Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

22 Después del accidente

Tres costillas fisuradas, el brazo derecho roto y el pie derecho con una torcedura, magullones y raspaduras, el auto de Kate destrozado. Mi madre en una crisis de nervios y mi papá enojado.

—¿Pueden dejarnos un momento con ella? —mi padre les pregunta a ellas, que asienten y salen con Jess— ¿En qué estabas pensando al manejar a la velocidad que ibas, Alexa Crowel? —sé que se está conteniendo para  mantener la voz baja— Perder a uno de nuestros hijos fue suficiente.

—Lo sé, lo lamento.

—Lamentarlo no es suficiente. Tienes que encarrilar tu vida, no puedes seguir así. Alexa...

—Lo sé —le corto, no necesito su sermón.

—Lo sé no es suficiente —respira, está comenzando a subir el volumen—. Entras a un incendio, y ahora esto ¿Quieres lograrlo la próxima vez? —me observa— Una llamada en madrugada y un hijo muerto, créeme que es más que suficiente —se seca las lágrimas—. No quiero una próxima llamada de ti y venir a verte al hospital o a la morgue. Prométeme que vas a cuidarte, prométemelo.

—Te lo prometo papá y mamá, no volverá a pasar, bueno será una llamada para avisarles que serán abuelos, pero no por un accidente.

—¿Piensan formar una familia? —me mira extrañado.

—Ya lo somos, pero es una forma de decir tampoco vamos a ir tan rápido y no es como si pudiéramos embarazarnos con el poder del amor entre nosotras.

—Está bien no necesito detalles de la vida sexual de mi hija —me frena con la mano y mi madre se ríe.

Ambos se acercan a abrazarme mientras me besan en la frente como si fuera una niña pequeña, y la verdad me siento así de pequeña entre sus brazos, supongo que es así porque sus brazos fueron los primeros entre los que me sentí segura y lo había olvidado.

Sé lo difícil que es para ellos aún recuerdo lo devastada que estaba mamá al recibir la noticia, lo depresiva que estuvo lo meses luego de su muerte y lo mucho que Joe la ayudo a salir adelante, papá por su lado se enfrascó en su trabajo de oficina y trabajaba prácticamente 19hs durmiendo 5 horas con suerte, así le dió un ACV al mes, yo por mi parte me enfrasque en que Tyler no estaba muerto, que había viajado y aún recuerdo la nuestra última pelea.


Flashback

—Esto ya no puede seguir así —le dije mientras el suero entraba en su sistema— estás completamente borracho, dijiste que estabas limpio.

—No estoy consumiendo Alexa, tomar no es tan grave.

—Yo ya no puedo hacer esto, estoy harta Tyler. Soy tu hermana y te amo, pero ya no puedo más.

—No te vayas.

—Hazte cargo de tu vida, eres un puto adulto, no un niño de 15 años a quién mamá y papá no le prestan atención, madura.

—Púdrete Alexa, abraza árboles, lesbiana de clóset, que solo sirve para encargarse de cuidar a su hermanito. Que mi vida sea más interesante que la tuya, no quiere decir que esté mal. Siempre fuiste la que hacía todo bien, nunca te saliste de los márgenes, siempre haciendo lo que esperan de ti, siempre detrás de mí, como un perro faldero.

—¿Qué tiene de interesante andar drogado y borracho la mayor parte del día? En realidad tu vida es tan miserable, que necesitas hacer eso para escapar de la realidad. Ni tu mismo te quieres Tyler, solo yo lo hago.

Me levanté y obvie sus gritos e insultos, con lágrimas en los ojos me subí al Jeep y dejé el hospital y a él. Un mes más tarde me llamaría de madrugada, atendí a la sexta llamada y esa sería la última vez que lo vería.

Fin del flashback

Presente

Me llega la orden del alta por el juez a mi departamento, sin poder hacer mucho, más que todos obligándome a quedarme haciendo reposo evitando que vaya a hablar con Cristine.

Pasan 3 semanas entre la rehabilitación y el reposo absoluto de mis quebraduras. Para este tiempo tengo más de la mitad de las pertenencias de Kate en mi departamento, Bailey ha ido dejando también de a poco las suyas y para hacerlo oficial me termino de mudar con ellas a nuestro departamento, pero en lo de Bailey ya que su departamento es más grande y en su habitación cabe una cama King para las tres.

Paso por el consultorio y espero afuera lejos de la vista que podría tener ella desde la ventana, sé que está aquí. Subí y pregunté por ella pero su secretaria me dice que no está disponible para verme, voy varias veces a verla pero ella no quiere recibirme.

—Hola —digo sentándome a su lado en la banca del parque mientras fuma— ¿Podemos hablar?

—Esto podría considerarse acoso, Alexa.

—Solo somos dos personas sentadas en la banca de un parque que casualmente se conocen —tira el humo y gira su rostro a verme, está ojerosa y desarreglada, hasta se le notan las raíces de su color natural naciendo—. Solo quiero disculparme por lo que te dije aquel día, no estuvo bien.

—¿Cómo lo supiste?, de verdad.

—Lo deduje en su mayoría, aprender a leer a tus padres desde chica y estar en modo alerta de todo, tiene sus ventajas, más allá del trauma claro.

—Tenía 16 años hace cuatro años. Era una chica inteligente, quería estudiar veterinaria para ayudar a los animales, te habría encantado conocerla, se parecen bastante. No me di cuenta que sufría acoso escolar, no me di cuenta que no era feliz, que había dejado hasta de comer porque le decían Peggy pig. No estaba gorda, no tenía obesidad —se le caen unas lágrimas—. Mi marido me echó la culpa por no ver las señales, se supone que soy psicóloga y no pude ver que mi propia hija la estaba pasando mal —da una gran calada a su cigarrillo— fui yo quien la encontró colgada, fui yo quién cortó la cuerda y llamó a emergencias mientras mi bebé se moría en mis brazos y fui yo quien decidió que ya era suficiente cuando nos dijeron que tenía muerte cerebral. Yo la vi llegar a este mundo y yo la vi partir, algo para lo que jamás imaginé que podría pasarme.

—Lo lamento —tira la colilla al suelo y la pisa para terminar de apagarla. Ahora me toca a mí—. No quise ser cruel, no estaba lista para admitir lo de mi hermano. Si no te molesta tengo una pregunta —la observa— ¿Por qué no desististe de ayudarme? fui muy desagradable contigo.

—Porque —suspira y se queda callada.

—¿Te recuerdo a ella? —Cristine comienza a reír.

—Tú no eres para nada como Paige , mi hija era una chica dulce y tímida, tú pareces salida de uno de los infiernos de Dante Alighieri —frunzo el ceño—, no eres mi paciente así ya puedo decirte perfectamente mi opinión de ti. Me recordabas a mí, a mi dolor y a mi incapacidad a aceptar que ella ya no está, que falleció y que nada de lo que haga, podrá devolvérmela, creí que si te ayudaba a resolver su duelo, indirectamente podría resolver el mío.

—Pero tus motivos fueron egoístas, fue para ayudarte a ti misma en mi proceso.

—Sí, tienes razón lo fueron y ahí es donde fallé, perdí el norte y también sé que te presioné, lo lamento Alexa.

—Alex, puedes decirme Alex —ella sonríe y me observa asintiendo.

—Tu negación de su muerte no te dejaba avanzar, Alex. No fue tu culpa lo de tu hermano, ni mía que mi hija muriera, y créeme aún estoy trabajando en perdonarme por eso. De todas maneras ya tienes el alta que querías, eres libre de mí —la observa y a punto de hablar se frena.

—Cristine por favor, yo quiero seguir en terapia contigo. Pagaré las sesiones, no 2 veces a la semana porque no puedo, pero una vez por semana sí. Lamento lo que dije.

—Paga una sesión al mes y ven a verme dos veces por semana, pero esta vez no habrá sarcasmo, ironías, ni desvío de preguntas. Si voy a darte terapia las sesiones serán bajo mis términos —alarga su brazo para estrechar mi mano, que tomo—. Bajo ningún punto de vista nos haremos daño, intentando que a la otra le duela, no somos enemigas —asiento—. Te veo el lunes a la misma hora, y trata de sonreír y saludar al llegar e irte, mi secretaria te odia.

Se aleja dándome la espalda, y yo me marcho un poco más aliviada, quedo con mi madre para almorzar a solas, desde la charla que tuve con mi padre las cosas entre ambas cambiaron y yo intento ser menos mierda y un poco más empática con ella. Ambas estamos menos a la defensiva y ella también se la nota más aliviada de que nuestra relación esté mejor. Aunque la mejor parte por supuesto es que sigo viva.

La veo llegar y me saluda con un abrazo, deben entender que eso para una persona tan poco afectiva como lo ha sido mi madre toda la vida, es un gran progreso.

—¿Por qué no has estado durmiendo bien?

—Mamá, Tyler está muerto —me mira y su expresión se tensa un poco—, ya estoy lista para admitir eso en voz alta, hablé con mi psicóloga y estoy lista —quiere hablar pero la interrumpo—, pero no estoy lista para contar los detalles de su muerte —Me toma de la mano y la acaricia.

La que estuvo los últimos momentos de Tyler con vida fui yo, conmigo vino al mundo y entre mis brazos se fue, mis padres supieron que fue una sobredosis, no quise decirles en las condiciones que lo encontré y tal vez jamás lo haga, eso les rompería aún más el corazón.

—Me alegra que por fin puedas decirlo, Ale —sonríe débilmente—, era demasiado difícil hablar contigo sobre él, como si estuviera de viaje y aún vivo.

Aunque recuerdo bien, claro que lo recuerdo, él murió en mis brazos y lo último que me dijo, me rompió el alma ahí mismo, pensó que estaría mejor sin él, si que era un idiota, pero era mi idiota. Tuvieron que arrancarlo de mis brazos para poder llevárselo y luche con todas mis fuerzas para que no me lo arrebataran, sabía que esa sería la última vez que lo vería.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro