╰•★★ 🌒 ★★•╯

KARMA ESTABA INQUIETA, movía su pierna izquierda una y otra vez, sin parar, a la misma vez que chasqueaba la lengua. Si se lo preguntan, no, no estaba nerviosa, solo inquieta, ya que en la última noche que pasó en su hogar, soñó con algo distinto a lo habitual. Ella en un pequeño pueblo, algo distraída cuando una silueta masculina llama su atención, esta se adentra en el bosque, y ella no tarda en seguirla, perdiéndose en las profundidades del bosque, escucha rugidos, rugidos de aquella cosa que la atormentaba en aquel sueño donde vio por última vez ha aquella chica de tez blanquecina como la ceniza. Justo en ese momento, Karma fue despertada, concretamente por sus padres, los cuales ya estaban preparados para marchar.

Actualmente, Karma estaba en la limusina familiar, sus padres estaban frente a ella, dándose muestras de amor muy... Físicas, eso le hizo recordar a sus tíos, Morticia y Homero Addams. En todo el camino la pasó igual, moviendo su pierna frenéticamente, mientras que observaba por la ventanilla del coche aquellas vistas de la naturaleza. Cuando ya la trayectoria finaliza, al fin llegando a la Academia de la cual hablaban sus padres, Karma logro divisar que era enorme, no más que su mansión, pero era muy grande. La familia se bajó del coche seguidos por Pie, el cual se coló en la mochila de terciopelo rojo de Karma, para no ser visto.

- ¡Bienvenidos!- una muchacha pelirroja aparece de la nada, llamando la atención de la familia. La mujer tenía unas grandes gafas, y una vestimenta muy colorida, haciendo que Karma haga una mueca de desagrado- Ustedes deben ser...- la pelirroja es interrumpida por la matriarca de la familia.

- Crucia, Crucia Addams- se presenta la peli negra de ojos azules, extendiendo con gracia su mano derecha para estrecharla por unos instantes con la roja- este de aquí, es mi marido, Mordor Addams- señala al nombrado, para luego dirigir su vista a su hija, y señalarla también- y ella, ella es mi hija Karma Addams- la rubia conecta su mirada con la roja cuando es nombrada, sintiendo un extraño cosquilleo- usted debe ser la directora Weems.

- Oh, no no, yo soy Marilyn Thornhill, les daré la bienvenida a Nevermore... También le llevaré junto a la directora- dicho y hecho, la señorita Thornhill les hace una seña para que la sigan.

Cuando ya están frente a la puerta del despacho de la directora, la profesora Thornhill se despide con una amplia sonrisa, echándole una última mirada a las más joven de la familia. El señor Addams toca la puerta, y casi al instante, escuchando un "pase".

- Bienvenidos, estaba esperando vuestra visita- una rubia esbelta con unos grandes ojos azules se encuentra sentada frente a ellos- soy la Directora Weems, ustedes tienen que ser la familia Addams.

- Oh si querida, ¿acaso no nos reconoces?, ¿tantos años han pasado?- Crucia pregunta, sentándose en una de las sillas, seguida de su hija y esposo.

- Crucia, claro que me acuerdo de ti, ¿cómo olvidarlo? Esos años siendo compañeras fueron muy... Emocionantes- Weems le dirige una breve mirada a el padre de la rubia- Mordor.

- Larissa.

Una tos falsa llama la atención de los adultos.

- Oh, usted debe ser la Señorita Karma. ¿Qué le parece, si mientras yo hablo con tus padres, usted va y se instala mientras tanto?- Karma no responde, simplemente da un breve asentimiento con la cabeza- como ya no quedan más plazas en las habitaciones, hemos decidido enviarte a la misma que a la de tu prima, Miércoles.

UNA PELI NEGRA DE largas trenzas se encontraba tecleando freneticamente, mientras tanto, una rubia con mechas azules y rosas miraba revistas de chicos. La peli negra para de un momento a otro de escribir, haciendo que la peli azul y rosa tenga toda su atención. Su mirada viaja hacia la puerta de su cuarto, y casi al instante, esta es abierta, pero lo más sorprendente, es que no se encuentra nadie.

- Oh no, seguro que has invocado algún fantasma en tu última sesión de espiritismo- la casi licántropa se pone de pie del miedo.

Ambas muchachas se encaminan con sigilo a la puerta, y cuando ya están frente a ella, su mirada se dirige al piso, viendo que en este se encuentra... Un pie.

- ¿Pero qué?- murmura la peli rosa y azul.

El pie pasa a la habitación, caminando entre ambas jóvenes, haciendo que está se de la vuelta. La casi licántropa pega un chillido del susto al ver que algo está delante de ellas, en cambio, la de trenzas abre aún más los ojos.

- ¿Karma?

- Hola, Miércoles- la rubia coge del piso a Pie, para posizionarlo sobre su hombro, coger sus maletas y meterse al lado de la habitación que le corresponde a su prima- me impresiona que los tíos no te hayan mencionado mi llegada- deja las maletas en el piso, para abrir una puerta la cual conduce al armario de la de trenzas, seguidamente, coge otra vez sus maletas y entra, para comenzar a vaciar sus maletas y colocar sus prendas de vestir.

- ¿Qué haces aquí?- pregunta directa su prima, siguiéndola junto a la chica colorida.

- Creo que quedó claro- Karma se gira en dirección a su prima- me voy a quedar. No era mi decisión, mis padres me han obligado, al igual que a ti, cosa que no entiendo, ya que yo no tengo ninguna habilidad especial, pero bueno, aquí meten a los bichos raros, como yo- dice seriamente, para a partir a las dos chicas y volver al centro del cuarto- ¿se puede saber quién eres?- pregunta Karma, al darse cuenta de la existencia de la licántropa.

- Oh, oh, si claro. Soy Enid, Enid Sinclair, pero dime solo por mi primer nombre, aunque si quieres puedes llamarme por mi apellido, bueno, como quieras- habla con rapidez y nerviosismo, para estirar su mano a la rubia.

- Karma, Karma Addams- se presenta, aceptando la mano de Enid y agitando la unos segundos, para luego soltarla.

- Espera, ¿Addams?- Enid le hecha un vistazo a su amiga y a la rubia, viendo la gran diferencia que hay entre las dos chicas.

- Enid, Karma es mi prima- interviene Miércoles.

Se quedan en incómodo silencio por unos minutos, hasta que Karma lo rompe.

- Y... ¿En qué lado de la cama dormiré yo?