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Su teléfono celular comenzó a sonar de la nada, al levantarlo del sofá donde lo había dejado pudo percatarse del número, lo podía reconocer perfectamente, sabía muy bien quien era y de que se trataría, respiro profundamente como dándose valor a sí mismo y conto hasta cinco antes de contestar.
-- ¿Aló?... ¡Hola!... si no te preocupes, todo está bien por aquí... No, no para nada, el llego muy bien, ahora está en el baño tomando una ducha después de correr un poco... El ejercicio es bueno para la salud... Si, salió abrigado... No, estoy seguro que no está enfermo... Está bien, le tomare la temperatura, no te preocupes... Sí, yo también estoy bien... sobre eso precisamente me gustaría hablar... No, no necesito que deposites más dinero, es precisamente lo contrario... Para nada, yo puedo con todos los gastos de los dos... Ya tengo más de treinta años, puedo mantenerme solo... No, no quise decir eso... Por favor, no te pongas así... Si, está bien, no te preocupes... Sabes que yo también te quiero... Si, de acuerdo... No, no es necesario, me encargare... Aun esta en dudas sobre su futuro, pero lo ayudare con ello... Si, ya lo sé, lo entiendo... Claro que nos gustaría pasar contigo las fiestas, pero estarás ocupada con tu trabajo... No, no puedes dejar tu trabajo a la mitad solo para venir a vernos... No, tampoco puedo dejar mi trabajo, he abierto mi propio consultorio y estoy con mucho trabajo, pero podemos darnos un tiempo para vernos en vacaciones... Si hiciera eso tendría que abrir una nueva consultoría cada vez que tuvieras que mudarte... No, tampoco quiero que dejes tu trabajo...Si, se lo diré... No, ya te dije que no es necesario que... No es un bebé... Entiendo... Si, entiendo... Tampoco he dicho eso, solo digo que ya está lo suficientemente grande para-... No, claro que no... Sí, no te preocupes... Aja, si, muy bien... Si, lo ayudare a decidir a que se dedicara en el futuro... No le voy a comprar helado, es intolerante a la lactosa... Oh, ese sí le puedo comprar... Si... Si... No, no le leeré un cuento para dormir... Porque ya está lo suficientemente grande como para ver porno... No quise decir eso... No, claro que no... Está bien.... Si, le leeré su cuento... Lo buscare por internet... Está bien, comprare el libro de los tres cerditos... Si, le pondré la luz de noche... No... De acuerdo.... Yo también te amo, hasta luego, mamá.
-- ¿Quién era? ¿Otra vez mamá? – Pregunto el joven esqueleto con pecas en forma de estrellas que recorrían todo su cuerpo, estaba totalmente desnudo, usando únicamente una toalla alrededor de su cintura, las gotas de agua aun recorrían su cuerpo.
-- ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no salgas de la ducha sin secarte bien?! – Pronuncio Blard con algo de mal humor mientras se acercaba a su hermano para ayudarlo a secarse.
-- Vamos hermano, no es para tanto, no soy un bebé.
-- Ojalá pudieras decirle eso a mamá.
-- ¿Volvió a regañarte?
-- No exactamente, trate de decirle que no necesito que me siga enviando una manutención, pero ya sabes cómo es ella y ahora que viviremos juntos, insiste en enviar una manutención para ti también... Mejor ve a tu habitación y vístete.
-- No encuentro mi ropa en todas esas maletas.
-- Eso te pasa por aun no desempacar, tenías que haberlo hecho en cuanto llegaste.
-- Mamá siempre acomoda mi ropa por mí.
-- Por eso estas tan mimado, ella no deja de tratarte como si fueras un bebé.
-- Sí que te puso de mal humor.
-- No es eso, es solo que me molesta un poco que no acepte que ya somos adultos.
-- A mí no me molesta que me consienta.
-- Ya esas lo suficientemente grande para limpiarte tu solo el trasero, no dejare que mamá siga cargando contigo, ella también tiene que hacer su vida y esta excavación es un proyecto muy importante para ella, ha dejado pasar muchas oportunidades para asegurar nuestra comodidad, es hora de que siga adelante con su vida.
-- A mí me gustaba ir a las excavaciones con ella, siempre era divertido conocer nuevos lugares, excepto en Egipto, hacia tanto calor que no podía salir de la carpa.
--Entonces ¿Quieres estudiar la misma carrera que mamá?
-- No lo sé, quiero ver que más opciones tengo.
-- Tienes 20 años, si vas a escoger una profesión el tiempo es ahora.
-- ¡Hey! No es algo tan simple, es una decisión muy importante, se trata de lo que me dedicare el resto de mi vida, no puedo tomar una decisión así tan a la ligera.
-- De acuerdo... continuaremos esta charla en la comida, ahora ve a tu cuarto y vístete.
-- Pero mi ropa sigue en las maletas.
-- Pues aprovecha para desempacar.
-- Pero en estas maletas o tengo nada de ropa.
-- ¿Cómo que no tienes ropa? ¿No me acabas de decir que tu ropa esta en las maletas?
-- Sí, pero no en estas maletas, sino en las otras que aún están de camino, le dije a mamá que me las enviara por barco.
-- ¿Por qué por barco y porque no las trajiste contigo? Tienes cinco maletas enormes ahí arriba ¿Qué hay en esas maletas?
-- Mmmm... están mis cuadernos, mis apuntes donde escribo mis pensamientos, mi computadora portátil, mi patineta, mi mono rueda, mis yoyos chinos, mas cuadernos, algunas artesanías que mamá me dio... creo que eso es todo ¡Ah sí! Mi tabla de surfear.
-- Trajiste todo eso ¿Y no tu ropa?
-- Es que dijiste que viajara ligero.
--... Ve a mi habitación y busca algo que ponerte entre mi ropa – Pronuncio Blard con una enorme resignación mientras se alejaba de su hermano e iba a la cocina para preparar el desayuno.
Algunos minutos después, Ya vestido, Stave se dirige a la cocina en donde su hermano estaba terminando de preparar el desayuno, eran sus favoritos; panqueques con forma de estrellas y pulpos de salchichas sonriendo.
-- ¡Genial, salchichas!
-- ¿Te lavaste las manos?
-- Acabo de bañarme.
-- Y seguro fuiste al baño después ¿Te lavaste las manos?
--... Ya regreso – Stave se dirige al baño que está en el primer piso para lavarse las manos.
-- ¡Y usa el jabón, no solo te mojes con agua!
-- ¡Eres peor que mamá! – Respondió el menor de los hermanos estando dentro del baño, a los pocos segundos volvió a la cocina y tomo asiento, ya había un enorme vaso de jugo de piña recién hecha esperando por él.
-- Muy bien, ahora si comamos con calma.
-- Eto ta' muu buemo.
-- No comas con la boca llena, traga primero o te atoraras, pero primero mastica bien.
-- Sé cómo comer.
-- De acuerdo.
Minutos después de dichas palabras, Blard tenía que aplicar la maniobra de Heimlich a Stave que se había atragantado con una cabeza de pulpo.
Después de un desayuno algo estresante, ambos hermanos toman asiento en el sofá del salón, el mayor trataba de pensar en algo para ayudar a su hermano a madurar, ya no era un niño, era u adulto y no podía depender de su adre por siempre, la mejor solución era que consiguiera un trabajo para que supiera lo que era ganarse su propio dinero, pero no lo podía dejar ir así nomas, le preocupaba mucho su seguridad y su bienestar, su hermano era tan distraído y confiado que podría meterse en problemas o irse con algún desconocido, así que en medio de sus pensamientos se le ocurrió una gran idea, algo que solucionaría sus problemas y le permitiría mantener a su hermano vigilado todo el tiempo, pero a la vez le daba algo de independencia.
-- Stave, creo que sería buena idea que comenzaras a trabajar.
-- ¿Un trabajo? – Stave dejo a un lado su teléfono para prestar atención su hermano - ¿Qué clase de trabajo tienes en mente? La verdad es que no se hacer nada, así que ni pienses en hacerme hacer las labores domésticas.
-- Casi te mueres atragantado con una salchicha ¿Crees que te dejaría a solas con un montón de objetos filosos? No, lo que he estado pensando es que trabajes en mi consultorio como recepcionista, Katia tendrá que irse pronto, así que puedes ocupar su puesto y mientras ella este ahí puede enseñarte todo lo que tienes que hacer.
-- ¿Katia? 'Quien es Katia?
-- Es mi secretaria.
-- ¡Oh! La humana.
-- Si, la humana y su nombre es Katia, no quiero que la andes llamando "la humana" que es de muy mal gusto.
-- ¿La vas a despedir para darme su puesto? eso es muy despiadado.
-- Claro que no, ella tomará su baja por maternidad en un par de semanas, así que habrá un puesto libre.
-- Y... ¿Vas a tener un bebé con Katia?
-- El bebé no es mío, ella esta felizmente casada, este será su primer bebé, así que esta algo emocionada y estará cuatro meses fuera.
-- ¿No que la baja por maternidad era de tres meses?
-- Sí, pero ella está sumando su mes de vacaciones que le debo.
-- Entonces... ¿Quieres que sea tu secretaria?
-- Serás mi recepcionista, es un trabajo sencillo, solo tienes que recibir llamadas y apuntar las citas.
-- Bien... ¿Tendré que usar minifalda?
-- Te lo prohíbo.
-- Lástima, me hubiera visto muy bien.
-- Ni se te ocurra, bueno, entonces decidido, a partir del lunes trabajaras en mi consultorio.
-- ¡¿Pasado mañana?! ¡Pero se acabó de llegar! Pensé que tendría al menos un mes libre para buscar que hacer o que me gustaría hacer.
-- El trabajo es la cosa más sencilla del mundo, tendrás tanto tiempo libre que ni siquiera sentirás que estás trabajando, además te voy a pagar sueldo completo.
La idea no terminaba de convencer a Stave, pero por otro lado le emocionaba la idea de ganar su propio dinero.
Fue así como Stave termino trabajando para su hermano, Mientras Katia estuvo ahí, Stave se divirtió mucho ya que tenía alguien con quien hablar, además le gustaba tocar el enorme estomago de la humana y sentir el corazón del bebé, aunque la primera vez que sintió una patadita se asustó mucho y pensó que algo muy grave estaba pasando, Katia le enseño todo lo que sabía y pasado unas semanas se tuvo que retirar ya que estaba próxima a dar a luz, el menor no supo más de ella, pasaron los cuatro meses y el esperaba su regreso, quería preguntarle si su bebé era niño o niña y que nombre le había puesto, pero ella nunca regreso, su hermano tampoco le dijo que había pasado, simplemente aquella humana desapareció y no volvió a saber nada de ella, eso lo apeno, se había encariñado mucho con ella, por otro lado, el trabajo no era tan simple como su hermano le había dicho, Katia lo hacía parecer sencillo, pero la verdad era que era mucho trabajo y l paga no era como él había creído, la mesada que le enviaba su madre era el doble de lo que su hermano le pagaba, aun así decidió seguir trabajando, tenía la ilusión que su amiga algún día regresaría con su bebé en brazos para presentárselo y reclamar su puesto de regreso, así que quería tener todo en orden hasta que ese día llegara.
Las ilusiones pueden ser como estrellas fugases; desaparecer en un instante.
Arte y memes de xharient
Estos últimos memes fueron robados a ___auntwhispers
Muchas gracias lindura :3
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