capítulo 4:
Noviecitos? Obviamente lo dijo en chiste, pero aún asi, Milo y yo estábamos rojos como tomates y ella se dió cuenta cuando empezó a reírse fuertemente. Demasiada energía para recién despertarse.
-Sus caras son cine puro. Comenta Rena y no podemos evitar reírnos.
-Nos asustaste. Comento y Milo asiente varias veces.
Un poco exagerado.
-¿Qué hacen despiertos?. Pregunta ella mientras se estira en su cama y se envuelve en las sábanas.
-No teníamos sueño. Responde Milo
Yo solo asiento y me levanto para acostarme.
-Aunque ahora sí tengo. Aclaro.
Milo hizo lo mismo que yo y al cabo de unos minutos, los tres estábamos totalmente dormidos.
Me desperté de un salto, totalmente exaltado y queriendo ahorcar al maldito gallo que está cantando en estos momentos, ah sí, los vecinos tienen una granja con distintos animales, entre ellos, un gallo que canta como si lo estuvieran ahorcando.
-¡Alguien que haga callar a ese puto gallo o lo pongo en el horno!
-No te metas con Bartolito, Carlos. Grita Rena.
-¡Entonces hace que Bartolito deje de cacarear o lo voy a hacer yo y no de una forma buena!. Suelto mientras intento tapar mis oídos con las almohadas.
-Bartolito está inspirado, dejen que muestre su arte. Dice Milo mientras se estira.
-¡Su arte me lastima los tímpanos!.
-¡Dejen en paz a Bartolito!
-¡Basta de decir Bartolito!.
-¡Se callan par de loros!. Grita la mamá de Rena al abrir la puerta de la habitación.-El puto gallo es más silencio que ustedes.
-¿Tu madre nos dijo loros?. Pregunta Milo.
Los tres soltamos una risa bastante exagerada y nos levantamos para ir a desayunar. Para nuestra sorpresa, la mamá de Rena estaba preparando el desayuno, es increíble las dos personas diferentes que eran cuando entró a la habitación y la que está en el cocina.
-Ya que me despertaron, les hago el desayuno.
Milo y yo sonreímos al mismo tiempo y nos sentamos en la mesa.
-Seguro está envenenado. Soltó Rena y su madre la miró con mala cara.
-El de ellos no, el tuyo no lo sé. Le respondió ella y Milo y yo no aguantamos la risa.
-Son dos nenes. Soltó Rena enojada.
Después de desayunar, fuimos a uno de los baños que Renata tiene en su casa para hacer nuestras necesidades y todo lo que hace uno cuando se despierta en la mañana. Cuando terminé,salí para ir a la habitación pero me detuve antes de entrar.
La puerta estaba media abierta y podía ver a Milo cambiándose la remera del pijama por otra con un diseño de notas musicales en ella. No entendí porque me quedé mirándolo pero cuando volví a la realidad, me froté la cara en las manos y entré.
-Sos el cliché del músico que tiene diseños de música hasta en su ropa. Le digo a Milo mientras busco mi mochila.
-Mas respeto eh. Dijo el en tono gracioso.-Mi abuela me la regaló para uno de mis cumpleaños.
Yo sonreí y seguí buscando mis cosas.
-Carlos... Puedo preguntarte algo?.
Yo me di vuelta curioso para estar frente a el.
-Si, lo que quieras. Contesté interesado en su pregunta.
-Alguna vez.. estuviste con un...
Y cuando estaba a punto de terminar la pregunta, Rena entró rápidamente a la habitación, para nada tranquila.
-¡¿Donde está mi vestido negroo!?.
Gritó mientras nos apartaba del camino para abrír su armario que por cierto, es gigante.
-Para que necesitas un vestido negro?. Pregunté.
-Esta noche tengo una cita. Soltó ella mientras removía su ropa.
-Ya van cuatro en dos semanas. Digo y ella gira para fulminarme con la mirada.
-Perdón por tener una vida y querer salir con chicos. Respondió y volvió a la montaña de ropa para por fin encontrar su deseado y corto vestido. Siento que lo podría usar una niña.
-Segura que ese vestido te entra?. Preguntó Milo.
-Si, o sea, lo usé por última vez a los catorce. Respondió Rena.
-Existe algo que se llama comprar un vestido nuevo si el que usaste a los catorce ya no te entra. solté ironico y Rena puso mala cara.
-Y dónde voy a comprar un vestido si la cita es hoy?. Preguntó ella nerviosa.
-Vayamos ahora. Sugirió Milo.
Era buena idea, podíamos acompañar a Rena para conseguir un vestido y que su cita salga bien sin que ella se preocupe por la vestimenta.
-Bien, me cambiaré y saldremos, pero ahora salgan ustedes o me quieren ver la pussy?.
-Pussy?, quien eres mi tía?.
-¡Salgan!. Gritó Rena y de un salto salimos ambos de la habitación.
Nota mental: NO ACOMPAÑAR A RENA A COMPRAR NUNCA MÁS.
Estuvimos tres horas paseando tienda por tienda y ningún vestido le convencía a Rena. Milo y yo estábamos hartos de caminar pero también aprovechabamos la situación para también mirar ropa para nosotros.
Escuchamos un grito que nos hizo saltar del susto y Rena entró rápido a la tienda que estaba en frente. Al saber que había sido ella, cruzamos atrás de ella mientras Rena corría a la parte de atrás.
-Este es el vestido perfecto. Comentó ella.
El vestido era negro con diminutos brillos por todos lados, algo que Rena usaría sin duda y eso quedó claro al escuchar su grito unos segundos antes. Milo y yo respiramos al mismo tiempo, ya no teníamos que estar dando tantas vueltas por un maldito vestido.
Al salir de la tienda, tuvimos la idea de ir por algunos batidos y nada mejor que ir a mi lugar favorito. Es todo lo que un amante de licuados quiere, la estética, como sirven los licuados, simplemente hermoso.
Los chicos que atienden ya me conocen, frecuento mucho este lugar y saben que cuando yo entro, voy a pedir lo mismo de siempre.
-El de oreo.
Me dice una de las chicas al otro lado del mostrador.
Entre tantas caras conocidas, había un rostro para nada familiar. Era un chico, de todas las veces que vine, no lo había visto nunca. Supuse que era nuevo. Vamos a ponerlo a prueba ya que es el quien lo está preparando.
-Extra leche?. Pregunto este.
Yo asentí y me senté en los bancos pegados al mostrador. Rena y Milo hicieron lo mismo mientras miraban la carta.
-Toma, que lo super disfrutes. Me dijo el chico al entregarme el licuado, que, lo hizo con una sonrisa.
Cuando los tres teníamos nuestros licuados, empezamos a charlar y le contaba a Milo sobre todas veces que vine y me crucé a algún famoso.
-El mejor encuentro fue con Lali.
-Conociste a Lali? Preguntó Milo sorprendido.
-Conoci a Lali. Respondí asintiendo.
-Que lastima que vino cuando aún no trabaja aquí. Dijo una voz que no era nuestra y al darnos vuelta vimos que era el chico quien nos había comentado eso.
-Tambien te gusta?. Pregunté.
-Si, soy su fan. Contestó este.
-A mí me gustaría escuchar más canciones de ella. Comenté para todos.
El chico sonrió y se acercó más.
-Yo te puedo recomendar mis canciones favoritas si querés. Dijo este y sonreí mientras asentía.
-Yo tengo un cover de ella, ya lo escuchaste. Soltó Milo entrando en la conversación.
-Que bien. Soltó el chico.
Tras unos segundos de silencio incómodo, este último volvió a hablar.
-Vivis por la zona?. Preguntó.
-Si, maso menos a 10 cuadras. Contesté mientras le daba el último sorbo a mi licuado.
-Yo creo que a 5 cuadras. Agregó el chico.
-Casi vecinos. Soltó Rena muy atenta a la conversación.
-Creo que iré al baño dijo Milo y desapareció rápidamente.
El chico se fue para atender y Rena se sentó en el lugar de Milo que estaba al lado mío.
-No te das cuenta?. Preguntó Rena.
-De que?. Dije algo confundido.
-Estaba coqueteando, el chico. Respondió ella haciendo un Ademán de señarlo.
-No creo. Suelto y ella golpea su frente con la palma de la mano.
-Verdaderamente te llaman el lento.
Sin estar seguros de lo que Rena decía, nos levantamos de los bancos después de pagar los licuados y esperamos junto al baño a que Milo saliera.
No creo ese chico haya estado coqueteando conmigo, simplemente fue amable. Trabajo en un lugar que atiende al público y sería una mala experiencia que atendiera violento o sin ganas. Ahora entiendo cuando le dicen a Rena que es así y ella no lo siente.
Ningún chico me había coqueteando este último tiempo, y mucho menos cuando estaba de novio. No sé si perdí mi don o que pero simplemente no me llama nadie la atención en estos momentos. Absolutamente nadie.
🎸📚
Al salir de la universidad, fui a la cafetería. Era jueves y la banda que iba a tocar mañana estaba ensayando y haciendo pruebas de sonido. Últimamente habían crecido bastante y sus canciones superaban las cien mil vistas. Increíble para una banda de pueblo.
Encuentro a Rena y a Milo sentados en una mesa justo en el medio. Mi mejor amiga miraba muy concentrada a los chicos arriba del escenario mientras que Milo solo escribía en su cuaderno y parecía no prestarles atención.
-Hola chicos. Saludo al par y me siento a un lado de Milo.
Este cerró rápido su cuaderno de un susto y fingió que prestaba atención a la banda. Claramente disimular no es lo suyo.
-Son increíbles. Comenta Rena y podía ver una cascada de baba imaginaria sobre su boca.
-No deberías estar ayudando a tu mamá adentro?. Pregunté.
-Ella puede sola.
-¡Renata!.
-Y terminó mi paz.
Mi mejor amiga se levantó y en segundos desapareció por la puerta de la cocina.
Me quedé prestando atención a los chicos cuando terminaron de tocar y me centré en el vocalista. Lo conozco de algún lado. ¡Claro!, es el de la tienda de los licuados.
-Viste quien es el vocalista?. Le pregunto a Milo que pareció muy interesado en saber quién es. Aunque sospeché que ya lo sabía.
-Si, hablamos cuando llegué. Contestó y volvió a centrarse en su cuaderno.
-Iré a saludarlo. Digo y me levanto de la mesa.
El baterista y el bajista bajaron del escenario para tomar agua. El tecladista y obvio, el chico de la tienda se quedaron arriba. Pude notar un pequeño tatuaje de un pájaro en su hombro, era de color azul.
-Lindo tatuaje. Suelto sin más y este se da vuelva para sonreír.
-Gracias, es el primero que me hice. Comentó.-Ey, el de los licuados. Agregó sorprendido al darse cuenta quien era yo.
-El mismo. Dije y le sonreí seguido de su sonrisa.
—Qué haces en la cafetería?. Preguntó el.
—Soy el mejor amigo de la hija de la dueña. Le explico y pareció marearse un poco.
El asintió y tomó agua de la botella que Rena le había dejado a todos sobre una mesa, pero la botella estaba pinchada y salpicó el pecho del chico que aún sigo sin saber su nombre. Este dió un salto al sentir el agua fría asustandome también.
—Mierda. Soltó el.
—Lo siento mucho, no sabía que estaba pinchada la botella, ya te traigo algo para limpiarte.
—Dejalo así, usaré mi remera. Dijo y se la quitó para pasarla por su abdomen que por cierto, lo tenía bastante... Interesante.
Quedé embobado unos segundos hasta que volví a la realidad cuando Milo apareció por atrás para darle una toalla al vocalista.
—Tapate que hace frío. Suelta Milo y vuelve a su asiento.
Que le sucede?, el otro día en los licuados también se comportó raro.
—Le sucede algo a tu novio?. Pregunta el chico y doy un paso atrás sorprendido.
—Milo? No, no es mi novio, es mi amigo. Le respondo intentando no sonar incómodo.—Yo también lo sentí raro.
—Es obvio lo que le sucede. Dice el chico al que ya le voy a preguntar su nombre.
—Como te llamas?. Corto con la conversación.
—Carter. Responde con una sonrisa.
—Okey, yo soy Carlos.
—Un gusto Carlos.
—Un gusto también, volviendo al tema, que es lo obvio?. Le pregunto.
Pero cuando está por responder, la mamá de Rena apareció con una remera seca para darle a Carter quien la recibió con una sonrisa a continuación de un agradecimiento.
Y yo como gran ansioso, no pude seguir preguntando ya que Carter volvió al escenario para seguir ensayando y antes de empezar a tocar, este me dedicó una sonrisa. No pude evitar sonrojarme un poco.
Me acerqué a Milo que estaba muy concentrado en su cuaderno. Se ve que es algo interesante ya que no nota mi presencia a su lado hasta que decido en hablarle.
—Estas escribiendo una canción nueva?. Le pregunto interesado.
Milo levantó la mirada de golpe y cerró su cuaderno muy muy lento.
—Algo así, pero son solo palabras sueltas. Responde Milo sin hacer contacto visual conmigo.
Raaaaaaaro.
—Te sentís bien?. Pregunto intentando seguir su mirada para que conecte con la mia.
—Si... Solo tengo un poco de hambre, eso es todo. Responde y hace una seña a Rena para que se acerque a la mesa.
—Digame estrellita.
—Hay algo para comer?, mi estómago me está insultando. Pregunta Milo y toca su panza.
—Estamos preparando la merienda, te puedo servir medialunas de jamón y queso. Responde mi mejor amiga y Milo asiente varias veces.
—Podemos... Merendar juntos?. Pregunto con una sonrisa.
—Si, me gustaría. Responde Milo y ambos sonreímos al mismo tiempo.
—Bueno yo estoy de más así que ya les traigo su merienda tortolos. Responde mi mejor amiga y se aleja.
Puedo notar que Milo está nervioso, un poco distante. Tal vez sea por la nueva canción que no puede escribir pero yo sé que puede, es un gran escritor y estoy más que seguro que esa canción será una maravilla. Y lo digo sin haber leído o escuchado las otras que el tiene guardada.
Veo que Milo quiere intentar decirme algo pero automáticamente la banda empezó a sonar y este soltó un suspiro fuerte y se cruzó de brazos.
La noche llegó y la banda fue todo un éxito. La cafetería estaba llena de gente y todos pidiendo más y más de la banda. Cuando terminaron de cantar la última canción de la noche, todos dejaron sus instrumentos y el vocalista (que ahora se que su nombre es Carter), tenía un anuncio.
—Hace una semana lanzamos nuestro nuevo disco. Fue recibido muy bien y la mayoría de las canciones superaron el millón de reproducciones en spotify.
El lugar se llenó de aplausos y gritos. Cuando esto terminó, Carter continuó con su anuncio.
—Tenemos el honor de darles a ustedes la noticia antes que todos, y es que el 20 de agosto vamos a tocar en el Magnum Arena.
Todos empezamos a gritar, Rena y yo parecíamos dos fanáticos locos y Milo aplaudía bastante fuerte. Estaba más animado que antes, eso es bueno.
En la pantalla del escenario apareció una imagen de la banda con el cartel del nombre del disco y el anuncio de su show en el arena. La preventa comenzaría en dos días y la venta general en tres. Dijeron que mañana lo anunciarían en sus redes sociales ya que el arena es bastante grande y tiene que llenarlo.
Cuando parecía que había terminado, Carter volvió al microfono y pidió la atención de todos los presentes en la cafetería para que prestaran atención a lo que el tenía que decir.
—Me olvidé de avisarles, la próxima semana vamos a estar haciendo casting para buscar teloneros de nuestro show. Queremos darle oportunidad a esos artistas escondidos que tiene mucho para dar y ese momento puede ser su gran oportunidad ya que el show será transmitido y van a estar algunos productores de disqueras. Buenas noches.
Volvieron los aplausos y no pude evitar girarme hacia Milo.
—Presentate. Le digo emocionado.
—No sé, siento que no estoy preparado. Respondió el preocupado.
—Si lo estas, yo confío en eso.
Le digo y lo abrazo. No sé de dónde salió eso, pero fue un impulso del que no me arrepiento para nada. El responde el abrazo y nos quedamos así un buen rato.
Gracias por leer esta historia ❤️, nos vemos en el próximo capítulo que será pronto. Besos a todos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro