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Capítulo 8: Nueva pesadilla.

Dos semanas después

— Cuéntame algo, no sé nada de ti.— Murmuró aquél chico de ojos azules. Sonreí ante sus palabras

Él se acercó poco a poco hasta quedar arrinconada entre su cuerpo y los casilleros del Instituto. Le di una mirada coqueta mientras puso sus dedos en mi mejilla e hizo que sus labios estén a centímetros de los míos.

—¿Por qué te detienes? — Pregunté con curiosidad. Jasper me observó con satisfacción, podía notarlo. Estamos en el Instituto, junto a los casilleros. Hace aproximadamente una semana empezamos a hablar, él supo estar ahí para mí cuando lloré el entierro de Erin.

Esa horrible sensación de aceptar que alguien a quién querías mucho se va de tu vida. Todos lloramos su partida y siendo sinceras, aún no se encontraba al culpable de tan atroz homicidio. Nadie sabía nada, pero yo sí sabía quién era, antes de poder irme al Hospital aquella noche, junto a su cuerpo, había una rosa blanca a su lado. Había sido él. Y necesitaba encontrarlo, porque desde esa noche no apareció, ni se volvió a acercar a mí. Guardaba en mi corazón un odio irracional hacia ese ser, me asesinó a mi mejor amiga. Le arrebató un alma a un inocente y dejó destruida a una familia.

Lloré días por ella, no la había conocido mucho pero lo poco, fue lo mejor que me pasó. Ella merecía la justicia en su nombre.

¿Las rosas estarán conectadas con algo?

Siempre que el extraño había estado cerca mío, dejaba como recuerdo una rosa. Eso me intrigaba demasiado.

Con respecto a la conversación que tuve aquella noche con él... Necesitaba hablar con mis hermanos y ésto no podía esperar más. ¿Quién era Eva?, esa pregunta rondaba por mi cabeza desde esa noche. Y mis hermanos tenían la respuesta a mi pregunta. La duda que creó en mi ese hombre.

Jasper cuidó de mi y me hizo sentir cómoda,  tanto que no pude separarme de él ni un día. Él lo entendió y dejó que me quedé a su lado. El duelo fue doloroso, pero podía decir que hoy estaba un poco mejor, él hacía que olvidase lo malo que me rodeaba. Aún sabiendo que no podía ocultar más ésto que llevaba conmigo, el extraño debía estar tras la rejas y si yo podía meterlo, lo haría sin importar qué, por Erin.

Sinceramente el chico era buena onda. Tanto fue el tiempo que pase con él, que de un momento a otro comencé a sentirme atraída hacia él, pero quería saber si él también hacía mí. No quería confundir las cosas. Soy una persona que va de frente así que reuniendo todo el valor lo agarré del cuello de su remera y junté nuestros labios, él se sorprendió ante ese movimiento,
seguramente lo tomé por sorpresa pero ¿Qué mas da?, el que no arriesga no gana ¿cierto?.

Ese beso me recordó a aquella noche, y no entendía porqué más me recordó a cuando besé a Eloy. Intenté alejar a ese hombre de mis pensamientos.  Pero cada vez que aumentaba el ritmo, más me recordaba a sus labios.

¿Y si estoy usando a Jasper para olvidar la muerte de Erin, obviar que el extraño desapareció y que Eloy ni me dirije la palabra?

Seguí el ritmo de sus labios; eran dulces. Él colocó sus manos a los costados de mi cintura y me apretó contra su cuerpo, sentí absolutamente todo,y cuando digo todo también me refiero a su amiguito.

Fuimos al compás del beso hasta que abrí mi boca y él aprovechó eso para meter su lengua, se me escapó un pequeño jadeo cuando dejó un mordisco en mi labio inferior. Sonreímos como dos idiotas.

Pero la tristeza seguía en mi. Y temía lastimarlo a él por eso.

—¡Dios!— Murmuré con una sonrisa plantada en mis labios,  me di cuenta de que nuestras respiraciones eran un asco y noté sus labios rojos. — Nada mal Ford, nada mal...

— Tu tampoco estuviste mal Smith... — Se volvió a acercar peligrosamente y yo salí corriendo.

Estamos en un Instituto por el amor de Dios.

Pero nadie está afuera viéndolos.

Aún así no debería, jamás tuve mi primera vez.

¿Piensas que eso pasará aquí?

— Espera nena... — Gritó a mis espaldas, desde mi hombro pude visualizar cuando vino corriendo hacia mí y tuve que meterme en el primer salón que encontré, grave error. Cuando estaba por esconderme en un armario que había ahí donde supongo guardan los libros escuché la puerta cerrarse detrás mío.

—Te tengo pequeña tramposa — farfulló a lo lejos. Literalmente me hallaba acorralada.

Ustedes se preguntaran ¿Por qué no están en clases?, Bueno.  Faltó mi profesora de Ciencias y debido a eso tenemos hora libre.

Me di vuelta y lo enfrenté, otro error, porque al darme vuelta y verlo con los labios rojizos y una sonrisa pervertida se me olvidó como respirar. Es qué, el chico tenía su encanto. Creo que caí redonda en el efecto Jasper.

Wtf ¿respirar? ¿qué es eso?¿se come?
susurró mi conciencia.

Se acercó a paso lento, una caminata peligrosa. Mientras él daba un paso yo lo retrocedía hasta que mi espalda chocó con la fría pared, tragué con dificultad cuando estuvo parado frente a mi, tapándome cualquier salida.

Sabía lo que él buscaba así que sin más rodeos me lancé a sus labios otra vez, él me levantó en volandas y me aprisionó contra la pared. Nos besamos como locos pero en algunas ocasiones parábamos para poder respirar. En una de esas me besó, haciendo que abra mi boca para así él, poder introducir su lengua nuevamente.

Sus manos viajaron por debajo de mi remera deteniéndose en mis costillas. Por instinto llevé mis manos por debajo de su remera, las pasé por su abdomen hasta llegar a sus brazos, lentamente nos separamos unos centímetros para poder sacarle la remera por el cuello, quedó al descubierto y volvió a atacar mis labios.

—Tu quieres.... — No lo dejé terminar de decir la frase que tanto sabía.

Es decir, estaba a punto de tener mi primera vez en mi Instituto. En donde cualquiera podía abrir la puerta y encontrarnos, pero Jasper me enseñó a qué tenía poder sobre mi. Jamás me había interesado un chico como para ésto. Pero creo que el hecho de que estuvo para mí, influenció en mi consciencia, y ahora necesita más. La Evelyn de antes, esa no haría ésto. Aunque seguía siendo esa Evelyn tímida, pero por alguna extraña razón no podía parar. No podía detenerme.

¿Te recuerda a Eloy?

No.

Ni siquiera puedes olvidarlo, y eso que fue un beso.

—Callate Ford, tu solo sigue....— Sentencie.

De un momento a otro ya no tenía remera puesta, estaba en sostén. Bajó en caricias una tirita de éste. Llevó su boca hasta mi cuello y atacó ahí, jadeos escapaban de mis labios, él levantó su mirada y sus hermosos ojos azules se encontraron con los míos.

—Deberias guardar silencio. Nos descubrirán. — Reprochó él entre risitas.

Caminó conmigo hasta una mesa y me depositó sobre ella. Sus manos intranquilas viajaron hasta el broche del sostén y lo soltó.

Sexo en el instituto, genial. Siempre quise intentarlo.


Maldita mente wattpaders.

Las puntas de mis pechos se rozaron con su duro pecho y una corriente eléctrica me invadió, haciendo que un nuevo jadeo escape de mis labios. Llevé mis manos al cierre de su pantalón pero paramos en seco cuando la puerta fue abierta.

Vi en el rostro de Jasper molestia y en el mío, bueno, en el mío claramente estaba plantada las ganas de asesinar a cualquiera que nos haya interrumpido.

Con la rabia invadiendo mis venas me giré y juro que en ese momento hubiese deseado que se abriera la tierra y me tragara. Me aclaré la garganta nerviosa y decidí ponerme el sostén y mi remera. Ya con las prendas puestas pude notar la tensión en el aire.

—¿Eloy, qué haces aquí?— Dije confundida y enfadada.

Jasper se aclaró la garganta y eso captó mi atención.

—¿Podrías dejarnos a solas?— Le preguntó a Eloy, éste nos dió una sonrisa burlona y respondió.

—¿Por qué habría de hacerlo?, éste es mi salón, si quieren "hablar"...— Hizo comillas con sus dedos en la palabra hablar— Tienen los baños del instituto...

Ojee a Jasper y podía ver que la vena de su cuello estaba por estallar de rabia. Joder, es que Eloy era muy buena para sacarte la paciencia en segundos.

Eloy por su parte parecía mantener la calma, pero había un brillo extraño en sus ojos. Cómo si estuviese ¿Molesto?... No, ni había razón.

—Mira Eloy o como te llames, he dicho que me dejes con mi chica a solas, ¿qué parte es la que no entiendes?

—¿Tu chica?¿es en serio?— Bufó divertido, luego desvío su mirada a mi y lo que me dijo a continuación hizo que duela como la mierda. — Veo que ya te andas de zorra Eve, primero me besas en aquella fiesta, después te besas con un extraño y ahora le andas abriendo las piernas al primer idiota que se te cruza... Creo que al final eres una puta más, ni la muerte de Erin te afecta.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Me acerqué lo más rápido, y antes de pensar siquiera, le di un puñetazo en el rostro. Mi mano al instante empezó a doler.

—¡No vuelvas a mencionar a Erin en tu puta vida!— Le grité llena de rabia. Él me miró con furia.

—¡Es la verdad, zorra de mierda!

—¿Cómo le has dicho?— Preguntó Jasper. Sabía muy bien lo que estaba pensando en hacer puesto que empezó a caminar en dirección a Eloy con los puños apretados— ¡Repítelo si tienes bolas imbécil!

Eloy se acercó intimidante hacia él y sin poder evitarlo lo empujó haciendo que caiga arriba de una meza, me levanté de un saltó y fui en su ayuda.

—¡¿Qué carajos te pasa, Eloy?!— Le grité de nuevo, exaltada mientras ayudaba a Jasper.

— Jamás vuelvas a meterte conmigo en tu puta vida ¿me oíste? — soltó con enojo Eloy.

—Vete a la mierda — Jasper se levantó de golpe y se fue dejándome sola con Eloy.

—Encima marica, que buen novio te escogiste Evelyn.

Me levanté del suelo y me fui a paso rápido hacia él, me abalance haciendo que su espalda dé contra el marco de la puerta y lo tome del cuello. Estaba cansada de que esté metido donde no lo llamen. Se podía notar el moretón que le había dejado mi golpe.

—¿Así que soy una zorra?— Solté con rabia, sinceramente ese insulto me dolió y no sabía porque. — No tienes el derecho a reprocharme nada porque no somos nada. Y si le hubiera abierto las piernas al primer idiota que se me cruzara lo hubiera hecho contigo, pero no soy tan estúpido como piensas.

Mis ojos empezaron a aguarse y no sabía porque. ¿Por qué dolía su insulto?¿Por qué actuaba diferente con él?¿Por qué....?

Mi vida desde que llegué a Karsson se convirtió en un constante por qué.

»No, no puede ser posible......Yo no podría estar.... No.«

Lo solté, me giré y estaba por salir de ahí cuando escuche lo que dijo.

—No me provoques. —  Sonreí y antes de cerrarle la puerta en la cara le hablé por última vez. — Veamos que haras entonces.— Y salí tranquilamente caminando del instituto y me fui directo a casa, al llegar mis padres ya estaban ahí merendando con mis hermanos. Me uní a ellos y empecé a comer, tenia hambre. Sentía que hace bastante tiempo no comía bien, entre los misterios de Karsson y la muerte de ella...

****

¿Instituto?

Literalmente salí de ahí corriendo. No por miedo si no por el mero hecho de que algo andaba mal, tuve una punzada en el pecho y eso sólo pasaba cuando algo mal iba con mis hermanos. Saqué el móvil e intenté contactar a alguno de los dos pero ninguno contestaba.

Al llegar a las puertas de salida me detuvo la voz de Jasper.

—¿Qué sucede?¿Quieres follar?— Preguntó.

Sin responderle salí de ahí corriendo. No me detuve y comenzó a faltarme el aire.
Corrí y corrí como si mi vida dependiera de ello.

Llegue a la entrada agitada, vi que la puerta estaba entreabierta.

¿Qué demonios sucede?

Entré y lo primero que vi fue un charco de líquido carmesí. Mi respiración estaba pesada y mis ojos se nublaron.

No......no.. no.

Me acerqué lentamente a la cocina y quise morir al ver aquél escenario.

Esto tiene que ser una pesadilla.

Mis ojos derramaban lágrimas sin parar cuando vi los cuerpos de mis hermanos sin vida...

Una gota cayó a mis pies. El líquido era caliente, mi vista bajó y mis manos estaban cubiertas con sangre, un cuchillo en mano y descalza.

No.......

No.......

No......

Levante mi vista confundida, ésta recayó en las paredes que tenían escrito un gran mensaje que decía.

Tu no nos salvaste, nos mataste.

Empecé a rasguñarme repitiendo otra vez un, es una pesadilla.

La voz de alguien llamó mi atención, me di vuelta y vi a una jovén parada detrás mío. Tenía una abertura en su estómago y llevaba un vestido blanco todo roto.
Su sonrisa parecía macabra.

— Hola Eve. Bienvenida a tu perdición.

Despierta Evelyn

Mis ojos se abrieron y me reincorpore rápidamente.

¿Otra pesadilla?

No pasaba hace semanas.

Se sintió tan real.

Dejé caer lágrimas sin parar. Tenia tanto miedo.

Yo los maté en mis sueños.

Yo...... fui yo....

¿Quién era esa mujer?

¡Hola, Hola!

Acá está el capítulo 8.
Espero les guste.
Los quiero ♡

SadGirl

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