de Ziva ante la pelea contra Stain. Antes que la semana libre terminaron a Iida lo habían invitado a hacer un refuerzo de entrenamiento en la piscina del instituto. Sin embargo, Tenya y Ziva no se alejaban mucho desde que habían sentido en peligro y dolor de la separación, por lo que también en esa oportunidad había sido acompañado por la misma. Aunque hay que admitir que un Iida Tenya celoso y sobreprotector era un espectáculo digno de ver. Ziva y las chicas sonreían divertidas, al ver como el prometido se peleaba moderadamente con el de racimo de uvas por haber empezado a balbucear y tener derrames nasales ante el hermoso cuerpo de Ziva. Aunque este último hubiera amagado a tirarse a los pechos de la rubia tanto Bakugo como Tenya habían saltado a su yugular como si fueran sus guardianes, quizás Iida se contenía en matarlo, pero Bakugo amenazaba con explotarlo por ser un mierdecilla, dando así una curiosa tarde, animada, querida y feliz. Sin duda alguna este era donde quería estar. 

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Hola! Que tal?
Al fiiin un buen capitulazo. ¿que les pareció? Cual parte les gustó mas? Realmente se esperaban todo esto o les agarré por sorpresa? Poco a poco las lagunas mentales que tenían con la prometida de Iida Tenya seran reveladas. ¿que pasará a continuacion? ¡eso lo sabréis en el proximo capitulo!

Nos leemos pronto.