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Capítulo 6: La fiesta (Versión extendida)

Llegué a casa y me la encontré vacía, mis hermanos no estaban, antes de salir del Instituto me habían mandado un mensaje diciendo que se habían ido con sus nuevos amigos, pero mis padres tampoco estaban y eso era raro.

Decidí marcarle al móvil de mi madre, a pesar de intentarlo varias veces no me había contestado, después de ver que fue un fracaso el llamarla, probé mandándole mensaje a mi padre. Abrí su chat.

ⓟⓐⓟⓘ♡

Eve: ¿Papi que pasó que aún no han llegado?

No me contestó porque el mensaje no le ha llegado, así que dejé mi mochila junto a los libros sobre la mesa, subí a mí habitación. Al entrar me acerqué a la mesita que se hallaba al lado de la cama, busqué el cargador y puse a cargar el móvil que tenía 25%. Me tumbé en la cama esperando a que decidan aparecer mis padres para así poder preguntarles si me darían el permiso de ir a la fiesta.

Mientras los minutos pasaban me levanté aburrida de tanto esperar y me dirigí hacia el cuarto de baño, ahí dentro me desnude con el fin de tomar una ducha, la encendí; primero lo puse en agua caliente y lo regule con agua fría, hasta dejarla en la temperatura que yo quería. Me sumergí en la bañera, la cuál estaba llena, cerré la cortina que se suele poner para que no vean. Me fui lentamente bajando hasta quedar con el agua de la bañera a la altura de mi cuello.

Quedé en esa posición durante minutos hasta que logré escuchar un ruido proveniente de la planta baja, estuve un rato en silencio para saber si había escuchado bien pero ese mismo ruido inquietante se volvió a escuchar. Decidida, salí de la bañera y envolví una toalla alrededor de mi cuerpo, una toalla corta y pequeña pero que cubría lo necesario. Silenciosamente abrí la puerta del baño y comencé a caminar en puntillas de pié hasta la puerta, volví a hacer todo lo posible para no hacer ruido con la puerta de mí habitación.

Estando en el pasillo suspiré tranquilamente, me dirigí hacía las escaleras y fui bajando con cuidado de no resbalar, tenia los pies mojados por salir rápido de la bañera sin darme tiempo siquiera a secármelos. Al llegar a la planta baja inspeccioné toda la casa pero estaba como la encontré al principio, vacía.
Mi humor cambió a uno de rabia, tuve que salir de mi deliciosa ducha solo por escuchar unos ruidos que probablemente los imaginé.

Enojada comencé a dar grandes zancadas por las escaleras, pero detuve mis pasos a mitad de éstas cuando escuché un ruido de algo de vidrio impactar contra el suelo, de inmediato mi vista se posó por el pasillo el cuál da a la gigante cocina, el ruido me pareció escucharlo de ahí, con el seño fruncido me fui hasta el ya mencionado lugar a investigar. Allí dentro solo hallé unos fragmentos de vidrios en el suelo de la cocina, cerca de las puertas de vidrio las cuales se dirigen al patio trasero.

El presentimiento de que algo andaba mal se instaló en mí, así que por seguridad tomé un cuchillo de cortar carne, que estaba en los cajones, con mi mano derecha.
Me acerqué a paso lento hasta las puertas de cristal, pegué mi mano izquierda y asomé mi vista para tener más acceso a mirar, por extraño que parezca no había nada sospechoso afuera, me di vuelta para emprender mi camino hacia la planta alta, esa sensación de ser observada me hizo girar hasta quedar de nuevo frente a la puerta. Justo cuando estaba por abrir la puerta de cristal y salir a echar un vistazo al patio trasero el timbre de la puerta de entrada sonó haciendo que dé un pequeño salto, llevé mi mano izquierda hacia el lugar del corazón y lo sostuve como si éste se me fuera a salir.

Se volvió a escuchar el sonido del timbre así que rápidamente dejé el cuchillo sobre la cocina y fui hasta la puerta, al pasar nuevamente por el pasillo estaba un poco oscuro y eso me pareció raro puesto que había dejado todas las luces encendidas. Suspirando me dirijo a la puerta, cuando abro veo que no hay nadie, me quedo inmovilizada. Seguramente debe ser algún idiota que se dedica a fastidiarle la vida a la gente, por alguna razón que no logro entender siento que estoy siendo observada otra vez, el miedo vuelve a instalarse en mí haciendo que pase saliva rápido.

Tomé la opción de volver a entrar, cierro de un portazo la puerta y cuando me dí vuelta lo vi. Su figura imponente ahí parado en la oscuridad, retrocedí asustada hasta que espalda tocó la puerta. Entonces él hizo un movimiento rápido y terminó frente a mi, me agarró con fuerza del cuello y presionó contra la puerta.

—¡Sueltame!— Intenté gritar, pero mi voz sonaba despacio por la presión ejercida. Lentamente me levantó del suelo.

Déjala salir, sé que también lo quieres.

Terminó de decir aquello y me lanzó con brusquedad al suelo, maldeci no haberme puesto algo antes de salir porque la toalla se me desató en el impacto. Agarré con mis manos temblorosas para que no se me cayera.

—No sé de qué me hablas, idiota.—Le grité nerviosa, empecé a toser en busca de aire.

Cuando lo descubras te darás cuenta de que nada es lo que parece. —Sus palabras causaron estragos en mi, a qué se refería con eso. Realmente no lo entendía.

Debo decir que me das lástima, eres un pobre ángel al que le arrebataron las alas. Las personas a tu alrededor no son lo que crees.

Antes de poder decirle algo, la puerta se abrió de par en par, dejándome ver a mis padres entrar. Entonces me di cuenta de que él había desaparecido de la casa. Y yo estaba tirada en el suelo.

—¡Mamá!¡Papá!— Exclamé sollozando. ¿Quién era ese tipo?¿Qué quería?.

—¿Pero que pasó hija?— Contestó papá palmeando un lugar en el sillón con su mano para que valla a sentarme a su lado.

No podía decirles, no quería que se preocupasen. Ésto era culpa mía por andar de curiosa.

—Estaba saliendo de la ducha porque alguien tocó el timbre y me caí.—Mentí. Me sentía del asco. Recordé que me había agarrado del cuello muy fuerte, por lo que tendría marcas. Además estaba desnuda, me levanté rápido del sillón y salí corriendo a mi habitación. Al cabo de unos minutos volví al lado de mis padres, ya cambiada.

—Les quería comentar algo. — Puse una sonrisa en mis labios. Obviamente que alguien recién casi me mata.

— A ver, suelta— dijo mi madre despegando la vista de su móvil mientras en sus labios aparecía su típica sonrisa llena de luz, sólo a ella le sale.

—¿Puedo ir a una fiesta?

Mi madre posó la vista en mi padre, en un gesto de "Decide tú". Mi padre en cambio hizo una mueca de disgusto y eso me hacia perder las esperanzas, Aaron era difícil de conocer.

—Hija—Mencionó mi padre, pude ver claramente que no le gustó la idea, su semblante se volvió serio. — No creo que sea buena idea ir, es tarde y además debe estar lleno de lagartos que andarán por detrás tuyos, las jodidas hormonas y no quiero eso para mí bebé. — cuestionó dudoso, no creas que me quedaré callada.

—No papá, no te confundas. Estás en modo papá sobreprotector celoso dramático. — Bufé molesta. Siempre era lo mismo, por eso mis hermanos eran como eran.

—No es drama ni celos hija, es protección. Cuidado. Cuando tengas hijos vas a entenderme.— Me reprochó negando, tragué en seco y rodeé los ojos. Mamá estaba atenta a la conversación.

— Ustedes quieren que sea más sociable, entonces déjenme ir. Éste pueblo no es peligroso, por esa razón nos mudamos aquí ¿no?. — Intenté convencerlo de dejarme salir, lo conocía a la perfección y habían más probabilidades de que me dieran un no como respuesta, pero no perdía las esperanzas. — Además no pasará nada. Ningún "lagarto" se acercará a mí a menos que yo quiera, soy buena niña. — Terminé mí drama y junté mis manos en forma de suplica; hice puchero con mi boca.

Entonces empezaron a carcajear no sé porqué, pero fue contagioso así que terminé riendo con ellos.

—¿Por qué no reíamos?— Pregunté confundida cuando terminé de reír.

—¿Buena niña?¿Es en serio?— Soltó mi padre y agregó algo que de inmediato hizo que mis cejas se fruncieran. —Nunca fuiste una buena niña... — Mí madre disimuladamente golpeó el brazo de mí padre y éste se aclaró la garganta.

—¿A qué hora es? ¿A qué hora volverás? — Sentenció.

—¿Es un sí? — Pregunté emocionada.

—No, eso no es un sí jovencita, es un dejame pensarlo.— farfulló negando,pero ya estaba demasiado entusiasmada.

—La fiesta es de medianoche. Quizás vuelva tarde o me quedo en lo de Erin. —Pude ver en un nanosegundo como se levantó y negó lentamente.

—¿Cómo que de medianoche?—Masculló enfadado. Sin esperarlo habló la persona que menos esperaba escuchar, Killian, por lo visto ya habían vuelto. Por detrás de él apareció Andrei.

—Nosotros iremos con ella y la traeremos también. —dijo mientras miraba atentamente a mí padre.

—¿Dónde diablos estaban? — Mamá se acercó preocupada hacia ellos.

—Fuimos a lo de unos amigos Dakota, no te preocupes tanto. — Mencionó levantando su mano y restándole importancia a la pregunta.

—¿Ustedes qué? —mencioné confundida con respecto a lo que había dicho antes.

—¿Eres sorda o qué?— Murmuró Andrei, quién hasta ese entonces estaba en silencio.

— No, yo estaré bien— Negué rotundamente.

Papá me lanzó una mirada fría, típica de los Hill. —¿Tu quieres ir? — Preguntó hacía mí, me limité a asentir —Entonces irás con tus hermanos y harás lo que te digan — En ese momento mi mal humor apareció, él por su parte me ignoró y miró hacia los idiotas que acaban de aparecer— Ustedes están a cargo de traer a su hermana, comportensen como se debe.

Estaba a punto de protestar pero mi padre se adelantó hacía su habitación, dejándome con un humor de perros. Mi madre sólo nos sonrió murmurando que antes de que nos vayamos les avisemos.

—Bueno nos vemos a las 22:30, chau —Y así fue como Andrei se fue para arriba dejándome con Killian, seguramente sabe que se le viene ahora.

—¿Por qué? —cuestioné.

—¿Por qué, qué? —bufó rodando los ojos.

—¡¿Por qué coño has dicho eso?! —mí ira aumento cuando solo sacó su dedo de en medio enseñándomelo mientras emprendía la caminata hacia las escaleras.

—¡Killian!— lo llamé mientras trataba de calmarme.

— Evelyn, da las gracias porque no te habría dejado ir si no fuera por mí. —masculló sonriéndome.

Sonreí, sinceramente me importaban tres quintales de mierda lo que fuera que hicieran, sólo era drama, al fin y al cabo me dieron el permiso de ir. Me encamine hacia las escaleras pasándole de lado para ir a mi habitación.

[21:50]

Salí del baño con una toalla envuelta en mi cuerpo mientras que otra estaba enredada en mi cabello, para secarlo un poco. Me adentré al guardarropas y estuve ahí durante un rato buscando la ropa adecuada para la fiesta. Quería estar cómoda así que opté por ponerme una remera corta negra, un pantalón de jeans corto en negro y unas zapatillas blancas, también opté por llevarme una campera de cuero negra y un pequeño bolso para guardar el móvil como también las llaves.

Luego empecé a maquillarme, usé lo de siempre; pintalabios, pero está vez en tono rojo fuerte, hice el típico delineado de gato y por último me puse rímel en las pestañas.
Al terminar decidí bajar, ya eran las 22:20, llegaremos pasadas las 22:30 pero llegaremos al fin y al cabo.

Cierro la puerta del cuarto, me acerco a las escaleras y voy bajando los escalones uno por uno hasta llegar al final, no veo a mis hermanos por ningún lado, eso quiere decir que aún no están listos. Me deslizo sobre el sillón blanco que había en la sala, recuerdo que he olvidado pedirle el número de teléfono a Erin.

¡Qué idiota soy!

De pronto escucho que alguien se aclara la garganta, me doy vuelta y veo a Andrei.

—Pero que guapo estás hoy hermanito — mascullé divertida y sorprendida a la vez.
Andrei iba vestido con un pantalón de jeans largo, roto en las rodillas en color negro. Una remera blanca y encima una campera de jeans celeste, en los pies unas zapatillas negra.

— Siempre estoy guapo, nena.—Farfulló con una sonrisa coqueta, ya estaba en plan idiota.

— Claro, chiquito— levante las manos restándole importancia mientras el rodó los ojos.—¿Dónde está tu copia idiota?— Pregunté refiriéndome a mi otro hermano.

Cómo si hubiese escuchado, apareció bajando las escaleras, venía con un semblante serio. Los dos son exactamente iguales a mi padre, pero sin duda Killian es el que más parecido tiene, tanto en la personalidad de mierda como en lo físico.

Él a diferencia de Andrei viene vestido con un pantalón de jeans negro, con abertura en las rodillas, una remera blanca y una campera de jeans negra, también unas zapatillas vans.

—¿Listos? — Preguntó formando una sonrisa.— ¿Verdad qué estamos lindos?

—Ustedes sinceramente, hasta con una puta bolsa se ven divinos. Ahora vámonos que se nos hace tarde, recuerdo haber quedado en buscar a Erin en las puertas de White Garden. Olvidé pedir su número y ninguna de las dos sabe la dirección de casa de la otra.— Mencioné, ellos por su parte dieron un asentimiento de cabeza y nos dirigimos caminando hacia la puerta de entrada.

Al salir emprendimos nuestro camino.
No hacía frío ni calor, estaba perfecto para salir con cualquier prenda, sea larga o corta, abrigada o no.

—Evelyn... — llamó Andru, de inmediato me di vuelta quedando frente a ellos ya que iba adelante y ellos atrás mío. — ¿Por qué te has vestido así?¿Tú acaso quieres que hoy peleé con el primer idiota que se te cruce? — su mirada dejaba ver claramente la desaprobación. Killian en cambio me miraba y noté que su semblante derrochaba rabia.

—¿Disculpa?. Es mi cuerpo y vengo como se me antojan los ovarios, ¿Quedó claro? — Pregunté, ninguno de los dos se quedó callado.

—Sé que es tu cuerpo pero ¿Acaso me quieres poner celoso o sobreprotector?

—Andrei Hill Smith, es mi cuerpo, me visto como quiero y punto. — Volví a decir enojada y perdiendo la poca paciencia que tenía.

Luego de esa estúpida conversación caminamos en silencio hasta llegar a las puertas de White Garden, por allí en unos bancos que habían cerca se lograba ver una sombra de cuerpo pequeño. Salió a la luz y me dejó detallar a Erin, quién iba vestida con un pantalón de jeans, también abierto en las rodillas y otra abertura más arriba de las rodillas, en color celeste. Una remera blanca con un nudo hecho y unas zapatillas blancas.

Pude notar que estaba un poco molesta, quizás porque llegamos pasadas las 22:15, esa era la hora acordada pero llegamos a las 22:55. Encima con la puta sorpresa de venir acompañada de dos personas que para ellas son desconocidas, le sonreí nerviosa a lo que ella solo fijó su vista en los idiotas de atrás.

— Por fin te dignas a venir— Soltó la morocha frente a mí.—Creí que me dejarías plantada, hasta veo que has venido acompañada. - Sonrió con sus mejillas coloradas, la miro confusa y ella solo evita mi mirada.

—Erin es mi mejor amiga—Me giré quedando cara a cara con los chicos.—Ellos son Killian y Andrei, mis hermanos. — Finalicé con una simple sonrisa de labios cerrados.

Andrei se acercó a ella y extendió su mano derecha a modo de saludo mientras dijo—Hola Belleza, ¿soltera? —me acerqué a él y le pegué en la parte baja de su cabeza, la parte de la nuca. Éste se sobó como si mi golpe le hubiera dolido.

—Deja en paz a Erin, idiota. Si es o no soltera no te importa, solo metete en tus asuntos que solo están aquí por metidos. —solté con molestia, quizás es porque estoy celosa. Son mis hermanos y aunque no lo admita estoy a la defensiva casi siempre.

—¿Erin, cierto? —Habló Killian con una sonrisa coqueta. Ésta solo asintió y juro que sus mejillas no podrían estar mas rojas. — Perdona al imbécil de mi copia, soy Killian, un gusto conocerte.

— Hola, chicos— Murmuró nerviosa, pude notarlo ya que sus uñas estaban clavadas en la palma de su mano.

Seguimos caminando mientras hablábamos de cosas sin importancia. En realidad estuve en silencio y los únicos que hablaban eran ellos tres, seguramente trataban de conocer más a mi amiga, en cambio yo estuve callada desde que pasamos White Garden, es que cuando estuvimos ahí sentí escalofríos en mi cuerpo. Aún no puedo sacar de mi mente todo lo que estuvo pasando.

Llegamos a una casa blanca grande, desde el portón de esta se podía escuchar la música, algunos chicos estaban borrachos mientras que otros estaban fumando afuera. Nos encaminamos hasta la puerta de entrada y al estar dentro casi se me revientan los tímpanos de lo fuerte que estaba la música. Pude reconocer al instante en que puse un pie ahí, era María Becerra, con su sencillo Piscina.

Para comunicarnos teníamos que levantar la voz, pude notar que había muchas personas, supongo que el chico que da la fiesta debe ser popular. Algunos estaban bailando sensualmente en la pista de baile que había ahí, otros estaban cerca de la barra bebiendo lo que sea que pedían, los demás estaban besándose o haciendo cualquier idiotez que hacen cuando están borrachos.

Todo estaba a oscuras, sólo habían luces de colores. La decoración de la casa lucía así porque habían colocado al DJ por una parte, la barra de bebidas por otra. Sinceramente los cuatro quedamos asombrados, se nos notó en el rostro, miré a Erin y está conectó su mirada en mí.

—¡Ésto es genial! —gritó a todo pulmón,por mi parte me límite a reír.

—Voy a beber algo, nos vemos chicas— dijo Andrei mientras desaparecía en la multitud de personas transpiradas que bailaban alocadamente en la pista.

—Bueno yo me voy con ese idiota.— Mencionó Killian y cuando me estaba por dar vuelta para decirle un "okay" ya no estaba, nos dejaron literalmente solas.

De reojo noté a una persona muy conocida bebiendo de un vaso rojo y blanco de plástico. Parecía haber notado mi mirada porque se giró y conectó conmigo, vestía con un jeans rotos en color celeste acompañado de una remera color beige y unas zapatillas blancas. Dejó visible unos tatuajes que le quedaban de infarto.
Así dejaba ver qué tenía unos brazos musculosos, cualquier chica se enloqueceria.

Sin darme cuenta, una sonrisa apareció en mi rostro, me arrepentí de hacer ese gesto puesto que empezó a acercarse.
Estaba por decirle a Erin que vayamos a tomar algo pero pude ver de reojo que estaba teniendo una charla con el chico de ojos verde; Mathias. Él iba vestido con un pantalón de jeans con aberturas en sus rodillas en color negro, una remera bordó y unas zapatillas blancas.

Traté de avanzar pero fue tarde ya que la mano de alguien me tomó del brazo y me giró haciendo que quede de frente a él, era de la cuál intentaba huir.

—¿Evelyn, no? —Murmuró mirándome fijamente.

—Puedes decirme Eve, o como quieras Eloy Andrews.— Respondí con seriedad, sé que empezamos mal pero quería tratar de llevarme bien.

—¿Quieres beber algo?—Preguntó con una tierna sonrisa de labios cerrados. Asentí a su pregunta y de inmediato tomó mi mano mientras me hacía seguirlo entre la multitud de personas. Al llegar a la barra llamó al bartender y llegó a nosotros.

—¿Qué desea tomar señorita?—Murmuró en un gesto amable.

—Prepárame una margarita— El jovén asintió y procedió a preguntarle a mi acompañante que tomaría. Eloy respondió Whisky y se dirigió a servir los tragos.

En fracciones de segundos noté que el semblante de Eloy cambio, parecía enojado o molesto.

—¿Qué sucede?¿pasó algo? — Pregunté confundida.

—¿Tiene que pasar algo?

Estaba a punto de soltar algo pero nos vimos interrumpidos por el bartender, quién nos trajo nuestra bebidas. Comencé a beber de un solo trago mi margarita.

Debo decir que nunca antes había tomado alguna bebido así, de echo, no era de salir a fiestas. Supongo que por eso sentí que me mareé de solo tomar ese vaso.

—¿Quieres bailar?— Me atreví a sugerír. El trago estaba haciendo efecto rápido. Eloy tenía un brillo muy particular en sus ojos, asintió.

En los grandes parlantes sonaba LuXxX de Lit Killah y Tiago Pzk.

Comencé a moverme sensualmente al compás de la música, realmente no tenía noción del tiempo como tampoco de cuantas margaritas habia bebido en toda la noche. Escuchando la letra contonee mis caderas contra Eloy Andrews, él guiaba mis movimientos con sus grandes manos.

Sé que los dos estábamos borrachos y era un peligro, no era consciente de lo que hacía, mucho menos cuando me acerqué y planté mis labios con los de él. Bajo la voz de Lit Killah di mí primer beso, un beso cargado de violencia. Arremetia con todo contra mí boca, sus manos bajaron y apretaron mí trasero. Entonces me separé y lo miré, sentí mis mejillas arder.

Hizo el amague de querer acercarse de nuevo pero salí huyendo de nuevo. Mierda.
Tambaleando y agarrándome de la pared llegué afuera.

Aspire aire fresco y bebí un sorbo del vaso en mi mano. Sinceramente hacía calor, di las gracias por venir con ropa cómoda.

Mierda, había besado a Eloy Andrews. Doble mierda. Pude captar que salió a buscarme, así que fui a esconderme en la oscuridad, bajo unos árboles rosados.

Estaba por sentarme en el pasto cuando mi vista recayó en la oscuridad, parpadeé para ver si había visto mal pero no, allí al lado de un árbol se podía ver a una persona, quizás se sentía mal así que fui a ver.

No estaba en las mejores condiciones que digamos pero había que intentarlo. Emprendí el paso hasta ese lugar en específico, al acercarme no había nada, con tantos tragos encima habré visto mal. La oscuridad me daba un poco de miedo así que suspirando me di vuelta. Grave error, porque al darme vuelta choqué contra el pecho de alguien.

Levanté la vista cuando reconocí aquel saco negro.

Mi ojos se abrieron de más al verlo, podía jurar que era él; la misma persona que estuvo conmigo en White Garden, quién dejó el mensaje con la rosa negra. Quién me visitó hoy en mí casa. Quise irme pero me lo impidió agarrándome del brazo, su tacto mandó estragos por todo mi cuerpo. Me sentí chiquita a su lado.

—¿Te vas?¿Tan rápido? — Murmuró.

—¿Qué es lo que quieres? — Pregunté nerviosa, lo cierto era que tenerlo ahí me daba miedo.

—Creo habértelo dicho hoy.

—¡Mierda!¡Sueltame!

—¡Todo sería más fácil si la dejaras salir!

—¿A quién?—Le grité perdiendo la cordura, no entendía a qué se refería.

—A Eva.

Y de sólo mencionar ese nombre mis ojos se nublaron, no sabía a qué se debía eso. Pero sentí que dolía aquel nombre. ¿Quién es Eva?

De pronto el ruido de unos arbustos moverse se hizo presente. Él me soltó.

—Quédate aquí, voy a ver que fue eso—Hice un gesto de asentimiento y esa persona se perdió en la oscuridad, cómo siempre lo hacia. Si tenía que jugar con esta persona para averiguar quién demonios era y quién era Eva, iba a hacerlo,desde ahora entraré a éste juego peligroso.

Pasaron unos cuantos minutos cuando volvió a aparecer.

—¿En qué estábamos?— Lo noté un poco raro.

—¿Quién es Eva?—Mí curiosidad no pudo más y salió a la luz. Grave error, siempre es un error la curiosidad.

Tus hermanos la conocen mejor que yo. Pero tú la conoces mejor que nadie. — Eso bastó para tensarme más de lo que ya estaba. ¡Dios! ¿Es un juego de palabras o qué?

Sin más que agregar me tomó del cuello y volvió a arrinconarme entre la pared y su cuerpo. Mí cuello dolía por el agarre que ejercía, apretaba tan fuerte que sabía que quedarían peores las marcas que me dejaria. Creí que me mataría o algo pero lo que hizo fue algo completamente diferente, se levantó un poco el pañuelo con el cual cubría la mitad de su rostro y presiono sus labios con los míos.

Me estaba besando y no sé porqué le correspondí el beso. Creo haber perdido la cordura, besaba bien. Su lengua invadió mi boca y bajó sus manos a mi cintura, estaba por poner mis manos en su nuca para intensificar el beso pero él fue separado bruscamente de mí. Inmediatamente limpié mis labios y respire con dificultad. Puse mi atención en la persona que cortó mi beso con el extraño y me sorprendió ver a Eloy tomándolo del cuello. Me asuste por el comportamiento de Eloy así que los separé.

—¡¿Qué haces?!—Le grité.—¿Por qué demonios lo atacas?

—¡¿Te estabas besando con un extraño!? —Eloy estaba perdiendo el control, gritó alterado. No iba a negar que me asustaba.

—¡¿Por qué demonios hiciste eso, hijo de puta?! — Levantó el puño y comenzó a golpearlo de una forma que me dió la sensación de que lo mataría. El desconocido estaba tranquilo.

—¡Eloy, mírame! —Lo empujé, estaba hastiada de su comportamiento que me resultó extraño pero quizás esté borracho también o que sé yo.

—¡Vete! —Le dijo, quise darme vuelta para ver el gesto de esa persona pero ya no estaba. Eloy se soltó bruscamente de mi agarre.—¿Qué pensabas? ¡Contesta! — Me gritó fuera de sí, no había prestado atención que alrededor había unas cuantas personas, entre ellos se distinguía a mis hermanos, Erin, Mathias y a alguien un poco parecido a él pero totalmente diferente a la vez, supongo que era su mellizo, Jasper.

La mirada de mis hermanos estaba en mí, parecían enojados, ¿Cuánto habrán visto o escuchado?

—¡No te metas en mí vida! Ni siquiera eres mí amigo.— Solté furiosa y sin pensarlo dos veces mi mano abofeteó su mejilla derecha, las personas que expectaban la escena empezaron a murmurar. Killian se acercó a mí y detuvo mi otra mano que estaba a punto de volver a abofetearlo.

— Vamos a casa, Evelyn.— Me arrastró con él, sabia que estaba enojado porque ellos suelen llamarme por mi nombre cuando lo están y en esos momentos es mejor dejarlos solos. Ellos pueden herirte.

Pero cuando estábamos por irnos, las luces se apagaron por completo dejándonos a todos en la oscuridad de la noche.
De la nada se oyeron fuertes gritos, no se veía nada. Al cabo de unos segundos volvió y nos dejó una escena terrible.

Un cuerpo. Mujer de cabellera negra. Tenía sangre en el estómago. Abrí demás mis ojos cuando la reconocí.

—Erin...

Erin está muerta.

¡Espero estén bien!

Espero que les esté gustando y muchas gracias a las personas que lo están leyendo y votando, en serio para mí significa mucho♡.

Preguntas:

¿Por qué creen que Eloy actuó así con "el extraño"?

¿Qué creen que quiere el EXTRAÑO de Eve?

¡DEJEN SUS TEORÍAS!

Sin más que decir, ¡saludos!

Se los quiere❤

SadGirl💙

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