El Karma de Izuku
Aquí se supone que iria un meme gracioso por mi ausencia... pero no encontré ninguno :'v
Pero no se queden aquí leyendo mis pendejadas sin importancia....Están aquí para leer la continuación más esperada por toda latinoamerica unida...
Enjoy!
_____________________________________________________________________________
El Karma era una perra, es verdad. También es una gran maestra.
Pero así como el Karma puede traer desgracias a los "malvados", el Karma nunca se olvida de recompensar a las personas que lo merecen.
—Después de la tormenta, viene la calma, Izuku—. Su madre dice con una ligera sonrisa, el peliverde la mira, parpadea y sonríe.
Izuku asiente confirmando las palabras de su madre, sabe que tiene razón, había experimentado tanta calma con Katsuki, pero no verdadera paz ante la incertidumbre que el mismo rubio le causaba. Sus engaños y sus acciones en su contra y contra su hijo le habían dejado marca, una marca que seguramente jamás se borrará.
—¿Pensaste que hacer ahora?—. Pregunta Inko mientras su hijo sirve un poco de té y las galletas que horneo esa misma tarde.
—Aun no estoy seguro de que hacer—. Dice colocando la mano sobre su vientre ya crecido. —Podría invertir el dinero que Bakugou-san me heredó, pero aún no se como—. Su dedo en su mentón pensativo, tratando de encontrar que hacer ahora que ya no dependía de Katsuki.
Justo en ese momento, el timbre suena, Inko se apresura a la puerta solo para toparse con Mitsuki, ambas mujeres se saludan alegremente e Izuku sale de sus pensamientos al ver a la rubia entrar en la cocina, tenía pensado levantarse, pero Mitzuki se le adelanta y le besa la mejilla a manera de saludo.
—¿Como has estado Zuku?—. Pregunta la rubia, el peliverde le sonríe, le dice que está bien, que a veces los gemelos lo incomodan con lo inquietos que son y que no hay verdadera novedades, todo va tranquilo y ya programo con su obstetra la fecha del parto. La rubia sonríe ante la información de sus nuevos nietos, esta bastante emocionada. —Que tonteria que Katsuki prefiera perderse todo esto—. Hablo molesta la rubia, de pronto el ambiente esta algo pesado, Izuku agacha su mirada, algo triste hay en ella.
—¿S-sabe como esta?—. Pregunta tímido, como si en verdad no mereciese saber del rubio, Mitzuki le mira extrañada ante la notable preocupación del peliverde, la rubia tiene una sonrisa triste en su rostro, lamenta que Izuku este pasando por esto solo de nueva cuenta.
"Katsuki, eres idiota, en serio" Piensa
—Parece que esta bien—. Contesta la rubia con una sonrisa falsa. —La verdad es que no lo he visto mucho en estos días—. Izuku asiente, sabe que las cosas entre el par de rubios no termino bien el dia de la lectura de testamento.
El silencio se torna incomodo hasta cierto punto en donde Inko ofrece un refrigerio a Mitsuki, pues estaban por sentarse a merendar.
—Discutimos lo que hará Izuku ahora que esta solo—. Dijo Inko, para actualizar a Mitsuki en el nuevo tema.
—¿Has pensado en estudiar una carrera?—. Pregunto la rubia totalmente interesada. —Sabía por Katsuki que no continuaste con una carrera universitaria al comprometerte con él—. Izuku se removió incomodo.
—No creo tener edad para comenzar en la escuela—. Dijo avergonzado.
—¡Tonterias, Izuku!—. Dijo la rubia de manera explosiva. —Nunca es tarde para aprender algo nuevo—. Confiada, le presenta a Izuku opciones. —¿Que te gustaría hacer para vivir?—. Pregunta, Izuku duda un momento. —¿Las leyes, la medicina, el dibujo, la música? ¿Que te gusta?—.
—Las leyes esta totalmente fuera de mi alcanze—. Dice con una sonrisa nerviosa. —No creo tener lo que se necesita para ser abogado—. Mitsuki le miro.
—Es verdad, no tienes esa chisma maliciosa de los Bakugou—. Confirma. —Eres tan dulce que terminas perdonando al acusado tu mismo—. Sonrio, seguidamente la rubia tomo una de las galletas que había en el plato botanero que se encuentra en la mesa. —Esto esta delicioso—. Dice la rubia refiriéndose al postre, entonces una revelación se hace presente. —¿Y que tal la cocina?—. Pregunta nuevamente Mitsuki.
Izuku la mira por unos momentos, mira el plato de galletas que había horneado, tenia un cierto gusto por cocinar, siempre lo hacía cuando podía, ya sea para complacer a Katsuki o para atender los contados caprichos de su Katsui.
—Parece interesante—. Dice el peliverde con una sonrisa. —Pero... no estoy seguro—. Izuku duda, no solo por lo que volver a la escuela representa, estar con personas mas jóvenes que él, sino porque estaba a punto de ser "madre" nuevamente, y sus nuevos bebés requerirán bastante cuidado.
—A mi me parece una buena idea Izuku—. Le anima su madre. —Desde que aprendiste a cocinar nunca lo has dejado de hacer, ademas toda tu comida sabe deliciosa—. Sonrie.
—Ahora que si lo que te preocupa son los bebés, pues... puedes esperar a que estén un poco mas grandes, Inko y yo podriamos cuidarlos en tus horarios de estudios y obviamente el dinero ya no es un problema—. Dice la rubia con una sonrisa que anima en demasía a Izuku, decidiendo finalmente hacer caso a las dos mujeres.
========================================================
El dia del parto llego, afortunadamente esta vez estaba rodeado de su familia que no dudo en llevarlo inmediatamente al hospital.
La obstetra los calmó diciéndoles que Izuku estaría bien y que en menos de lo que esperaban tendrían a los nuevos pequeños entre sus brazos.
Las horas pasaban lentas para Inko, Mitsuki, Katsui y para Yagi, esperaban ansiosos noticias positivas de la salud tanto de los niños como de Izuku.
Las puertas que dividen el pasillo de las salas de operaciones de la sala de espera, se abrio y por ella la doctora que atenderia el parto de Izuku salio, soltando un sonoro suspiro de agotamiento y también una sonrisa tranquilizadora.
—¿Quien quiere conocer a los pequeños Midoriya?—. Pregunto animada la mujer.
===============================================================
Izuku no podia estar mas feliz, sus pequeños totalmente sanos y salvos entre sus brazos, ambos siendo un reflejo de lo que él y Katsuki eran, uno durmiendo tranquilo, con el ceño arrugadito ante algun sueño un poco aterrador y el otro con el ceño firmemente fruncido, gesto que le recordaba al rubio.
Suspiro y abrazo fuertemente al par de cuerpos que yacian entre sus brazos. —Estaremos bien—. Dijo, como un matra, como una manera de convencerse de que todos estarian bien, de que él estaria bien y que seria suiciente para sus pequeños.
—Estaremos bien—. Repitio firmemente.
Y realmente lo estan.
Para cuando Izuku se da cuenta, sus bebés ya no son unos bebés, ellos ya tienen cinco años, van al preescolar y son bastante inquietos, aquello no es novedad, pues Izuku lo sabe desde antes de que nazcan.
El peliverde esta a nada de terminar su carrera como chef gourmet, es uno de los mejores de su generacion e Izuku por primera vez en su vida, se siente orgulloso de haber logrado algo sin Katsuki.
Ha sabido dejar al rubio de lado para ver por si mismo y por sus hijos, aunque en el fondo, muy, muy, muy en el fondo, sabe que Katsuki sigue ocupando un lugar importante en su corazon, entiende que tolero demaciadas cosas que no debieron ser.
Cosas que hicieron que Katsuki le perdiera respeto y le restara valor a su persona, tanto asi como para hacerlo sentir tan poca cosa cuando este le dijo que tenia una amante y que se divorciaba de él para casarse con ella. Ese amor incondicional por el rubio era un amor mal sano para su persona.
Esa clase de amor que lo habian hecho ciego y sordo, que lo habian hecho no darse el suficiente amor propio como para decir "¡Basta!" y mandar al rubio derechito a molestar a su progenitora.
Pero ahora entiende, ahora sabe poner limites que lo libran de relaciones tan malas como la que tuvo con el rubio.
Un ejemplo bastante claro fue con Neito.
Neito Monoma le recordaba mucho a Katsuki, rubio de ojos grises, con una actitud tan egocentrica que casi rayaba en el narcicismo maximo y unas ganas de controlar todo lo que pasa a su alrededor.
Izuku lo acepto por un tiempo, porque nadie, en bastante tiempo, le había considerado lo suficientemente atractivo como para salir. Aun inseguro por la experiencia de un fallido matrimonio, decidió darle una oportunidad al rubio y todo iba bastante bien....
....hasta que Neito pretendio disciplinar a su Kaoru.
—¡El niño debe aprender a respetarme, Izuku!—. Le grito el rubio bastante enojado a un Izuku frente a él con el ceño fruncido y con tal furia verde centelleante en sus ojos.
—Tu no eres su padre, Neito—. Le dijo el peliverde con seriedad. —Y como tal, no te corresponde a ti disciplinarlo—.
—¿Pero que dices?—. Pregunta malhumorado. —¡Soy tu pareja y como tal deben respetarme como si fuera su...!—.
—¡Pero no lo eres, Monoma!—. Las palabras dichas por Izuku sonaban tan calmadas que.... daban miedo. —Y si no puedes entender eso, yo creo que es mejor dejar esto por la paz—. El rubio le miro con extraño enfado.
—¿Estas terminando conmigo?—. Pregunto dolido. —¿En serio? ¿Y por un niño?—.
—Kaoru es mi hijo, tu un hombre que, por lo que veo, no es bueno entendiedo limites—. E Izuku abrio la puerta de su departamento, invitando a Monoma a irse por donde habia venido.
—Te vas a arrepentir, Izuku—. Le dijo Monoma con ceño fruncido. —Cuando menos te imagines te vere frente a mi puerta rogandome por regresar—. Izuku le miro con una sonrisa.
—Bueno, si fuera tu, iria comprando una silla comoda, cariño—. Dijo sin quitar esa sonrisa tranquila. —Para que me esperes sentado—. Y dicho eso, cerro la puerta en la cara de un sorprendido Monoma.
Izuku se apoyo en la puerta ¿De donde habia salido aquello? esas palabras no eran algo que él diria... o bueno, solo tal vez cuando se metian con sus retoños. Nadie se metia con sus retoños. Nadie.
Las risas divertidas lo sacaron de su lapsus de mamá osa y se giro para ver tres cabecillas asomandose por la orilla del marco que dividia la sala.
—Si te sirve de consuelo, papá—. Dice el pequeño peliverde. —Él no me caia bien—. Izumi hizo un puchero. —Nunca nos dejaba ver las caricaturas de las cinco por sus tontos partidos de futbol—. Izuku le sonrio.
—A mi me gusta el futbol, pero ese idiota lo arruinaba todo—. Kaoru se cruzaba de brazos mientras fruncia el ceño.
—Lenguaje, Kaoru—. Reprendio levemente Izuku. —Pero si, tienen razon, a mi tampoco me caia tan bien despues de todo—.
—¿Al fin se fue?—. Katsiu bajaba las escaleras, no era extraño que el mayor de sus hijos se encerrara en su habitacion para hacer sus tareas, amaba a sus hermanos, pero aveces uno necesitaba un respiro de tanta actividad fisica.
===============================================================
—Oye, oye, escuche que te quitaste 68 kilogramos de masa inutil de encima—. Izuku miraba extrañado a Denki, un rubio de ojos dorados bastante alegre.
—¿Como?—. Preguta Izuku confundido.
—Se refiere a que cortaste con Monoma—. La voz del otro lado le dio la respuesta, Shinsou rodo los ojos ante el rostro de comprencion de Izuku.
—¿Y ustedes como sabes que termine con Neito?—. Pregunta Izuku al par a lo que ambos responden.
—Izumi—. Izuku suspira derrotado, necesita quitarle las tablets a sus hijos para que no terminen ventilando su vida amorosa.
—Pues yo creo que hiciste bien en terminar con esa relacion—. Le dice Denki. —Alguien que no respeta a tus hijos no mecere estar contigo—. Shinsou asiente en acuerdo con las palabras del rubio.
—Pero cambiando de tema—. Dice el peliverde mirando a ambos. —¿Ya pensaron sobre la propuesta que les hice?—. Tanto Shinsou como Denki le miran.
—Te dije que yo no lo pensaba—. Sonrio el rubio. —¡Cuenta conmigo para hacerme cargo de la administracion del lugar!—. Izuku le sonrio agradecido.
—¿Y tu Shinsou?—. Ahora miro al pelimorado que en ese momento se encontraba ordenando su area de trabajo.
—Ya sabes que te seguiria hasta el fin del mundo—. Le dice con una media sonrisa, e Izuku se alegra.
Se siente feliz porque ha conseguido una nueva meta, en poco tiempo piensa abrir su restaurante y ahora ya cuenta con un sub chef y un administrador.
============================================================
El tiempo de regresar a casa se acerca, asi que decide enviar una postal a Mitsuki para avisarle de su regreso.
Querida Mitsuki...
Espero que su resfriado no se haya agravado. Katsui, Izumi y Kaoru le mandan saludos. Esperemos que, para este verano, los proyectos se completen y podamos estar de regreso. Saludos cordiales. Izuku.
Adjunta la foto de toda la familia, han pasado mas de dos años fuera de casa, asi que la rubia debe estar anciosa por ver a sus nietos.
Duda un poco, su rostro se torna melancolico y un poco triste, se siente tentado a escribirle a Katsuki, esta preocupado por el rubio, pues le han llegado noticias de aqui y de alla, de noticieros y diarios de que el abogado estrella de All Might y Asociados pasa por una mala racha.
Sabe que Katsuki no lidea bien con el fracaso. Lo sabe, porque lo conoce.
Pero al final decide que no le escribira, no volvera a cometer los mismos errores que en el pasado, porque sabe que al abrir esa puerta, puede salir lastimado e Izuku ha aprendido y esta seguro que su corazon no soportaria un nuevo rechado de parte del rubio.
Asi que se guarda las ganas de escribirle, se guarda las ganas de saber como esta, se guarda las ganas que tiene de volver a verlo.
Porque aprendio.
Aprendio que no debe entregar su corazon al cien, porque siempre hay un riesgo de salir lastimado.
Y el no pasaria de nuevo por eso.
"Pero el Karma existe, Izuku"
Las palabras de Shinsou hacen eco en su mente.
"El Karma no siempre es malo, asi como te hace pagar, tambien te recompensa y tu eres la persona con el Karma mas maravilloso que he visto, si lo que se dice de tu ex es verdad"
Es una bofetada con guante blanco.
E Izuku se pregunta... Si esta es su recompenza despues de la tormenta por la que paso, como dice Shinsou... ¿Cual es la tormenta por la que esta pasando Katsuki despues de disfrutar de su "recompenza"?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro