Capitulo 19: El chico perezoso que detestaba los deportes (Parte Final)
Tras lo dicho por Haru, Ruka se quedó sorprendida.
-¿A-A Que te refieres? ¡Explícame bien!- exclamó algo nerviosa.
-Jaja ya tranquila, el punto es que eso paso hace mucho cuando estaba en primaria...-
En primaria no destacaba mucho tenía una vida normal de estudiante bueno entre comillas, solía ser el más listo de mi clase, eso provocaba cierta envidia pero no demasiada para que fuera un problema o eso creía.
-¡Hey Haru! ¿Quieres jugar con nosotros?- pregunto una profesora quien estaba con un grupo de niñas y niños jugando.
-No gracias sensei...estoy bien no soy muy bueno en eso-
Tras haber contestado lo niños empezaron a murmurar.
-Haru-kun es raro, es tan sombrío y callado-
-Tal vez sea algo tímido-
-A mí me cae bien es lindo...- murmuró una niña.
-Pero aterrador-
-Si jajaja-
Había gente amable, como si de una película se tratase siempre fui de sombrío por naturaleza mi aspecto era así sin que yo lo quisiera, eso provocó varios malentendidos.
-¡Ya enserio cuál es tu problema!-
-¡Si! ¡Acaso te molestamos si es así solo dilo!-exclamo una niña.
-No es eso y-yo...-
-¡Habla más fuerte no te escucho bien!- el muchacho empujó a Haru haciéndolo caer.
-Que tonto, cuál es su problema...-
Creí que todo quedaría ahí pero como era muy joven para entender y lidiar con esos problemas por mismo, decidí ignorarlos, creí que era lo mejor para ellos, pero...nunca pararon, creí que con el pasar del tiempo se olvidarian de mi pero fue peor los dos últimos años en primaria ellos me hacían todo tipo de cosas, un cubo de agua en los baños, hacerme tropezar en los pasillos, destrozar mis zapatos de interior, tachuelas en mi silla y insultos y todo tipo de vulgaridades escritas en mi pupitre.
No sabía que hacer, decirle a mis padre o lidiar con esto yo solo, pero alguien me dió la respuesta.
Haru caminaba por el patio de la escuela todo mojado.
-¡Oye!-
Haru se volteo lentamente para así ver una muchacha de cabello castaño claro y bellos ojos color avellana.
-¿Estas bien?- pregunto algo preocupada.
-Ahora que dirá, si no contesto nada, ¿se enojará? ¿me empujará? ¿me gritará? ¿me dará una bofetada?- pensó con poca energía.
-N-No es nada estoy bien, no te molestes en hablar conmigo-
-¿Eh? Claramente se ve que no estás bien, estás empapado ven tengo una toalla en mi mochila-
Repentinamente la muchacha tomo la mano de Haru se lo llevó, mientras que este la observaba de entre sus mechones.
Caminaron hasta llegar bajo un árbol.
-¿Que hace tu mochila allí?-
-Ah bueno vengo a comer y descansar a aquí, después todo que la gente me trate como alguien popular es agotador-
-¿Popular?- pregunto algo confundido y nuevamente con poca energía.
-¿Eh? ¿No me conoces? Soy Misaka Otome de la clase 2-A, la que llaman princesa del salón o algo así, aún no me acostumbro jejeje-
El castaño inclinó su cabeza hacia un lado algo confuso, para Misaka esto se vio muy tierno.
-¡¿E-Enserio no me conoces?!-
-Ahora sí aquí se viene- penso esperando a que la chica se enojará con el.
-Yup, ahí está jeje, permiteme- expresó colocando una toalla en la cabeza Haru y sonriendo felizmente, seguido de eso comenzó a secar su cabello.
-Wow tu cabello es suave jeje-
-Supongo...-
-Mmm ¿puedo preguntar porque estás mojado?-
-Lo acabas de hacer...-
-Oh si jejeje-
-¿Tu no me conoces?- pregunto el muchacho.
-Ehh nop, ¿debería?-
-Haru, el chico sombrío, el gótico, el rarito de la clase 1-C-
-Mmm no me suena de nada-
-Si eso crei- contesto con neutralidad.
-Es broma se que quien eres Haru-kun, se que te molestan todo el tiempo, y yo...quiero ayudarte jeje-
Ante esas palabras y esa sonrisa no pude evitar sonrojarme, emocionarme y sentir como si todo a mi alrededor brillará.
-No quiero sonar mal, pero me diste pena o más bien dicho rabia...es decir...¡¿Porque carajos no haces nada?! ¡Parteles su puta madre!- exclamó con rudeza.
Por el grito Haru dió un salto y cayó hacia atrás apoyándose sobre sus manos.
-Jeje lo siento-
-¿Patirles su puta madre? ¿Es decir que golpeé a sus madre?-
-Si y no, es un decir, me refiero a devolverles lo que te hicieron multiplicado por 10-
-Ya veo...pero...no soy tan fuerte como crees-
-¡Entonces entrena vuelvete tan fuerte para que nada ni nadie pueda derrotarte!- exclamó motivada.
-No lo sé...yo-
-No estás cansado de ser débil, entrena y hazte fuerte y yo...estaré ahí para verte ser feliz-
Aquellas últimas palabras fueron las que me motivaron, su mirada dulce y la manera en que me lo dijo, me hizo darme cuenta de que no podía seguir así por siempre, Así entrene por un año y un par de meses lo suficiente para pelear hasta que se rompieran los huesos y finalmente lo logré, les di su merecido.
-Tsk...maldito, ¡esto no se quedará así!-
Un grupo integrado de un chico castaño oscuro, dos gemelos rubios y una chica castaño claro habían terminado golpeados y derrotados por Haru.
-Al fin se acabó- pensé tras verlos irse.
Aún así seguí entrenando para volverme fuerte sabía que volverían.
-¡Así se hace jejeje bien hecho Haru!-
Tras haberle contado que finalmente era libre, ella salto a abrazarme gritando de felicidad.
-Que bueno te felicito Haru-kun-
De pronto Ruka detuvo la narración de Haru.
-¿Te enamoraste de esa chica?-
-Bueno ella fue la que me rechazó-
-¿Eh? Entonces porque....-
-Ya te dije la razón, fui un idiota, aunque todo no quedo ahí, aún no te he dicho como conocí a Sato-
Ruka lo observo con atención, Haru dió un suspiro.
-Luego de eso unos meses después...-
-Lo sentimos su hijo...-
La madre y padre de Haru lo veían aterrados, mientras que el solo se quedó viendo el suelo, la madre Haru callo de rodillas y comenzó a llorar.
Cada vez...que intentaba mejorar, ser mejor, superarme algo pasaba y hacia que yo me rompiera, un cancer de riñón hizo que cayera aún más bajo de lo que estuve.
-Lo siento Haru, ¡lo siento!- gritaba mamá mientras me abrazaba, su llanto aún sigue en mi cabeza.
Al día siguiente fui a la escuela y como siempre los rumores se expanden en un abrir y cerrar de ojos.
Haru estaba tranquilamente en el casillero de sus zapatos de interior, abrió su taquilla y sacó sus zapatos los cambio por los de exterior, cerró el casillero y se quedó con su mano posada sobre la puerta del mismo ante una mirada vacía.
A pesar de haber dicho eso, dijeron que podía salvarme a través de una cirugía, pero era algo riesgosa, ya que el cáncer se había expandido bastante sobre mi columna, si lo dejaba moriria en un año o más, no sabía que hacer... instantáneamente me aterré.
-Ve háblale-
-No ve tú-
El grupo que solía molestar a Haru susurraban detras de los casilleros que estaban a su espalda.
-¡Oye Haru!-
Haru vio de reojo quien se acercaba.
-Hoy no estoy de humor para esto Ayame-
-Tranquilo yo solo quiero ¡ahg!-
El castaño levanto al muchacho y empujo contra los casilleros.
-¡Oye tranquilo!-
-¡Haru-kun tranquilo solo queremos hablar!- grito la chica del grupo intentado que Haru suelte a su amigo.
Segundos después Haru se calmo y soltó al muchacho.
-Misaka-san nos hablo de ti, del como te sentias que tú solo no querías estorbarnos o algo así dijo...nosotros pensamos que nos odiabas por eso te molestamos y y..yo...- la muchacha empezó a soltar unas lágrimas que mostraban arrepentimiento.
-Lo que quiere decir, lo que queremos decir es que lo sentimos viejo, espero que podamos llevarnos bien-
Haru solo se había quedado mirando el suelo.
-Esta bien supongo, me voy a clase...-
Ante esto todos se quedaron viéndome, me fui con la cabeza agachada, no había dormido en toda la noche así que me veía más sombrío de lo normal.
-¡Hey Haru-kun! ¡¿Que cuentas?!- exclamó Misaka muy contenta, ella no sabía nada sobre ello, pensé que sería lo mejor, así que fingí estar bien para no preocuparla.
-Ja, Hola Misaka-san, nada, ¿Que cuentas tu?-
-Bueno pues verás...-
Mientras Misaka le contaba todo tipos de cosas Haru este solo le sonreía.
En ese instante comencé a...sentirme mal, realmente me estaba volviendo sombrío, no salí de mi habitación por varías semanas, hasta que uno de esos días, mamá entro a la habitación con una maleta y empacó mi ropa y otras cosas.
-¿Que haces?-
-Nos vamos al hospital-
-No, no quiero-
-¡Es una orden soy tu madre!-
-¡Y eso que! ¡es mi vida!-
-¡No digas eso!-
-¡Solo déjame en paz, quiero morir!-
Realmente era de lo peor, no era fuerte, no soy para nada fuerte, incluso lastimé a mamá con eso que dije.
La madre Haru comenzó a llorar.
-Mama yo...-
-No-
-¿Eh?-
-¡No! ¡No digas estupideces! ¡No voy a dejarte ir!-
Al decir eso mamá me forzó a ir al hospital, no importa como, pero termine en el hospital.
Recuerdo haber llegado a una habitación acogedora pero me dije a mi mismo ¿Aquí moriré? Que asco, luego mamá dejo mi bolso con ropa y se fue a hablar con el doctor, yo tomé un jugo de frutas me acerque a ver por la ventana, ví un automóvil muy lujoso parecía bastante caro, pasaron lo días y ese automóvil siempre estaba ahí llegué a pensar que era de algún doctor, no me parecería raro.
Pero en una de mis escapadas de mi habitación, fui al bello jardín que tenía el hospital y ahí fue cuando lo conocí.
(Aunque no lo parezca tiene 13 años)
El parecía un muñeco, cabello castaño extremadamente claro, se veía pequeño y débil, con sus ojos verdes mostrando un vacío intenso miraba el sol como si quisiera alcanzarlo, se veía tan perdido como siempre.
Luego de unos segundos de estar ahí el noto mi precencia.
-Oh, Ah hola perdona-
Cuando lo saludé el solo miro mis pies, no contesto absolutamente nada.
-¿Que haces aquí tu solo?-
-Sentir el sol, pocas veces tengo la oportunidad de ello- contesto sin siquiera mírame, parecía que yo lo asustaba o algo así, y jamas crei que por primera vez me presentaría ante alguien.
Haru sonrió mostrando los dientes.
-Mi nombre Hoshino Haru es un gusto-
Al momento de extender mi mano el retrocedió como si tuviera la sensación de que yo iba a lastimarlo.
-Ah solo iba estrechar la mano-
-¿La mano?- pregunto levantando su mano y mirandola.
Me di cuenta que al menos el no era ciego, ya estaba a punto de sacar esa conclusión.
-Asi mira-
Haru tomo la mano de aquel chico y lo saludo.
-Ah, a eso te referías...-
-Jaja, si ¿que pensabas?-
"¿Que rayos me estoy riendo? Voy a morir dentro de un año ¿que me pasa?"
Eso fue lo que pensé pero de pronto fui sacado de mis pensamientos.
-¡Haru-kun!-
Cuando voltee ví a Misaka con una expresión algo sería.
-Ah Misaka-san yo...-
La muchacha corrió a abrazarlo.
-¿Que pasa contigo? ¿Porque no me dijiste nada? ¿Acaso no confías en mí?-
-Tenia miedo de tu reacción-
-Haru...- expreso con pena la chica que seguido de eso pregunto.
-¿Cuando te curaras?-
¿Cómo iba a decirle que nunca me curaría por ser un completo cobarde?
-Espero que pronto jejeje, lo médicos me estan ayudando mucho- exprese forzadamente.
-Ya veo me alegra, estaba muy preocupada...yyyy ¿Quien es el?- pregunto sonrajada viendo a un pre adolescente Sato.
-Ah el es...Ah, nunca me dijiste tu nombre-
-¡Daiki!- exclamó una voz femenina.
Cuando los tres vieron detrás de Sato una mujer alta y delgada con aspecto muy refinado, y una expresión sería se acerco al muchacho.
-Rayos ¡aquí estás! Te dije que no desaparecieras así, ven vamos tu padre espera...- la mujer tomo con algo de agresividad el brazo de Sato y se lo llevó mientras lo jalaba con fuerza.
Ese día vi su mirada, la manera en la que nos observo parecía que estaba pidiendo ayuda como si quisiera quedarse con nosotros, pero algo impedía decirlo.
Luego de aquel día el volvió un par de veces más, conversábamos sobre cosas divertidas con Misaka y el aunque nunca lo ví sonreír, pero un día Sato dejo venir, pensamos que el estaba enfermo y se había curado y ya no había necesidad de que el estuviera allí, eso creí nunca más lo volví a ver, hasta ese día, unos días después de entrar a la secundaria.
Aún seguía pensandolo, mientras me daban tratamiento para la cirugía, seguía pensando si hacerlo o no, mamá se negaba a perderme eso me hacía sentir un poco mejor, pero mi perspectiva cambio cuando los conocí ellos y al volverlo a ver.
Cuando salía de la escuela ví que había un pequeño disturbio, la gente solo pasaba miraba y seguía con su camino.
Un muchacho castaño claro estaba peleando contra dos chicos uno llevaba un bate.
-¡Vamos que esperan peleén como hombres, al igual que tú amigo!-exclamo dándole un golpe al que no tenía bate.
En un descuido lograron sestarle un golpe y comenzaron a golpear Sato sin parar uno con el bate y el otro a patadas.
Pensé en ayudarlo, pero me había debilitado con el tiempo mi condición física había vuelto casi al principio, incluso mi autoestima se había destruido, pensaba que no tenía sentido esforzarme si vivía o moría todo se desperdiciaría en algún momento.
-¡Oigan ustedes! ¡Pelear dos contra uno es de cobardes! ¡¿Pero uno con un bate?! ¡A mí se me hacen que son maricas!- exclamó un muchacho rubio y de ojos celestes con su cabello atado y con un gato en el hombro ese era Natsuo uno de nuestros amigos.
-Tsk...el otra vez ¡No necesito tu ayuda puto yankee!- exclamó Sato.
-¿Seguro?-
Tras eso el muchacho corrió aún gran velocidad y hábilmente y con fuerza golpeó al del bate dejandolo inconsciente de solo un golpe.
-¡Tu maldito!-
-¡Yun-yun ataca!- el gato en el hombro de Natsuo dió un salto y comenzó arañar al muchacho.
-¡Ahhh estúpido gato!-
Luego de arañarlo un par de veces el gato regreso al hombro de Natsuo.
-¡Oye!-
-¿Uh?-
-¡Es una gata!- grito seguido de un golpe noqueando al muchacho.
-¿Estás bien?- pregunto extendiendo su mano para ayudar a Sato a levantarse.
-¡Ahg te dije que dejaras de seguirme Yankee! ¡¿Eres un acosador o que?!- contesto enojado rechazando su ayuda.
-¿Y tú estás bien?- me preguntó yo algo nervioso conteste.
-Si osea ni siquiera lo ayude-
-Si amigo eso fue decepcionante-
-Bueno no tengo la fuerza suficiente para ayudarlo- contesto algo depresivo.
El yankee se quedó viendolo un momento y dió un suspiro.
-Aquellos con una gran fuerza física son imparables, pero los que tienen una gran fuerza de voluntad los hace indestructibles-
Natsuo extendió su mano a modo de saludo.
-Soy Natsuo Davis, ella es Yun-yun-
-¿Yun-yun? ¿Cómo Yun-yun de "Konosuba"?-
-Sep esa misma-
-Tsk...yo me largo-
-¡Espera Sato!-
-¡Dije que me dejaras en paz!-
-¡Viejo solo quiero ser tu amigo!-
-¿Porque rayos quieres ser su amigo?-
-Porque no tengo amigos dahh-
"Realmente se porta como un yankee" pensaron Sato y Haru.
-Soy nuevo aquí y no me llevo bien con mi clase así que pense en buscar amigos en el vecindario y ser como los ¡Little Busters!- exclamó alzando las manos a la par de Yun-yun.
-¿Los Little Busters? Bueno no suena mal vivir aventuras como ellos-
-Ja, los Little Busters son más de 3 y además casi mueren- aclaro Sato.
-Oh c-cierto...-
"Le quitas lo divertido a la vida" pensaron el Yankee y el castaño.
-Bueno no hay casi diferencia yo voy a morir dentro de un año-
Natsuo se sorprendió por lo que dijo Haru.
-Asi que eres tú, el del hospital, no me equivocaba-
-Wow ¿me recuerdas?-
Sato asintió con la cabeza.
-Sato...-
-¿Mmm?-
-¡Seamos amigos!- grito Natsuo.
-¡¡Que insistente eres!! ¡Está bien seré tu amigo!-
-Natsuo Davis jejeje- extendió su mano para así Sato corresponder.
-D-Daiko Sato...-
Esto le llamo la atención a Haru ya que la primera vez que intento estrechar la mano con el parecía asustado.
-¡Tu también Haru seamos amigos!-
-Ehh pero yo...-
-Venga vamos jajaja-
Haru dio suspiro y estrecho la mano de los dos.
-Haru Hoshino jejeje-
Meses después conocimos a Ran otro amigo nuestro y con el, el equipo estaba completo
Y finalmente después de unas semanas, había llegado la hora, tenía que decidir habían dos caminos vivir o morir, pero...viendo que conseguí grandes amigos... Decidí finalmente vivir, aunque siempre hay un pero y ese pero fue que era demasiado tarde.
El doctor dijo que nesecitaba un donante, solo eso y la cirugía sería posible, fue ahí cuando me di por vencido, por esperar demasiado perdí mi oportunidad.
-¡No puede ser!- exclamó la madre Haru comenzando a llorar, mientras que Natsuo y los demás solo agachaban la cabeza, todos estaban ahí menos alguien, Sato.
A mamá no le agradaba el, ya que se metía en demasidados problemas, lo tomaba como un delincuente pero ese mismo día y en ese mismo instante...
La ventana de la habitación abrió de repente y Sato entro por allí.
-¡Yo lo haré!, ¡Yo se lo daré!- exclamó dejando a todos sorprendidos.
Continuará...
Bueno gente lamento la tardanza he estado ocupado, y en mk casa han habido algunas cosas algo difíciles pero en fin, aquí les dejo el cap y ya emepzare a actualizar más o menos seguido.
Por cierto si Sato de 13 años lo vieron muy mayor, ya lo entenderan más adelante así que tranquilos.
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