No quiero llorar más
En el pueblo de Karmaland existían nueve seres que siempre cometían delitos y locuras, a veces robaban la cosecha de otro huerto, dejaban pequeños "regalos" en la casa de otro con tal de divertirse y molestar en cierta parte al compañero.
Aunque esta historia solo se tratará de dos de ellos, dos amigos que por una traición se separaron. Auron tenía el voto decisivo en si ayudar a su fiel amigo Luzu o irse por un postulante de pueblo como Lolito se hacía pasar.
Hace unos pocos días el exalcalde pelirrojo había desaparecido luego de haber perdido la memoria luego de ser atendido por Auron así que pensaron que se volvió loco o algo por el estilo y se fue. Bien, volviendo con el par de amigos, Luzu perdonó a Auron luego de una...y otra... y otra insistencia por parte de nuestro hechizado integrante.
Como acto de amistad y de perdón Luzu le devolvió su apariencia normal ya que Auron estaba cansado de ser un ser de miel. Es entonces cuando su amistad se volvía cada vez más y más unida a tal punto que existía algo más en el corazón de Luzu, un sentimiento que no descubriría hasta el día que se efectuaron las segundas elecciones para escoger al reemplazo de lolito.
—Y el ganador es...—dice Vegetta tirando las papeletas hacia todos para continuar diciendo: —¡Cerdus Gil! — todos comienzan a gritar diferentes frases como "Este sí es mi alcalde", "Por fin" y también bailan y celebran a ritmo de la música que comenzó a sonar hasta que...
—Miren, ¿qué es eso en el cielo? —dice Luzu señalando hacia el sol ya que de este se podía ver como una especie de nube negra y luego a una persona sobre una superficie plana y de extraña apariencia.
El ser se tira desde la superficie en paracaídas y con una caída casi perfecta aterriza en el escenario para decir: —¡Yepa! ¿Qué pasa gente? —.
—¡Lolito! — gritaron todos al unísono cuando lo vieron. Antes de mencionar algo más se acerca al ganador de las elecciones y le entrega la llave a lo que este le contesta: —Felicidades por tu regreso, no lo defraudaré
Luego de esto todo fue felicidad y hubo una fiesta algo caótica pero divertida en casa de Vegetta, aunque esa historia todos ya la sabemos.
Pasados varios días Luzu va a la casa de Auron como siempre. Al llegar toca la puerta y alza la voz diciendo:
—Auroncito, ya llegué, ábreme.
Deja pasar un rato y al no oír respuesta se va a fijar por diferentes ventanas de la construcción y no está.
—Qué extraño, dijimos que iríamos a la jungla el día de hoy.
Continúa con su pequeño itinerario personal y regresa al día siguiente a ver si lo encontraba a lo que efectivamente lo hizo.
—Pasa, pasa— dice y el evil entra mirando que, por alguna razón, tenía cuadros de fotos de la jungla.
—¿Y eso? — pregunta confundido al ver aquellas fotos en la pared.
—Es que lolito, Mangel y yo fuimos a la jungla.
Aquellas palabras fueron un pequeño pinchazo al corazón del intento de emo. ¿Cómo había sido capaz de siquiera decirle que irían? Quería reclamarle, pero prefirió callar aquello para no molestar la relación que tienen.
"Seguro lo olvidó, además Lolo acaba de volver así que de seguro por eso me abandonó" fue lo que pensó así que lo dejó pasar, gran error. Aquello apenas sería la primera de muchas jugadas que Auron le jugaría a Luzu. No solo lo dejaba en el olvido, también dejó de visitarlo, nunca recibía al castaño por encontrarse en la casita de abuela del pelirrojo.
Luego de unos dos meses dejó de insistir, de nuevo estaba solo y se mantenía encerrado entre su gran muralla. Por primera vez en tanto tiempo, se acercó a hablarle a la estatua de la traición:
—Dioses oscuros, ahora por qué está pasando esto... ¿Acaso hay algo mal con mi persona? — no terminó de decir lo último cuando cayó un rayo cerca y entre el pasto quemado había un papel.
Confundido, toma el papel, lo lee y deja caer el mismo entrando a su hogar.
—Luzu, mi niño, ábreme la puerta—
Auron se encontraba afuera de la muralla esperando a que el antes mencionado le abriera, pero no parecía hallar respuesta así que entra por una zona desprotegida de la muralla y se acerca a la puerta principal tocando.
—¿Quién?—se oye desde dentro por lo que Auron le contesta.
Luzu abre la puerta y tiene en mano una pócima y Auron se pone pálido.
—Vete...
—¡Pero Luzu qué sucede?
—Ya tú sabes... ¡fuera de aquí!
—Pero Luzu, hablemos
—No hay nada que hablar
Auron no comprendía la actitud del opuesto que estaba más que dolido por la soledad en la que el moreno lo había dejado. Antes de que el menor intentara tirarle el frasco a Auron este rápidamente lo interceptó haciendo que callera lejos de ambos y así terminando con la última pócima de aquellos dioses malvados.
—Ahora me vas a contar, ¿qué te está sucediendo?
—Los dioses oscuros me lo contaron todo, Lolito engaña a Mangel contigo.
—¿De qué estás hablando? Yo no he hecho nada con él
—¿Entonces qué has estado haciendo esta semana?, haber, ¡te exijo que me digas!
—A eso venía, quería decirte que era lo que estaba haciendo durante estos dos meses, ¿dejas que te enseñe?
Luzu, aún desconfiado, atiende su petición siguiéndolo a donde sea que lo lleve.
En el camino hacia la casa de Auron, Luzu camina un par de pasos alejado del contrario y, aunque el mismo intentara sacarle conversación nada lograba hacerlo. De pronto todo se puso negro para el menor a lo que, asustado solo logra gritar:
—¡Auron ayúdame! —, pero no se oyó respuesta de este y el cloroformo en el saco que le pusieron en la cabeza por fin hizo efecto.
La luz comienza a asomarse por los ojos de Luzu ya que el efecto de la sustancia había terminado. De pronto se oye música y a los chicos gritar: —¡Sorpresa! —. La mira a todos muy confundido y luego mira a su alrededor.
No podía creer lo que estaba viendo, estaba en una llanura rodeado de árboles, todos los integrantes del pueblo con trajes elegantes y frente a él una pancarta que decía "¿Te quieres casar conmigo?" y Auron al lado de esta con un ramo de rosas de colores y una cajita con un anillo.
Luzu estaba fuera de sí ya que ahora calzaban muchas cosas. Por qué siempre se iba con alguno de sus amigos, o porqué estaba tan distante.
Perplejo se levanta de la silla en la que lo tenían y se aleja un poco acercándose a los árboles, sus fieles amigos los cuáles lo ocultan del extenuante sol del lugar. Auron se acerca a él y este le hace una señal para que se detenga a un par de metros de donde se encontraba. Aún con cierta esperanza se queda en el lugar que le pidió y comienza a hablar:
—Sé que no me he portado como alguien a tu medida y que lo único que he estado haciendo este tiempo es ignorarte, pero no quería que sospecharas de la sorpresa.
—No hables... no sigas
El castaño voltea a ver al mayor con lágrimas en sus mejillas. Al notar esto Auron iba a comenzar a hablar, intentar calmarlo o continuar con su pequeño discurso, pero este niega y le muestra una sonrisa:
—Esta vez no son lágrimas de tristeza.
Se limpia su rostro mientras se separa del tronco del árbol el cuál utilizaba como zona de confort o soporte y termina por decir:
"Acepto"
(Esta es la historia de un comic hecho por Helados_san como dibujante y yo como creadora. Espero que les haya gustado)
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