Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14: ¡Bienvenidos al pueblo de Karsson! (Parte 2)


Después de soltar aquellas palabras, ello prestaron atención y entonces procedí a explicar mi plan.

— Él es muy inteligente así que hay que ser mejores. Iré nuevamente a la Mansión Andrews. Mientras ustedes se quedan en la entrada esperando a Eve yo seré la distracción de Elian. — Tomé una bocanada de aire y seguí hablando.

— Cuando ella logre salir quiero que por favor se vayan lo antes posible, no quiero héroes. Su prioridad es mantenerla a salvo. — Al terminar de explicar aquello un nudo se me formó en la garganta, solo esperaba que salieran a salvo.

—¿Por qué no vendrás con nosotros? — La pregunta de Andrei me tomó desprevenido.

En realidad si estaba cagado en los pantalones por todo lo que podía pasar. No tenía demasiada energías y el cuerpo dolía como nunca. Si, quería escapar con ellos, con Eve... Quería tener una vida normal.

Pero ese sueño estaba alejado para mí, yo no era normal. Y alguien así no podía arruinar otras vidas. La culpa fue mía, pues yo los metí en éstos a ellos.

Merecía morir aquí.

Porque....— Mi mente había quedado en blanco, suspiré y dije — porque matarlo no será fácil y si tengo que morir en el intento lo haré.


Salimos de White Garden en silencio, ninguno decía nada, absolutamente nada. Y es que, ¿Qué diríamos?. Si ellos ya sabían el secreto de mi familia, mi condición, estaban al tanto de lo que hacía Elías. Entonces ya no había nada que hablar.

A medida que caminábamos me daba cuenta de que esto se estaba por poner muy feo. Me detuve en seco haciendo que los gemelos choquen conmigo, ellos soltaron un gruñido pero no les di importancia, me giré hacia ellos quedando cara a cara. Ellos me dieron una mirada confusa.

— ¿Qué sucede?— Preguntó Andrei.

— Están al tanto que ésto va a ser peligroso ¿verdad?— Asintieron los dos al mismo tiempo.

—¿Y qué con eso?— Killian hizo un gesto con su mano para que continúe.

— Las personas del pueblo. Quiero que las saquen, que se las lleven lejos. Ésto es algo muy peligroso y no quiero lastimar a más nadie. Ellos son cómplices de todo lo que hacíamos y aún así no podré aceptar que alguien sufra por mí culpa.

— ¿A qué te refieres con cómplices? — El rostro de Andrei era un poema. Parecía estar en un colapso.

— Las pueblerinos nos ayudaban a saciar nuestras sed de sangre.

—¿Qué?— Gritó Killian.

— Ellos sabían de la llegada de ustedes porque Evelyn era el sacrificio.

— No puede ser cierto....

— ¡Son un pueblo del asco! — Los gritos de Killian pusieron mí piel de gallina. Mierda, llamaría la atención así.

— ¡Calla! ¡Nos descubrirá!— Murmuré por lo bajo.

— Todos ustedes merecen la extinción.

Un golpe. No sé con exactitud que fue lo que dolió más, si el golpe o aquellas palabras que eran la pura verdad. La realidad me azotó con violencia. El pueblo estaba perdido, pero las personas se podían salvar.

— Por favor, hay niños inocentes aquí...

Killian estaba a punto de gritar de nuevo pero Andrei lo detuvo en seco. Nos observó a ambos y procedió a hablar.

— Killian basta, no es de nuestra incumbencia, la única preocupación es Evelyn así que cierra el pico.

— ¿Qué quieres que hagamos?— Farfulló Killian restándole importancia. — Que se metan a sus casas y listo. —Eso me enfureció así que grité.

— ¡¿Cómo demonios puedes decir eso?! ¡¿Qué se encierren en sus casas?! — Las palabras de él me sacaron de quicio. — Ésto es un juego peligroso no uno donde atrapan al villano y el típico felices para siempre.

Me acerqué y lo empujé con todas mis fuerzas— ¡La realidad es que la gente puede salir lastimada o muerta! — Grité eufórico. Killian Hill Smith se detuvo, se giró hacia mí y sus ojos destilaban ira.

— ¿Y crees qué no lo sé? — Cuestionó incrédulo— Mi hermana está en peligro por culpa tuya y de tu estúpida familia... ¡Estoy asustado porque el loco de mierda que tienes por hermano le puede hacer cualquier cosa!— Su rostro de un momento estaba rojo.

—¡Paren ya!. Evelyn está en peligro ¿Qué demonios hacemos aquí? — Andrei intervino en nuestra discusión.

—¡Necesito que saquen a las personas!— Murmuré enfadado— Vayamos a por Evelyn y hagan todo lo que ella diga... Por favor—  suplique. Sí, Eloy Andrews suplicando, ¿Quién lo diría?, vaya mierda de vida que me tocó.

—¿Qué quieres que hagamos exactamente? — Sentenció Andrei. Cortando un poco la tensión del aire.

— Lleven a todos fuera de aquí, mientras voy por Eve. Después ustedes la esperan en la entrada de la mansión Andrews y se la llevan. Así nos ayudamos ambos.

Killian negó de inmediato — No.

—Haganlo, muchas vidas cuelgan de sus manos. — Antes de dejarlos siquiera responder comencé a correr hasta mi casa.

La había dejado demasiado tiempo sola. Corrí sin parar hasta entrar a la mansión. Subí rápidamente las escaleras y me encontré con una escena que me dió rabia.
Elías estaba sobre Eve pero se separó cuando abrí bruscamente la puerta.

Mis ojos escanearon la habitación y se detuvo en ellos dos, él sonreía, provocando a mí instinto. Ella por su parte tenía sus ojos llorosos, aún así sonreía hacía mí.
Sus mejillas estaban empapadas por las lágrimas, llevó sus manos a su boca a modo de gesto sorpresivo.

¿Qué pasaba por su cabeza en éste preciso instante?

¿Estaría feliz de verme?

Pero sí hace horas estaba aquí; maltratándola aunque no quisiese, en contra de mi voluntad porque en ese entonces él estaba al mando de mí mientras que yo sólo veía algo que no podía detener.

¿Por qué aún, sabiendo lo que estuve a punto de hacerle sonreía?

¿Por qué no estaba asustada de mí?

Desvíe esas preguntas de mi mente y pese a toda la mierda de vida que tenia y del daño que causó tanto mi familia como yo, sonreí.
Después de tanto lo hice.

— Estoy aquí, Eve lo siento tanto por tardar. — Murmuro triste, culpable por todo el daño que había causado en ella.

Luego mi mirada se desvió a mi gemelo y furia era lo que destilaban mis ojos. Sí las miradas matasen, entonces Elías estaría tres metros bajo tierra. Había perdido mi paciencia con él así que no hablé, si no que grité descontrolado hasta tal punto que mi cuello estaba rojo, mi mandíbula tensa. La vena de mí cuello estaba por explotar de rabia.

—¡¿Por qué haces ésto?!. No te hizo nada y aún así la lastimas, tengo bastante con él y ¿Ahora tú? — Grite con rabia.

— Porque es mía. — Respondió Elías. Mis ojos destilaban ira pura porque perfectamente sabía que lo hacía para provocarme y tocarme los cojones aún más.— Y de nadie más.... Si tengo que matarlo a los dos por ella, lo haré. No lo dudes.

Esas palabras me enfurecieron demasiado y perdí el poco control que tenía, en milésimas de segundo ya estaba tomándolo del cuello, apretándolo contra la pared.

— ¡Escapa, Evelyn! — Me dirigí a aquella chica asustada qué, dejaba ver que a pesar de todo lo que sufrió estaba feliz con mi presencia.

—¡Eloy, tú....!

— Yo estaré bien, lo prometo.

— ¡Eloy!, no hagas ésto... es peligroso.

— Siempre volveré a ti, te lo aseguro, ahora ¡escapa ya!

La mire por última vez antes de que saliera por la puerta, sé que estaba indecisa por dejarme aquí, pero lo único que quería era mantenerla a salvo pase lo que pase.

Cerrando mis pensamientos y centrandome en el idiota al cual tenía agarrado del cuello le di un fuerte puñetazo, retrocedí para atrás viendo como caía al suelo con un hilo de sangre que salía de su nariz.

Aún así sonrió macabramente, esa sonrisa era espeluznante, siniestra. Quizás a otra persona le daría miedo pero yo estaba acostumbrado a lidiar con ésta mierda.

Él se levantó, en un movimiento rápido su puño impactó en mi mandíbula haciendo que pierda el equilibrio. Sin importar el dolor le di un puñetazo en el estómago, él por su parte se agarró el lugar donde había logrado darle y empezó a toser, como si le faltase aire. Aproveché esa pequeña oportunidad para darle otro en el rostro, escupió un poco de sangre al suelo y sonrió con esa perfecta dentadura.

Bajé mi guardia y él aprovechó eso para sacar una navaja de su bolsillo derecho y lanzarla hacia mí, logré esquivarla haciendo que ésta quede en la pared pero aún así sentí un leve ardor en mi mejilla izquierda, me di cuenta de que logró hacerme una herida porque cuando llevé las yemas de mis dedos a ese lugar quedaron manchados con sangre.

Nuevamente sonreí..

—¿Crees qué eso va a detenerme? — Solté irónico.

Él carcajeó... ¿Qué carajos?

— No, claro que eso no detendrá al monstruo de mi hermano. — Farfulló burlón. Lo miré serio. — Pero ésto sí va a detenerte maldito hijo de puta.— Sin saber de dónde, sacó un arma. Se escuchó un disparo y a continuación, la bala rozó mi pierna derecha.

Solté un gruñido de dolor y caí al suelo, él se abalanzó sobre mí y me tomó del cuello. Logró tomarme desprevenido y un puñetazo, sentí como los huesos de mi nariz crujieron. Me levantó a la fuerza, intenté zafar de su agarre pero puso la punta de su arma sobre mí cien.

—¡Quedate quieto o tu puta muere!— Me tense al escucharlo llamar así a Eve. Pero  me quedé quieto, sabía el daño que él podía causar. Bajamos las escaleras bruscamente y salimos afuera, ahí vi que Eve estaba abrazando a los gemelos.

Un claro ejemplo de felices para siempre, claro está que en esta parte de la historia no existe eso y Elías cagó el momento cuando gritó hacía ella, haciendo que su pequeño cuerpo se tense y se diera vuelta, clavando su vista en nosotros.

— ¡Evelyn!— Gritó mi gemelo mientras me sostenía con la punta del arma en la cabeza.— ¡O mueves tu hermoso trasero aquí o le vuelo la cabeza a Eloy!

—¡Dejalo en paz! — Gritó Eve al borde del colapso.

— ¡Te doy hasta 30 segundos para que vengas, si no lo haces deberás olvidarte de él!

Ésta vez apuntó el arma a Killian, me tense al instante, me asuste porque perfectamente sabía que él era capaz de eso y mucho más.

—¡No me amenaces!— Escupió con rabia el gemelo. —¡¿Por qué no sólo la dejas en paz loco de mierda?!

— ¡¿Cómo me has dicho?!— Elías me soltó pero antes me dio con el arma en la cabeza, caí al suelo mientras la cabeza me palpitaba justo en la zona golpeada.

Él empezó a acercarse hasta ellos, por seguridad retrocedieron pero él hizo algo que me descolocó; porque no lo había prevenido. Levantó la punta del arma en dirección a Killian, nuestras expresiones eran de horror, y antes de que me diera cuenta disparó: fue directo al brazo de Andrei.

—¡Andru!— Escuchar el desgarrador grito de Eve me hizo tragar grueso, mis ojos vieron como desesperadamente corrió a su lado.

— Creo que estoy viendo la luz....— Desde mi punto de vista vi como Eve presionó
la herida y este soltó un gruñido.

No logré oír lo último que dijo Evelyn porque mis oídos pitaron.

— Te aguantas estúpido...y no me digas niña tonta.

Con ayuda de Killian lo levantaron y justo cuando lo iban a poner de pie, Elías separó a Evelyn de ellos bruscamente. —¡Ah!— Un jadeo adolorido escapó de sus labios por la fuerza que utilizó.

La impotencia se sumió en mí, mierda, me cabreaba el hecho de ni poder hacer nada. Mí pierna dolía por el disparo, podía ver qué la sangre goteaba cada vez más. Intenté mantener la calma.

Me asustó esa acción e intenté levantarme del suelo. Sólo oía sus gritos.

—¡Vayanse!— Soltó con un par de lágrimas en sus preciosos ojos miel— Ya no quiero que alguien más salga lastimado por mí culpa, ¿okay?.

No, eso no pasaría jamás. Ella era la menos culpable de todo ésto y quién más sufrió, por la culpa de su padre y la mía. Eve no se quedaría aquí.

— ¡Ni de broma Evelyn!— Se opusieron sus hermanos. Nos lo conocía casi, pero sabía que ellos no eran capaces de dejarla porque la amaban. El amor de los hermanos es más poderoso, incluso más que el amor que yo le profesaba en silencio.

Andrei fue quien tomo la iniciativa y habló por ambos.

— ¡Por más que estemos en peligro por él puto loco de ahí... — Apuntó con su dedo índice a Elías — no te dejaremos sola. Para eso están los hermanos, ¿no?.

Eso me removió el estómago, hubiese deseado con fuerzas tener unos hermanos así, tener una vida en paz y normal. Hubiese dado lo que sea con tal de ser normal...y no el asqueroso obsesionado que tiene una loca familia.

— ¡¿Podrían dejar de ser idiotas por un momento e irse?! — Farfulló Elías tomando de la cintura y pegándola más a él. Eso me causó repulsión. El arma volvió a elevarse y se paró sobre la frente de ella.

— ¡Corran!— Gritó desesperada.

¿Qué carajos haces Eve?

¿Estás loca?

Ellos negaron con su cabeza, amagaban con acercarse pero aquella chica pareció tener algo entre sus pensamientos.

— Killian...  movimiento especial ¿recuerdas?—  Él asintió dudoso, tomó a Andrei de la mano pero él intentó zafarse. Aún así se lo llevó a la fuerza, confiando en las palabras de su hermana, en un momento inoportuno.

Cuando desaparecieron de nuestras vistas Eve volvió hablar. La punta del arma estaba en su cabeza aún. — ¿Podrías sacarme ésta mierda?— Señaló el objeto peligroso.

Aprovechando que Evelyn era una distracción para él, cómo pude me puse de pié. Con agilidad me moví rápido para llegar a una pala que había tirada en los arbustos de casa, y con destreza poder posicionarme detrás suyo.

— ¿Te quedaras quieta y no intentaras escapar?— Susurró, su cercanía y su voz erizaron mi piel. Mi lado obsesionado estaba por salir a la luz.

— No intentaré escapar, ¿okay?.

Se tardó unos segundos que parecían eternidad pero finalmente ya no tenia la punta del arma en su cabeza. Ella se giró, antes de hablar pudo notar que yoestaba de pié. Le hice un guiño de ojo y sin pensarlo dos veces golpeé con fuerza su cabeza.

El sonido hizo eco en todos lados, no medí la fuerza. Lo tomé del cuello; hice tanta presión como pude para que no pudiese escapar. Porque para Elías, una pala no era suficiente.

Sin pensarlo le dio un rodillazo en su entrepierna, lo que le hizo soltar su arma por accidente y caer de rodillas al suelo, un gruñido escapando de su boca. Ella aprovechó que el arma estaba en el suelo y la cogió entre sus dedos, apuntó a la frente como él lo había hecho hace unos minutos y con el dedo sobre el gatillo habló.

—¡Mereces morir, hijo de puta!— Gritó, su cuerpo temblaba. Sus ojos no pudieron retener aquellas lagrimas y entendí todo, ella no podía ser capaz de disparar porque no estaba en su corazón .

Sufrió tanto por culpa de nosotros que jamás me lo perdonaría.

— ¿Y desde cuándo decides tú quién vive y quién muere? — Soltó con diversión. Su pregunta pareció tomarla por sorpresa.

Le di un puñetazo con bronca, no podía escuchar un segundo más su voz. Me causaba repugnancia.

— Escapa, Evelyn...

Solté, ella desvío la vista de mí hermano para mirarme a mi confundida. Pero notó algo en mí y seguramente eran mis ojos. Sabía perfectamente que estaban perdiendo el color miel para ponerse color café. Eso significaba una sola cosa.

—Eloy.... — Sus labios temblaron y yo le sonreí.

— Voy a estar bien, sólo escapa ahora. Llévate el arma.

— Eloy vamos, podemos hacerlo juntos.—Sus palabras me hicieron sonreír entre lágrimas. Sabía que se negaría a dejarme.

— ¡Ahora!— Grité enojado. Ella no espero, se fue.

De pronto solté a Elías sin querer, comencé a tomarme la cabeza; me dolía porque eso pasaba cuando él quería aparecer. Hoy no lo dejaría, lucharía para que no salga. Sentía como si cabeza se estuviera partiendo en dos.

Los dolores y la voz en mi cabeza cesaron pero Elías ya no estaba. Maldeci y salí de ahí corriendo en su búsqueda. Pasé por la entrada de mi casa, salí de allí y corrí hasta llegar a la casa de Eve. Jamás pensé que me encontraría con tal escena.

Me paré en seco al ver el escenario en frente mío.

Killian sentado sobre una ¿ambulancia?, sí. Su mirada pérdida. La casa estaba cerrada por una cinta amarilla, esas que suelen usarse para un...¿asesinato?. Mierda. Mí sangre se heló.

¿Qué diablos pasó?

Una patrulla estacionada y Evelyn, esa chica estaba llorando. Acurrucada en la entrada de su casa, un oficial hablando por el móvil.

¿Qué mierda había pasado aquí?

¿Killian?

¿Elías?

¿Andrei?

¿Evelyn?

Intenté hablarle a Killian, sacarle información pero estaba en silencio. Tomé la opción de ir hasta un oficial que estaba marcando algo en la calle, sea lo sea que hubiese pasado había sido algo terrible, porque aquella chica estaba destrozada.

— Oficial. — Él clavó su mirada en mí — ¿Qué ha pasado?

—¿Usted quien es?

Bueno decirle que era quien atormentó a esa chica no era una opción viable. Mordí mis uñas y pensé rápido.

— Soy el novio de la chica de allí.

El oficial desvío su vista hacía donde apuntó mí dedo y asintió.

— Doble asesinato. — Murmuró. Me quede helado, sin saber que decir.— Dakota Smith y Aaron Hill fueron asesinados hace aproximadamente media hora.

—¡¿Qué?!— Pregunté negando. Ésto no podía ser cierto. — ¿Y el chico ...Andrei?— Logré articular indignado.

— Hospitalizado, quedese tranquilo qué los asesinos ya fueron capturados.

¿Asesinos?

— ¿Quiénes fueron, oficial?

Alec y Thomas Andrews.

Absoluto silencio. ¿Cómo era posible eso?. Joder.

Como si eso fuese poco el grito de Evelyn nos alertó. El oficial levantó su arma al igual que todos alrededor. Me di la vuelta asustado y Elías se hallaba caminando lentamente, su mano arrastraba un hacha en la calle. La sonrisa apareció en sus rostros y giro su cabeza, algo macabro.
Acto seguido.

Sacó una metralleta y una lluvia de balas recayó sobre todos los presentes.

En segundos el suelo se tiño de rojo y entre carcajadas susurró.

— ¡Bienvenidos al pueblo de Karsson!

¡Hola pequeños corazones y almas oscuras!

¿Como están?

¡Aquí les dejo la segunda parte del capítulo 14!

¿Que tal les está pareciendo la historia?

:)

Sin más, me despido.

Saludos, Nia

NO OLVIDEN DEJAR SU VOTO✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro