La mañana del 15 de Octubre fue algo que nadie se esperaba

Ni siquiera Kamado Tanjiro lo veía venir, a excepción de Zenitsu quién había escuchado el sonido que provenía de él desde hace un tiempo y nadie le había prestado la menor atención

"Es una etapa"

Ojalá hubiera sido así, sin embargo la mayoría de alumnos del salón 203 prefirieron guardar silencio.

...

-He recibido demasiadas cartas...- murmuraba Inosuke Habashira mientras trataba acomodarlas para guardarlas en su maletín.

-¡Eso es muy bueno, Inosuke! Yo también eh recibido cartas.- Tanjiro sonreía genuinamente haciendo que el de cabellos negros le mirara fijamente. Aún no lo comprendía, no del todo.

Kamado Tanjiro era ese tipo de personas que estaban en peligro de extinción, de las que se debían de proteger aunque fuera lo suficientemente fuerte para hacerlo por si mismo.

El ojiverde aún se explicaba la razón de su ser, tan gentil, tan alegre, tan fuerte y lleno de un espíritu que podía llenar de calidez a una persona triste.

-Recibí muchas cartas... ¿Quieres que te de unas?.- extendió unas cuantas cartas hacia la dirección del pelirrojo

-¿¡Eh!? ¡Son para ti! No puedes darmelas así nada más.- Si bien sabía de la actitud de su amigo seguía sorprendiendole que este no comprendiera el significado de una declaración a este paso.

-No me interesa, no pienso leerlas.

-No seas desconsiderado, por lo menos ve que tratan de decir esas pobres chicas.- su entrecejo se frunció y una mueca se dejó ver para mostrar la visible molestia que le causaba el poco interés en temas románticos al peli negro.

-No lo entiendo.-sus ojos viajaron directamente hacia el maletín de Tanjiro al suyo notando la diferencia de cartas que había

-¿Qué cosa?

-Comencé a sentirme satisfecho por recibir tantas cartas, pero... - hubo una pausa antes de proseguir.

-¿Pero?- preguntó tratando de animarlo para seguir hablando.

-Pero la verdad es que se siente vacío de nuevo.

Y ahí estaba de nuevo, ese olor que últimamente desprendía su compañero de ojos verdes.

-¿Inosuke?

- Olvídalo, vayamos con Monitsu y tu hermana.- agarro su maletín y se apresuro a salir del salón de clases.

Un olor tan fuerte que el mismo se sentía mareado

...

Pasaron semanas para que volviera a notar el extraño comportamiento del de cabellos azabaches

-¿Qué es mejor?.- Preguntaba Zenitsu a modo de juego ya que tenían hora libre y no tenían pensado nada que hacer.- ¿Tener más dinero?, ¿Tener más amigos?, ¿Sentirse más seguros de si mismos? ¿O ser felices?

-¿Qué es la felicidad, Zenitsu?.- murmuró Inosuke mientras comía una bola de arroz.- ¿Porqué es tan importante?

-¿¡AHH!? ¿Acaso no sabes que es eso?

El ojiverde se quedó callado mirándolo fijamente, y si eran sinceros Zenitsu escucho un sonido agobiante que prefirió no hablar.

-¡Aquí están! Llevo rato buscándolos.- quién había llegado había sido el pelirrojo acompañado de su hermana Nezuko, una hermosa chica de cabello negro con las puntas teñidas anaranjadas y ojos violetas

-¡Tanjiro! ¡Nezuko-chan! Gracias a Dios que llegan, Inosuke acaba de preguntar algo muy tonto.- entre gritos y miradas llenas de preocupación fue lo que basto para que el mayor de los Kamado se diera cuenta de la situación.

-No creo que haya sido tonto, Inosuke ¿Cuál fue tu pregunta?.- su mirada y sonrisa se dirijieron directamente al ya recién nombrado quien solo se limitó a seguir comiendo y mirarlos fijamente.

-Monjiro, ¿Qué es la felicidad?.

-¿Ves? ¡Te lo dije! Es una pregunta tonta, iré con Nezuko

- Imbécil...- Habashira murmuró mientras se levantaba del suelo para recojer sus cosas pero una mano le detuvo en su acción.- ¿Qué haces Monjiro?

- ¿Te ocurre algo? Pareces... Desesperado, absorto. Zenitsu y yo estamos preocupados por ti, si tienes algo sabes que puedes contar con nosotros.

No hubo una respuesta, sus ojos verdes parecían haber brillado con tan solo esas pocas palabras dichas.

-Una vez, alguien me había dicho que estar desesperado significa que ya estás listo para morir, estar absorto significa que estamos en un sueño. Ahora que lo has dicho, parace que eh estado saltando estaciones sin que me diera cuenta.-Le miró con sus ojos cristalizados, negándose a dejar salir todo ese dolor que sentía por dentro.- Tanjiro... Lamento ser tan débil, pero tengo amigos para seguir riéndome del dolor ¿No es verdad?

Una sonrisa triste, un olor profundo y una opresión en el pecho bastó para que ambos pudieran fundirse en un abrazo, de esos que reconfortan el alma por breves momentos pero que son necesarios para seguir adelante

-Antes no era débil, podía proteger a las personas que amaba, podía sentirme orgulloso de mi mismo, podía...- No termino de hablar ya que Tanjiro le había pasado una mano por su espalda consolando a ese ser tan triste que el mismo quiso llorar también.

-No envidies a tu "yo" del pasado, esa persona es tu rival imaginario.-su voz era tan cálida, tan... Tranquilizadora.- Si estás feliz, solo deberías reír. Si estás triste, solo deberías llorar.

-¿Pero que debería de hacer cuando me sienta vacío?.-sus manos pálidas se aferraron a la camisa de su contrario.- Dímelo, Dímelo por favor

Entonces, Tanjiro no pudo evitar dejar salir una lágrima.

A una distancia considerable estaba Zenitsu junto con Nezuko, admirando aquella escena. Veían como sufría su amigo, pero Zenitsu sabía que había algo más. Ese sonido lo había dejado sordo y cuando eso ocurría jamás pasaba algo bueno.

Las estaciones van y vienen, sin que pudieran darse cuenta dos personas se empezaron a querer. El fruto de ese sentimiento fue una relación.

Tanjiro e Inosuke eran los protagonistas de esa relación.

Tanjiro quería a Inosuke, e Inosuke quería mucho a Tanjiro.

Una bonita relación que debía de admirarse, a pesar de las personalidades de ambos aprendieron a poder resolverlos. Las sonrisas y caricias no faltaron, al igual que las palabras de motivación y apoyo cuando más se necesitaba.

El pelirrojo venía tomado de la mano con su pareja mientras hablaban de temas sin importancia.

-Al parecer a los humanos les hacen falta una o dos cosas.-hablo de pronto el oji rojo.

-¿Crees que nos hace falta algo?

-Pienso sinceramente que no

- Ahora que lo pienso, eh estado cargando pocas cosas en mi equipaje, estoy satisfecho con eso.-sonreia mientras tomaba con más fuerza la mano de su novio.

-Me alegra escuchar eso, no sabes lo feliz que me hace que puedas empezar de nuevo.

- Veamos si podré correr de nuevo.- sus ojos parecían que tenían una angustia que podía preocupar a cualquiera.

"Veamos si podré correr estando desesperado y abosorto"

-El día de hoy terminará y un nuevo mañana vendrá. Pero mientras le digo "no" a las cosas que odio. ¿Porqué dices que no a las cosas que odias?-una ceja se arqueó en forma de pregunta mientras que Tanjiro sonreía como solía hacer.

-No lo sé.- había sido una respuesta tan corta y simple que decidió no darle importancia.

Seguian caminando hasta que llegaron a un parque y ahí decidieron descansar

-Eres muy curioso, ¿No lo crees?.-dijo de la nada Tanjiro .- Por eso me gustas.

-También me gustas.

Hubiera deseado poder decirle lo que su cabeza luchaba por hablar:

"Hoy es mi aniversario, el aniversario donde decidí pararme y luchar de nuevo. El día en que pudimos estar juntos, pero hay un solo problema, no siento emoción alguna: Se siente extremadamente vacío"

Quizás, si se lo hubiera dicho hubiera podido ayudarlo. No obstante, aquí es cuando Inosuke se da cuenta de la importancia de las decisiones, y Tanjiro se dió cuenta que ese olor había vuelto.
....

Las estaciones van y vienen, las personas que amamos de repente se van, diciendo adiós sin arrepentimientos. ¿Qué debería esperar Tanjiro de esto?

No lo sabe, y ruega por que se lo digan
....

-¿Te hará sentir mejor si muestras tu tristeza?.- Tanjiro se puso de cuclillas enfrente de su amado.

-Se le llama "debilidad".

-¿Te hará sentir mejor si lloras?.

-No.

-¿Entonces?

-Quiero morir

La desesperación entro en lo más profundo de su ser y hubiera jurado por alguna deidad en qué su novio jamás hubiera dicho esas palabras.

-¿Se siente bien decir que quieres morir?

Y de nuevo ese silencio tan abrumador.

-No.

Siento que dejé algo atrás, quizás fue en el aula o quizá en el vientre de mi madre.

-¿No quieres salir de esto?

-La felicidad no significa nada si no puedes amar a tu vacío interno

Y un beso basto para cerrar esa conversación

Y una noche llena de sudor y jadeos para olvidar aquel comportamiento. O eso pensaba el oji verde

-Si estás feliz, solo deberías sonreír
Si estás triste,solo deberías llorar-

-¿Pero que hago si me siento vacío? Dímelo, dímelo por favor-

Esas palabras habían resultado aún más pesadas ahora que entendía toda la situación.

Aquella mañana del 15 de Octubre se había dado la fatídica noticia de suicidio de Inosuke Habashira

Nadie lo esperaba, ni siquiera su ¿Novio? Kamado Tanjiro. A excepción de Zenitsu, quién jamás dejo de escuchar ese sonido tan fuerte que provenía de su ya fallecido amigo.

La noticia había sido de tal magnitud que la mayoría no podía reaccionar de la impresion.

Las lágrimas no se hicieron esperar, un grito lleno de dolor se escuchó en todo el salón.

Pero, estaba bien ¿No? Ya no sufría y estaba feliz

El último mensaje que fue enviado fue lo que devastó a nuestro querido chico con aretes hanafuda:

"No te enojes conmigo, te amo demasiado. Se fuerte ¿Vale? Te estaré esperando"

Breve y lleno de sinceridad, así era Inosuke Habashira.

Y con todo el dolor del mundo sonrió al leer eso, así es Kamado Tanjiro.

El pensaba que volverían a estar juntos y está vez se aseguraría de que fuera feliz.